Autor: yvarlcris
Título: Giro inesperado
Fandom: Hawaii 5.0
Pareja: Steve/Danny
Categoría: Angst, y supongo que un AU clarísimo.
Advertencias/Spoilers: Slash/Ninguno… Bueno... salvo las muertes de algunos personajes secundarios
Resumen: Steve y Danny tienen que afrontar adversidades y parece que nunca podrán ser felices. ¿Lo conseguirán? SLASH
Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Y ahora el fic, con sorpresita a cargo de
jenny_anderson Cuando Steve entró en la base, encontró las risas de sus compañeros bastante irritantes. Éstos, notaron un cambio en el ambiente en cuanto entró el Comandante y se giraron para encararlo. No pudieron evitar emitir un sonido de asombro al ver su labio hinchado y con rastros de sangre.
-¿Qué demonios ha pasado, Mcgarrett?
-Nada que te pueda interesar- contestó éste con tono que sugería que nadie debería seguir con el tema.
-Vaya día llevamos hoy- se quejó el Cabo Johnson-. Con todos los superiores de mal humor.
Tanto Steve como Jack Briggs contestaron con un gruñido de advertencia.
-Vámonos, chicos- sugirió otro cabo-. Que no está el horno para bollos.
En cuanto se quedaron solos, Steve se dirigió al teniente que seguía maldiciendo en voz baja.
-¿Estás bien?
-Es la misión. Me trae por la calle de la amargura. ¡Se me ha escapado ya tres veces!
El Comandante no comprendía cómo una sencilla misión como era librarse de un curioso le podía resultar tan complicada a su compañero, pero, por respeto, intentó disimular su sonrisa antes de retirarse a su habitación. En ese momento tenía cosas importantes que hacer. Las palabras de Grace le habían hecho pensar, realmente estaba siendo un egoísta, era cierto que ya le había causado muchos problemas al Danny, y que lo mejor sería pasar página. Pero no podía hacerlo, era tan doloroso estar sin él.
“Una vez más, lo intentaré una vez más. Por favor Danny, al menos deja que te explique” rogó en silencio mientras la tristeza le oprimía con fuerza.
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
-¿Y ahora qué quieres?- Danny abrió la puerta de mal humor creyendo que sería Steve, se quedó congelado al ver frente a él a Charlotte Edwards. Que le miraba inquisitivamente-. ¡Charlotte!- definitivamente hoy era el día de las sorpresas desagradables.- No te esperaba hasta dentro de unos días.
-Decidí venir antes- dijo ésta entrando con altivez y mirando con disgusto la casa de los Williams. No es que fuese una mala casa, comparada con muchos de los pisos en los que había vivido el detective, ese lugar era un palacio. Pero, claro, Charlotte era una niña mimada con una enorme casa con jardín, piscina y todas esas cosas que denotan un alto status social… caballos incluidos- ve a por las maletas, anda.
-Como usted mande, señorita- masculló el rubio con desagrado.
Por supuesto, el coche de la terrible mujer estaba aparcado lejos y las maletas pesaban una tonelada. ¿Pero cuántos años pensaba quedarse esa mujer? Cuando regresó a su casa, jadeante tras subir aquellos pesados bultos se dirigió al salón a tiempo de oír la alegre vocecita de Charles.
-Y hoy papi le ha dado un puñetazo a un hombre alto.
Ups…
-¿Demostraciones violentas delante de un niño de tres años?
Grace agarró al niño alegando que era hora del baño, haciendo caso omiso de las protestas del pequeño, y Danny le miró agradecido.
-Bueno… violenta… verás… se trataba de un amigo que…
-¿Es eso lo que le enseñas? ¿A golpear a sus amigos?
El detective suspiró, le esperaban unos días muy largos.
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
Danny cerró el informe con frustración y apagó la luz, no siendo capaz de concentrarse en el caso. Todavía no podía creerse lo que había ocurrido hacía escasas horas, cuando Charlotte y él estaban solos en el salón. ¡La mujer había estado insinuándosele descaradamente!
-¿Sabes?, no tenemos por qué pelear por el buen cuidado de los niños. Podemos hacerlo juntos- había dicho mientras su dedo índice recorría despacio el contorno del brazo del rubio, quien intentó disimular su desagrado encontrando algo muy urgente que hacer en la cocina.
Y por otro lado, estaba Steve. ¿Por qué había tenido que aparecer, despertando viejos sentimientos y memorias tristes?
El detective hundió la cabeza entre las manos al tiempo que emitía un suspiro. Lo que menos necesitaba ahora era todo aquello. Sonaron dos suaves golpes en la puerta justo antes de que ésta se abriese.
-¿Se puede?- dijo Grace en un susurro.
-Claro, monito. Entra.
La joven Williams miró a su padre con algo de reproche, ya era mayor para ese apodo. Pero no pudo evitar sonreír, porque, en el fondo, adoraba que su padre la llamase así… siempre que lo hiciese en la privacidad del hogar y sin sus amigas delante. Entró sin hacer ruido y se metió en la cama, junto a su padre.
-¿No puedes dormir?- preguntó éste con suavidad mientras rodeaba los hombros de su hija con su brazo.
-No. ¿Por qué tiene que aparecer cuando quiere y quedarse aquí, además?- preguntó con desagrado.
Danny sonrió y atrajo a su hija hacia sí.
-Es parte del trato.
-Aún no entiendo ese trato. Tú eres mi padre. Yo no pertenezco a su familia.
-Perteneces a la de Charles. Si ella demuestra que no puedo cuidar de él, os llevarán a los dos.
-Has demostrado de sobra que puedes.
-Charlotte tiene un abogado mejor, como siempre- Danny suspiró resignado ante su mala suerte a la hora de elegir letrados.
-La odio.
-No digas eso. Ella quiere lo mejor para vosotros.
-No, ella quiere presumir ante sus amigos ricachones de lo buena persona que es, acogiendo en su hogar a los hijos de su querido primo… cuya fortuna administra. ¿Acaso no te has fijado en la cara de asco que puso cuando Charles se le acercó?
Danny rió.
-Eso fue porque tenía las manos llenas de pintura azul… y ella un vestido de Versace.
Grace sacudió la cabeza.
-Nos ignoraría, poniendo a una institutriz a cuidarnos. Lo sabes, Danno. Tú lo ves, pero no nos lo dices para que seamos amables. Eres demasiado bueno.
-No me queda más remedio, pequeña. Ya ves que Charles sería incapaz de no decir delante de ella que la llamamos “bruja”
Grace no pudo evitar soltar una carcajada. Pero la mención al niño hizo que se acordase de otra cosa.
-Lo he visto. Hoy. En la puerta- pese a que intentó disimular, la niña notó que el brazo que la rodeaba se tensaba.
-¿A quién?
-Ya lo sabes. A Steve.
-Oh… Sí. Ha venido.
-¿Has hablado con él?
-No. Le di un golpe y le cerré la puerta. ¿Quieres que hable con él?
-No lo sé. Realmente no sé qué fue lo que os ocurrió.- en la oscuridad de la habitación, Danny cerró los ojos ante la intensidad de los recuerdos mientras su hija continuaba-. Fuera lo que fuese, parecía arrepentido. Y muy perdido. De todas formas, es precisamente por eso por lo que sé que lo que pasó debió ser culpa suya, sé que te hizo daño, y si no quieres perdonarlo, te apoyaré.
-Tú adoras a tu tío Steve.
-No si hace sufrir a mi padre.
Danny besó la cabeza de su hija mientras luchaba por no llorar en ese momento.
-¿Qué he hecho yo para merecer unos hijos tan maravillosos?
-Ser un gran padre, Danno.
Estuvieron un rato sin hablar, disfrutando de la mera presencia del otro hasta que, de pronto, Grace rompió el silencio.
-¿Aún lo amas?
El rubio no supo reaccionar, se quedó paralizado por la sorpresa mientras notaba cómo su rostro enrojecía. No pasa todos los días que tu hija te comenta que sabe que te gustan los hombres como si fuese lo más normal del mundo. Carraspeó incómodo.
-¿Cómo dices?- dijo al fin.
La niña clavó su mirada en la suya, diciéndole con los ojos que no iba a repetir la pregunta, ya que era obvio que le había entendido. Hizo un gesto apremiante con la cabeza.
-Creo que sí- fue lo único que acertó a contestar su padre.