Titulo: This Game
Autor/a:
OliverSxyFandom: SHINee
Personajes: Minho/Jonghyun (HoHyun)
Capítulo: Epílogo
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8 Epílogo.
-Y recuerden, ¡nunca se rindan! - los animó el capitán regalándoles una sonrisa alentadora.
Todos gritaron energéticos antes de comenzar el partido.
Jonghyun miró inquieto al equipo contrincante y luego miró a Lee Jinki, su capitán. Él le devolvió una mirada seria que contenía un dejo de advertencia.
Jonghyun suspiró.
Sí, lo sabía. No en vano habían llegado a la capital para la semi-final del campeonato nacional. Le estaba más que prohibido cometer estupideces.
Le dio una palmada a su hyung.
-Los moleremos-le confortó sonriendo con soberbia y palmeándole la espalda. El número 2 de su equipo lo observó con un dejo de alivio.
Los equipos se saludaron al comienzo del encuentro. Y como lo esperaba, al darle la mano al número 8, los nervios se le pusieron de punta. Pero esta vez, con una respiración controlada, supo mitigar su ansiedad. Mas las manos sudadas de ambos, no fueron algo que pudieron pasar por alto.
Se miraron fijamente a los ojos. Ninguno cedió hasta que tuvieron que saludar a la siguiente persona.
E inmediatamente el árbitro ya estaba haciendo sonar el silbato marcando el comienzo del partido.
El equipo adversario obtuvo el balón, así que, como era de esperarse Jonghyun corrió en la defensa. Marcó a al 8.
Éste rió mientras intentaba desmarcarse de Jonghyun.
-Así que, ahora somos enemigos ¿eh, hyung?-le retó con burla.
-Por suerte nunca hemos sido amigos…Choi-sentenció con el mismo tono sarcástico.
Minho rió. Se miraron desafiantes.
-Como sea. Mi equipo va a ganar, hyung.-declaró triunfador.
Las zapatillas rechinaban con agudeza. El público ya se encontraba en silencio.
Minho hizo un amague a la izquierda y pasó a Jonghyun rápidamente. El último, alertado, lo persiguió en una carrera veloz hacia el arco. Lamentablemente para él, el 8 ya había recibido el balón.
Jonghyun se posicionó frente al Minho en posición de ataque. El 8 ocho movió sus pies con agilidad, intentado quitarse la marca. Pero su contrincante se mostraba implacable. El menor decidió entonces hacer uso de su altura y se puso en posición de salto. Sin embargo, en el instante en que se daba impulso, Jonghyun improvisó un exitoso movimiento con las manos haciendo el que el balón volara lejos del número 8.
Kim Kibum, quien lucía el número 6 en su polera, se precipitó al la intercepción del balón y corrió a la zona enemiga, moviéndose con energía.
El público aplaudió solemne.
Las zapatillas chillaron más fuerte, anunciando las múltiples detenciones en la cancha. El juego estaba cambiando de lado.
Jonghyun corrió rápidamente para tratar de equiparar el paso de Kibum, pero las piernas largas de Minho, no le permitían hacer el recorrido solo. Se seguían retando con la mirada. Burlándose con pequeñas sonrisas ante el primer error del contario.
Jonghyun paró de sopetón, sorprendiendo al más alto. Y antes que hubiera consciencia de ello, una esfera naranja zumbó al lado del oído del número 8.
Cuando quiso ser consciente de lo que era, Jonghyun ya estaba acercándose a su arco. No obstante, su carrera se vio obligada a tomar una pausa, cuando el 12 del equipo de Minho se impuso frente a él y sin siquiera haber pasado 3 segundos, Minho estaba detrás marcándolo por la espalda. Doble marca.
-Genial-masculló Jonghyun mirando hacia sus compañeros, haciendo un esfuerzo por salir de esa posición.
Para su suerte, Jinki se había acercado rápidamente. Le envió un pase haciendo un rebote. El receptor, sin perder más el tiempo, lanzó un triple. La multitud gritó eufórica y Jonghyun sintiéndose victorioso, se giró un momento hacia Minho.
-Nunca los dejaremos ganar. Sabes que somos buenos-sentenció sonriendo de medio lado, acercándose nuevamente a Minho, pues esta vez era su equipo el que atacaba. Sin embargo Minho saltó muy alto y recibió un pase sin que Jonghyun pudiera hacer nada el respecto.
Jonghyun se apegó al acreedor del balón y éste lo miró divertido.
-Hyung, yo tú sé eres bueno-aseveró sonriendo y dirigiendo una breve mirada cargada de lascivia. El mayor soltó una carcajada y no pudo evitar mirarlo de la misma forma.
Y de pronto el balón ya no estaba en las manos del 8, sino que en las del 5 y Minho corría para alcanzar a su compañero. Jonghyun, por su parte, luciendo el número 4 en su camisa, recorría la corte a gran velocidad para interceptar cualquier eventual pase.
Pero fue muy tarde.
Con una de sus especialidades, el ex pívot de su equipo, el actual número 8, tomó en el aire la asistencia que le habían hecho, y se colgó en el tablero encestando una limpia clavada.
En el preciso momento en el que el público contuvo la respiración, que los jugadores dejaron de moverse y todo pareció congelarse, los ojos de ambos se encontraron. Fue un instante eterno, como muchos de los que alguna vez habían compartido.
Pero en ese abrir y cerrar de ojos, el balón estaba ya en manos de Kim Kibum, y Jonghyun corría a su lado para recibirlo. Y sin embargo, su actuar nuevamente impedido, detenido.
Y el 4 y el 8 se miraron desafiantes, con los ojos brillantes de rivalidad; como antiguos amigos, como enemigos a muerte.
-También eres bueno, Minhoyah-declaró juguetón el mayor de ambos.
Y el pase lo tomó Taemin. Y Jonghyun salió disparado tras de él, seguido de cerca por el número 8.
Y entonces otro pase. Y el balón en manos de Kibum.
Y todos bajo el aro. Y el 12 y el 5 marcando a Kibum.
Y el balón suspendido en aire, y el rebote de Taemin. Y, rápidamente, otros dos puntos para el antiguo equipo de Minho.
Otra ovación del público.
Jonghyun corrió nuevamente acercándose a su marca. Se podía ver cómo el número 4 de la camisa se le había adherido a la espalda, por el sudor. Iba sonriente, divertido.
-Eres bueno, pero nunca podrás con nosotros-le picó en tono retador.
Minho lo miró alzando una ceja.
-Entonces, ¿en los camarines?-propuso con tranquilidad. También sonriente; igual de divertido.
Jonghyun apegó un poco más su cuerpo al de Minho, y con su mando derecha, rozó disimuladamente la cadera del más alto.
-Después que les pateemos el trasero, te reconfortaré-respondió incitante.
Minho exageró una carcajada y se alejó del tacto de su hyung, mirándolo de reojo.
De súbito interceptó el balón y se lo lanzó a un compañero que logró marcar otros dos puntos. Luego de ello, corrió rápidamente hacia su marca.
-O tal vez yo te reconforte a ti, Jonghyunah-propuso guiñándole un ojo.
Pero de vuelta sólo recibió el brillo de los ojos del mayor ardiendo por el reto.
Y volvieron a correr, a perseguirse. Rozando accidental y deliberadamente sus cuerpos, disfrutando cada momento en que sus emociones vehementes colisionaban.
Porque ese juego entre ellos dos estaba destinado a volver a empezar siempre frenético y ardoroso: les prometía quemarles la razón, y nuevamente ahogarlos en su adolescente pasión.
Tchüss.