Título: Y solo buceaba...
Personaje: Harry Potter, Draco Malfoy
Rating: PG-13
Género: Romance, Humor
Advertencias: Esta historia está concatenada. Abajo los links.
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia ni se infringen deliberadamente derechos de autor.
1-
http://harrython.livejournal.com/221561.html2-
http://harrython.livejournal.com/221851.html3-
http://harrython.livejournal.com/222036.html4-
http://harrython.livejournal.com/222708.html5-
http://harrython.livejournal.com/223257.html6-
http://harrython.livejournal.com/223708.html7-
http://harrython.livejournal.com/224494.html8-
http://harrython.livejournal.com/224547.html9-
http://harrython.livejournal.com/225158.html10-
http://harrython.livejournal.com/229744.html11-
http://harrython.livejournal.com/229934.html12-
http://harrython.livejournal.com/230351.html13-
http://harrython.livejournal.com/230449.html14-
http://harrython.livejournal.com/230857.html15-
http://harrython.livejournal.com/230933.html16-
http://harrython.livejournal.com/231191.html17-
http://harrython.livejournal.com/231492.html Ron y Hermione decidieron volver al apartamento. En la playa quedaron Ernie, Luna, y todos los jóvenes. Ah, y Draco, aunque Harry no lo viera por ninguna parte. Se preguntó por qué desde que habían ido a Marbella… Barshella… Marsella, lo único que quería ver cerca era a aquel hombre maduro y detestable.
Sonrió al ver a Scorpius y Albus dirigiéndose hacia él. Los admiró por tener una amistad así; él jamás conseguiría que Draco lo sonriera como Scorpius se dirigía hacia Albus…
-¡Papá, papá, deprisa! Draco…
Scorpius le tiró del brazo violentamente, dirigiéndole hacia la orilla.
-¡Harry, mi padre está ahogándose! -Harry jamás había sentido el latido de su corazón a tantas revoluciones. Vale, sí, con Voldemort, pero de eso hacía mucho tiempo; aunque seas auror, las víctimas suelen ser desconocidas. Pero en ese instante, no. Estaba teniendo dificultades en esconder lo que sentía por Draco. Y ahora Draco estaba desapareciendo bajo el agua, junto a todas sus esperanzas (si es que podía jactarse de tener alguna). A Harry le faltaron pies para correr hacia la zona de las rocas, donde había un poco más de profundidad y donde una cabeza rubia parecía estar desapareciendo y apareciendo, como si le costara coger aire. Se deshizo de sus chanclas lanzándolas hacia la arena y nadó lo más rápido que pudo: Draco estaba sumergido, pero no inconsciente, porque, al parecer, se puso a luchar para que lo soltara. Cuando ambos salieron a la superficie el rubio gritó:
-¿De qué vas, Potter? ¿No tienes a nadie a quien molestar? -el rubio se dirigió hacia tierra escalando por las rocas y se sentó en una de ellas. Harry lo siguió, confuso.
-¿Estás bien? Creí que…
Draco se encontró con la mirada del otro: llevaba las gafas, y también una camiseta empapada. Al parecer, se había tirado para ir hacia él.
-¿Creíste que me ahogaba? No soy tan patético. Estaba buceando, viendo peces.
Harry suspiró y se quitó las gafas para sacudir el agua, sin mucho éxito. Se las volvió a poner.
-Vaya… menos mal. Qué susto -el rubio lo observó, curioso. Harry Potter había venido corriendo, se había lanzado con ropa y todo para ir hacia él. Justo como había hecho en la Sala de los Menesteres salvándolo del fuego maldito. Un recuerdo amargo lo asaltó.
-Potter. Es cierto lo que dije: tienes una imperiosa necesidad de lanzarte hacia el peligro. Y te acabas de cortar con una roca, idiota -cierto, la pierna izquierda llevaba dibujada una hermosa herida limpia en la espinilla y ahora le sangraba. Se puso la mano para parar la pequeña hemorragia.
-No es nada -sonrió-, se curará con el agua salina.
Se levantó para introducirla en agua, pero Draco le impidió levantarse.
-Déjame -pidió, sacando su varita, que tenía fuertemente enganchada en la pierna. Murmuró un hechizo para heridas superficiales y el corte se cerró.
-¿Vienes con tu varita a la playa? -preguntó Harry, divertido.
-No voy a ningún sitio sin varita, Potter.
-Es Harry -ambos se miraron.
-Estás loco.
-Por ti -añadió Harry sin despegar los ojos del ahora mago más sexy del mundo mágico.
Draco pareció ruborizarse y miró hacia el horizonte.
-No funcionaría -constató, firme.
-No lo sabremos si no lo intentamos.
-Tú ni siquiera me gustas, Potter -advirtió, y se levantó, alejándose del lugar.
“Bien. Ser rechazado no ha sido tan malo. Se me pasará”.