Titulo Fanfic: Just Dance
Autor/a:
LinnafishingFandom: EXO
Personajes: Kai/D.O. (Kaisoo)
Capítulo: 4 / 11
Capítulos Anteriores:
1 /
2 /
3Género: Romance, drama.
Palabras: ~6100
n/a: Hola 8D. Ok, sólo un aviso que para el próximo capítulo puede que demore. PUEDE como también puede que lo tengo a tiempo. Tengo excusas super válidas esta vez anadieleimporta. Lo juro. Y de nuevo perdonen los errores.
Esa mañana Kyungsoo se había arrepentido de haber llevado a Jongin hasta la cama. Además del dolor de espalda que le había provocado, si antes lo tenía atrapado sin poder moverse mientras dormían, esa noche literalmente lo había aplastado. Con la cabeza del moreno en el hueco entre el cuello y el hombro, y con su respiración haciéndole cosquillas, miró el techo sin interés esperando alguna señal de vida del otro. Aún podía sentir el olor a alcohol que despedía y llegaba hasta su nariz. Extrañamente aquel olor no le parecía tan desagradable como pensó que sería. Obviamente le recordaba a algo; algo que casi sucedió anoche. Desesperado quiso revolverse los cabellos para despejar su mente de esos absurdos pensamientos, pero no pudo producto que una de sus manos estaba debajo del cuerpo inerte de Jongin sin posibilidad de rescate.
¡Grandioso!
Estuvo un buen rato así, y mató el tiempo pensando en nuevas letras para canciones, tarareando o cantando una que otra canción hasta que casi se queda dormido nuevamente. En eso escuchó un gruñido proveniente del menor, quien comenzaba a moverse dándole a entender que empezaba a despertar. Aún sobre él.
-¿Me estabas arrullando para que duerma mejor? -dijo coqueto tratando de abrir sus ojos y cuando lo hizo, movió un poco su cuerpo hacia un costado notando la posición en la que se encontraban- ...lo siento.
-Sólo estaba tratando de despertarte. Duermes como tronco y no me dejabas ni respirar -Jongin rodó hacia el lado contrario de la cama quedando boca arriba para liberar al otro completamente. Apenas se vio libre, Kyungsoo se levantó con dirección al baño.
-Pues... cantando de esa forma ibas a lograr el efecto contrario. Cantas muy bien. Me gusta tu voz -comentó cerrando sus ojos nuevamente, lo cual el mayor agradeció ya que así no podría ver el leve sonrojo en sus mejillas-, lo digo en serio.
-Uhm, gracias. Bueno me voy a bañar y te sugiero que hagas lo mismo. Apestas a alcohol.
-¿Contigo? ¡Vaya! ¿No crees que vamos muy rápido? -le dijo divertido aún sin abrir los ojos, sabiendo de ante mano la reacción del más bajo.
-¡No seas estúpido! ¡Claro que después, idiota! -le gritó alterado para luego meterse presuroso al baño y cerrar con seguro.
Idiota idiota idiota. Idiota Kim Jongin.
La mañana había pasado rápido y cuando Kyungsoo se dio cuenta ya era la hora de almuerzo. Por suerte a Jongin le habían pagado hace poco y el mayor lo había obligado a comprar las cosas indispensables para el mes, de modo que no se gastara todo su dinero en una tontería o volviera a comer gratis en algún local. Por ello, al tener todos los ingredientes necesarios, decidió que cocinaría su especialidad: Kimchi. Nada le quedaba mejor que eso. Después de almorzar tenía planeado ir al departamento de Baekhyun a recoger sus cosas. Estaba nervioso, no sabía como se lo iba a tomar su primo. Seguramente se enojaría, pero que más daba, era lo mejor para todos y ya estaba decidido.
Cuando terminó de preparar la comida llamó a Jongin que recién había salido de la ducha, ya que después de su pequeña interacción en la mañana el moreno había vuelto a quedarse dormido.
-¿El primer día y ya vas a gastar nuestras provisiones? Tenía planeado ir a casa de hyung con la excusa de recoger tus cosas y poder quedarnos a comer -dijo el menor cuando entró por la cocina y percibió el aroma de la comida recién hecha-, sólo te perdono porque esto huele delicioso.
-Eres un aprovechado, ¿lo sabías? -Jongin sencillamente se rió encogiéndose de hombros.
-Soy su pequeño dongsaeng. Es su deber de hermano mayor -le sonrió inocente. Kyungsoo rodó los ojos divertido.
-Oye... Y ¿no te duele la cabeza?, digo, por lo de ayer, borrachín -Kyungsoo pensó que este sería el mejor momento para burlarse del menor por lo sucedido anoche. Probablemente no recordaría nada.
-Sólo un poco. Si no tomé tanto, pero como no estoy acostumbrado se me fue rápidamente a la cabeza -contestó pesadamente mientras le daba la primera probada a la comida. Su expresión de pronto, cambió radicalmente a una de sorpresa. Sin duda le había gustado- ¡Wow! ¡Esto está delicioso!
-¿Sí? ¿Te gusta tanto como te gusta Pororo? -se mofó mordaz el mayor mirándolo de soslayo. A Jongin casi se le salen los ojos de la impresión y palideció como si hubiera visto un fantasma. Sin embargo, al instante sus mejillas estaban casi tan rojas como los bóxers que traía la noche anterior. Kyungsoo explotó en una risotada sin poder controlarla- Eso me dijiste anoche por lo menos.
-¡No creas que no lo recuerdo! -gritó ruborizado- Sé perfectamente que dije que me gustaba mucho Pororo y también recuerdo haber dicho que tú eras él -soltó con vehemencia mientras miraba a Kyungsoo intensamente, a pesar de su vergüenza.
El otro pestañeó incómodo y trataba con afán de despejar su mente hasta dejarla en blanco para no pensar estupideces nuevamente, lo que provocó que ahora Jongin no sea el único sonrojado en esa habitación. Jongin seguía sin saber hablar. Esas inocentes palabras pueden ser fácilmente mal interpretadas y Kyungsoo tenía una maravillosa imaginación.
Sin poder sostener aquel contacto visual, el primero en romperlo, inesperadamente, fue el menor al dejar caer su cabeza estruendosamente sobre la mesa y esconder su rostro con su brazo.
-... quiero decir, que te parecías a él. Tú te pareces... -el mayor con dificultad logró escuchar lo último, ya que las palabras salieron ahogadas convirtiéndose sólo en balbuceos- ...no... no quiero seguir hablando de lo que hice anoche.
Kyungsoo le concedió aquello, porque él mismo se estaba sintiendo incluso más abochornado que el propio Jongin. Sin duda ese tipo ambiente que se había creado no podía ser normal entre dos amigos. Ya nada estaba siendo normal entre ellos, Puede inclusive que nunca lo haya sido, ni siquiera el primer cruce de miradas que tuvieron cuando se conocieron. El pánico comenzó a recorrer los sentidos de Kyungsoo. Si se llegaba admitir aquello, estaba perdido. Sabía que la mejor opción sería arrancar lo más lejos posible de allí; de Jongin. Pero las ganas de querer permanecer y ver qué pasa, siempre ganaban.
Jongin levantó el rostro para observarlo con cautela al no recibir respuesta.
-No te preocupes -le dijo-, mantengo lo que dije acerca de llevarte a EXO. Lo recuerdo bien.
Con todo lo sucedido, Kyungsoo había olvidado por completo ese asunto. Hoy sería su primer día como miembro de Machine y ni siquiera había tratado de prepararse mentalmente para ello.
Realmente necesito un respiro.
Muchas cosas nuevas estaban sucediendo.
Baekhyun definitivamente no se había tomado bien su decisión. Cuando le informó de ella, lo primero que hizo fue negarse rotundamente. No acepto excusas ni explicaciones, alegando que Kyungsoo estaba a su cargo y jamás dejaría que se fuera a vivir con nadie y menos con Jongin. Él era su hyung y tenía que respetarlo. Kyungsoo recordó como siempre había sido así. Desde pequeños, y a pesar de tener tan sólo un año de diferencia, Baekhyun siempre lo cuidó como un hermano pequeño. Una vez, cuando tenían seis y cinco años, unos niños más grandes le quitaron su camioncito favorito, él que le había regalado su tía en navidad, y cuando Baekhyun se enteró de ello fue hasta ellos para enfrentarlos y recuperar el juguete, pero lo único que consiguió con ello fue un rudo empujón, lo que provocó que cayera de trasero al suelo haciéndolo llorar desconsoladamente. Kyungsoo jamás lo olvidaría.
Lo segundo había sido taparlo de molestas preguntas acerca de su estadía allí esas semanas. Histérico prometía cambiar lo que el más bajo quisiera si se quedaba con él, pero por supuesto, Kyungsoo no tenía ni una sola queja y sólo hablaba maravillas, lo cual sólo hizo que Baekhyun se confundiera aún más.
Y por último estaba Jongin.
«-Kyungsoo -lo llamó adusto-, dime, ¿qué es lo que te traes con Jongin?
A pesar de tener clara la respuesta, no entendía porqué cada vez que le preguntaban ese tipo de cosas se colocaba tan nervioso. No había absolutamente nada que esconder. Jongin era su amigo. Fin de la historia.
-Nada -Baekhyun arqueó una ceja mientras cruzaba sus brazos-. Lo juro -reafirmó inseguro.
-¿Entonces por qué lo haces? -bufó al cielo exasperado- Jongin es un completo desastre. Nada bueno puede salir de ahí -Baekhyun lo tomó de los hombros intentando hacerlo recapacitar.
-No te preocupes hyung. Estaremos bien. Por favor déjame ir ¿sí? -rogó impaciente.
Baekhyun lo miró por última vez y dejó caer sus hombros rendido.
-Está bien -Kyungsoo le sonrió agradecido y antes de que dijera algo Baekhyun prosiguió- ¡Pero! prométeme que vendrás todos los días o por lo menos me llamarás. Quiero mucho a Jongin, pero no confío en esa sabandija. Cuídate mucho.
Kyungsoo se abalanzó a abrazarlo y éste fue correspondido de inmediato, transmitiéndose a través de él todo la preocupación y cariño fraternal que había entre ellos.
Ya no había vuelta atrás»
Volvió a la realidad cuando sintió unas fuertes luces tratar de penetrar por sus párpados. El cartel de EXO volvía a resplandecer frente a él y ahí estaba, a pasos de volver a entrar a aquel lugar. Se sentía inseguro. Durante la tarde le había pedido a Jongin practicar algunos pasos de baile para lograr tranquilizar su ansiedad, y éste le había explicado como era la pequeña rutina que tenían. No era muy difícil, ya que no era una coreografía, pero ver a Jongin bailar lo hacía sentir como un pequeño gusano insignificante. Él estúpido era sensacional. Estuvo a punto de arrepentirse en un momento, pero se obligó a sí mismo a seguir con ello, ya que la sensación que le había quedado de la otra vez aún palpitaba dentro de él, lo que reafirmaba que después no lo iba a lamentar.
Observó el lugar nuevamente con detenimiento y notó como las viejas puertas que hace unas semanas se descascaraban a pedazos ahora estaban pintadas de un negro intenso, que lo invitaban a entrar y descubrir el misterio tras ellas. Con débil determinación se adentro, pero no sin antes aferrarse fuertemente a la remera de Jongin. Era necesario.
Dentro, la música volvía a embriagar sus sentidos y el mar de gente era cada vez más grande a medida que se introducía en el lugar. Estaba repleto. Las personas pasaban junto a él sin ningún cuidado y lo empujaban hasta casi separarlo del moreno, haciendo que su agarre fuera cada vez más firme. Cuando le pareció estar llegando al lugar donde se encontraba el resto del grupo, observó como un brazo rodeó los hombros de Jongin y lo arrastraba hacia donde estaban los chicos sin darse cuenta que el más bajo iba tras ellos. Recién en el momento que llegaron, Sehun logró percatarse de su presencia, y por la cara que puso, Kyungsoo pudo saber que no le hacía gracia.
-¿Qué hace él aquí?
-Hoy va a bailar con nosotros -respondió con autoridad el moreno. Sehun lo miró desafiante, pero Jongin ni siquiera se inmutó por ello; no le daría espacio para sus molestas quejas esta vez.
-¡Eso es genial! -Xiumin de pronto había saltado a un lado del más bajo asustándolo- Kyungsoo, ¿cierto?
Kyungsoo pensó lo diferente que eran ambos chicos. Esas bienvenidas lo decían todo. Xiumin parecía ser muy amigable y lo hacía sentir cómodo a pesar de su incomodidad. Sabía que si seguía yendo a EXO con ellos, tendría a un especie de aliado de modo de no sentirse tan solo. Por otro lado, ya tenía muy claro que no era para nada del agrado de Sehun. Aquel sujeto pareció odiarlo a primera vista, y no tenía la menor idea de que podía ser tan desagradable en él para provocar tal aversión. Kyungsoo pensó que tal vez el muchacho podría estar celoso de él, por su relación con Jongin. Sin embargo, aquel pensamiento no tenía sentido y sólo hizo que frunciera un poco el ceño.
-S-sí.
-Es muy difícil de olvidar -comentó Xiumin viendo a Jongin de soslayo, quien simplemente decidió ignorar aquella inquisidora mirada-. Me alegra que por fin hayas decidido unirte -le sonrió.
-Gracias -le devolvió la sonrisa-, pero él que no me quería traer era Jongin, yo feliz venía.
-¿Sí? -el otro pareció algo sorprendido por un momento- Bueno, yo creo que Kai tenía sus razones para ello... incluso creo poder tener una idea... -lo último pareció que lo dijo más para él mismo que para Kyungsoo, quien simplemente lo miró curioso.
-Primero eso no es asunto tuyo -interrumpió el moreno que se había sentado justo en frente de ellos-. Segundo él no es Kyungsoo, es D.O. -corrigió.
-¡Es verdad! lo siento, lo siento -se disculpó risueño el cachetón.
Mientras veía interesado como otro grupo se presentaba adelante o simplemente como la otra gente del club bailaba con frenesí, algunos de manera un poco más acalorada que otra, lo que lo hizo sonrojar levemente, en ese momento, de pronto todo pareció congelarse. Todas las miradas se dirigieron a la entrada por donde venía un grupo grande de gente. Kyungsoo que no entendió lo que pasó en ese momento, había seguido las miradas con la suya para conocer el motivo de tal conmoción. Lo que más le llamó la atención fue un muy guapo chico rubio que era muy alto, incluso creía que podía ser más alto que Chanyeol. Además de eso no era capaz de ver la diferencia en aquellos sujetos para la extraña reacción que habían tenido los demás.
Jongin notó la cara de confusión del más bajo.
-Ellos son Two Moons -le explicó- ¿ves al más alto? él es Kris.
Su reacción no se dejo esperar. Estaba casi aturdido después de escuchar aquello. Se le heló la sangre y perdió el color en la piel.
Oh mi dios, esto es malo.
La información no tardó en llegar hasta sus oídos. Two Moons era uno de los mejores grupos del lugar junto con Machine. La mayoría de sus integrantes era de origen chino y su líder era Kris, que a pesar de no ser tan bueno bailando, todos en Machine estaban de acuerdo que era un muy buen líder con su grupo, sin embargo habían muchos integrantes de ambos grupos que no sabían a que se debía tanta rivalidad entre ellos, sobretodo por parte de Kris, quien realmente parecía odiarlos. Lamentablemente para Kyungsoo ahora se transformaría en uno más en su lista de gente a la que odiar. Tragó duro y decidió que mantener la distancia sería lo más prudente.
Después estaba Tao. Era el menor del grupo, un chico alto -no tanto como Kris o Chanyeol, pero aún así lo era-, de cabello oscuro y mirada afilada. Decían que bailaba muy bien y que suele andar a la siga de Kris todo el tiempo y que cuando estaba con él su amenazador semblante curiosamente cambiaba radicalmente. Inclusive algunos lo catalogaban de tierno. Kyungsoo que sólo se atrevía a mirarlo por el rabillo del ojo pensó que el adjetivo de “tierno” era una verdadera locura; el sujeto era aterrador.
El último que le llamó la atención fue Luhan. Era el otro chico rubio, pero más bajo que Kris y él único miembro que parecía no odiar la vida. Kyungsoo quedó maravillado. Era muy guapo, pero su cara de niño hacía que sólo mirarlo se sintiera como un delito. De acuerdo a los muchachos, se había unido hace muy poco, pero que en ese tiempo se había vuelto el bailarín principal del grupo, siendo el único capaz de hacerle real competencia a Jongin, es decir, a Kai.
-¿Es legal que un niño pequeño como Luhan este en un lugar como este? -preguntó curioso Kyungsoo luego de observar al chico detenidamente. Sehun lo miró arrugando las cejas.
-No es un niño -replicó fastidiado-. Es mayor que casi todos nosotros. Tiene la edad de Xiumin-hyung.
-¿Mayor? ¿hyung? -Kyungsoo abrió sus ojos en sorpresa sin poder creer lo que escuchaba. Xiumin sencillamente rió.
-Es verdad. Luhan y yo tenemos la misma edad. Soy el más viejo del grupo, ¿no lo sabías? Tengo 23 -el más bajo seguía abriendo más sus grandes ojos si es que eso se podía.
El siempre creyó que Xiumin debía ser de los más pequeños. Su dulce cara era sólo un engaño. El mundo ciertamente estaba de cabeza.
-Yo... lo siento, no tenía idea hyung -se disculpó avergonzado.
-No te preocupes. Suele pasarle a la gente que recién me conoce -sonrió- ... y parece que te llamó mucho la atención Two Moons, no les has sacado los ojos de encima.
-Uhm, sí. ¿Realmente son tan buenos?
-No. Nosotros somos mucho mejores -intercedió Jongin sin despegar la vista de sus rivales-, es sólo que a veces les damos ventaja -Xiumin y algunos otros chicos explotaron en una carcajada, y Kyungsoo de nuevo no supo si aquello era en serio y miro con cara de cachorro perdido al moreno. Éste devolvió la vista hacia él y suspiró-. Sólo preocúpate de pasarlo bien, ¿sí? -le sonrió.
-¡Hey! Ahora es el turno de Two Moons -avisó de pronto Sehun. Todas las miradas de la mesa y del resto del local fueron a parar automáticamente hacia el improvisado escenario, que simplemente era un pedazo de pista rodeado por cuerdas que delimitaban sus dimensiones.
Ahora empezaría el verdadero espectáculo. Otra vez la sensación de vértigo se apoderaba de él cuando la música y las luces cesaron de un momento para otro. Sintió algo moverse en la oscuridad y acercarse a él por el lado donde se encontraba Xiumin. Un cuerpo se apegó a él al instante y casi logra asustarlo, pero era demasiado conocido como para temer.
-Hola... -susurró travieso en su oído y Kyungsoo no pudo evitar dibujar una tonta sonrisa en su rostro.
-Idiota -le contestó sin quitar su vista del lugar donde supuestamente estaba el escenario, y pudo escuchar una pequeña risita tras él.
Luces de diversos colores lograron capturarlo y la música que inundaba sus oídos era intrigante y sensacionalista, y desde el fondo vio como una luz blanca y fija iluminaba una atractiva figura. Tao comenzó a hacer una especie de arte marcial acompañado de un palo que lo movía como si se tratara de una extensión más de su cuerpo. Era una introducción, que se cerró con un giro en el aire del mismo que provocó que la boca de Kyungsoo llegará hasta el suelo. Cuando la música comenzó a cambiar delicadamente de ritmo al igual que las revoltosas luces, que para ese entonces ya lo estaban dejando ciego, se integraron el resto de los bailarines al escenario, posicionándose justo en el centro de él, el chico rubio Luhan. Ahora el sonido era más vigoroso y los chicos bailaban de forma sin igual. Si lo mirabas al pasar, parecía como si cada uno hiciera lo que se le viniera en gana, pero si observabas en profundidad, los diversos movimientos armonizaban de manera perfecta. Quien haya creado aquella ilusión era un verdadero genio. Salido de la otra esquina, Kris comenzó a rapear unos versos con estilo al comienzo para luego unirse al baile en la parte de más atrás. Eso definitivamente no había sido sólo un baile. Kyungsoo no tenía palabras para describirlo, ya que nunca había visto algo como ello y las palabras correctas aún no nacían en su vocabulario. Las cosquillas en los pies, hicieron que su corazón se acelerara y un calor recorriera su cuerpo. Era electrizante.
En el momento que pensó que el espectáculo había terminado, nuevamente hubo un giro en la música y Luhan se acercó con una retadora sonrisa hasta la mesa donde se encontraban. Kyungsoo asustado volteó a ver a Jongin para encontrarse con éste sonriendo de la misma manera, y no supo porqué en ese momento aquello le pareció arrebatadoramente excitante. Sólo bastó que el rubio lo llamara provocadoramente con su dedo índice para que el moreno se levantara eufórico de su asiento para subirse al escenario. Time Control se escuchaba con difíciles staccatos, que no fueron problema alguno para ninguno de los dos. La gente comenzó a vitorear con más entusiasmo a medida que los movimientos se fueron haciendo más complicados. Era una verdadera batalla y Kyungsoo casi no podía controlar su emoción en la garganta. Ahora su mirada estaba fija en Jongin sin poder despegarse. Luhan era bueno, pero sinceramente creía que al lado del moreno nadie nunca podría brillar más que él. Era la primera vez que lo podía observar con lujo de detalle en una competencia de verdad, y las ganas de reír y llorar a la vez le atacaban los sentidos sin saber que hacer. Además de bailar magníficamente había tanta pasión cuando movía su atlético cuerpo que le provocaban ganas de probar más allá. Y los dementes gestos en su perfecto rostro no ayudaba en nada a disminuir aquel deseo.
Esto se me está yendo de las manos
Tuvo que golpear su cara repetidas veces con las palmas de sus manos para poder despertar de su vergonzosa ensoñación y cuando lo hizo, supo que era su turno, el turno de Machine para entrar en escena. Aún no se recuperaba de lo anterior cuando vio como Jongin bajaba rápidamente del escenario sólo para ir a buscarlo. No pudo evitar contraerse penosamente apenas la piel del moreno entro en contacto con la suya. Era un simple agarre en la muñeca, pero se tensó tanto que hasta Jongin fue capaz de darse cuenta.
-Sólo relájate, ¿quieres?
Kyungsoo asintió inseguro y lo siguió. Sin embargo era muy difícil relajarse después de ver el tremendo espectáculo de recién y tener uno de sus brazos unido al menor.
¿Relajarse? Sí, claro.
Arriba, inspiró profundo tratando de llenarse del valor suficiente para seguir, sobretodo ahora que se encontraba solo sin Jongin para apoyarse. El menor se encontraba adelante, donde todo el mundo lo pudiera ver, como el gran protagonista de la obra que era. Kyungsoo sabía que el número que tenían preparado no era tan bueno como el de Two Moons, pero si el moreno estaba con ellos, no había nada que temer. Confiaba en Jongin. Era el mejor.
Exhaló su vacilación y escuchó el ritmo de la música que comenzaba a sonar dentro de él.
Sólo repite lo de la vez anterior.
Se repitió. Y eso hizo. Las últimas semanas había estado entrenando de alguna u otra manera. Lo único que hizo fue divertirse y dejar de pensar en las consecuencias y razones de cada uno de sus actos. Jongin nunca le dio tiempo para ello y se lo agradecía. Ahora comenzaba a vivir y lo demostraría.
Su cuerpo se movía al compás de la música recordando inconscientemente cada uno de los pasos y consejos que le había enseñado el menor. A ratos cuando estaba lúcido de lo que estaba haciendo, se impresionaba de sí mismo al ver como sus pies se movían prácticamente solos. Probablemente el cosquilleo que sintió anteriormente cuando vio bailar al otro grupo, era debido a eso. Sus pies estaban ansiosos de volver a bailar, y sus manos los aplaudían orgullosas incentivándolos. Nuevamente el sentimiento de dejarse llevar afloraba en él y le encantaba.
Su trance fue interrumpido cuando la música acabó de pronto. No fue que haya sucedido alguna falla técnica, si no que le presentación había llegado a su fin. Fue tan corto, que ni siquiera se dio cuenta cuando ya todo había terminado. Con todos sus sentidos despiertos sintió de pronto el cansancio llegar a él a través de su pesada respiración y el sudor correrle por la sien. Silbidos y aplausos fue lo siguiente que escuchó, que provenía de la gente del local, y sus pulmones se llenaron de satisfacción.
...es increíble...
Su sueño siempre fue ser un artista y que la gente disfrute a través de lo que él tenía que transmitir. Antes sólo podía ver el camino de escribir y cantar sus letras, entrenar duro en una agencia que lo obligaba a entrenar día y noche hasta casi quitarle el gusto por la música. Todo para poder debutar. En esa ciudad, y sobretodo ese día descubrió que existe más de un camino, y Kim Jongin nuevamente hizo acto de presencia en su cabeza.
Todo es gracias a ti.
Ellos habían sido los últimos en presentarse y ahora en el club la gente bailaba libremente por todo él. Levantó la cabeza en busca del menor, a quien encontró de inmediato. Éste le sonreía como la vez anterior y Kyungsoo no pudo hacer más que devolverle la sonrisa. Cuando Jongin se iba a acercar hacia donde él estaba, Sehun abrazó animadamente al moreno -creía nunca haber visto sonreír al más chico- y lo tiraba hacia el lado contrario hasta hacerlo desaparecer de su vista por un momento. Un poco decepcionado volvió a la mesa donde estaban los demás y se sentó junto a Xiumin.
-¡Vaya! D.O. Lo has hecho excelente -exclamó el mayor palmeándole la espalda-, incluso mejoraste aún más de la última vez.
-Gracias... -contestó no muy convencido mientras buscaba inconscientemente de reojo al menor. Xiumin sonrió.
-Si buscas a Kai, él está por allá bailando -le dijo indicando un lugar cerca del centro de la pista.
-No.. y-yo no... -balbuceaba mientras negaba con las manos y sus mejillas se teñían de un leve carmesí.
Y a pesar de intentar con todas sus fuerzas no posar su vista sobre el moreno, le fue imposible. Kyungsoo pensaba que en serio no era necesario bailar de forma tan sensual en un lugar tan público. Ni siquiera sabía si estaba bailando con alguien más, porque todo lo demás a su alrededor era borroso. Era jodidamente hipnotizante. El peor momento fue cuando Jongin lo sorprendió observándolo. Las oscuras orbes del moreno se fijaron en él, como cual depredador a su presa. De nuevo comenzaba a sudar y no era por esfuerzo físico. Comenzó a mirar hacia todos lados nervioso esquivando la penetrante mirada, pero inevitablemente sus ojos siempre terminaban volviendo a él. De pronto vio como el menor comenzaba a abrirse paso entre la multitud para llegar hasta él. Con el pulso acelerado, se volteó velozmente tratando de desconocer el acto e intentar poner atención a lo que carajo sea que estaba hablando Xiumin en ese rato. En eso, se asustó cuando sintió como un cuerpo comenzaba a moverse tras él; muy junto. Pero no era Jongin.
-Hey... -escuchó- ... ¿quieres bailar?
Cuando Kyungsoo lo vio, lo reconoció como uno de los chicos de otro grupo de baile. Un tipo bajito, cabello castaño y sonrisa burlona. Se sintió un poco incómodo con la escasa distancia que había entre ellos y su leve movimiento, pero no quería ser descortés.
-Y-yo, lo siento. No, gracias -sonrió algo cohibido.
-Vamos, sólo una canción -de pronto sintió como la mano libre del sujeto, la que no sujetaba su trago, se posó ligeramente sobre su cintura-. Te he estado observando y me pareces muy...
No pudo terminar lo que estaba diciendo porque de pronto se había alejado de Kyungsoo abruptamente. Sorprendido el más bajo advirtió como Jongin le había dado un rudo empujón en el pecho al sujeto y se había situado entre ellos.
-Cuidado donde pones las manos -le dijo amenazante al intruso.
-¡Hey, hey! Tranquilo. Yo sólo le estaba preguntando a él, si quería bailar conmigo.
-Pues ya te dijo que no. Ahora, no seas baboso y lárgate, ¿quieres? -respondió fastidiado, dando por zanjada la conversación.
El tipo sencillamente sacudió su cabeza y se fue por el mismo lugar por el que vino. Jongin se dejó caer pesadamente junto a él y su cabeza se acomodo entre sus brazos que descansaban sobre la mesa. Estaba molesto.
-¡Kai! ¿Por qué no dejaste que D.O. se divirtiera un poco con ese chico? -soltó Xiumin divertido. Jongin le dedicó una mirada asesina.
-Mierda... me han cortado toda la onda -susurró cabreado y volvió a mirar al cachetón- ¡Él no quería bailar con él! ¡No me jodas! Sólo traté de ayudar, ¿bien?
Kyungsoo con sus grandes ojos haciendo presencia no sabía que decir. Todo era muy raro e incómodo.
-Oigan -llamó la atención de la mesa nuevamente el moreno- sólo esperemos a que den el resultado de quién ganó esta noche y nos vamos -informó ligeramente cambiando el humor del ambiente.
-¿Por qué? -Sehun por fin había aparecido y se sentaba en frente de Jongin.
-Hoy no quiero tener problemas.
Pero los problemas llegaron. Y a pesar de que los ganadores de ese día fueron Two Moons no fue suficiente para escapar de la famosa pelea. Como habían dicho, apenas anunciaron al ganador, Jongin ni siquiera les dio tiempo para replicas o lloriqueos por su derrota, y guió a Machine hasta la salida. Kyungsoo que iba a un lado del menor, no paraba de pensar que tal vez todo era debido a su culpa. Probablemente sin darse cuenta hizo algo mal cuando estaba en el escenario, pero sinceramente no recordaba mucho. Se había sentido tan bien, que con suerte había sido consciente de la realidad.
Metido en sus pensamientos no notó cuando ya estaban fuera del local con el frío viento golpeándoles la nuca y helándoles los pies, siendo interceptados por sus rivales.
-¡Kai! -llamó una gruesa voz. Era Kris- ¿Ya se van? ¿Es que acaso no nos van a felicitar? -sonrió sarcástico.
Kyungsoo vio como Jongin apretaba sus puños con fuerza hasta dejarlos blancos y curvaba sus gruesos labios en una mueca de desaprobación. El moreno empujó sutilmente a Kyungsoo detrás suyo y contestó.
-Lo siento, tienes razón -contestó socarrón de igual manera-. Los felicito por al fin ganar, después de tantas semanas. Supongo que hacer que Tao haga algunas pataditas y saltitos de Washu o Wushu o como sea, lo cual quiero dejar en claro, no es un estilo de baile, si no un arte marcial, valió la pena, ¿no? Felicidades Two Moons.
El entrecejo de Kris se arrugó notoriamente cambiando su antiguo semblante. Kyungsoo en ese momento sintió sus manos temblar, y no sabía si era producto del frío o de las estúpidas y altaneras palabras que había escupido el menor recién.
-¡Yah!, mocoso, ¿qué mierda crees que estás diciendo?
Kris y todo su grupo se acercaba peligrosamente hacia ellos hasta quedar a tan sólo unos centímetros del rostro de Jongin. Ambos podían inhalar el coraje del otro y casi se podían ver las chispas salir por sus ojos.
Kyungsoo ahora supo que sus manos no eran las únicas que temblaban. Sus rodillas las acompañaban de manera bochornosa, lo que había aumentado al tener a Kris tan cerca. Era enorme y él se sentía como un mísero enano a su lado. Sabía lo que venía ahora y honestamente nunca pensó que sería necesario tener que prepararse para ello. Tenía la esperanza de nunca tener que enfrentar una situación con ésta, pero ya era hora de hacerle frente. Su corazón bombeaba tan rápido enviando calor a todas las partes de su cuerpo, pero que finalmente terminó por acumularse en su cuello y orejas. Tenía miedo. Mucho.
-¿Por qué no terminamos con esto de una buena vez por todas? -alcanzó a escuchar decir al moreno, cuando vio que empujaba fuertemente a Kris con los antebrazos en el pecho.
Bastó sólo eso para que toda la muchedumbre se empezara a mezclar en un verdadero caos. Kyungsoo ni siquiera había sido capaz de procesar aquel desorden porque era empujado impetuosamente hacia el final del gentío por Jongin, quien lo había hecho nada más de empujar a Kris. Aquello había sido una forma de alejarlo para darle tiempo de arrastrar a Kyungsoo lejos de la riña. Frenaron por fin, cuando chocaron dolorosamente con unas de las rayadas murallas del sitio.
-Escúchame -lo llamó serio-, vete ahora, antes que alguien te vea. Yo te cubro.
Jongin empujó al mayor para incitarlo a correr, pero éste se negó y quedó estático en el mismo lugar. Jongin lucía desesperado cuando el más bajo levantó la vista.
-No -contestó con firmeza.
-¡¿Qué?! ¡vete!
-No -volvió a rebatir y lo miró con intensidad-. Tengo que hacerlo. Deja de cuidarme.
-¡Mierda! Hyung ¿Por qué me lo haces tan difícil? -Jongin se agarraba los cabellos exasperado y se volteaba de vez en vez para ver si alguien se acercaba a ellos.
-Dijiste que me ibas a enseñar a ser joven, salvaje y libre, ¿no? -el menor ladeo su cabeza hacia un lado tratando de recordar tal estupidez- Bueno, sólo te queda una cosa y creo que este es el momento.
El moreno frustrado dejó caer sus hombros y golpeo la muralla quedamente.
-Está bien -concedió-, pero escúchame: por ningún motivo te acerques a Kris y menos a Tao -Kyungsoo abrió sus ojos y asintió débilmente- Lo digo en serio: no te acerques -ahora el mayor asintió con mayor fervor para tranquilizar al otro-. Y por último... no le hagas nada a Luhan. De él se encarga Sehun.
Sin más Jongin se echó a correr hasta perderse entre la muchedumbre y Kyungsoo se sintió desnudo otra vez. No sabía porqué nuevamente se había obligado a hacer algo a lo que le temía, pero últimamente siempre resultaba bien y aspiraba a que ésta vez no fuera diferente. Sin saber muy bien que hacer, receloso se acercó a donde estaba barullo. Tragó duro y se dio palabras de aliento.
Todo saldrá bien.
Negro. Eso fue lo único que vio por un momento. No sabe cómo ni cuándo llegó a parar al suelo con la cara palpitando de dolor y con la nariz goteando de sangre. Instintivamente llevó una de sus manos hasta su rostro, pero tan pronto como lo hizo un puño quiso volver a impactar contra él. Esta vez, afortunadamente, sus reflejos fueron más rápidos que la vez anterior y se alcanzó a proteger. Los puntos blancos en sus ojos apenas estaban desapareciendo cuando volvió a cubrirse de otro golpe. El sujeto no le daba ni tiempo de respirar y menos aún, de procesar lo que sucedía cuando estaba atacando de nuevo. Estaba desquiciado. Varias veces intentó ponerse de pie inútilmente. Comenzaba a desesperarse; no podía hacer absolutamente nada y patéticamente rogaba porque alguien lo fuera a ayudar. Era una niña asustada a punto de llorar, pero se defendía mentalmente con que nunca antes había estado en una pelea en su vida. Nunca. Lo único que atinaba a hacer era cubrirse y evadir torpemente uno que otro golpe que el otro le propinaba, mas si eso continuaba así, el tipo en cualquier momento lo pulverizaría.
Cuando creyó que ya no tenía caso seguir tratando lo imposible, con la adrenalina quemándole las venas, vislumbró su oportunidad. El tipo había disminuido el ritmo de sus agresiones, seguramente producto del cansancio, y en un descuido Kyungsoo aprovechó la oportunidad agarrando los pies del sujeto con fuerza, logrando estamparlo en el suelo. Rápidamente y como si el alma se le fuera en ello, se abalanzó sobre él, dejándolo totalmente inmovilizado. Ese día, en ese instante, a las afueras de EXO, Kyungsoo por primera vez en su vida había golpeado a alguien. El primero fue por desesperación, el segundo por miedo, el tercero por venganza y el cuarto por diversión. Sentía su mano latir con fuerza y sus nudillos estaban morados y pelados, pero aquello no le impedía seguir machacando al pobre tipo. Era enfermiza la sensación de regocijo que le provocaba. Una vez más sentía la libertad correr en su ser. La ira de sus golpes no era sólo dirigida al desafortunado, iba para todos aquellos imbéciles que alguna vez lo hicieron sentir reducido, para los que le ordenaron que hacer cada momento de su vida, para los que lo usaron, para los traidores; para todos aquellos que alguna vez lo hirieron.
Y así, él había ganado su primera pelea.
Soltó al tipo cuando pensó que ya había sido suficiente, quien al verse liberado de inmediato se alejó lo más rápido posible de él. Kyungsoo con una sonrisa en sus rotos labios miró a su alrededor y reparó en que ya todo estaba terminando. La gente comenzó a dispersarse hacia todos lados, mientras que él sólo trataba de encontrar a Jongin. Se sentía tan orgulloso de lo que había hecho que necesitaba con urgencia contarle al moreno. Sin embargo su emoción se vino desgarradoramente abajo cuando pudo ver a la lejanía como dos siluetas traían a rastras al menor entre sus hombros. Su visión se nubló y su corazón se apretó hasta hacerlo doler. Algo estaba muy mal.
Esto...n-no... no puede ser...
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