Pulse - KAISOO (Trad. en Español) Pulso I (2/2)

Nov 13, 2014 18:10


Pulso I (2/2)

Kai agarró la mano de Kyungsoo mientras lo guiaba por el garaje.

Kyungsoo lo seguía lentamente, preguntándose si los cadáveres podrían oler su carne debajo de la capa de sangre y suciedad que Kai había cubierto en él. Mordió su labio, tratando de tragarse sus miedos.


Kai se veía ridículamente calmado mientras pasaban los por cadáveres. Intercambiaban miradas, obviamente sospechando de sus identidades antes de continuar con su camino, pasando por carros antiguos que habían sido dejados por sus dueños.

Durante la caminata, Kyungsoo tomó su tiempo para admirar la figura de Kai. La espalda del joven se había ensanchado con la transformación. Toda su finalmente revelada apariencia era suficiente para ser expuesta de forma admirable.

Los músculos de Kai se flexionaban mientras caminaba, ondeándose bajo su piel de una manera que hacía a Kyungsoo calentarse con el simple movimiento. Pasó su lengua por debajo de su labio mientras su mirada viajaba hasta la cadera del otro, esas impresionantes caderas que podían apuñalarlo dentro y fuera de él en una velocidad para morir.

Kai dejó de caminar de repente y miró a Kyungsoo con una ceja levantada. El mayor encontró sus ojos, no entendiendo la necesidad de detenerse.

“¿Estás emocionado? Puedo sentir tu pulso acelerado en tu muñeca,” Dijo Kai “¿Temes lo que te puedan hacer?”

Hizo un gesto a los cadáveres a su alrededor. Se detuvieron justo como lo habían hecho ellos, mirándolo, olfateando el aire mientras trataban de entender que había exactamente  debajo del olor a  descomposición en la ropa y piel de Kyungsoo.

“Ellos saben.” Kai continuó caminando. “Ellos siempre saben. Debes mantenerte lo más tranquilo que puedas. No muestres emociones. Actúa como un muerto”

“Lo intentaré. Pero quiero que sepas que estoy a punto de venirme en mis pantalones”

Las labios de Kai se curvaron en una sonrisa juguetona “Eres un pervertido. Primero, te lanzas a un muerto. Luego haces que te folle toda la noche. ¿Necesitas terapia, Do Kyungsoo?”

“Necesito una muy buena y seria terapia. Mira, mi ojo está dilatado”

Kai rió silenciosamente mientras continuaban su camino. Volteó en la esquina dirigiéndose a un elevador malogrado. Su puerta estaba abierta y Kyungsoo no pudo evitar sorprenderse cuando vio lo que había adentro. Dos siluetas durmiendo, acurrucados uno contra otro en la esquina, descansando. Se veían tan humanos, tranquilos y naturales. Se quedó quieto en su lugar y Kai soltó su mano para poder despertarlos.

“Espera, Kai-“

El otro levantó su mano para poder callarlo y entró al elevador. Uno de los cadáveres se movió inmediatamente, su nariz elevándose en el aire mientras empezaba a olfatear la sangre de Kai debajo de su camuflaje.

“C-comida.”

“Lo siento, Tao, pero no puedes comerme.”

Sus ojos sin color se abrieron. Tenía el cabello negro combinado con sangre. Elevó la cabeza lejos de su barbilla. Sus ojos lo analizaron antes de ver alrededor de él para dar un vistazo a Kyungsoo y luego volvió a Kai.

“T-tu no e-eres Kai.”

“Si lo soy,” Insistió Kai. “Pero estoy vivo. Mira.”

Kai dio un paso hacia atrás y dio una vuelta, modelando su piel y ojos de chocolate. Tao parecía desconcertado, y codeó al otro cadáver hasta que despertó.

Este otro tenía una expresión mucho más amable, tenía un rostro angelical y la suciedad en su piel lo hacía parecer como un muñeco gastado. Kyungsoo entonces asumió que este era Baekhyun.

Baekhyun musitó algo cuando vio a Kai, su expresión cambiando en una de incredulidad. “I-imposible.”

Kai no quería explicar lo que había pasado. En vez de eso alcanzó el brazo de Kyungsoo, poniéndolo al frente gentilmente. Tao y Baekhyun lo miraron, sus bocas sangrientas abriéndose en shock. Kyungsoo se estremeció cuando vio una línea de saliva ensangrentada cayendo de los labios de Baekhyun.

“Él me trajo de nuevo a la vida,” Fue lo que dijo Kai. “Él me arregló. También puede arreglarlos a ustedes.”

Tao se paró (o más como si se levantara a sí mismo). “¿C-cura?”

Kyungsoo asintió. “Creo que encontré la cura.”

Baekhyun se levantó en sus dos pies. Levantó sus brazos y los posicionó en los hombros de Kyungsoo y lo acercó. Fue en ese momento que la expresión de Kai cambió a uno de alarma.

“¡Baekhyun, no!”

“C-cálmate” El cadáver se frotó contra Kyungsoo incómodamente.“C-cubriendo su olor m-mejor. Tao, hazlo c-con Kai”

A Kyungsoo le fascinó cuan inteligentes eran.  Sabían cómo engañar a los de su propia especie. Mientras la mejilla de Baekhyun se frotaba contra la suya, Kyungsoo estaba muy agradecido (y a la vez, asqueado).

Kai se soltó a si mismo del agarre de Tao cuando sintió que estaba suficientemente cubierto del horrible olor. “¡Bien! Voy a llevar a Kyungsoo de vuelta a La Villa. Y no voy a volver. Solo vine para poder despedirme.”

Baekhyun y Tao inmediatamente empezaron a protestar, dejando salir sus opiniones con un tono muy severo, y Kyungsoo estaba seguro que atacarían y convertirían de nuevo a Kai en uno de ellos.

Y se le ocurrió que tal vez, solo tal vez, haya alguien que pudiera ayudar a Baekhyun y a Tao justo como había ayudado a Kai. Alzó sus manos para poder hacer que se callen.

“Vengan con nosotros” ofreció. “Nadie les hará daño si yo presento mi caso a mi padre. Después de todo, Kai es la prueba viviente.

El labio inferior de Tao tembló. “¿N-nosotros? ¿C-con los h-humanos?”

“E-ellos tienen a-armas.” Baekhyun parecía que estaba llorando, pero ninguna lágrima salía, pues no las puede producir. “Nos harán daño”

No sabía que los cadáveres nos tenían miedo, pensó Kyungsoo. Pensé que éramos los únicos que estábamos asustados.

Kyungsoo suspiró y puso sus manos en uno de los hombros de cada cadáver. “Nadie les hará daño, yo los mantendré seguros.”

“¿No pudiste encontrar a mi hijo? ¿Y ahora abandonaste a Sehun también?”

Kris apenas esquivó la navaja que vino volando en dirección a su rostro. Puso sus manos arriba en señal de rendición, listo para caer de rodillas y llorar como una nenita.

“¡Por favor, señor!” Gritó Kris. “¡Lo intenté! Manejé alrededor del perímetro 20 veces. ¡Y Sehun se fue por sí mismo con un cadáver que decía que no le iba a hacer daño!”

El padre de Kyungsoo gritó furioso y golpeó las palmas de sus manos en su escritorio. “¡Encuéntralos! ¡Toma a alguien más contigo y encuéntralos! ¡No voy a perder a mi hijo, y tampoco a un buen soldado! ¡Kris, te lanzaré a su jaula si no los traes de vuelta!”

La última oración fue culminada con un golpe al escritorio. Kris se sacudió, con miedo de estar en un espacio tan pequeño y con la furia del Comandante Do. El hombre tiró un libro en su dirección cuando Kris no se movió.

“¡¿Qué estás esperando?! ¡Ve!”

Salió corriendo de la oficina y bajó las escaleras. Estaba en medio del camino cuando se resbaló cayendo de espaldas, rodando camino abajo. Y aterrizó con la cara en el suelo.

“¿Día difícil?”

Levantó su cabeza con una expresión no tan feliz. “¡Cállate Suho! maldita sea. No necesito tu sarcasmo.”

“No estoy siendo sarcástico.” El asistente personal del  Sr. Do le ofreció una mano al soldado. “Estoy preocupándome.”

Kris se levantó y se sacudió. “Si claro, como digas.”

El mayor caminó afuera del edificio gubernamental de La Villa, poniendo sus manos en sus bolsillos. Los sonidos molestosos de los pasos de Suho siguiéndolo llegaban a sus oídos.

“Deja de seguirme.”

“Solo quiero saber qué es lo que está pasando” Le dijo, “¿Qué sucede? ¿Alguien más se perdió a parte de Kyungsoo?

“Sehun,” Respondió bajando por un camino estrecho. “Se fue con Luhan y no volvió.”

“¿Luhan?”

“Un cadáver”

“Oh,” susurró “Wow.”

“Sí.”

“¿Vas a ir a buscarlos?” Preguntó, agarrando un balde de carne roja mientras pasaban por ahí.

“Si,” Repitió Kris. “Estoy tratando de encontrar un compañero para el trabajo.”

“¿Puedo hacerlo yo?”

Kris dejó de caminar una vez que estaba en frente de la jaula de eso. Su garganta de repente se sintió seca, y se olvidó de responder. Se había paralizado del miedo.

Algo sobre el cadáver que el Sr. Do había enjaulado para enseñarle una lección a Kyungsoo hizo que Kris quisiera orinarse los pantalones. Eso lo odiaba. Solo a él. Cuando Kris le había tirado un pedazo de carne por primera vez, fue la única vez en la historia que un cadáver no comía lo que se le había ofrecido.

Cada vez que lo veía, el cadáver se ponía agresivo, tratando de enterrar sus uñas en su cuerpo y destrozarlo. El Sr. Do sabía que ser el blanco del cadáver era el miedo más grande de Kris. Y se hubiera quedado paralizado si no hubiera sido por la voz de Suho interrumpiendo sus pensamientos. Vio al joven acercarse a la jaula con el balde de carne. Ya que Kyungsoo no estaba, Suho tenía que alimentarlo.

“Hey, Lay.” Kris dejó salir el apodo que Suho le había puesto al cadáver. “¿Tienes hambre?”

El cadáver, (O Lay o cualquier cosa que Suho quisiera llamarlo) había estado sentado con dándoles la espalda en la esquina de su jaula, volteó lentamente su cabeza. Sus ojos se enterraron como dagas en los de Kris antes de mirar ansiosamente a Suho.

“Te traje comida,” El asistente le dijo. “¿La quieres?”

Lay se puso de manos y rodillas y empezó a avanzar a las barras de la jaula. Se estiró entre ellas en dirección a Suho, su mano moviéndose frenéticamente mientras trataba de alcanzar un poco de esa jugosa carne.

Suho rió leve. “¿Has sido un buen chico? “

Kris estaba a punto de decirle que Lay no le iba a responder hasta que recordó como Luhan les había hablado a Sehun y a él esta mañana. Sin si quiera pensarlo, le quitó el balde a Suho. Lay echó un grito de rabia.

“¿Qué estás haciendo, Kris? ¡Devuelve eso! ¡Lo estás haciendo enojar!”

Kris agarró una buena cantidad de carne, no importándole la sangre que se esparcía por toda su mano. “Habla, Lay. O no tendrás esto.”

“Que caraj… Kris, ¡Sabes que no puede hablar!”

“¡Cállate!” Advirtió antes de darle a Lay una mirada tan intensa que caía con la que el cadáver le estaba dando. “¡Habla o te quedarás sin comida! Los cadáveres también pueden morir por hambre, ¿No?”

Lay le dio una mirada sin emociones. Su boca se abrió solo un poco antes de cerrarla de nuevo. Los ojos de Kris siguieron los movimientos de sus labios. Llevó la carne mucho más cerca.

“¿Lo quieres?”

Lay se relamió los labios. Suho miraba silenciosamente.

“Dime cuánto lo quieres.” Ordenó.

Lay le dio una mirada a Suho antes de dejar salir algo así como un triste suspiro. “L-lo quiero t-tanto c-como quiero que te m-mueras. L-lo quiero t-tanto como q-quiero que me d-dejes salir de e-esta j-jaula para p-poder abrazar a S-suho por t-todo lo que ha h-hecho por mí. Es el único que m-me t-trata b-bien.”

Kris lanzó la carne a la jaula de Lay justo cuando Suho dio un grito ahogado. “Buen chico.”

Lay devoró la carne, dándoles la espalda de nuevo, como si estuviera avergonzado del desastre que hacía cuando comía. Las manos de Suho se posicionaron en su frente y miró la espalda del cadáver en completa incredulidad.

“¡No lo puedo creer!”

“Créelo,” Dijo Kris. “Luhan también podía hablar. Estoy empezando a pensar que hay más de ellos. Tal vez Kyungsoo está con uno.”

Suho respiró con dificultad. “Entonces Lay es especial. Sabía que era especial.”

Mientras el asistente personal del comandante salía del shock y el soldado le explicaba su plan para recuperar a Kyungsoo, Lay continuó comiendo su comida. Si alguien le hubiera cogido la muñeca, hubieran podido sentir una pequeña punzada de latido formándose en un pulso cuando escuchó que Suho lo llamó especial.

Bum, bum, bum.

Sehun lo estaba pensando de nuevo.

Mientras Luhan lo llevaba más a dentro del territorio infectado, sintió el sol abrasador. El aire fluía despacio, polvo y olor a descomposición llenaban el espacio. Si mirara sobre su hombro, Sehun estaba seguro que vería a la misma muerte.

Decir que tenía miedo hubiera sido una mala forma de describirlo. Ya se había quebrado y llorado al menos dos veces (raramente dejaba salir una lagrima), Luhan tuvo que gruñir alto para silenciar sus sollozos.

El cadáver parecía no entender por qué Sehun estaba llorando, sin mencionar que tampoco sabía qué era llorar. Solo tomaba sus mejillas cada vez que una lágrima de Sehun resbalaba por su rostro tratando de ocultar las partes de piel limpia que dejaba.

Sehun era frío pero todavía un niño. Sabía que nunca sería tan rudo como Kris. Apenas cumplió dieciocho, y perdió a sus padres hace un año atrás. Cuando Kris quedó huérfano, no lloró. Sehun sí. Odiaba recordar el pasado. Pero ver cadáveres alrededor de él, lo llenaban de recuerdos que no quería volver a pensar. La excursión de Luhan estaba causando que sus pesadillas salgan de nuevo a flote.

La cabeza de Luhan se movió en dirección a Sehun cuando escuchó al humano dejar salir apenas audibles sollozos de nuevo. Sabía que goteaba cuando eso pasaba. Esas eran lágrimas ¿No? Luhan no podía recordarlas. ¿Dolían? ¿Se sentían bien? Su mano apretó la de Sehun para tratar de calmarlo, el dolor en el rostro del joven expresaba que necesitaba una forma de consuelo. Sehun miró sus manos juntas, temblando un poco al ver el blanco color fantasma de la piel de Luhan.

El cadáver lo llevó a un lugar que parecía un garaje. Sehun se forzó a calmarse, ignorando las miradas que otros muertos vivientes le estaban dando. Eran miradas se sospecha. Estaba muy seguro de eso. En cualquier minuto lo atacarían. O, tal vez el mismo Luhan lo haría. Dio un grito ahogado cuando fue jalado a un corredor vacío. Una lámpara colgaba del techo, balanceándose de un lado a otro parpadeando vibrantemente. Cuando pasaron debajo de ella, el foco estalló, sumergiendo el pequeño pasillo a la oscuridad.

Los ojos de Luhan brillaron como luciérnagas, el único recurso de luz, y Sehun los siguió de mala gana. Si Luhan podía ver en la oscuridad, ¿Significaba que lo iba a atacar? ¿El cadáver lo había hecho caer en una trampa para llevarlo ahí y comerse su carne? Los pensamientos llenaron la mente de Sehun como pulgas, larvas de incertidumbre empezaron a carcomer cualquier esperanza y fe que tenía. Las manos de Sehun soltaron las de Luhan mientras empezó a retroceder, tratando de volver a la luz que había al inicio del túnel todavía ligeramente visible.

“¿S-Sehun?”

El humano alcanzó la pistola que había guardado en su bota, sus dedos tratando de sostener el arma sin dejar que caiga al piso. Escuchó el chillido de angustia de Luhan, ya que podía ver el arma perfectamente, el horror entrando en él.

“¡N-no, S-Sehun! ¡P-por favor, S-Sehun!”

Nunca había escuchado a un cadáver rogar. Luhan sonaba tan desesperado y lleno de emociones, emociones que un muerto no debería tener. Sin importarle, Sehun puso su corazón como metal, y nubló su mente para que nada pueda cambiar su propósito. Ciegamente apuntó el arma en dirección a las súplicas de Luhan.

Entre el sonido de los latidos de su corazón acelerado entrando a sus oídos, de pronto escuchó algo que no esperaba. Hubo un sonido sordo, y asumió que Luhan había caído al suelo, de rodillas. Sus relucientes ojos sin color se cerraron,  y sus sollozos desgarradores llenaron el corredor.

Luhan estaba llorando.

Sehun soltó su pistola instantáneamente en shock.  Este cayó al suelo siendo completamente olvidado. El humano se arrodilló, sus manos palmeando el piso en un esfuerzo de encontrar el cuerpo frio del cadáver. Cuando sus palmas encontraron la piel congelada de sus brazos, lo acercó y lo envolvió en un abrazo.

Calidez. Eso fue lo que hizo que llorara más fuerte. Escondió su cara en el cuello de Sehun, no importándole el olor a carne fresca, en vez de eso, se enfocó en la calidez que irradiaba el cuerpo del humano. Luhan posicionó su cabeza presionando su oído en los débiles latidos de Sehun mientras la sangre recorría por sus venas. Sehun cerró los ojos y se quedó quieto.

Pudieron haber permanecido así durante horas. Se sintió como siglos. En algún momento cuando se quedaron en esa posición, las manos de Sehun viajaron hasta la parte baja de la espalda de Luhan, sus cuerpos casi fundiéndose uno con el otro.

Cuando sus pechos se juntaron, Sehun estaba sorprendido de sentir algo latiendo contra él. El ritmo era diferente a su pulso, y dedujo que no podría ser su propio corazón. Sería imposible que sea el de... ¿Luhan?

¿Quizá?

Kyungsoo miró por afuera de una ventana que estaba frente al ascensor.

Entre las nubes de polvo y la capa de suciedad en el vidrio, pudo ver un poco de los rayos de sol. Presionó su nariz en la superficie sucia, ignorando el sentimiento de asco impregnándose en su piel, e imaginó respirar aire fresco.

Kai le había dicho que no iba pasar mucho hasta que se fueran. Necesitaban un plan. No era tan fácil simplemente salir del garaje y volver a La Villa. El territorio no era tan seguro para tan simple escape.

Raspó un poco de suciedad de la ventana con su uña y miró afuera. Los cadáveres arrastraban sus pies en el asfalto como siempre. Algunos estaban ocupados comiendo su última presa, mientras que otros simplemente tomaban sol.

Este lugar realmente era un hotel para zombies. No se veía tan mal, de no ser por el olor incesante a descomposición. Si los humanos dejaran en paz a los cadáveres y viceversa, los muertos podrían vivir sin problemas y nadie los molestaría.

Se volteó y caminó de vuelta al ascensor. Tao estaba adentro mordisqueando un ratón. Kai había dejado a Kyungsoo con el cadáver para poder ir a encontrar un poco de comida junto con Baekhyun y Chen, el nuevo miembro de su pequeño grupo que se había unido justo la noche anterior. Chen era agradable, tranquilo y sereno, no decía palabra  a menos de que se le hablara y cuando lo hacía, sonaba como un erudito. Kyungsoo no se sorprendería si Chen hubiera estado entre los mejores de su clase.

No había alcanzado a conocer bien al cadáver, y ahora Chen estaba lejos con Kai y Baekhyun. Kyungsoo se sentó en frente de Tao y lo miró comer. El pelo negro de Tao estaba sobre su rostro, ocultando la capa de sangre de sus labios. Sus ojos sin color se fijaron en dirección a él, su mirada atravesando su alma humana. Kyungsoo se vio a si mismo temblando inconscientemente.

“¿Q-qué?”

Kyungsoo retrocedió un poco. “Nada. Perdón.”

Tao lamió los huesos del ratón, limpiándolo. “P-perdón. Por c-casi c-comerte esa n-noche.”

“No te preocupes.” Sonrió. “Piénsalo de esta manera: Si no me hubieras atacado, no hubiera conocido a Kai.”

Tao asintió. “D-debe ser b-bonito e-estar e-enamorado”

Kyungsoo se echó en sus manos e inclinó su cabeza en afirmación. Tao dejó salir un suspiro que tenía escrito ‘Depresión’ en todas partes antes de tirar el esqueleto afuera del elevador. Kyungsoo observó los pequeños huesos rodando lejos de ellos dos.

“¿C-Como se s-siente?”

“¿Perdón?”

“Estar e-enamorado,” Aclaró Tao. “¿C-cómo se s-siente?”

Kyungsoo frotó la parte trasera de su cuello, sonriendo. “¿Por dónde comienzo?”

Tao lo miró en una casi expresión de celos mientras esperaba que el humano pusiera sus sentimientos en palabras. Los ojos de Kyungsoo encontraron los suyos, ignorando el odio repentino.

“No lo tengo que decir, ¿Cierto? Porque tú ya lo sabes.”

Tao sacudió su cabeza “No sé d-de lo q-que e-estás hablando.”

“¿Amas a alguien, Tao?” Preguntó, acercándose de nuevo. “¿Pasó algo hace mucho tiempo?”

El cadáver se acurrucó en la esquina del elevador, tratando de evitar la mirada curiosa, dejando que sus mechones cubrieran la mayoría de su rostro. Kyungsoo entró al elevador atrevidamente y tomó asiento a su lado.

“Dime. ¿Por favor? Somos amigos, ¿No?”

“A-amigos…” Tao repitió tontamente.

“Sabes lo que es un amigo, ¿Cierto?”

Tao chistó “¡C-claro que l-lo s-sé!”

“¡Entonces dime!” Insistió “¡Vamos!”

El cadáver llevó sus rodillas hacia su pecho. “Y-yo amaba a a-alguien. L-lo sigo h-haciendo. Pero ahora s-soy un cadáver, y  él a-aclaró que m-me odiaba cuando t-trató d-de dispararme.”

Kyungsoo inclinó su cabeza hacia un lado y sonrió de manera burlona. “¿Amas a alguien?”

Las mejillas de tao se sonrojaron con un color carmesí. Kyungsoo se dio cuenta del cambio y dejó salir un pequeño grito sordo. Sin siquiera pedir permiso, el humano llevó su mano a la parte izquierda del pecho del cadáver.

Bum, bum, bum…

Pulso II



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