Fandom: Axis Powers Hetalia.
Claim: Rusia/China. Bielorrusa/Rusia. China+Japón.
Advertencias: Yaoi. Lime. Sadomasoquismo. Tortura.
Rating: M.
Palabras: 600.
Para: Mi querida y dictatorial amiga
nanamiii.
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Parte I,
Parte II,
Parte III,
Parte IV,
Parte V y
Parte VIResumen: Ivan lo besó y le susurró que era completamente suyo.
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Después de aquella vez, Ivan obtuvo todo de Yao. Todo.
Incluso sesiones bastante duras y furiosas de sexo salvaje.
Yao estaba en la casa de Ivan, desde que éste había secuestrado a Kiku, el chino estaba completamente subyugado por el control ruso; el temor de que a su hermano le sucediera algo -porque Yao era completamente consciente de que Ivan podía hacer perfectamente lo que quisiera con Kiku, por algo el ruso estaba en el turbio mundo del tráfico- lo llevaba a sacrificarse por el muchacho. Lo quería demasiado como para oponer resistencia a lo que Ivan le hacía.
-Oh, Yao, tan sobreprotector…
El chino no dijo nada, sólo mantuvo su mirada fija en algún punto de la habitación en la que ahora era acorralado y manoseado por las grandes manos de Ivan. Su boca intentó cerrarse a un gemido involuntario que escapó de sus labios cuando el ruso tocó su miembro con extremada fuerza.
Mientras era tirado en el frío piso de madera, pensó que no podía revelarse, tenía que tragarse su orgullo por Kiku, aún si eso conllevaba ser utilizado por Ivan.
-Es bueno ver que cedes por tu hermano.
Todo eso escapaba completamente al control del chino.
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Las estocadas eran rápidas y furiosas, las manos rusas lo tomaban por fuerza de los hombros y lo empujaban, haciéndolo llevar un ritmo que él no era capaz de soportar. Chilló cuando su cuello fue marcado por una mordida de Ivan.
Cuando el ruso, concentrado en su propio placer llegó al orgasmo, Yao le miró, su cabello completamente desordenado le impedía ver bien la figura que ahora se levantaba del piso.
- ¿Por qué? -Cuestionó Yao en un murmulló entrecortado.
-Porque me gustas. Me interesas y esta es la única forma que conozco de hacerte mío.
El chino no entendió, ¿Si le gustaba porque lo trataba así? E Ivan, como si hubiera leído sus pensamientos dijo que era porque él siempre ha demostrado su amor mediante el sufrimiento, porque vivió de esa forma y era la única manera que conocía de demostrar lo que sentía.
-El mundo por donde me muevo, me hizo ser así -dijo Ivan subiéndose los pantalones-. Lo extraño es que tú no seas así si te mueves por el mismo mundo.
Yao contestó mientras recogía su ropa y se la colocaba despacio, que era porque él siempre tuvo el apoyo de sus hermanos y nunca había tenido problemas.
-Entonces yo seré la fuente de tus problemas. Es justo, después de todo, tenemos que vivir lo mismo. Como traficantes, es nuestro vivir el sufrir.
El chino le miró con odio.
-Ya aprenderás a hacer del sufrimiento tu alegría, Yao -susurró mientras lo tomaba suavemente de un brazo y lo levantaba, atrayéndolo suavemente a su cuerpo. El chino se tensó al sentir la pesada respiración de Ivan en su cabeza-. Desde ahora yo te enseñaré a vivir de ese modo.
El oriental se vio atrapado en los brazos de Ivan que ahora le acariciaban con suavidad la espalda y los cabellos desordenados.
Se preguntó, en completo silencio qué era lo que buscaba el ruso en él y porque si tanto decía quererlo, lo quebraba de ese modo.
Ivan lo besó con fuerza, diciendo entre sus labios que desde ahora era completamente propiedad suya.
De alguna manera, nunca fue capaz de encontrar respuesta y al final, entre todo el dolor que sufría tanto por tener a Ivan atacándolo de esa forma como por no poder encontrar a Kiku, terminó acostumbrándose a la situación. No porque le gustara ¡Eso jamás! Pero ya era parte de su diario vivir el verse atrapado por Ivan en todas las formas posibles.
Tanto física como mentalmente y sin poder defenderse.