Titulo Fanfic: Just Dance
Autor/a:
linnafishingFandom: EXO
Personajes: Kai/D.O. (Kaisoo)
Capítulo: 5 / 11
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4Género: Romance, drama.
Palabras: ~6100
n/a: Lo tuve a tiempo :D. Disculpen los errores.
El reloj en la pared indicaba que eran pasada las cuatro de la mañana y que la gente a esas alturas debía estar en su séptimo sueño descansando plácidamente en sus camas, sin embargo no era así para todo el mundo. En el departamento de Jongin nadie dormía y no habían intensiones de hacerlo. Sehun molesto se paseaba de un lado para otro y Xiumin estaba en cuclillas frente a un dolorido Jongin curando sus heridas, mientras que Kyungsoo sólo observaba asustado desde una esquina de la habitación con el botiquín fuertemente apretado en su pecho. No se atrevía a decir o hacer algo. Kyungsoo nunca creyó haberse asustado tanto en toda su vida como esa noche. Ni siquiera recuerda muy bien que fue lo que pasó ni como reaccionó cuando recién lo vio cubierto de sangre. Lo había bloqueado. El moreno había resultado muy herido y a duras penas pudieron llevarlo hasta el apartamento. Quisieron llevarlo hasta un hospital para tratarlo, pero el muy obstinado se había negado rotundamente, por lo que no tuvieron más opción que devolverlo a su departamento. La torcedura en su pie derecho le impedía caminar correctamente y durante todo el trayecto se quejó constantemente de dolor en un costado de su cuerpo y por un momento pensaron que se podía haber roto alguna costilla, pero afortunadamente no fue así.
Lo volvió observar. Su cara estaba roja, con diversos cortes sobre la frente, ceja, nariz y labio, y en algunos de ellos la sangre ya se había secado. Muy pronto se iba a comenzar a hinchar y los tonos rojizos cambiarían por unos más violeta. Realmente se habían ensañado. Aquella dolorosa imagen provocaba que el más bajo se sintiera miserablemente inútil. Ni siquiera había sido capaz de ser él quien le cure las heridas al moreno. Sus manos nunca pararon de temblar desde que lo vio y cada vez que pensaba que podía haber pasado algo más grave, le entraban unas enormes ganas de llorar.
-¡Hoy fue un completo desastre! -gritó al fin Sehun rompiendo el silencio del momento.
-Es verdad. Kai, ¿en qué estabas pensando? -le secundó Xiumin, a la vez que ponía un poco de hielo en el tobillo del más alto- ¡Tao te dio una paliza! ¿Por qué no me lo dejaste a mí como siempre? -Jongin bajó la mirada apesadumbrado.
-Lo siento... estaba distraído -contestó inesperadamente sumiso. Xiumin recién en ese momento entendió. Observó de reojo a Kyungsoo. Éste aún parecía no poder tranquilizarse totalmente. Todo tenía sentido ahora.
-¡Con más razón todavía!. Jongin, si hoy estabas estúpido no debiste ir y pelear con Tao, ¡demonios! -le dijo un enfadado Sehun, quien hizo notar más su molestia cuando llamó al moreno por su verdadero nombre.
-Ya había peleado con él y no había resultado tan mal. Creí que me la podía, ¿está bien? Ahora deja de regañarme quieres, bastante tengo con el dolor en mi cuerpo y la humillación -le respondió comenzando a molestarse, pero el esfuerzo sólo hizo que doliera más cerca de sus costillas. Cerró los ojos tratando de contener el dolor inútilmente.
-Kai debiste haber confiado en mí. Yo no habría dejado a Tao escapar para darle la oportunidad de ir y pelear con cualquier otro... -Xiumin tranquilamente terminaba de vendar el tobillo de Jongin para que quedara sujeto, y éste seguía en su tarea por controlar su dolor- ...D.O. ven aquí -dijo de pronto el mayor sacando del estado de petrificación al chico de ojos grandes y llamando la atención del moreno que por fin abrió sus ojos.
Kyungsoo se demoró un poco en reaccionar, pero cuando su cerebro proceso se acercó rápidamente hasta donde estaba el resto, aún con el botiquín sobre el pecho. Jongin sonriente buscó su mirada, pero nunca la encontró. El más bajo no se atrevía a verlo directamente, ya que sin saber porqué sentía que todo era su culpa. Hace semanas que no escuchaba que Two Moons ganara, y nunca había visto a Jongin tan maltratado desde que lo conoció, y justo la noche que él se integró al traqueteo, sucede todo esto. No había otra explicación. Esa noche había sido un desastre única y exclusivamente debido a él.
Jongin al no recibir la respuesta que esperaba, bajó la mirada un poco decepcionado. Él también podía notar el inusual comportamiento de Kyungsoo.
Xiumin entonces estiró su mano hacia Kyungsoo pidiéndole lo que traía en las manos, y éste último observó como el mayor sacaba un tubo de crema del botiquín y se lo volvía a entregar.
-Debes untarle esto a Kai. Es un analgésico mezclado con un calmante que le va a servir para aliviarlo cuando tenga dolor ¿bien? -Kyungsoo asintió fervientemente entendiendo las indicaciones- Ahora, acompáñame al baño para desinfectar ese feo corte que tienes en la nariz... aunque tú sí saliste bastante bien de todo esto. ¡Felicidades por ganar tu primera pelea! -le dijo amistoso revolviéndole los cabellos y tomando uno de sus brazos para llevarlo hasta el baño.
Una vez allí, Xiumin sentó al pelinegro sobre el inodoro y mojó un pedazo de algodón con un poco de alcohol. Kyungsoo se había olvidado por completo de sus propias heridas, ya que, a pesar de haber salido triunfador, en un principio le habían llovido los puñetazos. Con sumo cuidado el mayor acercó el algodón a la herida, pero ello no fue suficiente para que no escociera. Kyungsoo cerró los ojos fuertemente e intentó no quejarse. Xiumin lo observó divertido.
-No debes preocuparte por Kai -soltó sin más, provocando que Kyungsoo sorprendido abriera sus ojos para mirarlo-, él va a estar bien, ya que no fue nada grave. Sólo fue mucho en cantidad, ¿entiendes? -el más bajo asintió compungido. En serio tenía ganas de llorar y sabía que si abría la boca, las lágrimas comenzarían a rodar por sus mejillas sin poder evitarlo. Era patético- Las heridas en la ceja son alharacas, ya que brota mucha sangre sin razón, y la torcedura en su pie hizo que todo se viera más grande, porque debido a ello su rival pudo tener ventaja e hizo parecer que apenas podía ponerse de pie cuando lo encontramos -explicó-. Y no estés triste, ni pienses que es tu culpa, ya que eso sí que lo haría sentir mal, ¿sí?... -finalizó su discurso con una cálida sonrisa en un intento por reconfortarlo y Kyungsoo no pudo más que sonreír débilmente de vuelta como agradecimiento.
Xiumin terminó de curarlo y le aconsejó que se pusiera mucho hielo sobre el pómulo derecho, ya que era él que había recibido la peor parte y amenazaba con comenzar a hincharse.
Tan pronto cuando volvieron a la sala pudieron escuchar como los menores aún seguían discutiendo.
-¡Es lo mejor! -decía Sehun.
-¡Deja de meterte! -Jongin tirado sobre su cama gritaba alzando sus brazos al cielo.
-¿Qué es lo que sucede? -preguntó intercediendo el mayor de todos, en tanto Kyungsoo lo seguía de cerca.
-Sólo le estoy diciendo que lo mejor es llamar a su hermano para que venga a cuidarlo esta noche -explicaba el castaño.
-Y yo estoy diciendo que no es necesario. Kyungsoo-hyung va a cuidar de mí y no necesito a nadie más -Kyungsoo al escuchar esas palabras sintió el peso en sus hombros, pero le agradó escucharlo por muchas razones indescifrables para su cabeza.
-¡Él es un aparecido! ¡No confío en él! -gritó de nueva cuenta Sehun y Kyungsoo ahora no hizo más que agachar la cabeza disminuido. Jongin al ver esto frunció las cejas considerablemente y le dedicó una mirada llena de odio al menor.
-Mejor lárgate, que aún me quedan energías para patearte el trasero si quiero -dijo amenazante.
-¡Ya basta! Siempre lo mismo con ustedes dos -interfirió Xiumin-. Kai, tú ni siquiera te puedes mover, ¿me escuchaste? No andes amenazando estupideces. Y tú Sehun, vas a comenzar a ubicarte con tus palabras -ambos esquivaron su mirada molestos aceptando de mala gana el regaño-. Sehun nos vamos.
El castaño iba a volver a reclamar, pero se arrepintió a último minuto y simplemente decidió a acatar la orden. Ambos chicos recogieron sus chaquetas y se marcharon dejando un incómodo silencio en el apartamento. El más bajo tenía la mirada perdida en la puerta desde que los otros se habían ido y Jongin esperaba impaciente porque se aburriera y volteara a verlo.
-Hyung -lo llamó y Kyungsoo dio un pequeño saltito- ...¿estás bien?
-¿Ah? -el mayor se volteó hacia él sin entender la pregunta.
-¡Vaya! Todavía no responderás mi pregunta -Kyungsoo ladeó la cabeza curioso-. Cuando nos encontramos después de todo, te lo pregunté ocho veces, ¡Ocho!, pero tú me ignorabas y no parabas de gritar histérico -rió, pero instantáneamente llevó una de sus manos a su costilla. Le dolía-. Yo... sólo quiero saber si estás bien.
Kyungsoo no podía creer lo que escuchaba. A pesar de todo lo que había pasado, Jongin aún seguía preocupado por él. Aquello lo hacía sentir incluso más miserable. Él con suerte tenía un parche en la nariz, mientras que el menor tenía toda la cara partida. Impotente Kyungsoo apretó sus puños con fuerza hasta marcar las uñas en sus palmas. Aquello era una verdadera estupidez.
-Lo siento... -bajó la cabeza sin ser capaz de resistir el contacto visual. Jongin pestañeó varias veces confundido.
-¿Sentir qué? ¿qué sucede? desde que llegamos has estado muy callado.
-Ahh... sí, lo siento -Jongin arrugó el ceño.
-Hyung -canturreó mientras estiraba una de sus manos hacia él cambiando el ambiente-, estoy herido y me duele. Necesito que alguien me cuide -dijo divertido haciéndose el niño chiquito-. Ven.
Al mayor se le escapó una sonrisa. Recordó las palabras de Xiumin y decidió dejar de ser tan estúpido. Ya todo estaba bien.
-Jongin... -se acercó hacia el moreno y se sentó en el borde del colchón- ...te ves horrible -se burló y Jongin fingió indignación.
Ya todo está bien.
-¡Por supuesto que no! -se defendió- sigo siendo mucho más guapo que cualquiera.
Sí
-Nómbrame a alguno que me supere -lo retó entretenido.
-¿Es en serio? Podría hacerte una lista: Luhan...
-¿Luhan? ¡Por favor! -dijo creído y Kyungsoo sencillamente rodó los ojos.
Jongin con dificultad se sentó sobre la cama y en un impulso atrajo hacia sí al mayor. Sus rostros quedaron peligrosamente cerca y Kyungsoo sintió las cosquillas sobre sus labios producto de la respiración ajena. Aturdido logró pensar en la súbita fuerza que había ganado el otro a pesar de su estado. Los inexistentes segundos que estuvieron así, le dieron tiempo para ver las marcas más de cerca. Eran una verdadera atrocidad. Se le revolvió el estómago.
-Porque no simplemente admites que soy el más guapo -susurró provocativo.
Era injusto. Sus expresivos y cautivadores ojos poco a poco se harían más pequeños, incluso con el temor de que pudieran llegar a cerrarse, sin tener oportunidad de admirarlos en su total esplendor; su pequeña nariz había perdido su adorable forma; el obsceno y singular color de su piel era ridículamente suplantado por un vulgar marrón, y sus gruesos y provocativos labios estaban vilmente partidos por tramos. Era muy injusto.
Cerró los ojos inconscientemente y en un arrebato acercó aún más su rostro al de Jongin hasta que la distancia entre ellos fue nula. Su desbordado corazón necesitaba comprobar que todo estaba bien; que Jongin estaba bien, y sucedió. Un contacto superficial, pero lo suficiente intenso para calmar su angustia. Un simple y casi imaginario roce de labios con dulce sabor metálico.
De pronto Kyungsoo fue consiente de lo que estaba haciendo. Se alejó tan rápido del menor que pareciera que nunca nada hubiera sucedido. Sus asustadizos y brillosos ojos delataban su estado. La sangre se le acumuló en las mejillas y se le aceleró el corazón.
Había besado a Jongin.
Su cabeza era un tormentoso mar de pensamientos inútiles en esos momentos. Algunos le decían que había sido tan insignificante que ni siquiera se podía considerar aquella tontera como un beso, por lo que no tenía de lo que avergonzarse. También sabía que no había absolutamente nada de malo en que le gustara Jongin y menos aún en besarlo, pero había algo en ello que era jodidamente aterrador.
Cuando enfocó su vista en Jongin, lo vio negando con la cabeza mientras murmuraba algo incomprensible.
-Y-yo... lo siento, no quería... -nervioso el mayor trataba de justificarse.
-No te preocupes -le respondió con parsimonia.
-E-en serio, fue un accide-
-Lo sé. No quisiste, fue un accidente, blah, blah, blah. Está bien, entiendo. También fue culpa mía -le sonrió débil y a Kyungsoo se le apretó el corazón.
-Jongin... ¿te duele algo? ¿necesitas algo?... -Kyungsoo se volteó inquieto haciendo que buscaba algo para evitar al moreno.
-No te preocupes. Creo que lo mejor será que ahora durmamos -dijo volviendo a recostarse-. Ven pronto a la cama - Finalizó cerrando los ojos.
Kyungsoo asintió inseguro.
Cada cosa que hacía, lo hacía sentir peor.
Reunió los medicamentos, cremas, vendas y un vaso de agua para dejarlo junto a él en caso de cualquier cosa que sucediera en la noche. Se puso un poco de hielo en su propia cara y sin más cosas por hacer, no le quedó nada más que ir a acostarse. Vacilante se aproximó al colchón donde se acostó a espaldas de Jongin. No había nada de extraño en ello, ya que siempre dormía en esa posición, excepto por un detalle. Una corriente de aire frío recorrió su espalda recordándole que algo no era como siempre. Tan pronto se acostaban a dormir, el moreno se le pegaba a la espalda como acto reflejo, pero no fue así esta vez y con justa razón. Se regañaba mentalmente tan sólo por pensar en algo como eso en estos momentos. Seguía siendo un egoísta. Jongin apenas se podía mover y él sólo pensaba en él, y su estúpida incomodidad. Su estúpida incomodidad de sentir que siempre le faltaba más cercanía de Jongin; su estúpida incomodidad al sentir miedo de que la relación entre ellos pueda cambiar producto del arrebato de hace un rato. Era un egoísta.
-Hyung... -Kyungsoo dio un salto que casi lo hizo llegar al techo. Aquello definitivamente lo había asustado. Jongin se carcajeó- ...lo siento, no quise asustarte.
-E-esta bien.
-No pienses mal, pero... ¿podrías moverte un poco más hacia acá? estás muy lejos -le dijo el moreno. El mayor se sorprendió en exceso; es como si Jongin estuviera adivinando sus pensamientos-. No te haré nada. Lo juro. Ni siquiera es como si pudiera.
Kyungsoo hizo lo que le pedía como respuesta. En tanto su espalda entró con contacto con el brazo del menor, sintió que una de sus inquietudes desaparecía, pero no por ello lo harían sus nervios.
-No había tenido oportunidad de decírtelo: hoy lo hiciste de maravilla. En todo. Estuviste fantástico realmente. Supongo que debo dejar de preocuparme por ti... -Kyungsoo agradeció esas palabras en silencio, a pesar de dudar si aquello era realmente cierto- ...y sobre Sehun. Perdona su infantil comportamiento. A veces de verdad puede ser un imbécil.
-Está bien. Desde un principio sé que no fui de su agrado.
-Sí es verdad -rió-. Probablemente esté celoso.
¡Vaya! Y lo admite.
Producto de esas palabras el mayor por fin se atrevió a formular en su cabeza la posibilidad de que Sehun esté enamorado de Jongin, o peor aún, que tuvieron o tengan alguna relación amorosa.
¿Peor aún?
¿Pero en qué estaba pensando? Seguramente en que si así fuese, ese intento de beso estuvo más fuera de lugar de lo que pensó. Sin embargo, muy poco le importaba los cabos sueltos que su cabeza estuviese armando en estos momentos, ya que una aguda molestia en su pecho no lo dejaba pensar.
-Lo que sucede es que él siempre ha sido mi mejor amigo. Desde que tengo uso de razón. Siempre hemos sidos los menores y solíamos hacer todo juntos. Últimamente me reclama que pasó mucho más tiempo contigo que con él... -Jongin hizo un pausa y suspiró- ...aún no entiende que es diferente...
-¿Estás seguro que lo único que él siente por ti es amistad? -preguntó abriendo sus ojos para perderse en la oscuridad de la habitación.
-Cien por ciento seguro no, pero casi el noventa y nueve por ciento sí -rió-. Es raro. Sehun y yo, suena estúpido. Creo que si él llegara a escuchar algo como eso me escupiría en la cara y yo lo haría de vuelta -rió más fuerte y Kyungsoo lo acompañó.
Sin tener cara para negárselo, admitió que escuchar aquello lo hizo sentir liviano y la molestia en su corazón estaba comenzando a desaparecer. Porque ya todo estaba muy claro. Necesitar su cercanía, anhelar su atención y preocupación, sentirse angustiado con la sola idea de imaginárselo con alguien más, enloquecer con hecho de pensar que algo malo le pueda pasar, las cosquillas en la boca de su estómago con tan sólo un roce, perderse en su imagen con sólo una mirada y los impulsos incontrolables, que en una persona como él jamás existieron. Estaba claro.
Do Kyungsoo estaba enamorado. Enamorado de un idiota llamado Kim Jongin.
Kyungsoo pensó que esa conversación nocturna había sido muy conveniente. El embarazoso inconveniente fue superado con gran éxito producto de ella. El más bajo sabía que después del beso, le iba a costar un mundo volver a hablar con real naturalidad con el moreno, mas anoche, sin tener que mirarse las caras, con la oscuridad resguardándolos, todo había sido más fácil. También estaba contento de dejar que sus sentimientos al fin fueran libres y le hicieran saber a su cabeza lo que realmente estaba sucediendo con él. El caos dentro de él se había esfumado.
Por ello todo estaba normal entre ellos. Casi normal.
Jongin descansaba sobre el colchón, mientras veía televisión y Kyungsoo ordenaba, cuando escucharon a alguien tocar la puerta. Se miraron entre ellos con sorpresa, ya que no esperaban a nadie, y nadie solía visitarlos muy a menudo. Kyungsoo se acercó a abrir la puerta descubriendo de quien se trataba. Era Sehun.
-¡Hey! -dijo adentrándose al departamento sin necesitar permiso.
-Hola... -Kyungsoo saludó al aire una vez que el chico ya estaba dentro.
-¿Qué haces aquí? -preguntó molesto el moreno.
-Te vine a ver malagradecido -contestó con obviedad mientras se lanzaba junto a Jongin para recostarse a su lado y quitarle el control del televisor de las manos- ¿Cómo te sientes hoy?
-Bien -Jongin miraba con recelo a su amigo-. Sehun...
-No molestaré. Lo juro -dijo haciéndose el lindo-. Hoy estaba aburrido en casa. Incluso traje la consola para que juguemos... los tres -Sehun miró de reojo al mayor, y tanto Jongin como Kyungsoo parecieron sorprendidos tras escuchar aquello. Sehun realmente se estaba esforzando.
-Si es así te puedes quedar. Te daré una paliza con Chelsea -dijo el moreno, mientras se acomodaba mejor para jugar. De pronto estaba muy emocionado-. Lamentable que no me pueda mover mucho, si no podríamos haber jugado Dance Revolution. En ese juego si que los haría llorar.
-No te creas tanto, porque con una codazo en tus costillas quedas fuera de juego -bromeó Sehun.
Los menores comenzaron a discutir divertidos, mientras que Kyungsoo los observaba riendo de buena gana.
Habían pasado cerca de dos horas jugando y aún no parecían cansarse. En casi todos los juegos que jugaron esa tarde los lugares estaban muy claros: Kyungsoo era pésimo y Jongin era el campeón indiscutido. A pesar de ello, lo estaba pasando de maravilla.
El mayor observó a Sehun. Su lengua afuera evidenciaba su estado de abstracción en el juego cuando le iba ganando al fin a Jongin por la cuenta mínima. Al principio había sido bastante incómoda la situación entre ambos, pero se notaba que estaban poniendo de su parte para llevarse mejor, pero más que nada Sehun, ya que Kyungsoo nunca tuvo algún problema con él, inclusive, ahora que lo estaba conociendo se veía que era muy divertido y disfrutaba gastarle bromas al moreno.
En ese instante, sonó el móvil de Jongin rompiendo la concentración del menor provocando que Jongin anotara.
-¡No es justo! -gritó indignando. Jongin sonrió socarrón.
-Es tu culpa. Ese pase fue horroroso, pero debo admitir que has mejorado mucho enano -se burló-. Hyung, ¿puedes contestar por favor?
Kyungsoo rápidamente fue en busca del móvil que se encontraba sobre la mesa del comedor. Cuando vio la pantalla advirtió que era un número desconocido.
-¿Aló?
-¡Jongin! -escuchó antes de alcanzar de terminar de hablar. Era una voz bastante profunda y de alguna forma se le hacía familiar- ...¿uhm? Tú no eres Jongin.
-E-eh no, lo siento. Soy Do Kyungsoo, de inmediato le paso a Jongin. ¿Quién le llama?
-¡Kyungsoo! Justo quería hablar contigo. ¡Qué suerte la mía! -el pelinegro se sorprendió. Sinceramente no tenía muchos conocidos en ese pueblo.
-Disculpe, ¿quién es? -preguntó inseguro.
-¡OH! Lo siento. Soy Chanyeol. Hola -ahora todo tenía sentido. Kyungsoo sonrió de tan sólo pensar en la gran sonrisa que tendría el alto al decir eso.
-Eres tú. Hola, ¿cómo estás?
Jongin observaba por el rabillo del ojo.
-Hyung, ¿quién es? -Kyungsoo levantó la vista hacia él y le sonrió.
-Es Chanyeol -el moreno simplemente asintió entendiendo y volvió la vista al juego.
-Kyungsoo necesito que me acompañes a la tienda de instrumentos ahora -Kyungsoo ladeó cabeza confuso. ¿A qué venía esto tan de repente?
-¿Yo? ¿Por qué?
-Quiero comprarme una guitarra nueva, pero estoy indeciso. Necesito ayuda -lloriqueó- Baekhyun no puede ir, y yo sé que tu sabes de instrumentos. Es para mi banda.
Kyungsoo recordó la vez que estuvo conversando con el alto acerca de su banda. Aquel día habían compartido su gusto por la música y estuvieron hablando por horas. Kyungsoo descubrió que Chanyeol tocaba guitarra, bajo y batería, siendo para su sorpresa, una persona muy rítmica. Le gustaba rapear y también le contó que estaba muy interesado en aprender composición. Cuando escuchó sobre ello, el más bajo no pudo evitar emocionarse, ya que se trataba de una de sus materias favoritas, por lo que terminó confesándole que él componía. Prometieron algún día reunirse sólo para hacer música; escribiendo, tocando, cantando, cualquier cosa que estuviera relacionada con ella. Le agradaba mucho tener a otra persona con la cual pudiera compartir esa parte de su vida. Es cierto que desde ese día Kyungsoo había escrito un par letras, pero nada concreto, y en estos momentos las ganas de componer volvían a sus dedos.
-¿Y qué dices? -preguntó Chanyeol impaciente.
Por otro lado estaba Jongin. Miró al moreno que seguía aparentemente metido en su juego, y no supo que hacer. No quería dejarlo solo. Quería estar ahí para lo que él necesitara.
-¿Ahora?... no sé si pueda ir... -dijo dubitativo.
-¿Qué sucede? -preguntó Jongin sin quitar la vista de la televisión.
-¿Eh?... Chanyeol quiere que lo acompañe a un sitio,... pero...
De pronto, Sehun gritó cabreado tirando el control de la consola lejos de su alcance. Había perdido nuevamente. Aspiró profundo y se giró hacia el mayor.
-Kyungsoo... hyung -nuevamente el desconcierto adornó las caras de los otros dos-, si es por éste -dijo apuntando con el pulgar al moreno- yo me quedo con él hasta que llegues. Puedes salir, no te preocupes.
-Pero...
-Está bien. Sólo procuraré no apagar las luces, ya que el negro no se ve en la oscuridad -se mofó carcajeándose.
-¡Hey! ¡no soy negro! sólo un poco trigueño, ¿está bien? ¡Tú pareces enfermo por lo blanco que eres! -le reclamó Jongin de vuelta.
-¿Enfermo? - Sehun esta vez parecía verdaderamente ofendido. Kyungsoo rió fuerte.
-Gracias Sehun -interrumpió el mayor sonriendo ampliamente, a lo que el otro asintió.
Jongin en ese momento, miró al más bajo con una expresión indescifrable, para luego simplemente voltearse y poner un nuevo juego en la consola.
-¿Kyungsoo? ¿Sigues ahí? -se había olvidado de Chanyeol.
-Sí, lo siento.
-¿Vas?
-Sí. Sólo dime dónde y en cuánto rato más.
La brisa era fresca y la temperatura muy agradable. La gente a esa hora comenzaba a retirarse a sus hogares haciendo las calles mucho más cómodas de transitar. La mejor hora para salir a dar un paseo. A paso flojo y disfrutando de la tranquilidad, cuando dobló en la esquina, a lo lejos divisó la figura alargada de Chanyeol. En cuanto éste lo vio comenzó a mover ambos brazos en forma exagerada para que lo viera.
Como si no lo fuera a notar...
Sonriendo se acercó a el alto acelerando el paso.
-¡Hola! -saludó con su característico entusiasmo.
-Hola -le sonrió.
-¡¿Pero qué te pasó en la cara?! -preguntó Chanyeol horrorizado, con sus ojos muy abiertos una vez que se dio cuenta de las marcas en el rostro del más bajo.
Kyungsoo en ese momento cayó en la cuenta de algo. Baekhyun no se podía enterar de la pelea de anoche. Su primo iba pegar el grito en el cielo si lo descubría y lo sacaría a rastras del departamento de Jongin. Definitivamente no se podía enterar.
-No es nada. No te preocupes -dijo tratando de bajar el perfil al asunto.
-¿No me digas que estuviste en una de esas peleas? -Chanyeol parecía no salir de su estado de estupor- ¿Jongin te llevó?
Kyungsoo suspiró.
-Sí... ¡pero por favor no le digas nada de esto a Baekhyun-hyung! ¿sí? yo quise ir -rogó el menor. No podía negárselo a Chanyeol siendo tan evidente, pero tenía la esperanza de que le pudiera guardar el secreto.
-Yo... -el alto parecía liado.
-Por favor -suplicó.
-Está bien, no diré nada -se rindió ante el menor y su enorme sonrisa hizo aparición junto con su adorable tic en su ojo derecho-. Bueno ¡Vamos! Music's Guitars nos espera -le dijo emocionado mientras le agarraba uno de sus brazos tirándolo hacia la tienda que quedaba un par de cuadras más allá.
-No puedo creer que haya estado cerrada -Chanyeol caminaba cabizbajo entretanto pateaba un pequeña piedra por la acera.
-Y yo no puedo creer que no me haya dado cuenta de que a esta hora era imposible de que estuviera abierta -bufó bajando los hombros.
Aquello había sido bastante estúpido por parte de los dos. Cuando llegaron, la tienda había cerrado hace por lo menos una hora y Kyungsoo se preguntaba como ellos habían tenido la ilusa idea de encontrarla abierta, y más aún, de tener el tiempo suficiente para escoger una guitarra. Ahora las oscuras calles estaban frías y desiertas, lo cual encajaba a la perfección con su estado de estupidez y desasosiego.
-Kyungsoo, ¿quieres ir a tomar algo antes de irte a casa? ¡Yo invito! Fue mi culpa después de todo.
El menor dudó por un momento. La salida había resultado ser mucho más corta de lo que esperaba, así que podía quedarse un rato más con el alto sin problemas, además no es como si tuviera un horario de llegada. Pero en el fondo quería volver pronto a casa.
Jongin...
-Sólo será un rato -pidió el alto con un puchero-, que no sea en vano la salida.
-Está bien. Pero sólo un ratito -resolvió sintiéndose mal por el alto. Un alegre Chanyeol se lanzó sobre él y tomó de un brazo nuevamente para avanzar.
Kyungsoo notó aquello como una manía en el más alto. No daba ni un paso si no iba agarrado. Sin embargo, Kyungsoo últimamente estaba acostumbrado a que lo tomaran para llevarlo a algún lado. Jongin solía hacerlo, pero era distinto a como se sentía con Chanyeol, por obvias razones.
Entraron a una pintoresca cafetería a unas calles de la tienda de música. Apenas abrieron la puerta, una campanita sonó avisando la llegada de nuevos clientes y las meseras, atentas, se voltearon a verlos. Se sentaron cerca de la ventana, donde los asientos eran de madera con cojines de lana y las mesas parecían un gran tronco cortado por la mitad. Kyungsoo observó el lugar con paciencia notando que la decoración era encantadoramente rústica. Habían artesanías como las que vieron con Jongin cerca de la playa, y los colores maderas eran los predilectos.
Una de las chicas se acercó a ellos a dejarle la carta y tomar su pedido.
-Voy a pedir una gran copa de helado. ¡Tres sabores! -habló entusiasmado Chanyeol una vez leyó la carta y la dejó sobre la mesa. Kyungsoo rió sonoramente. Chanyeol era muy divertido.
-Yo creo que pediré un jugo natural -Kyungsoo le dio una última y rápida leída al papel, y lo cerró-. Sí, eso estará bien.
Una vez con los pedidos en la mano se dedicaron a disfrutarlos y a relajarse.
-Kyungsoo -llamó su atención-, ya tengo el nombre para mi banda -confesó sonriente.
-¿Sí? ¿Cuál es?
-Sieren -Kyungsoo sintió la emoción al instante correr por sus manos. Escuchar acerca de la banda con nombre propio, le hizo pensar que pronto tendrían canciones originales y se presentarían ante un público. Serían escuchados y aplaudidos. Aunque él no fuera parte de ella, todo sonaba extremadamente fascinante para sus oídos. Era música después de todo.
-Es un bonito nombre -le dijo abiertamente encantado- ¿De dónde se te ocurrió?
-No lo sé -se encogió de hombros-. Ahora lo único que me falta es un vocalista -Kyungsoo sonrió. Continuaba con el mismo problema.
-¿Baekhyun-hyung aún sigue sin aceptar?
-¡SÍ! Ya no sé qué hacer para convencerlo -Chanyeol se dejó caer derrotado sobre el respaldo de la silla y suspiraba con su cabeza colgando hacia atrás.
-Ya aceptará. No te preocupes -le dijo tratando de reconfortarlo.
-Eso espero -suspiró pesadamente-. Mejor cambiemos de tema. Kyungsoo, ¿Y cómo va tu relación con Jongin? -preguntó entrometido en tanto tomaba su cuchara y la enterraba en una bola de helado.
Kyungsoo abrió sus ojos sorprendido y sus mejillas se tiñeron ligeramente de rosa. ¿Es qué acaso todo el mundo daba por sentado que había una relación entre ellos? Era bastante injusto que le preguntara sobre ello justo ahora que tenía claro sus sentimientos. Para su fortuna, estaba muy tranquilo al respecto y los nervios poco a poco los iba controlando de mejor manera.
-No nada hay entre nosotros -respondió mientras le daba un trago a su jugo. Ahora el sorprendido era Chanyeol.
-¿Cómo? pensé que era bastante obvio, así como lo que hay entre Baekhyun y yo: todos lo saben, pero nadie lo dice, ¿entiendes? -le explicaba el alto. Kyungsoo negó con la cabeza, mientras reía. Le resultaba gracioso que Chanyeol hablara así de su propia relación- Eso quiere decir, que tal vez Baekhyun tenga razón -el menor entonces lo miró sin entender-. Lo que sucede es que yo creía que tú tenías algo con Jongin y Baekhyun me insistía que tú tenías muchas más cosas en común con Junmyeon-hyung, ¿ya sabes? Como pareja.
¿Junmyeon?
Eso era nuevo. Sin duda los días que estuvo viviendo con ellos, se había llevado realmente bien con el mayor, pero de ahí a pensar otras cosas, había un distancia abismal. Se habían acercado principalmente por el hecho de que Baekhyun se veía muy poco en el departamento, y en las noches cuando Junmyeon estaba libre, se quedaba en la sala hablando cualquier tema con Kyungsoo hasta altas horas de la noche. El más bajo pensaba que era una forma de quitarse el estrés del mayor. Nada más. ¿En serio tenía tantas cosas en común con Junmyeon?
-¿De verdad? ¿cómo qué? -preguntó francamente curioso.
-Baekhyun me dijo que, ambos eran muy tranquilos, responsables, amables, preocupados... -mencionaba en tanto iba archivando cada cosa con los dedos- ...la verdad no recuerdo que más me dijo... algo de que los observaba y parecían estar muy agusto entre ustedes y una infinidad de cosas. A tu primo realmente le gustaría que estuvieras con Junmyeon-hyung.
Kyungsoo estaba verdaderamente desconcertado. Al parecer su vida amorosa era un tema de discusión entre ambos chicos, sin que ni siquiera él mismo supiera que tenía una. Su mente también comenzó a jugar con él, al considerar todas las cosas que Chanyeol le decía. A ello se le agregaba el innegable hecho de que Junmyeon era muy atractivo. Todo era cierto, pero a la vez insuficiente como para pensar que lo que su primo planeaba.
-Baekhyun se preocupa mucho por ti, es por eso que le gustaría que estuvieras con alguien estable -lo último Kyungsoo lo percibió con clara intención hacia alguien y no pudo evitar fruncir el ceño molesto. Chanyeol lo vio advirtiendo la situación-. No te molestes. Según mi punto de vista tu encajas mejor con alguien como Jongin. Polos opuestos, ¿ya sabes? Tú tienes lo que a él le falta y viceversa. Se complementan. Pero supongo que soy muy romántico -rió-. Eso es lo que suele decirme Baekhyun al menos, y después de eso sale con cosas como que Jongin es un desastre. Sin objetivos en la vida, ni estabilidad en ningún sentido, egoísta y engreído que no le tiene miedo al peligro, lo que lo puede llevar a su propia autodestrucción, y Baekhyun tiene miedo que te pueda arrastrar junto con él. Es una bomba de tiempo. No lo tomes a mal. Baekhyun lo quiere mucho y esta acostumbrado a su forma de ser, pero teme por tu bienestar.
Esta conversación estaba poniendo a Kyungsoo de muy mal humor. Ninguno entendía la situación entre ellos, y no conocían ni un poco a Jongin. Para él sólo bastó estar un par de semanas con el moreno para conocer al verdadero Jongin. Por supuesto que no era un desastre. Tenía un objetivo muy claro en la vida: ser feliz. Un objetivo mucho más grande de lo que cualquiera de ellos pudiera tener. Es por eso que ni siquiera eran capaz de verlo. No era egoísta ni engreído. Kyungsoo nunca paró de sorprenderse de lo bondadoso, preocupado y cálido de corazón que era el moreno. Y si a veces parecía ser un poco creído era todo el buen sentido de la palabra. Era consciente de sus capacidades y se tomaba la vida de forma relajada. Todo aquello que el más bajo siempre le faltó y necesitó.
¡No conocían una mierda acerca de Jongin!
-Chanyeol creo que es hora de irnos -dijo seco tratando de controlar su ira. No era culpa del chico frente a él.
Prefiero seguir tu sombra toda mi vida que perderme en la mía...
El más alto lo miro apenado.
-Lo siento. No debería haber dicho todo eso -se disculpó agachando la cabeza.
-No te preocupes. Está bien.
Cuando llegó al departamento vio como los menores ya habían dejado de jugar. Sehun abría los estantes de más arriba con desespero en busca de algo, mientras Jongin tranquilamente miraba algo en la televisión. Ninguno de los dos pareció percatarse cuando el más bajo llegó.
-¿Qué sucede? -preguntó un poco preocupado Kyungsoo. Ambos chicos se giraron hacia él en forma automática. Jongin al verlo sonrió ampliamente.
-¡No encuentro las galletas! -respondió frustrado el castaño.
Tras escuchar aquello Kyungsoo se dirigió hacia uno de los estantes que estaban más abajo y sacó las benditas galletas para entregárselas al menor. Sehun arrugó el entrecejo apretando fuertemente el paquete y asesinó con la mirada al moreno.
-¡Me dijiste que estaban arriba, maldito! -Jongin soltó una gran risotada. Lo había engañado- Moría de hambre -se quejó Sehun.
Kyungsoo se rió de la ahora familiar escena. Ignorando al menor que se devoraba todas las galletas, se acercó hasta Jongin y se sentó junto a él. El moreno lo miró divertido.
-¿Cómo te has sentido? -le preguntó el mayor. Jongin sonrió de medio lado.
-Mal -Kyungsoo abrió sus enormes ojos alarmado-, pero supongo que ahora estoy mejor -el más bajo pestañeó sin entender.
-¿Seguro? ¿te tomaste tus pastillas en la tarde? ¿te cambio la venda? ¿comiste? ¿no tienes fiebre? -Kyungsoo se aproximó más a él hasta posar su mano sobre la frente del moreno para comprobar. Sin poder resistirse, ahora Jongin sonreía mostrando todos sus dientes.
-Ya hice casi todo eso -interrumpió Sehun-, está bien. No es para tanto -Jongin arrugó sus cejas.
-Muchas gracias -le sonrió afable el mayor.
Cuando Kyungsoo quitó la mano de donde estaba, ésta fue interceptada en caída por otra más oscura, que la sujetó delicadamente para posarla entrelazada con la propia sobre el cama. Un poco nervioso el mayor buscó la mirada del otro, pero éste miraba hacia cualquier otro lado ignorándolo, a la vez que sonreía de buena gana.
Kyungsoo sonrió.
-Bueno, es hora que me marche -avisó el menor de todos recogiendo sus pertenencias- ¡Nos vemos!
En el instante que Sehun abrió la puerta inesperadamente se encontró de frente con alguien que casi lo hace caer de espaldas al suelo. Inquieto, Kyungsoo se iba levantar de donde estaba para saber de quien se trataba, pero no fue necesario.
-¡Suho-hyung!
¿Suho?
El menor saludó feliz, abrazando al recién llegado, y sólo en el momento que se separaron Kyungsoo pudo conocer quien era.
¿Junmyeon-hyung?
-Hyung me voy yendo, pero espero que nos veamos pronto. Adiós -y sin más, Sehun desapareció por el pasillo del edificio.
El mayor lo despidió con la mano, para luego voltearse hacia los demás.
-Hola chicos, los vin- -Junmyeon frenó su discurso de golpe horrorizado- P-pero,... ¡¿Qué les sucedió?! ¡¿Jongin?!
Mierda.
Atrapados.
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