Fandom: Caminos torcidos.
Claim: Samuel/Damián.
Advertencia: ¿Fluff? Shonen-ai.
Rating: K.
Para:
Reto express I de
menteoriginal.
Palabras: 291.
Resumen: Samuel no quería reconocer lo mucho que quería a Damián.
Samuel quería a Damián mucho más de lo que quería reconocer.
Aquello podía evidenciarse en la forma en que se acercaba a su compañero de trabajo y miraba por el rabillo del ojo si éste tenía demasiadas cosas que hacer o si no había comido nada en las eterna mañanas de clases (y cuando esto último pasaba, Samuel siempre traía un poco de dinero extra para comprar, alegando que si no lo hacía, Damián se desmayaría por su estupidez de no comer).
Otras veces y la más notoria, era cómo se quedaba hasta que la noche se abría paso en aquel peligroso barrio; esperando a que Damián terminará de revisar exámenes.
-Samuel, no es necesario que estés aquí. Puedes irte, que ya es tarde… -dijo Damián, su voz de barítono sonando cansada por todo el lugar.
El ruido de las hojas que el muchacho movía de un lugar a otro se hicieron oír antes de que Samuel -quién estaba sentado al otro extremo de la mesa, con los auriculares puestos pero sin escuchar música- respondiera.
- ¿Y arriesgándome a que te quedes hasta el amanecer? Seguro… -contestó mirando a cualquier parte menos a los ojos castaños del otro. Pasaron unos segundos y tosió con fuerza y falsedad-. Además, tú tienes auto, eso me asegura transporte gratis hasta mi departamento.
Damián volvió a revisar uno cuantos exámenes y se rió despacio.
Samuel nunca reconocería que esos detalles le hacían ver mucho mejor que con palabras lo mucho que se preocupaba por Damián, mucho menos que le quería. Pero sabía que Damián no era tonto y que él podía reconocer esos pequeños gestos, por eso no se molestaba en hacérselo saber.
Y por la misma razón, no se lo reconocía a sí mismo.