Sep 03, 2007 02:27
- Me lo he pasado muy bien -dijo él, mientras la acompañaba a la puerta-. Es una pena que te vayas tan pronto.
- Mañana madrugo -mintió ella, tratando de ocultar su decepción. Si dijo "tengo que irme" fue sólo porque esperaba que él la retuviera.
- Cuidado, que te dejas el paraguas.
- Uf, un día me voy a dejar la cabeza -contestó, rumiando su frustración. Ya nunca podría volver a aquel piso con la excusa de recuperar ese paraguas que tan concienzudamente había escondido tras los demás.
- A ver si nos volvemos a ver un día de estos.
- A ver si es verdad. Hasta luego.
- Adiós.
- Te quiero -le confesó a la puerta, ya cerrada. Por un momento tuvo la esperanza de que él la hubiese oído, y durante casi un minuto esperó escuchar pasos que se acercasen a la puerta y la abriesen de nuevo.
Derrotada, salió al frío de la calle. Llovía. Menos mal que llevaba el paraguas.
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