Siempre entendió el sexo como una batalla. Todos aquellos hombres que montó, aquellos por los que se dejó montar, fueron siempre contrincantes. Las mujeres a las que hizo chillar de placer fueron siempre sus rivales. Cada polvo era una refriega en la que no importaba tanto quién ganaba o perdía, sino saber que se había luchado mejor ( Read more... )

- ¡Echate una foto conmigo! -pide ella ( Read more... )

- Roberto, ¿has pensado alguna vez en cómo será tener hijos?

Abriendo de nuevo los ojos con esfuerzo, pero sin girarse para mirarla, Roberto duda entre contestar a su mujer o hacerse el dormido.

- Querrás decir cómo "era" tener hijos ( Read more... )

Daba la impresión de tener el alma arrasada por un tornado. No importa lo contenta que estuviese, siempre había una tristeza de fondo que se dejaba traslucir en cada gesto, como un lienzo sobre el que dibujaba todas sus demás emociones. Podías encontrártela en cualquier bar, borracha como una cuba y bailando como una posesa, y aún así helarte de ( Read more... )

El plato, como cada día, se va enfriando lentamente frente a una silla vacía. Desde su lugar en la mesa, Lucía lo mira durante un largo rato, hasta que finalmente estalla ( Read more... )

Vio que la estaba mirando sonriente, así que le devolvió una sonrisa que trató desesperadamente que pareciese sincera. Todo aquello era un error. Él era buena persona, por supuesto. Parecía quince años mayor de lo que era, en gran parte por la ligera chepa y la precoz alopecia, pero era buena persona. No le gustaban los mismos libros que a ella, ni ( Read more... )

Volvió a posar sus ojos cansados en la titilante pantalla del ordenador. El informe estaba terminado, pero la satisfacción del deber cumplido yacía enterrada bajo toneladas de frustración y la rabia contenida que le provocaba verse obligado a llevarse trabajo a casa. Como si ocho horas en aquella gris oficina no fueran suficientes ( Read more... )

Volvió a mirarse el reloj, nerviosa. Ya pasaban cinco minutos de la hora acordada. No vendría. Y, en lugar de decepción, la recorrió un torrente de alivio. Ahora era ella la víctima, y no él. Ya no tenía que sentirse culpable por no haberle dicho toda la verdad ( Read more... )

La conocí en un autobús que iba a Granada. Me senté junto a ella, y ni siquiera recuerdo cómo inicié la conversación. En apenas unos minutos me di cuenta de que una mente inquieta e interesante se escondía detrás de aquellos enormes ojos, y de que aquellas horas de autobús que pensaba dedicar a aburrirme soberanamente iban a volverse interesantes ( Read more... )

- Me lo he pasado muy bien -dijo él, mientras la acompañaba a la puerta-. Es una pena que te vayas tan pronto ( Read more... )