FIC: EVERYLAND (13/23+EPÍLOGO)

Dec 15, 2010 08:24





Título: Everyland
Autor: aisisgallo
Género: J2 AU
Capítulos : 23 + Epílogo
Pairings: Jared/Jensen ; Chris/Steve
Clasificación: NR-17
Palabras: 51.000 +/-
Resumen: El mundo de Jensen se ha hundido tras una tragedia que no está siendo capaz de superar. Y de pronto ocurre algo que le lleva a un lugar más allá del mundo real. Pero ¿es solo su imaginación quien le lleva hasta allí, o es algo más?

Capítulo 1, Capítulo 2, Capítulo3, Capítulo 4, Capítulo 5, Capítulo 6, Capítulo 7, Capítulo 8, Capítulo 9, Capítulo 10, Capítulo 11, Capítulo 12,


CAPÍTULO 13

Jared estaba como en una nube. Desde que Jensen le había propuesto que se fuera con él a Nueva York, sentía como si estuviera flotando. Se habían duchado los dos y luego habían desayunado, mientras Jared le hacía a Jensen miles de preguntas sobre Nueva York, y sobre cómo sería la operación.

Parecía una persona nueva, hablaba sin parar y aunque todavía no se había acostumbrado al contacto, ya no se apartaba cuando Jensen se acercaba a él, y aquellos hoyuelos que habían dejado a Jensen sin aliento la primera vez que los vio, no habían desaparecido de su cara en toda la mañana.

Jensen contestó a todas sus preguntas con una sonrisa permanente en su boca, explicándole entusiasmado todo lo que iba a encontrar en su mundo.

- Bueno, creo que tenemos que salir ya, es mejor que nos demos prisa.

Esa frase le hizo recordar algo a Jared, y por primera vez en toda la mañana, frunció el ceño preocupado.

- Jensen.

- Dime.

- Esta mañana, cuando me has despertado, has dicho que había pasado algo en Nueva York.

Jensen dejó escapar un suspiro y agarró de la mano a Jared, que dio un pequeño respingo a sentir el contacto. - Ven. - dijo llevándole hasta la cama y sentándose en el borde con él. - Escucha Jared, no sé que va a pasar a partir de ahora. Mis amigos en Nueva York, están muy preocupados, porque no entienden que quiera estar solo y dormir a cada rato, y puede que intenten hacer algo.

- ¿Hacer algo? ¿A qué te refieres? - preguntó Jared preocupado.

- Quiero decir, que la próxima vez que me duerma, no sé el tiempo que voy a tardar en volver, porque no tengo ni idea de cómo van a estar las cosas allí.

Jared abrió la boca para intentar decir algo, pero Jensen le hizo callar poniéndole un dedo sobre los labios.

- Escúchame. Aunque tarde más de lo normal, nunca pienses que no voy a volver, por favor, confía en mí, y espérame el tiempo que haga falta. Te prometo que voy a volver Jared. ¿Me esperarás?

Jared tragó mientras los ojos se le llenaban de lágrimas. - Sí, te lo prometo Jensen. Te esperaré.



Estaba empezando a anochecer cuando llegaron agotados a Shandir, el séptimo islote. Las escaleras entre Árthedir y Shandir eran duras de subir, porque los dos islotes estaban a alturas muy diferentes, Shandir flotaba mucho más alto que Árthedir.

Mientras subían las interminables escaleras, habían procurado hablar lo menos posible, para ahorrar fuerzas, pero cuando pararon a comer, se tomaron un buen descanso y Jared aprovechó para contarle a Jensen todo lo que sabía sobre Shandir.

El séptimo islote, estaba habitado sólo en uno de los extremos por un pueblo que ocupaba apenas una mínima parte de la superficie total del islote, justo junto a las escaleras que le unían con Árthedir. El resto, era un paisaje semi-desértico, que terminaba al otro extremo del islote en un grupo de montañas.

Según Jared, prácticamente nadie se había adentrado en aquellas montañas, y los pocos que lo habían hecho, o no habían vuelto a ser vistos nunca, o habían regresado al pueblo contando que al otro lado no había absolutamente nada, no más islotes, no más escaleras que llevaran a ninguna parte, nada.

A pesar de la inclinación de las escaleras, habían procurado llevar un bueno ritmo para poder llegar al séptimo islote antes de que se hiciera de noche, y cuando por fin pisaron tierra firme, los dos estaban exhaustos, y las piernas tanto de Jared como de Jensen, se quejaban por el esfuerzo.

Los dos se sentaron en el suelo junto a un gran árbol que había casi al borde del islote, mirando hacia el pequeño pueblo que había frente a ellos. Podían ver la calle principal, que avanzaba adentrándose hacia el centro del islote, y que tenía a ambos lados varios comercios, tanto de comida como de ropa.

- Ahora vuelvo. - dijo de pronto Jensen levantándose con dificultad por los calambres que estaba sintiendo en las piernas.

- ¿Dónde vas? - Jared hizo amago de levantarse para acompañarle.

- No, espérame aquí, vuelvo enseguida, solo voy a comprobar una cosa.

- Pero…

- Que me esperes aquí ¿vale? Descansa un poco, yo vuelvo en un momento, de verdad.

Finalmente Jared se quedó sentado, mirando cómo Jensen se alejaba hacia la calle principal del pueblo, y no pudo evitar que una sensación extraña se asentara en su pecho. Apoyó su espalda contra el árbol y se quedó mirando fijamente al lugar por el que se había alejado Jensen, y a pesar de que intentó evitarlo con todas sus fuerzas, finalmente el cansancio le venció y se quedó dormido.



Se despertó sobresaltado, sin saber muy bien qué era lo que le había sacado de su sueño, y cuando abrió los ojos, el nerviosismo se apoderó de él inmediatamente. Prácticamente había oscurecido por completo, y desde donde estaba, ya solo podía ver las luces que iluminaban la calle principal y la silueta de los edificios recortándose sobre el horizonte oscuro.

Miró a los lados buscando a Jensen, pero seguía solo, como cuando se había dormido - ¡Mierda! ¿Cuánto tiempo habrá pasado? - se preguntó a sí mismo mientras se ponía en pie soltando un gemido por los músculos doloridos de sus piernas.

Se acercó a la calle principal del pueblo, mirando en todas direcciones, con un mal presentimiento haciéndose fuerte en su cabeza. Joder, no debería haberle dejado marcharse solo, tenía que haber ido con él.

A cada paso que daba y no veía a Jensen, se ponía más nervioso, y para cuando había recorrido aproximadamente la mitad de la calle principal, estaba a punto de sufrir un ataque de nervios, y sus ojos ya estaban llenos de lágrimas.

- ¡Jensen! - Se puso a gritar casi sin darse cuenta, sin importarle si iba a llamar la atención de todo el mundo, no podía evitarlo, tenía que encontrarle como fuera. - ¡JENSEN!

Los nervios y la preocupación le hicieron acelerar su paso cada vez más, y al poco tiempo, corría por la calle, entrando en cada comercio y gritando el nombre de Jensen totalmente desesperado, atrayendo las miradas curiosas de las pocas personas que andaban por la calle.

- ¡JARED! - Jared se giró rápidamente hacia el lugar de donde venía la voz. - ¡Jared! ¿Qué pasa? - Jensen se dirigía corriendo hacia él por la calle principal cargado con varias bolsas.
Jared fue incapaz de reaccionar durante un rato, lo único en lo que podía pensar su mente era “Jensen está bien, Jensen está bien”, y para cuando quisto hacer algo, Jensen ya estaba pegado a él, agarrándole la cara con sus manos y secándole las lágrimas con los pulgares mientras le miraba con cara preocupada.

- Jared, ¿qué ha pasado?

- ¿Qué…? Yo… ¡No estabas Jensen! - dijo Jared rodeando a Jensen con sus brazos por la cintura y acercándole a su cuerpo como si no soportara ni un palmo de separación. - Yo… me he quedado dormido, y cuando me he despertado ya había anochecido, y tú no estabas por ninguna parte, y ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado desde que te habías ido, y…

- Para Jared, para un segundo. - dijo Jensen deteniendo la retahíla que Jared estaba soltando a toda velocidad. - Ahora tranquilízate un poco ¿vale?

- ¿Qué…? ¿Qué me tranquilice? - Jared le miraba como si no pudiera creerse lo que le estaba diciendo. - Jensen ¿dónde coño has estado todo este tiempo? ¡Casi me matas del susto!

- Jared, no ha sido tanto tiempo, lo que pasa que ha anochecido muy rápido, pero ni siquiera ha pasado media hora desde que me fui.

Jared se quedó mirándole sin saber qué decir. - ¿No? - preguntó al final un tanto avergonzado.

- No. Ha sido solo un rato, pero como te has dormido, has perdido la noción del tiempo. - respondió Jensen sonriéndole.

- Lo… lo siento. - Jared bajó la mirada al suelo, y a Jensen le dieron ganas de abrazarlo allí mismo con todas sus fuerzas y no soltarlo nunca más en su vida.

- Eh, no pasa nada, - le dijo haciéndole levantar la cabeza y dándole un suave beso en los labios. - Te has asustado, le puede pasar a cualquiera.

Jared respondió al beso con otro más largo y profundo que les dejó a ambos sin respiración, y luego se apartó un poco y miró las bolsas que Jensen había dejado caer al suelo.

- ¿Qué es eso? - preguntó curioso.

Jensen le miró sonriente y cogió las bolsas del suelo. - Será mejor que busquemos un sitio donde dormir, y allí te lo enseño todo.



Media hora después, estaban en la habitación del único motel que encontraron en el pequeño pueblo. Era una habitación bastante amplia, con dos camas grandes, una mesa con dos sillas y un baño con ducha.

- Jared, quítate la túnica y los guantes, con la temperatura que hace aquí tienes que estar ahogado de calor.

Jared se rascó la cabeza en un gesto un tanto infantil, - sí, es cierto, la verdad es que estoy sudando con esta ropa. - dijo mientras empezaba a quitarse los guantes un tanto inseguro.

Jensen se dio la vuelta para darle algo de espacio y empezó a sacar cosas de las bolsas, hablándole mientras él se quitaba la túnica y los guantes, para distraerle de lo que estaba haciendo. - He comprado comida, algunas cosas para cenar, embutido, queso, fruta y algunos dulces, y también leche y café. - Luego cogió la otra bolsa que llevaba, de distinto color, y se giró hacia Jared otra vez.- Y también he comprado esto.

Jensen sacó de la bolsa una camisa de tela fina, de mangas muy anchas, con la bocamanga casi a la altura de la cintura, que Jared se podía poner a pesar de las membranas que unía sus brazos a su cuerpo. - No sabía qué color escoger, así que al final he cogido la blanca, es un color que vale para todo.

Jared miraba la camisa con la boca abierta, sin saber qué decir, y luego levantó los ojos hasta encontrarse con los de Jensen. - Yo… no sé… ¿la has comprado para mí? - dijo mientras intentaba retener las lágrimas de emoción que se agolpaban en sus ojos.

- Sí, es para ti. - empezó a decir Jensen mirando la camisa, - Pensé que ya era hora de que te quitaras esa túnica que llevas, porque si tenemos que cruzar un desierto, puedes terminar asfixiado. Las manoplas tendrás que seguir llevándolas, porque no he encontrado nada más fino, auque cuando estemos en el desierto, podrías quitártelas, porque no creo que allí nos encontremos con nadie. ¿Por qué no te das una ducha y luego te la pones? - Jensen levantó la mirada hacia Jared con una sonrisa, pero su expresión cambio de inmediato.

- ¿Jared? ¿Qué pasa? - Jared tenía la cara surcada de lágrimas. - Dios, ¿te he molestado? Yo.. yo no quería… Jared lo siento. - Jensen no sabía que hacer con la camisa y la dejó caer sobre la cama antes de acercarse a Jared. - En serio, lo siento, pensé que…

- No, no me has molestado Jensen, - dijo Jared con voz temblorosa, - es solo que… yo nunca… nunca me había puesto algo así, desde que salí del orfanato, siempre he llevado esta túnica, y… gracias Jensen.

- Ven aquí. - Jensen le abrazó con fuerza, frotando su espalda para tranquilizarle durante un rato, y luego se separó un poco de Jared y le miró a los ojos con una sonrisa. - Las cosas van a ser diferente de ahora en adelante Jared. Todo va a ser mejor, te lo prometo. Ahora ¿por qué no te duchas y te cambias para que cenemos?

Jared asintió con la cabeza y cogiendo la camisa de encima de la cama se metió en el baño.



Una vez hubieron cenado, recogieron todo dejándolo listo para el viaje del día siguiente, y durante un rato revisaron el mapa de la isla para buscar la mejor ruta. Finalmente llegaron a la conclusión, de que lo mejor era cruzar la isla en línea recta hasta las montañas que se levantaban en el otro extremo. Lo que encontrarían una vez llegados allí, nadie lo sabía.

- Bien, será mejor que durmamos. Mañana no será un día fácil, con tanto calor la caminata va a ser dura. - dijo Jensen mientras se levantaba de la cama en la que estaban sentados y se empezaba a quitar los pantalones.

- S-Sí, claro, - respondió Jared forzándose a apartar la mirada de Jensen. - Yo… sí… será mejor que durmamos.

Jensen le miró cómo se levantaba de la cama y empezaba a moverse nervioso por la habitación, como si no supiera qué hacer. - Jared. Hey Jared. - Se acercó a él y le cogió de la mano, intentando que le mirara a los ojos. - ¿Qué pasa?

- N-nada, no… no pasa nada, nada. - Jared prácticamente balbuceaba, mirando a todas partes menos a Jensen.

- Jared, dímelo. - le cortó Jensen con voz firme.

- Es… es solo que… - Jensen observó que Jared miraba las dos camas de la habitación, primero una y luego otra, y finalmente se encogió de hombros.

Jensen le miró un tanto confundido durante un momento, y de pronto su expresión fue sustituida por una sonrisa cuando se dio cuenta de lo que ocurría.

- Jared, ¿qué pasa? ¿Pasa algo con las camas?

- No… es solo que… son… son grandes. - Jensen asintió. - Y yo pensaba que… a lo mejor… podríamos… - Volvió a encogerse de hombros y levantó la mirada del suelo hasta encontrarse con los ojos de Jensen. Sus mejillas estaban coloradas y tenía una expresión un tanto avergonzada.

Jensen no pudo evitar una gran sonrisa y levantó una mano hasta la cara de Jared, acariciándole la mejilla mientras le daba un suave beso. - ¿Quieres que durmamos juntos? ¿En la misma cama? - Susurró contra la boca de Jared.

Jared asintió con la cabeza agarrando a Jensen por la cintura y tirando de él hasta que sus cuerpos se tocaron.

- Si quiero.

CAPÍTULO 14

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