Con Akaya no se juega (25. 09. 2008)
Aunque a veces parecía demasiado inocente, Akaya comprendía que, como el menor de los titulares, fuese un blanco fácil para las bromas. Comprendía que, dada su personalidad, las bromas resultasen más divertidas cuando iban dirigidas a él, más que a cualquier otro. Incluso comprendía que, al ser su
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