{KaiSoo} Just Dance: Capítulo 8

May 04, 2013 04:05

Titulo Fanfic: Just Dance
Autor/a: linnafishing
Fandom: EXO
Personajes: Kai/D.O. (Kaisoo)
Capítulo: 8 / 11
Capítulos Anteriores: 1 / 2 / 3 / 4 / 5 / 6 / 7
Género: Romance, drama.
Palabras: ~8100
n/a: Hola 8D. ¡Avisé el capítulo anterior de la demora! así que estoy excusada :D. Ydemorémásporquelaprimerapartemecostóhorrores.
Sobre el capítulo en sí, no quiero decir mucho, sólo que disculpen si hay errores, como siempre DD:. CREO que ya van quedando como dos capítulos para que termine si mis cálculos no me fallan (no soy muy buena calculando, así que pueden ser tres, quién sabe D:), y me parece mucho que el próximo capítulo sí lo podré tener a tiempo, de acuerdo a mi calendario, pero hoy un compañero me hizo dudar sobre eso ò3ó, así que espero que esté equivocado XD.
¡Lo último! ¡Muchas gracias por sus comentarios en el capítulo anterior! Fueron demasiado para mi corazón lleno de amor(?). En serio, en serio(8). Así que este capítulo se los dedico a todas ellas que me comentaron (espero no se aburran, salió un poco largo u_u).



Dando vueltas en ese sofá su mente no paraba de funcionar. La información que había llegado hasta sus oídos hace unas horas era demasiada como para haberla proceso tan fácilmente, además de que no se encontraba en las mejores condiciones por el alcohol que había ingerido. No era mucho, pero le gustaba pensar que aquello ayudaba a su incompetencia. Junmyeon se había confesado y desahogado contándole todo aquello y ahora no sabía que hacer con todo ello... era un poco abrumador.

«-Hace unos años, cuando yo era el líder de Machine, el ambiente en EXO era muy distinto a lo que es ahora, ¿sabes? -rió- En esa época, se respiraba paz y alegría, y todos eramos amigos. Yo particularmente me llevaba muy bien con Kris y... Lay.

Kyungsoo frunció el ceño y lo miró confundido. ¿Lay? Nunca había escuchado ese nombre, y él creía recordar muy bien todo lo que le habían dicho de Two Moons.

Junmyeon notó su desconcierto y le sonrió.

-Te preguntarás quién es Lay, ¿no es cierto? -Kyungsoo asintió inseguro y el mayor soltó un suspiro pareciendo pensativo- ...él era el bailarín principal de Two Moons. Él era verdaderamente... sensacional -la mirada de Junmyeon había cambiado. Sus ojos brillaban con fascinación y sonreía con clara nostalgia.

El menor tenía un par de preguntas al respecto, pero prefirió callar y esperar por todo lo que Junmyeon fuese a decir.»

Le contó que los tres habían sido inseparables y que la competencia jamás había sido un obstáculo en su amistad. Aquellos años habían sido los más felices en la vida de Junmyeon. Pero, a pesar de cultivar una linda amistad con los otros dos chicos por igual, con el pasar del tiempo los sentimientos de Junmyeon hacia Lay cambiaron ligeramente sin realmente quererlo. Al principio no entendió muy bien qué era lo que le estaba sucediendo; quería pasar más y más tiempo con Lay a solas, sin Kris, y aquello lo hizo sentir muy culpable. Sin duda iba más allá de querer ser sólo su amigo. Intentó ocultar estos sentimientos por miedo a quebrar la sólida amistad que tenían los tres. Pensó en que tal vez podría haberse convertido en un lío por el hecho de que Lay era la mano derecha de Kris y éste confiaba ciegamente en él, además de que no tenía claro que tipo de relación llevaban estos dos. Sin duda, era especial, por lo que decidió no entrometerse.
Sin embargo, no pudo seguir escondiendo sus sentimientos cuando se enteró de que era correspondido. «Fue uno de los momentos más importantes en mi vida. Nunca lo olvidaré» le había dicho.

En un principio Junmyeon y Lay habían tenido un romance secreto, ya que aún no se sentían listos para decirlo, y menos a Kris. Kyungsoo sonrió para sí cuando escuchó aquello, de cierta forma se le hacía algo familiar.

Todo fue de maravilla; era perfecto. Por las tardes se juntaban en el departamento de Junmyeon, que para sorpresa de Kyungsoo era el actual departamento de Jongin, donde jugaban alguno que otro juego, Lay le enseñaba a bailar, cocinaba para él, o sencillamente pasaban largas horas haciendo el vago. Sin embargo, todo lo bueno siempre tiene su fin. Uno de esos días, cuando Lay se marchaba hacia su casa, estaban en la entrada del departamento despidiéndose con un apasionado beso cuando sucedió el desastre. Kris venía llegando y los vio. Junmyeon le había dicho que se volvió loco. Los separó bruscamente enajenado y comenzó a golpear al colorín sin piedad, mientras le gritaba, «¡Traidor! ¡Maldito traidor!» y una sarta de otras barbaridades que prefirió omitir. No recordaba mucho más de ese incidente, excepto de que ese día se enteró que era lo que realmente sentía el rubio por el bailarín. Se había obsesionado secretamente con él.
Los días pasaron lentos, fue cerca de una semana, donde esperó que las cosas se enfriaran un poco y no vio a ninguno de los dos chicos, hasta que decidió que había sido suficiente. Llamó a Lay y quedó en juntarse con él, cerca de la estación. Era tarde, por lo tanto estaba muy oscuro, pero a pesar de ello, cuando llegó al sitio de encuentro pudo ver claramente la espantosa escena frente a él.  Lay yacía tirado en el suelo inconsciente y sangrando a borbotones.
De cierta manera Kyungsoo sabía un poco como se debió haber sentido Junmyeon cuando vio a Lay en esas condiciones. Sus ojos se humedecieron un poco.

Jongin

El más bajo recordó la cara del mayor cuando le contaba aquello. Era muy triste.

«-¡Vaya! ¡Me asusté mucho cuando lo vi! -decía intentando parecer como si se tratara de un tema superado, pero sus vidriosos ojos lo delataban- Recuerdo que sólo atiné a llamar una ambulancia, que no demoró mucho en llegar -le sonrió reconfortante al menor. Kyungsoo ahora se esperaba lo peor, pero no podía ser tan dramático, ¿cierto?. Junmyeon rió-. Estuvo grave un tiempo, pero no murió, no pongas esa cara -el más bajo dio un respingo y asintió rápidamente, para luego soltar un suspiro de alivio-. Estuvo grave un tiempo y luego se estabilizó. Sin embargo, un día cuando lo fui a visitar ya no estaba. Nunca más lo volví a ver. Escuché por ahí que se había vuelto a China -el mayor se encogió de hombros, y agachó un poco la cabeza- …ni siquiera se despidió.

Kyungsoo inconscientemente deslizó una de sus manos y apretó fuertemente la del mayor, brindándole su apoyo.»

Junmyeon luego de eso se enteró que habían mandado a golpear a Lay; no, a Lay no, a él. Kris realmente había enloquecido, sobretodo después de que se enteró que el perjudicado había resultado ser el bailarín.
Cuando volvió a EXO, el colorín supo que las cosas se pondrían aún peor. El rubio no podía ni siquiera verlo, cuando ya se le tiraba encima, culpándolo de todo lo que había sucedido. Lamentablemente, aquello no era lo único. Se había corrido la voz por todo el lugar de que Suho había planeado deshacerse del bailarín principal de Two Moons con el fin de ganar más fácil las competencias. Una verdadera estupidez.
Así fue como empezó la rivalidad entre los dos grupos.

«-Decidí que lo mejor era alejarme de allí, ese lugar no me hacía bien y pensé que tal vez yéndome todo volvería a ser lo que era antes. Pero me equivoqué, ahora era erróneamente algo que iba más allá de los que nos sucedió. Intenté sacar a Jongin de allí conmigo, pero se negó -Junmyeon miró al chico a su lado y rió-. Aunque eso ya es otra historia. Ahora nadie recuerda por qué empezó todo, sólo lo hacen como costumbre.

Kyungsoo vio al mayor por un momento inseguro. Se debatía internamente si seguir ahondando más en el tema o simplemente asumir que terminaría ahí. Pero la curiosidad ganó.

-Hyung, ¿alguna vez volviste a ver o hablar con Kris? -Junmyeon negó con la cabeza.

-A pesar de que el tiempo haya pasado, el hecho de que él siempre me culpara a mí de todo, es porque él nunca se ha podido perdonar a sí mismo por lo que pasó y verme a mí, sólo empeora su condición. Él en serio no es una mala persona Kyungsoo, sólo es alguien que sufrió mucho por desamor, y admito que aún lo sigo apreciando, después de todo, él fue uno mis mejores amigos.»

Era demasiado.

Al día siguiente se levantó sin muchas ganas, ya que le había costado horrores conciliar el sueño, pero tuvo que hacerlo cuando escuchó movimiento en la casa. Junmyeon se paseaba desde su habitación al baño o hacia la cocina, al parecer saldría. El menor sonrió al verlo. El colorín lucía de muy buen humor hoy día y eso le alegraba. Era admirable ver como el mayor siempre tenía impregnada una cálida sonrisa en su rostro a pesar de todo lo que había pasado. Aquello verdaderamente parecía una historia sacada de alguna película, pero Junmyeon lo llevaba bastante bien.

Kyungsoo se desperezó estirando sus brazos al aire, para luego bostezar y ponerse de pie.

-Hyung -llamó la atención del mayor quien pareció sorprendido por un momento al no haber notado que el otro ya estaba despierto, deteniendo todo ajetreo- ¿vas a salir tan temprano? ¿Quieres que prepare el desayuno? -Junmyeon rió divertido.

-¿Cómo que temprano? Kyungsoo van a ser las dos de la tarde -el más bajo abrió sus ojos de forma cómica, ¿qué demonios había pasado con el tiempo?

-¡¿Qué?! -preguntó alarmado- ¡Mierda! Debo estar donde Jongin a las tres -Kyungsoo corrió rápidamente hacia su armario, bajo la entretenida mirada del colorín. Era el segundo día que se quedaba dormido.

¡Demonios!

En eso escucharon la puerta de entrada abrirse. Se trataba de un desaliñado Baekhyun que recién venía llegando. Tenía la ropa mal puesta y el pelo revuelto. Su cara era horrible.

-¡Hyung! ¿recién acabas de llegar? -cuestionó sorprendido el pelinegro. Baekhyun lo fulminó con la mirada y Kyungsoo calló su boca de inmediato. Sin duda andaba con un humor de perros.

-No quiero preguntas, ni estupideces, ¿entendido? Ahora buenas noches, iré a dormir -y sin más, el castaño arrastrando sus pies pasó junto a Kyungsoo para dirigirse hasta su habitación.

Kyungsoo y Junmyeon se miraron divertidos. Alguien al parecer tuvo una larga noche.

Tres y tres minutos. Parado frente al departamento del moreno con la respiración irregular, esa era la hora que marcaba su gran reloj negro en su muñeca. Prácticamente había corrido hasta allí para llegar a tiempo. No es que se tratara de algo importante, ya que sólo se juntarían como siempre a hacer nada, pero aún no podía quitarse la mala costumbre de la puntualidad.
Tocó la puerta, a pesar de tener llave. No sabía porqué de pronto le había bajado toda la timidez, después de todo es sólo Jongin, ¿no? Sólo Jongin, volvió a pensar. Sacudió su cabeza con brusquedad. A veces realmente le daba miedo las sensaciones que sentía de tan sólo pensar en él. Era estúpido. Se regañó mentalmente.

Después de tocar un par de veces más entendió que el otro no abriría la puerta y se preocupó un poco. ¿No estaría en casa? ¿Habría olvidado que él iría?. Comenzó a angustiarse.
Kyungsoo suspiró pesadamente, ¿Qué mierda estaba pasando con él? Se preocupaba por tonteras.

Actúa normal, estúpido. ¡Maldita sea!

Sacó las benditas llaves de su bolsillo y se dispuso a entrar. Abrió despacio la puerta, sin hacer ruido  e inspeccionó el lugar. No había ninguna señal de vida. Kyungsoo frunció el ceño. ¿Es que acaso Jongin no había llegado a dormir?. Pensó en muchas posibilidades como excusa, pero siempre volvía a su mente la misma razón por la que su primo no había llegado. Pensar en eso, no lo hacía sentir molesto, si no ¿triste? Su corazón se apretó y buscó con más desespero, rogando por encontrarse con él. No sabía si estaba bien ponerse así, ya que no tenía muy claro cuán en serio iba la relación Jongin, es decir, ¿era exclusiva? ¿él tenía algún derecho de reclamarlo como suyo? Ciertamente era algo que debía averiguar pronto si no quería comerse la cabeza con inútiles conclusiones.

Entró al departamento y se dejó caer en una de las sillas del comedor angustiado. En serio deseaba que Jongin no haya hecho lo que él creía que podía haber hecho anoche. Casi al punto de llorar. Casi.

¿Dónde estás?

Su mirada recorrió el departamento nuevamente y reparó en el bulto de cosas que siempre había sobre el sofá. Ladeó la cabeza curioso cuando se percató que, ¿respiraba?

¿Qué demonios?

Rápidamente se acercó hasta a el sofá y comenzó escarbar entre toda la ropa y otras cosas, para encontrarse con el menor durmiendo plácidamente mientras abrazaba una almohada. Kyungsoo estaba estupefacto, no podía entender qué diablos hacía el moreno allí, y cómo él había sido tan ciego para no percatarse. No obstante, su asombro duró muy poco cuando rompió en una sonora carcajada. Se reía, pero no tanto por la cómica situación de haber encontrado al menor allí, si no por lo estúpido que se sentía pasándose todas esas películas sin sentido. Era un idiota.

Jongin al ver interrumpido su sueño comenzó a abrir los ojos de a poco hasta poder adaptarse al despiadado haz de luz que se colaba por la ventana de detrás de la televisión y que atacaba justo en sus ojos, para descubrir al dueño de esa melodiosa risa. Adormilado no puedo evitar sonreír al verlo.

-Buenos días -saludó risueño con voz pastosa y en un tono más bajo de lo normal- ¿Qué hora es? -Kyungsoo divertido miró su reloj antes de contestar.

-Exactamente: las tres y doce minutos -rió-. Jongin dime, ¿qué hacías durmiendo ahí? -preguntó sin dejar de reír. El moreno se sentó erguido y estiró sus brazos en un intento por desentumecerse, otorgando a Kyungsoo el placer de deleitarse con ese proporcional y perturbador cuerpo, ya que como de costumbre, Jongin solía dormir sólo con ropa interior. El rubor en las mejillas del mayor no tardó en llegar.

-Es que Sehun se quedó anoche aquí y el muy imbécil se agarró mi cama antes de que pudiera hacer algo -decía el más alto en tanto se restregaba los ojos.

-¿Y por qué no dormiste con él en tu cama? -preguntó Kyungsoo un poco liado. Ni siquiera él sabía muy bien porqué preguntaba, en el fondo le alegraba que no hayan dormido juntos, lo hacía sentir de cierto modo especial, pero también debía admitir que era raro. Jongin lo miró con repulsión.

-¿Estás loco? ¡No, qué asco! ¿y si se pone cariñosito en ese estado? No, no, no -respondió haciendo gesto de escalofríos con su cuerpo-, sólo lo acepté en mi casa, porque estaba ebrio y su mamá lo mataría si lo descubre. Ella acepta que su hijo vuelva con algunos rasguños a casa, pero se escandalizaría si lo llegara a pillar bebido -rió fuerte y Kyungsoo le sonrió contagiado.

-¿Y tú bebiste? -le preguntó inocente. Jongin sonrió travieso.

-Sólo un poco. Mira.

El menor se acercó repentinamente hacia un sorprendido Kyungsoo, y volvió a unir sus labios en un deseado beso. Sin perder tiempo, el moreno profundizó el beso, y el otro simplemente se dejó hacer como siempre lo hacía. No era necesario oponer resistencia, porque ¿a quién engañaba?, él estaba esperando por eso. Inconscientemente posó sus manos sobre las rodillas del menor, temblando levemente al sentir esa oscura piel en contacto directo con la de sus manos. Podría besar a Jongin mil veces y nunca se terminaría de acostumbrar a las sensaciones que esa acción le provocaba. El menor simplemente estaba inclinado sobre él con las manos apoyadas a los costados de Kyungsoo, sobre el sofá.
Sólo se enteró de que Jongin se había retirado, cuando sintió el frío recorrer su cuerpo. Allí es cuando lo notó. En su boca podía sentir el sabor del moreno mezclado con un poco de alcohol, pero sin duda era mucho más de Jongin que de licor. Kyungsoo sonrió y abrió los ojos, encontrándose con el otro que lo miraba juguetón.

-¿Viste? Sólo un poco -Kyungsoo asintió algo avergonzado, observando como el moreno se ponía de pie y se lanzaba boca abajo sobre su propia cama.

-¿Qué haces?

-Quiero dormir un poco más. Ven -el menor le tendió la mano indicándole que se acercara. Kyungsoo entrecerró los ojos y lo obedeció receloso.

-Jongin es tarde. Ni siquiera has comido. Vamos levántate -le dijo sentándose junto a él, al filo de la cama. Jongin lo observó de soslayo. Una mirada indescifrable desde el punto de vista del mayor.

-No he dormido muy bien, ¿sabes? -el otro lo miró preocupado- Siempre tengo que dormir abrazando algo. Duermo mucho mejor -Kyungsoo sonrió enternecido.

-Pero, has dormido con la almohada, ¿no?

-Sí, pero no es lo mismo. Antes estaba bien, pero desde que duermo contigo, ya no me gusta dormir con la almohada -Jongin infló sus cachetes infantilmente y Kyungsoo no pudo hacer más que sonrojarse.

-¡No digas tonterías! -gritó azarado- Es vergonzoso...

-Pero es cierto. Supongo que tu cuerpo se amolda mejor al mío que una simple almohada -Kyungsoo más abochornado que antes iba a replicar alguna estupidez, pero Jongin no lo dejó-. ¡Vamos hyung! Sólo quiero dormir una pequeña siesta contigo, ¿sí?

Era imposible negarse y Kyungsoo lo sabía. Algo cohibido se acomodó junto a un Jongin que sonreía ampliamente y se movía para dejarle un espacio suficiente. Al instante sintió esos fuertes brazos rodear su cintura y acercarlo más al moreno. Una ola de calor recorrió su cuerpo cuando la tibia respiración del menor le hizo cosquillas cerca de la oreja, lo que provocó que se retrajera involuntariamente. Sin embargo, esa respiración fue reemplazada por unos gruesos y suaves labios.

-En serio me gusta mucho como hueles... -escuchó el susurro del menor quemar su cuello, mientras sentía como acariciaba suavemente la zona con su nariz haciendo dibujos abstractos, y continuaba en su tarea de besar su cuello y nuca.

-D-debe ser e-el s-shampoo -respondió tontamente y Jongin negó con la cabeza.

-No. Eres tú -afirmó. El más bajo no sabía que seguir contestando, si lo hacía sólo sería algo ridículo, por lo que prefirió ignorar esas palabras y las quejas de su acelerado corazón.

-Jongin... -lo llamó y comenzó a acariciar con su pulgar uno de los brazos del menor, que sólo gruñó como respuesta- ...después tengo que hablar algo importante contigo -el menor abrió los ojos y arrugó las cejas.

-Está bien.

Durmieron cerca de dos horas. Kyungsoo hizo algo rápido para comer, ya que Jongin amenazaba con que en cualquier momento iba a caer muerto por no haber comido nada en muchas horas. El mayor reía entretenido por lo dramático que podía llegar a ser el menor. Una vez que el pequeño glotón estuvo satisfecho, Kyungsoo decidió hablar.

-Jongin, anoche me enteré de algo -comenzó el mayor, mientras el otro lo miraba atento con expresión seria-. Cuando salí con los chico-

-¿Saliste anoche? -preguntó bruscamente sin dejarlo terminar. Kyungsoo lo miró extrañado.

-Sí, per-

-¿Qué? ¿por qué no me dijiste? ¿con quién? -dijo demandante.

-Porque salió todo a última hora y sabes que no tengo móvil. Salí con Baekhyun-hyung, Junmyeon-hyung y Chanyeol, pero... espera un momento, ¿acaso tú sí puedes salir y yo no? -cuestionó algo molesto. ¿A qué venía todo esto?

Jongin chasqueó la lengua y esquivó su mirada un poco resentido.

-Yo te aviso -soltó despacio frunciendo los labios. Kyungsoo suspiró. Esa expresión lo hacía sentir culpable. Jongin realmente lograba todo lo que quería con él; lo daba vuelta en un abrir y cerrar de ojos.

-Lo siento -se disculpó-. Trataré de avisarte la próxima vez, ¿sí?

-¿Próxima vez? Yo quiero estar ahí -reclamó y Kyungsoo sólo rodó los ojos fastidiado.

-Está bien, siempre y cuando no tengas otra cita exclusiva con Sehun, ¿o no? -recién cuando terminó de decir aquello se dio cuenta del recriminador tono que había usado, sobretodo cuando volteó a ver al moreno que parecía claramente sorprendido- D-digo, p-porque si vas a e-esta-

-Hyung, ¿estás celoso? -preguntó pestañeando rápidamente aún desconcertado. El mayor sintió como la sangre se le acumulaba en las mejillas, sintiéndose descubierto.

-P-por supuesto q-que no -Kyungsoo pudo ver como una media sonrisa nacía en el rostro de Jongin.

-Ahhh, me gusta esto... -suspiró cantarinamente el moreno, sin dejar de sonreír- Vamos, admítelo -lo retó creído.

-¡No! No estoy celoso -contradijo presuroso. Por supuesto que no admitiría algo como aquello- ¡Jongin! Me estás desviando del tema. ¡Es serio! -le gritó exasperado. El menor se carcajeó.

-Está bien. Dejemos tus irracionales celos a un lado por mientras y cuéntame -se burló-, porque sabes que son irracionales, ¿cierto?

-¡Ya basta! ¿dejarás que te diga, o no? -Kyungsoo cruzó los brazos sobre el pecho y Jongin intentó ponerse serio de una vez por todas antes de que el mayor se enojara de verdad, y asintió- Bueno después de que perdimos a Baekhyun-hyung y Chanyeol, con Junmyeon-hyung decidimos volver al departamento por nuestra cuenta, y estuvimos hablando un rato... -Jongin había fruncido el ceño. Nuevamente.

-Esto no me gusta -dijo cruzándose de brazos imitando la anterior acción del mayor. Kyungsoo sonrió malicioso.

-¿Acaso estás celoso? -preguntó audaz el más bajo. Ahora le devolvería el bochorno anterior.

-Sí.

Eso no se lo esperaba. Otra vez el avergonzado era Kyungsoo y no Jongin. Odiaba como siempre todos sus planes se iban al traste con el menor. Siempre terminaba a su merced.

El mayor carraspeó incómodo e intentó desviar el tema que el mismo había puesto sobre la mesa.

-B-bueno, como iba diciendo, Jongin... él me contó acerca de su pasado en EXO.

Kyungsoo relató todo lo que Junmyeon le había contado la noche anterior, y Jongin sólo se limitaba a asentir inexpresivo. No había interferido en ningún momento, llamando la atención del más bajo. Al parecer este era un tema importante, ya que al fin el menor se había puesto verdaderamente serio.

-Y eso fue todo -finalizó el mayor, expectante por lo que el otro fuese a decir.

Jongin pareció pensativo un momento con la mirada perdida en el blanco y pulcro techo, hasta que abrió la boca.

-Francamente me sorprende mucho que mi hermano te haya contado su historia -Jongin bajó la cabeza y miró significatimente al más bajo-. Él nunca habla de eso, ni siquiera conmigo. De hecho ni siquiera estoy seguro si le ha contado alguna vez a Baekhyun sobre esto, y eso que han vivido como 3 años juntos... en serio eres especial -Kyungsoo abrió sus ojos sorprendido.

-O puede que sólo sea un poco entrometido -río despacio. Jongin golpeo su hombro divertido.

-Por supuesto que no.

-Admito que se siente muy bien cuando alguien confía en ese grado en ti. Ahora entiendo mucho mejor a Junmyeon-hyung. Siento como si ya no hubieran secretos -sonrió sincero.

-Hyung -llamó su atención-, yo también tengo un secreto -Kyungsoo lo vio asustado-. Prométeme que no te enojarás.

El mayor ya se estaba imaginando lo peor. No sabía que era, pero su mente hacía un mezcla abstracta que sólo lo hacían asustarse aún más. Después de la historia de Junmyeon no sabía que esperar de Jongin.

-Promételo -insistió.

-Jongin, no me asustes. Sólo dilo, ¿quieres?-el menor se levantó de donde esta y se fue a sentar junto a él.

-Él día que llegaste, yo no te iba a sacar a pasear -Kyungsoo decidió desconocer que el moreno hablara de él como si de un perro se tratase y siguió escuchando-. Ese día sólo fui a la casa de hyung porque necesitaba un poco de dinero, y bueno él me lo ofreció a cambio de que te llevara a conocer la ciudad -el mayor abrió su boca en señal de indignación. ¿Le habían pagado para entretenerlo? ¡¿Qué estupidez era esa?! Jongin se apresuró en continuar hablando antes de que Kyungsoo haga algo- ¡Pero espera! Yo no quise hacerlo, es decir, ¿a mi qué me importaba el primo de Baekhyun? -el más bajo resopló enojado.

-Vaya, gracias.

-Por eso discutí con mi hermano ese día -el mayor de pronto recordó los gritos desde la habitación de Junmyeon que llamaron su atención esa mañana. Ahora todo tenía sentido, y sentía como un verdadero idiota-. Ese día estaba dispuesto a irme, a pesar de que te dijeran que te iba dar un tour por la ciudad, yo lo iba a negar frente a ti sin ningún pudor. Me conoces -Kyungsoo había torcido los labios y esquivaba hábilmente la mirada del moreno-, pero cuando te vi, no me pude resistir.

-Eres un imbécil, ¿lo sabías? -el más bajo se puso de pie ofuscado y Jongin rió entretenido, apresándolo entre sus brazos para que no pueda huir- Jongin, ¡suéltame! Estoy enojado.

-¡Vamos! Te estoy confesando que llamaste mi atención desde la primera vez que te vi y tú te enojas -reía.

-Pues eso sólo me hace pensar que soy una carga.

-A veces eres realmente tonto, hyung -Kyungsoo bufó ofendido-. Los abuelos sólo querían que te sintieras agusto. Y si es por lo del dinero, si quieres se los devuelvo, ¡no! es más, les pago más si quieres -prometía aún sin soltarlo, en tanto se balanceaban de un lado a otro avanzando sin rumbo alguno.

-Igual me enoja todo -contestó enfurruñado. El moreno se carcajeó.

-Entonces estaremos así hasta que se pase el enojo. Sinceramente no me importa mucho, podría estar así por mucho tiempo -susurró coqueto en su oído. Kyungsoo sonrió internamente. Qué fácil se le pasaba el enojo con ese mocoso. Sin embargo, el otro no tenía porqué saberlo.

Entonces estaremos así un buen rato.

-Así será entonces -Jongin rió, y en ese momento Kyungsoo recordó algo más-. ¡Es cierto! Jongin hay otra cosa que debo decirte -el menor ladeo la cabeza un poco para ver mejor a su hyung-. Es acerca de mí y sobre estudiar en la universidad.

Kyungsoo admitía estar un poco nervioso. Esa mañana se había levantado más temprano de lo habitual para acompañar a Junmyeon a la universidad, mas bien, el mayor lo acompañaría a él. Hace mucho tiempo no se despertaba a esa hora para hacer algún trámite, y sentía que se le había olvidado como era todo aquello. Pero no.
Llegaron pronto al campus, ya que con locomoción pública quedaba a tan sólo un par de minutos. La universidad quedaba en lo alto de lo que parecía una escalera infinita. El edificio definitivamente era hermoso; parecía un castillo, pero a pesar de ello no pudo evitar sentirse exhausto de tan sólo ver esa escalera. Por suerte su condición física no era tan mala, por lo que logró llegar vivo hasta la cima, pero claramente no era Junmyeon. Éste parecía como si tan sólo hubiera caminado desde su habitación hasta la cocina de su departamento. No se podía esperar menos de alguien que está estudiando educación física después de todo.
El mayor le explicó que detrás del castillo habían muchos más edificios que conocería más tarde, pero al que tenían que ir ahora era justamente el que tenían frente a ellos.
El colorín había conseguido su cupo en pedagogía en música, estaba prácticamente todo listo, pero ahora iban a ver si el menor tenía alguna posibilidad para adquirir una beca. Ya había hablado con su papá sobre esto, y como se lo esperaba le brindó todo su apoyo. Su padre podía parecer un hombre muy estricto, pero en el fondo seguía siendo un papá consentidor. Kyungsoo lo tenía claro, mas no lo gustaba aprovecharse, por lo que quería que todo este asunto fuera única y exclusivamente mérito propio.

-Bien. ¿Kyungsoo? -Junmyeon lo llamó, ya que éste se había quedado un poco más atrás admirando el establecimiento. El mayor rió al ver la usual cara de perdido en el rostro del más bajo. Ciertamente sus ojos no se podían abrir más- Acércate, quiero explicarte algo -Kyungsoo asintió y se aproximó rápidamente hacia donde estaba el otro-. Cuando te llamen desde la sala de aquí enfrente, comenzarán tus pruebas, las cuales son tres -explicó-. Una teórica, una donde verán si puedes tocar algún instrumento, y por último la de canto, ¿bien?

Ahora sí que estaba nervioso. Nuevamente sería sometido a evaluación; su peor pesadilla. Con respecto a la prueba teórica, todo estaba bien, después de todo sólo le preguntarían cosas básicas que él ha estudiado durante toda su vida, pero las otras dos, no serían tan sencillas. Con los instrumentos no era tan bueno; sabía tocar un poco de piano que le había enseñado un amigo en la academia, y algo de guitarra que había reforzado con Chanyeol estos días. No era ningún experto en esa área. Y por último, el canto. Indudablemente era su especialidad; su punto fuerte, pero hacía mucho tiempo que estaba fuera de práctica y eso lo hacía sentir inseguro.

-Do Kyungsoo -escuchó su nombre a lo lejos siendo pronunciado por un hombre pequeño, que salía por la puerta que Junmyeon le había mencionado antes-. Su turno.

El menor volteó aterrado hacia el colorín, como pidiendo ayuda. Junmyeon sencillamente le regaló una de sus tantas cálidas sonrisas y le palmeó el hombro con cariño.

-Todo saldrá bien, ya verás. No te pongas nervioso -lo animó-. Yo entraré al auditorio cuando empiece la segunda prueba y te brindaré mi apoyo desde allí, ¿vale?

Eso definitivamente no calmaría sus nervios.
Respiró profundo, sintiendo sus pulmones llenarse de aire, para expulsarlos con la máxima tranquilidad posible, y decidido se dirigió hacia el salón.

Todo saldrá bien.

Cuando al fin salió de aquel auditorio, lo primero que vio fue a un sonriente Junmyeon con los brazos abiertos hacia él. No dudó ni un sólo segundo y fue corrió a corresponder aquel abrazo.

Ya todo había pasado.

«Abrió los ojos una vez que terminó la canción. Respiró profundamente una vez más, dándose valor para mirar a los tres profesores frente a él. Para su desdicha no puedo interpretar absolutamente nada de esas inexpresivas caras. Le recordaban a la de Sehun.
El silencio de la sala comenzó a retumbar en sus oídos y se inquietó. ¿Tan mal lo había hecho? Si así fuese, ese sería un golpe muy fuerte para su ego. El canto era algo de lo que é­l se sentía realmente orgulloso, así como Jongin con el baile. No obstante, sus cavilaciones se vieron pronto interrumpidas­ cuando escuchó unos aplausos. El señor sentado justo en el medio, de cabello blanco y barba espesa, se había puesto de pie para aplaudirlo fascinado. Al instante los otros dos profesores, la mujer de falda larga y cabello rizado, junto con el hombre bajito que lo había llamado para ingresar al auditorio, lo acompañaron. Una sonrisa se asomó en su rostro involuntariamente. Les había gustado.
Subió la mirada un poco y se encontró con la de Junmyeon, que de inmediato al verse observado, cerró la boca y le sonrió haciéndole gestos con las manos de que lo había hecho excelente.

-Do Kyungsoo, lo has hecho fenomenal -lo felicitó el primer hombre, que parecía ser el jefe de carrera-. Creo que nunca había escuchado a alguien cantar así. ¡Vaya qué nos has sorprendido muchacho! -Kyungsoo hizo una reverencia agradeciendo los halagos- Con respecto a la prueba teórica has sacado un cien, por lo que no tengo mucho que decir sobre eso. Lo único que veo un poco débil en ti es la parte de los instrumentos. Sin embargo, entiendes lo básico y será muy fácil pulir esa área, ya que eres una persona muy musical. No queremos grandes músicos, sólo personas capaces de entregar, como tú -finalizó y el menor no podía dejar de sonreír. El sujeto comenzó a arreglar algunos papeles sobre la mesa y añadió-. Do Kyungsoo, la beca es tuya.»

Lo había logrado.

-¡Kyungsoo! ¿Por qué no me dijiste que cantabas así? -le preguntó amistoso el mayor una vez que rompieron el abrazo. El aludido simplemente se encogió de hombros sonriendo- En serio me has dejado embobado -le decía mientras lo arrastraba hacia algún lugar-. Ahora que eres alumno oficial de esta universidad, permíteme darte un pequeño paseo por ella, ¿sí? -habló solemne y Kyungsoo rió, siguiéndolo de cerca.

Recorrieron varios lugares, donde se supondría que Kyungsoo tendría clases. Le había costado un poco ubicarse, ya que a veces el lugar parecía un verdadero laberinto. Pero, a pesar de ello, la universidad era muy bonita, salas amplias, asientos cómodos, buena iluminación y ventilación. Sería un agrado estudiar allí. Sin embargo, lo que más le gustó eran las hermosas áreas verdes y de descanso que existían a los  alrededores de los edificios. Daban una sensación de paz y tranquilidad inimaginable.
Cuando estaban por llegar a la biblioteca, el móvil de Junmyeon comenzó a sonar insistentemente, y el mayor no tardó en atender.

-¿Aló? -el más bajo perdía su vista hacia algún otro lugar, en un intento de no parecer entrometido en la llamada del otro. Sin embargo, no pudo evitar escuchar de pronto al mayor reír- En la universidad, ¿dónde más?... ¿quieres calmarte?, no te entiendo bien, ¿por qué estás tan agitado? -Junmyeon volvió a soltar una gran carcajada- Pues entonces deja de correr -el colorín miró a Kyungsoo divertido, y éste la devolvió curioso-. Estamos cerca de la biblioteca -al parecer alguien vendría-. Detrás del primer edificio por la izquierda... ¿aló?

Junmyeon miró la pantalla confundido un momento y luego lo guardó en uno de sus bolsillos sonriendo. Kyungsoo iba a preguntar por la llamada, pero antes de que pudiera hacerlo, escuchó un fuerte grito detrás de ellos. Cuando volteó pudo ver a Jongin corriendo a toda velocidad hacia ellos. Su cabello estaba hecho un lío, al igual que su ropa. Tenía el pantalón torcido, la remera al revés, ya que el cuello estaba mucho más arriba de lo normal, y la chaqueta se le caía por uno de sus hombros. Kyungsoo agradeció que el par de zapatillas fuera el mismo y estuvieran atados, de otro modo podría haberse tropezado y hecho daño. Se detuvo justo a su altura, mientras agotado, posaba sus manos sobre sus propias rodillas intentando recuperar el aliento.

-¡Mierda! -soltó- ¡Putas escaleras y puto laberinto! ¿quién fue el imbécil que diseñó esta ridiculez? ¡Mierda! estoy muerto -continuaba quejándose bajo la atenta mirada de Kyungsoo.

-Jongin, ¿qué haces aquí? -preguntó sorprendido. El menor lo miró ofendido.

-¿Qué clase de pregunta es esa? Hoy era lo de la beca, ¿o no? -los otros dos chicos asintieron.

-Pero no era necesario que vinieras -le sonrió afectuoso. Jongin estaba siendo adorable. De nuevo.

El moreno bufó.

-¿Cómo que no? Es importante para ti, ¿o no? -Kyungsoo sintió como sus mejillas se ruborizaban levemente y su pecho de pronto se sentía más hinchado. Era ridícula como esas palabras soltadas con ligera molestia podían causarle tanta felicidad. Jongin gritó frustrado- ¡Pero! me quedé dormido. ¡Hyung! -gritó esta vez dirigiéndose a Junmyeon- ¿por qué no me llamaste para despertarme? ¡eres el peor! -el colorín río entretenido.

-Si no despiertas con tu alarma, tampoco lo harás con una llamada, ¿no? Además yo tampoco pensé que vendrías, después de todo, tú no sabes lo que es estar despierto a estas horas -Jongin chasqueó la lengua molesto.

-Está bien, eso ya no importa. Hyung... -Jongin se había acercado a Kyungsoo, dejando una escasa distancia entre ellos. El más bajo subió la mirada hasta encontrarse con la del menor- ¿cómo te fue? -el más bajo sonrió radiante, casi confundiéndose con una leve risa.

-Me dieron la beca.

Jongin exclamó feliz, agarrando al más bajo desde el cuello para acercarlo más a él y abrazarlo fuertemente. Era un abrazo tan apretado, que prácticamente sentía que se podía fundir en él. Era muy agradable. Jongin daba buenos abrazos.
En el momento que se separaron, Kyungsoo aprovechó y le arregló un poco el cabello al menor, quien simplemente cerró los ojos sonriente y se dejó mimar.

-Pareciera que hubiera pasado un tornado por ti -comentó risueño, mientras deslizaba sus dedos profesionalmente por las oscuras hebras del moreno y deshacía un pequeño nudo que se había formado en ese caos.

-Me vestí como pude. Ya estaba muy atrasado -se justificó aún sin abrir los ojos, disfrutando de las últimas caricias en su cabello. Kyungsoo corrió un poco su flequillo y decidió que era lo mejor que podía hacer. Ambos se sonrieron.

En eso escucharon como alguien tosía a su lado. Junmyeon.

-Ustedes dos, ¿me harían el favor de seguirme? En media hora entro a trabajar y quiero mostrarle a Kyungsoo la biblioteca antes de irme.

-S-sí, lo siento. Vamos -se disculpó el más bajo avergonzado, y Jongin arrugó el ceño.

Cuando entraron a la biblioteca Junmyeon hacía de guía turística y le señalaba a Kyungsoo donde se encontraba el área de cada materia. También le explicó como era el trabajo allí y que comenzaría a trabajar una vez que empiecen sus clases. Jongin no podía evitar molestarse por el hecho que desde ahora en adelante Kyungsoo ya no trabajaría con él, y encima de todo tendría menos tiempo para dedicarle, pero ya lo había aceptado. Era lo que Kyungsoo quería.

El mediano por el rabillo del ojo observó como el moreno parecía distraído todo el recorrido y miraba para todos lados con el ceño notablemente fruncido. Repentinamente Jongin se acercó a él y entrelazó posesivamente una de sus manos con las de él. El más bajo lo miró incrédulo.

-¿Qué haces? -le preguntó bajito. El moreno simplemente lo miró mosqueado- Es... un poco público, ¿no crees? -dijo nervioso.

-Por eso mismo -le contestó-. Esas chicas de allá, no paran de ver hacia acá. Me molesta -dijo apuntando disimulamente con la cabeza a un grupo de chicas que estaban sentadas en una de las mesas de estudio, y se decían cosas al oído mientras veían hacia ellos.

-¿Y? ¿te molesta que te miren? -cuestionó el más bajo. Lo más probable es que esas chicas admiraban al menor. Era obvio, era Jongin. El menor lo miró confundido.

-A mí no. A t- -el moreno frenó su discurso sin razón aparente, y sus mejillas se tiñeron de un imperceptible rosa- Sólo no me gusta, ¿sí? -Jongin se acercó un poco a su hermano, tirando con él a Kyungsoo- Hyung -le habló a su hermano-, ya terminamos, ¿no? Esto es aburrido, ¿nos podemos ir?

Junmyeon pareció sorprendido por la repentina interrupción, pero luego asintió.

-Sí. Creo que ya conoces lo importante -le hablaba al mediano y ahora se dirigía a Jongin-. Es libre. Puedes llevártelo señor impaciente -le dijo haciéndoles un gesto con la mano para que se marcharan-. Nos vemos en la casa en un rato más. Adiós.

Kyungsoo no alcanzó ni a despedirse o agradecer a Junmyeon, cuando ya estaba siendo arrastrado hacia afuera por el menor.

En serio eres impaciente.

Sonrió. En este momento estaba muy contento.

La noche estaba por caer cuando decidieron que era hora de volver a casa. Los días se estaban haciendo cada vez más fríos y lo mejor era estar en casa lo más temprano posible. Jongin le había dicho que lo acompañaría hasta el departamento, porque tenía hambre y robaría algo de comida de su hermano. Kyungsoo no discutió esta vez, por dos razones: primero, ya no le podría quitar ese mal hábito al moreno de gastar comida ajena, teniendo en su propio apartamento, y segundo, quería pasar aunque sea unos segundos más con Jongin. Sí, sí, le gustaba el mocoso.

Al entrar al departamento no pudo ver nada ya que todo estaba oscuro. ¿Habían salido? Bueno, eso era mejor, así le daría tiempo suficiente para hacer las cena. Sin más, simplemente se encogió de hombros y encendió las luces a un costado de la entrada, seguido por Jongin. Sus ojos se abrieron de par en par al ver el inesperado escenario frente a ellos. En la pared frente a él, colgaba un gran letrero que decía «Felicidades» con diferentes colores, unos cuantos globos adornado la estancia y mucha comida en todas las mesas que habían allí. Los chicos habían organizado un pequeña fiesta de celebración por su ingreso a la universidad como alumno becado. No pudo evitar sonreír feliz.

-¡Felicidades Kyungsoo! -Baekhyun corrió hasta él y lo atrapó en un fuerte abrazo que casi deja al más bajo sin respiración, mientras lo agitaba de un lado a otro emocionado.

-H-hyung -dijo con dificultad-, n-no me d-dejas respirar -Baekhyun sonriendo, aflojó un poco el agarre, y sin soltarlo, lo arrastró hasta dentro del departamento-. No era necesario que hicieran esto. No es para tanto. En serio -les dijo algo avergonzado.

-¡¿Cómo que no es para tanto?! -chilló el castaño una vez que lo liberó- No es fácil conseguir una beca en esa universidad. Te lo mereces.

-Es verdad -lo secundó Junmyeon-. Tú sólo disfruta. No es una gran fiesta, pero al menos hay comida rica -le sonrió.

-Muchas gracias. De verdad -Kyungsoo no entraba en su felicidad. Toda estaba resultando tan perfecto, que creyó imposible que algo así fuera posible.

En ese momento, Kyungsoo observó a Jongin. Éste estaba por sacar una galleta del bol que estaba sobre la mesa del comedor, pero su mano fue interceptada hábilmente por un fuerte manotazo por parte de Baekhyun que lo regañaba. El moreno simplemente se sobó lo mano rezongando. Kyungsoo sonrió.

-Jongin -lo llamó el más bajo, haciendo que el nombrado llevara la vista hacia él. En un movimiento rápido, sin que Baekhyun lo viera, el moreno tomó una de las galletas con la otra mano, y sonrió satisfecho, para luego volver su atención a Kyungsoo, quien sonrió divertido al ver toda la escena. Jongin sonrió cómplice- ¿Tú sabías de esto? -el menor simplemente se encogió de hombros, sin dejar de comer.

-¡Kyungsoo! -Chanyeol se acercó sonriente hacia él, pasando uno de sus brazos por sus hombros- dime, ¿tocaste guitarra? -preguntó emocionado, en tanto hacía que el más bajo se sentara en el gran sofá junto con él. Kyungsoo asintió orgulloso.

-Pero, tú sabes, aún no soy muy bueno. Tengo que mejorar.

-¡OH! Pero por eso no te preocupes. Yo te ayudaré -decía mientras se apuntaba con autosuficiencia-. No serás como el gran Park Chanyeol, pero admito que tienes talento -los demás se rieron entretenidos.

-Lo sé, lo sé- Le concedió entre risas.

-¡Mira! -el más alto sacó su guitarra de detrás del sofá y se lo ofreció para que lo tomara- toquemos un poco, ¿sí? -Baekhyun, que se había sentado en uno de los otros sofás rodó los ojos.

-Ya empezó el hippie -se burló el castaño y Chanyeol hizo un infantil puchero con sus labios.

-Kyungsoo, porqué no tocas la canción que te enseñé -sugirió el alto.

Kyungsoo negó nerviosamente con sus manos no queriendo recibir la guitarra. Le daba vergüenza tener que tocar aquel instrumento que todavía no dominaba bien frente a todos. En la universidad lo hizo, porque debía hacerlo, pero ahora no lo creía necesario. Además, Jongin estaba ahí.
No, definitivamente, no lo haría.

-Por qué mejor no tocas tú -le dijo queriendo zafarse de la situación, lo que no le costó mucho, ya que Chanyeol aceptó de inmediato. Ese demente amaba tocar.

-Esta bien, pero quiero que Baekhyun me acompañe cantando -replicó con su enorme sonrisa dibujada a lo ancho de su cara. El castaño lo miró extrañado.

-¿Por qué yo? Deberías pedirle eso a Kyungsoo. Él es el protagonista esta noche.

-¿Kyungsoo? -preguntó confundido.

Los otros dos chicos que habían estado un poco más alejados, se acercaron hasta ellos, sentándose Junmyeon en el sofá restante, mientras que el moreno, con el bol de galletas en la mano, lo hacía en el apoyabrazos del mismo.

-Chanyeol, ¿nunca has escuchado cantar a Kyungsoo? -intervino el mayor de todos. El alto pareció pensativo.

-Sí, pero supongo que no en serio.

-¡¿Qué?! -gritó Baekhyun a su lado- Supuestamente se juntan a hacer música y ni siquiera lo has escuchado. Él es excelente. Es de familia, ya sabes -añadió creído.

-¡OH, ya veo! Entonces hagámoslo.

Kyungsoo no tuvo derecho a réplica en ningún momento, pero no le molestaba. Amaba cantar. Lo único que impidió su completa felicidad fue la expresión de Jongin. Parecía molesto.

Chanyeol probó armonizando algunos acordes que se le hicieron familiares, y comenzaron. Los dulces sonidos del instrumento se introdujeron en sus oídos, haciendo que una agradable corriente recorriera su cuerpo y buscaran la letra que les pertenecía. Abrió su boca dejando libres las palabras que muy bien sus labios conocían, y sus cuerdas vocales vibraron haciéndolo temblar por dentro, provocando que cerrara los ojos en un intento de no dejar escapar esa sensación. Era conocida y la extrañaba; extrañaba cantar. Esta era su verdadera pasión.
Sonrió en medio de la canción, cuando escuchó como otras dos voces se le unían. Baekhyun y Junmyeon comenzaron a cantar alegres acompañando su solitaria voz para formar un maravilloso terceto. Sonaba realmente bien.

La canción terminó y todos rieron satisfechos. Bueno, casi todos.

-¡Eso estuvo sensacional! -exclamó emocionado Chanyeol- ¡Kyungsoo! Tú tienes que estar en mi banda -ordenó- ¡Me siento engañado! Todas esas veces que te lloré que no tenía vocalista y que Baekhyun no quería unirse, ¡y tú cantabas igual de excelente! -Kyungsoo hizo un gesto disculpándose y Baekhyun rió.

-Bastante tarde te vienes a dar cuenta, tarado.

-Hasta Junmyeon-hyung tiene que estar. ¡Los quiero a todos! -dijo, ignorando al otro.

Chanyeol siguió planeando sus futuros conciertos por el mundo con sus tres nuevos vocalistas, sin prestarle mucha atención a todas las negativas y obstáculos que le planteaba Baekhyun, quien terminó por ceder ante la emoción del más alto y ahora le sonreía entretenido. A Baekhyun le gustaba reñir a Chanyeol, pero nunca lo hacía en serio, ya que le fascinaba ver cuando Chanyeol se entusiasmaba con algo, porque si le llevaba la contra, éste más se esmeraba en explicarle al castaño lo sensacional del asunto. La expresión apasionada de Chanyeol, era por lejos la favorita de Baekhyun.

Kyungsoo observada conmovido como su primo veía a Chanyeol. Sabía que nunca admitiría lo mucho le gustaba el alto, pero Kyungsoo lo sabía; se le notaba por más que tratara de ocultarlo.

Su atención se vio turbada cuando vio a Jongin levantarse de donde estaba y se dirigía hacia la cocina en un completo mutismo que venía desde hace un rato. Inquieto, se puso de pie pasando desapercibido por los demás y lo siguió.

Una vez en la cocina, con Jongin de espaldas hacia él, habló.

-¿Qué te pasa? -le preguntó preocupado.

-Vine por un vaso -contestó con frialdad el moreno sin voltear a verlo.

Kyungsoo frunció el ceño, ¿Qué bicho le había picado ahora?. Se acercó aún más.

-No es eso lo que pregunté. ¿qué pasa? -volvió a insistir.

-Quiero tomar un poco de jugo y vine por un vaso -repitió subiendo un poco el tono de voz, acentuando su molestia.

-Jongin.

El moreno cabreado, golpeó el vaso en su mano contra la encimera y se giró para enfrentar al mayor.

-¿Por qué mierda todos sabían que podías cantar y yo no? -soltó al fin, dejando a Kyungsoo en evidente estado de sorpresa.

-¿Qué?

-¡Lo que escuchaste! -vociferó cruzándose de brazos.

Oh no. Señor infantil, salió a dar un paseo.

-¿Te enojas sólo por eso? -Jongin bufó y vio hacia otro lado impaciente. Kyungsoo se acercó, acortando la distancia entre ellos y posó sus manos sobre la remera del moreno, que aún estaba del lado equivocado. Sonrió- No me iba a ir presentando por la vida, “Hola me llamo Kyungsoo y sé cantar”, ¿no crees?

-Yo casi hago eso con lo del baile -rebatió. El más bajo rió.

-Casi -recalcó y luego suspiró-. Baekhyun-hyung lo sabe porque es obvio, ¿o no?, es mi primo, y bueno, Junmyeon-hyung porque justamente hoy día me escuchó en la prueba de canto. Eso es todo. No lo hagas parecer como si te lo ocultara -finalizó rodeando cariñosamente la cintura del moreno con sus brazos y éste cedió. No había sido muy difícil esta vez.

-Esta bien, pero quiero saber este tipo de cosas. No quiero más secretos tuyos, ni sentirme ridículo por no saberlos, ¿bien?

¿Secretos?

Kyungsoo tragó duro y asintió inseguro. No le gustaba mentir, pero ahí estaba él haciéndolo de nuevo. Trató de olvidar y dejar en el pasado, la mentira que se había inventado cuando recién había llegado esa ciudad, pero aún seguía rondando en su cabeza y de cierta forma era lo que no lo dejaba vivir en paz, pero ¿a quién le importaba ya? Habían pasado demasiadas cosas como para que aquello sea algo relevante, ¿no? No podía importar. No. Kyungsoo intentaba convencerse con todas sus fuerzas de eso, esperando lograrlo algún día.

Ya no importa.

Estuvieron entretenidos charlando y comiendo un par de horas, y ahora eran casi las tres de la mañana, indicándoles que ya era hora de ir a dormir. Como mudo acuerdo, todos comenzaron a ordenar y moverse dando por terminada la pequeña fiesta. Cuando Chanyeol se despedía para marcharse a su casa, después de robarle un furtivo beso a Baekhyun, a quien a estas alturas no pareció importarle, Jongin fue hasta Kyungsoo y lo arrastró con él hasta la salida.

-Kyungsoo-hyung se queda hoy en mi casa -avisó de pronto el moreno dejando claramente desconcertado al más bajo. Eso no lo habían planeado.

-¿Q-qué? -alcanzó a pronunciar cuando ya iban bajando las escaleras del edificio, sin darle tiempo para reaccionar.

-Es hora que pagues la apuesta -le sonrió socarrón.

¿Qué? No, ¿ahora? ¡¿a estas horas?! ¡Diablos! Esto definitivamente no puede ser nada bueno...

Estaba frito.

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