FIC: EVERYLAND (15/23+EPÍLOGO)

Dec 16, 2010 21:46





Título: Everyland
Autor: aisisgallo
Género: J2 AU
Capítulos : 23 + Epílogo
Pairings: Jared/Jensen ; Chris/Steve
Clasificación: NR-17
Palabras: 51.000 +/-
Resumen: El mundo de Jensen se ha hundido tras una tragedia que no está siendo capaz de superar. Y de pronto ocurre algo que le lleva a un lugar más allá del mundo real. Pero ¿es solo su imaginación quien le lleva hasta allí, o es algo más?

Capítulo 1, Capítulo 2, Capítulo3, Capítulo 4, Capítulo 5, Capítulo 6, Capítulo 7, Capítulo 8, Capítulo 9, Capítulo 10, Capítulo 11, Capítulo 12, Capítulo 13, Capítulo 14,


CAPÍTULO 15

Al levantar la mano de Jared para sujetarla mejor, el hombre pudo ver claramente tanto la unión de sus dedos como la membrana que unía su cuerpo a su brazo, y se quedó paralizado por la sorpresa. - ¡Dios! - dijo en un susurro mirando totalmente fascinado la mano de Jared. - Eres tú. Ellos estaban equivocados, no es el extranjero, eres tú.

La sorpresa hizo que el hombre aflojara la presión de su mano sobre la boca de Jared, y este aprovechó la situación. Giró un poco la cabeza, y con un gesto rápido, mordió con fuerza el lateral de la mano, haciendo que el extraño soltara un grito y se apartara de él soltando juramentos entre dientes.

Jared se levantó de la cama y rápidamente agarró una de las sillas que había junto a la mesa, colocándola delante de él a modo de defensa.

- ¡Lárgate! - dijo amenazando al extraño con la silla. - ¡Lárgate ahora mismo! - dijo mientras se movía lentamente hasta colocarse entre el hombre y la cama, evitando que este pudiera llegar hasta Jensen.

El hombre levantó las dos manos en un gesto de paz, y retrocedió un par de pasos para tranquilizar a Jared.

- Escúchame chico. No quiero hacerte daño, yo no tengo nada que ver con ese hombre que ha intentado mataros, solo quiero hablar contigo.

- ¿Y por qué debería creerte? - preguntó Jared desafiante.

- Oye, hagamos un trato, déjame curarme la mano, y luego hablemos. Yo prometo no moverme de aquí. Me sentaré donde tú quieras, y no me moveré hasta que terminemos de hablar.

- Yo no tengo nada que hablar contigo ni con nadie que intente matarnos a Jensen y a mí.

- Jared, escucha, - dijo sin dejar de agarrase la mano dolorida. - De verdad que no quiero haceros ningún daño. Ni siquiera estoy armado, puedes registrarme. Nosotros no queremos haceros nada malo.

- ¿Nosotros? ¿Quiénes sois nosotros? - preguntó Jared con el ceño fruncido, mientras comprobaba que Jensen seguía dormido a su lado.

- Somos un grupo contrario a Aldoun y los suyos.

- ¿Aldoun? ¿El alcalde de Khórmik? - preguntó Jared asombrado.

- Sí Jared, el alcalde de Khórmik. Ese hombre no es de fiar, es quien os ha enviado aquí, pero sus intenciones no eran tan buenas como parecían. Están utilizando a Jensen para sus propósitos. El problema es que sus propósitos pueden provocar el caos total. El fin de todo.

Después de pensárselo durante un momento, Jared llegó a la conclusión de que quizá no fuera una mala idea dejar hablar a aquel hombre. Eso al menos le haría ganar algo de tiempo, y además, lo cierto era que después de lo que le había dicho, tenía curiosidad por oír lo que tenía que decirle.

Jared le dejó entrar al baño a limpiarse la herida, sin dejar de vigilarle ni un segundo, y después le registró minuciosamente hasta que quedó convencido de que llevaba ningún arma.

- Bien. Puedes sentarte. Coloca la silla contra esa pared. - Dijo señalando la pared que había al fondo de la habitación. - Y no te levantes de ella para nada.

El hombre asintió con la cabeza e hizo lo que le había ordenado, y Jared se sentó en la otra silla, colocándose entre el extraño y la cama en la que Jensen estaba tumbado.

- Empieza. - dijo mirando al hombre con gesto serio.

- Bien. Antes que nada, me llamo Dalimar, - dijo el hombre mirando a algún punto perdido delante de él, como si estuviera concentrándose para contar su historia. - Nací en Myrrheim, el tercer islote, y pertenezco a una familia que ha dedicado toda la vida a estudiar los libros antiguos. ¿Conoces los libros antiguos, Jared? - preguntó levantando la mirada hacia Jared.

- Solo uno. - dijo Jared sin querer darle más información.

- El que Zester le dio a Jensen. - afirmó Dalimar sin dudar.

Jared no pudo evitar mostrar la sorpresa en su cara. - ¿Cómo…?

- ¿Cómo lo sé? Porque os hemos estado siguiendo desde el momento en que Jensen llegó a Khórmik. Jared, estáis metidos en algo mucho más grande de lo que crees. Esto no tiene nada que ver con que Jensen vuelva a su casa, va mucho más allá.

- No entiendo. ¿Qué quieres decir con algo mucho más grande? - preguntó Jared confundido. Estaba empezando a tener demasiadas dudas.

- Verás, te lo explicaré desde el principio. - respondió Dalimar poniéndose cómodo en la silla. - Hace más de cien años, un grupo de estudiosos organizaron una expedición para explorar esta isla. Querían llegar a las montañas del fin del islote y buscar restos de vida antigua, ya que según las leyendas allí fue donde empezó todo. Era una expedición de doce hombres y mujeres, pasaron allí dos semanas, y cuando volvieron, dijeron no haber encontrado nada significativo. Pero no era cierto.

- ¿Y por qué mintieron? - preguntó Jared curioso.

- Lo que habían encontrado, podía provocar el fin de Everyland. No solo encontraron restos de vida antigua, también hallaron un arca llena de libros y manuscritos con cientos de años de antigüedad, en la que se explicaba la creación de los mundos. Supongo que Zester le contó a Jensen algo sobre la creación de los mundos.

Jared asintió con la cabeza. - Estaba escrito en el libro que le dio.

- Bien, Aquellos libros y pergaminos, también explicaban la manera de abrir una puerta entre los mundos…

- La primera piedra. - dijo Jared interrumpiéndole.

- Sí, la primera piedra. El problema es, que abrir esa puerta, puede tener unas consecuencias catastróficas para gran parte de la humanidad, tanto de este mundo como de los otros.

- ¿Entonces por qué querría Zester que Jensen la abriera?

- Zester trabaja para Aldoun.

- ¿Y?

- Aquella expedición original, consideró la información muy peligrosa, por lo que dividieron los libros y pergaminos entre los que estuvieron allí, y decidieron no hablar del tema nunca más. Ni siquiera ninguno de ellos tuvo acceso a la información que contenían todos los libros. De esa forma, no podrían hacer nada si no estaban todos de acuerdo. Pero pocos años después, dos de los miembros, un hombre y una mujer, se fueron de Myrrheim llevándose el material que custodiaban, y se instalaron en Khórmik. Ellos fueron los fundadores de una sociedad secreta que se hace llamar Mundo Único, y que el Gran Gobierno de Everyland considera ilegal, pero que sigue activa de forma clandestina hoy en día. Ese hombre y esa mujer, eran los abuelos de Aldoun, que hoy es el cabecilla de esa sociedad que defiende la supremacía de las gentes de Everyland, y que quieren gobernar sobre todos los mundos como seres superiores que son.

- ¡Eso es absurdo! - dijo Jared totalmente alucinado. - Nosotros no somos superiores, ellos… Jensen me ha contado cosas… están más avanzados… en Nueva York.

- Lo sé, Jared. El resto de los expedicionarios crearon una sociedad a la que llamaron Everyworld, porque querían defender la seguridad de todos los mundos. El consejo de la sociedad lo formaron los expedicionarios originales, y se crearon grupos para estudiar los diferentes libros y pergaminos antiguos encontrados. Los descendientes de aquellos miembros de Everyworld, hemos mantenido la sociedad activa, y hemos seguido estudiando los libros. Pero Aldoun, interpreta los libros antiguos que tiene en sus manos a su antojo, y afirma que cuando la piedra sagrada reúna a los mundos otra vez, las estirpes superiores serán reveladas y el poder les será entregado.

- Pero… yo no… no entiendo nada.

- Aldoun es un iluminado, Jared. Un loco con delirios de grandeza que ha sido lo suficientemente inteligente como para conseguir reunir a mucha gente a su alrededor, y eso le hace peligroso. Hasta ahora siempre pensamos que Everyland y los otros mundos estaban a salvo, porque algunos pergaminos únicos están en nuestro poder, y tienen información necesaria para abrir las puertas. Pero cuando supimos que Jensen había llegado a Khórmik, pensamos que Aldoun había conseguido de alguna forma averiguar la manera de utilizar la piedra sagrada. No podíamos dejar que eso ocurriera.

Jared se tensó al oír la última frase. - ¿Por eso intentasteis matarnos?

- No Jared, como ya te he dicho, nosotros no queremos mataros. De hecho, uno de nuestros hombres fue el que os salvó en Árthedir.

- ¿Entonces quién? - Jared cada vez estaba más confuso.

- Cuando supimos que Jensen había aparecido, algunos miembros de Everyworld se radicalizaron bastante. Estaban aterrados con la idea de que abriera la puerta, y decidieron que había que matarle lo antes posible, sin siquiera averiguar cuáles eran sus intenciones. Son solo unos pocos, y han sido expulsados de la sociedad, pero se han tomado la justicia por su mano y van a seguir intentando matarle.

- Porque es el elegido.

- Bueno, eso es lo que todos pensábamos, pero después de conocerte, creo eso no es cierto.

- ¿Cómo?

- ¿Puedo hacerte una pregunta, Jared?

Jared asintió con la cabeza.

- ¿Cómo llegaste tú a Khórmik? ¿Naciste allí?

Jared dudó un momento antes de contestar, pero finalmente soltó un suspiro y respondió. - En realidad no. Mis padres me encontraron junto al bosque, precisamente muy cerca de donde apareció Jensen. Me recogieron con intención de criarme, pero cuando las cosas se pusieron difíciles por las reacciones de la gente a mi… diferencia, no lo soportaron, y me dejaron en el orfanato.

- Dalimar asintió con la cabeza mientras un brillo de algo que Jared no pudo definir se reflejó en sus ojos. - Eso explica muchas cosas. - dijo sonriendo.



Jensen había entrado en un círculo vicioso del que no era capaz de salir. Necesitaba dormirse para volver con Jared, pero el presentimiento de que Jared estaba en peligro le angustiaba tanto que los nervios no le dejaban dormir, y cuanto más tiempo pasaba, más nervioso se ponía.

- ¡MIERDA! - Gritó con fuerza intentando aliviar algo de tensión. - Vamos Jensen, tienes que relajarte, tú puedes hacerlo, respira hondo y tranquilízate. - Jensen hablaba en voz alta, repitiendo la retahíla sin parar, a la vez que respiraba profundamente intentando calmarse.

Estaba tan concentrado en lo que estaba haciendo, que no se dio cuenta de que Steve había entrado en la habitación, y le miraba desde la puerta con cara de preocupación. - Jensen, ya basta, no te hagas esto.

Jensen giró la cabeza hacia Steve y contuvo la respiración mientras contaba hasta diez. - Lárgate Steve. - dijo con tono aparentemente calmado. - Ahora mismo, verte es lo último que necesito, así que déjame en paz.

- Jensen, no puedes seguir haciendo esto. No sé qué coño está pasando por tu cabeza, no entiendo por qué nos apartas de esta manera.

- Steve, te pedí dos días, fue lo único que te pedí, un poco de tiempo, y en lugar de eso me has dado una cama con correas. ¿Y todavía me preguntas por qué te aparto? Si crees que atarme a una cama es la forma de conseguir que hable contigo, estás muy equivocado, y ahora por favor, déjame solo, quiero dormir, necesito dormir, Jared me está esperando.

- ¿Jared? - Steve dio un paso hacia la cama con curiosidad. Sabía que a Jensen se le había escapado lo último, estaba seguro de que no había querido decirlo, pero al menos era algo, algo de lo que podía tirar para descubrir lo que estaba pasando en la cabeza de Jensen. - ¿Quién es Jared?

Jensen cerró los ojos mientras dejaba escapar un suspiro. “Mierda”. Steve se quedó en silencio un rato esperando una respuesta, pero Jensen siguió allí tumbado, con los ojos cerrados, sin decir absolutamente nada. Finalmente, Steve sacudió la cabeza con un gesto de tristeza en su rostro y salió de la habitación.



- No entiendo, ¿qué importancia tiene dónde haya nacido yo? - preguntó Jared con el ceño fruncido.

- Aldoun sabía que el elegido aparecería en Khórmik, junto a la piedra sagrada que hay en el linde del bosque. Cuando Jensen apareció allí, dio por hecho que él era el elegido, pero por lo visto se equivocó.

- ¿Qué? ¿Por qué dices que se equivocó? - Jared cada vez estaba más confuso con lo que Dalimar le estaba contando.

- Jared, ¿qué le dijo Zester a Jensen que tenía que hacer cuando llegara a la primera piedra?

- Creo que nada, por lo que me contó Jensen, le dijo que cuando llegara al octavo islote, no tendría problemas en encontrarla, y que él sabría lo que tenía que hacer.

- Lo suponía. - Siguió Dalimar inclinándose hacia delante en la silla. - El problema, es que Aldoun y los suyos no tienen ni idea de cuál es el procedimiento, y supusieron que el elegido sabría lo que tenía que hacer al llegar allí…

- Pero deduzco que eso no es así. - le interrumpió Jared.

- No. No es así. Nosotros tenemos en nuestro poder un pergamino que describe lo que hay que hacer para abrir la puerta entre los mundos.

- ¿Y eso que tiene que ver conmigo?

- Ese pergamino del que te he hablado, tiene una indicación que hasta ahora no habíamos sido capaces de descifrar. Habla del hombre pájaro, y de que la piedra reconocerá su huella entre todas las demás. En ese libro aparece un dibujo de la piedra, y la única huella que se ve en ella, es una que parece de un ave palmípeda. Jared, tú apareciste en el linde del bosque de Khórmik, junto a la piedra sagrada, pero por tu problema, todo el mundo dio por hecho que tus padres biológicos te habían abandonado allí, y esperaron hasta que apareció Jensen. Pero Jensen no es el elegido Jared, tú eres el elegido.

- Pe-pero… pero Jensen tiene que volver a Nueva York - Jared no estaba procesando demasiado bien la última información. Lo único que importaba allí, era que tenían que irse a Nueva York.

- Bien. No hay ningún problema. - respondió Dalimar con seriedad.

- ¿En serio? - Una sonrisa iluminó toda la cara de Jared. - ¿Entonces podemos irnos y no pasa nada?

- No Jared, yo no he dicho eso, Jensen puede irse. Pero tú tienes que quedarte.

CAPÍTULO 16

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