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Dos. (parte 1/2)
En el fic encontrarán uno que otro inicio como "Intermisión" que viene a ser una pausa en la actualidad para volver a algunas escenas del pasado, hasta la señal de "En el presente..."
No lo olviden y a leer! Melodía
AQUÍ Intermisión
En el pasado…
El camino hacia la escuela cada mañana es una buena forma de ordenar tus pensamientos, piensa Kyungsoo, pausándose en el paso peatonal. Lo que va del año ha transcurrido sin incidentes y por ende, lo habitual pero bueno, ¿no es siempre de esa forma? Tal vez se ponga mejor. Nunca duele ser optimista.
Las luces del semáforo cambian. Kyungsoo ajusta su mochila antes de cruzar el camino e ir hasta una pequeña colina. Cuando llega a la cima, no se sorprende de encontrar a Baekhyun apoyado de espaldas sobre una pared de ladrillos a las afueras de una enorme casa.
Para ser honestos, Kyungsoo siempre ha estado un poco celoso de su amigo. Baekhyun tiene las mejores notas, es extremadamente popular y por si fuera poco, se viste de lo mejor. Su uniforme siempre está impecable, como si recién hubiese salido de la tintorería. Y como si eso no fuera suficientemente, la carismática sonrisa de ojos de Baekhyun junto a su guiño habitual, son el colmo.
Kyungsoo se considera a sí mismo como una persona sin complicaciones. Tiene notas promedio, ropa promedio, padres promedio y una casa promedio. Si no fuera por sus expresivos ojos, se hubiese marchitado en medio del mundo que lo rodeaba sin ser percibido. Aunque de alguna manera, se las arregló para tener algunos amigos. Pueden ser un poco extraños para él, pero amigos son amigos.
“¡Buenos días!~” Canta Baekhyun, pasando un brazo alrededor del hombro de Kyungsoo.
“¿Cómo puedes estar tan alegre a éstas terribles horas de la mañana? Yo aún estoy medio dormido y tu actitud burbujeante no ayuda a mi reciente irritabilidad.” Kyungsoo nunca fue una persona mañanera. Le toma al menos una hora lograr poner en marcha, toda su capacidad funcional.
“Quéjate todo lo que quieras, ¡pero la mejor forma de empezar un nuevo día es con una sonrisa!”
“Te odio.”
“Me odias tanto, que me amas. Admítelo.”
“¿Tiene eso algo de lógico?”
Baekhyun se encoge de hombros al mismo tiempo que llegan al otro lado de la colina antes de que algo salte a su camino y bloquee los rayos del sol. Ellos no necesitan ver la cara de la persona para saber de quién se trata.
“Buenas” Dice Chanyeol, empujando sus lentes de gran tamaño de nuevo a su lugar. “Ustedes pasaron mi casa de frente. Menudos amigos los míos pues,” hace un puchero, lo que luce raro en alguien que se asemeja a un árbol.
Baekhyun jadea dramáticamente. “¡Cómo crees! ¡Justo ahora estábamos hablando de ti!”
“No, no lo estaban.” Replica Chanyeol, disparando imaginariamente rayos láser desde sus ojos, directo a la cabezota de Baekhyun.
“¿Mientes tan mal a propósito, o eres así de estúpido?” Sonríe Kyungsoo. Baekhyun parpadea con un gesto indignado antes de explotar a carcajadas. Kyungsoo y Chanyeol comparten una mirada cómplice, comunicándose silenciosamente cómo si se dijeran ¿por qué somos amigos de este idiota?
La risa de Baekhyun muere rápidamente, y se arregla las mangas, tirando de ellas en dirección a la escuela. “Está bien… me tienen. Ahora vámonos que vamos a llegar tarde a clases si no nos apuramos.”
Kyungsoo se acomoda en su asiento usual, al fondo de la clase cerca a la ventana. Le encanta porque se siente en paz y tranquilidad, secretamente agradecido de que Chanyeol y Baekhyun no estén allí para destrozar su cerebro en añicos. Probablemente debería revisar sus notas o estudiar, pero que su cabeza descanse sobre la carpeta, es considerablemente más apetecible que freírse las células cerebrales tan temprano en la mañana.
No se da cuenta cuando la profesora entra al salón y les ordena prestar atención. Sin embargo, el que todo el salón entre en silencio sepulcral pica su curiosidad y Kyungsoo eleva su cabeza para observar una sorprendente vista.
“Cómo les mencioné hace un par de días, tenemos a un nuevo estudiante comenzando desde hoy.” El apacible ser viviente de adolescente junto al profesor, no se ve intimidado bajo el intenso mirar de una docena o más. “¿Por qué no te presentas a ti mismo?” pregunta ella.
Todos observan interesados hasta que el recién llegado habla, voz suave y profunda, demuestra el más leve indicio de emoción bajo cuidadosas sílabas. “Hola. Mi nombre es Kim Jongin”.
Rápidamente, la clase vuelve a sus actividades ocupándose de sí mismos con la última asignatura. ¿Cómo podían dejar de mirar esa piel besada por el sol, cabello sedoso y ojos que te examinaban hasta el alma? Kyungsoo piensa que Jongin brilla como los moribundos rayos de luz justo antes que el sol caiga tras el horizonte de la tarde- hermoso, pero ágil en desaparecer tras una máscara de sombras.
Kyungsoo lo mira como si estuviera viendo al sol, incapaz de encontrar la voluntad de saber que se quedará ciego en el proceso. Se dice a sí mismo que lo que está sintiendo es pura curiosidad, pero la sensación hormigueante en su pecho, le dice otra cosa.
Se avergüenza al ser descubierto.
Sale de su encantamiento cuando el chico nuevo se desliza hasta el asiento vacío a su derecha. Kyungsoo traga y dirige su atención al frente de la clase, determinado a concentrarse en algo, lo que sea, en todo el trayecto que dure la clase.
Ni un gramo de información es retenido para el final del período. En realidad, ha estado demasiado ocupado en lanzar sigilosas miradas o un tanto secretas al chico nuevo como para prestar atención a la profesora.
“¡Umph!” Kyungsoo camina hasta colisionar con algo sólido y cae sobre los casilleros.
“¡Cuidado! ¿Estás bien?” Zumba una voz familiar. Mentalmente, Kyungsoo retrocede. No quiere alzar la mirada porque sabe a quién está a punto de ver. Quizá esté siendo masoquista, quizá no es algo tan malo, ¿verdad? Kyungsoo mira y se encuentra con unos profundos y expresivos ojos, ahogándose en lo más profundo de su alma, cómo si no supiera nadar.
“Lo siento, Jongin. Estoy un poco distraído hoy día.” Se alisa la ropa y fuerza una sonrisa, incluso piensa que el suelo está lejos de ser firme.
Jongin arquea una ceja antes de devolver una media sonrisa acorazonada. “Lo entiendo. De todos modos este lugar no es Disneylandia ni nada que se le parezca.” Kyungsoo se encuentra actualmente riendo ante la elección de palabras del otro. En realidad, rara vez encuentra algo hilarante (mayormente porque sus amigos son idiotas). Es refrescante tener este tipo de genuina reacción con alguien. “Por cierto, ¿crees que podrías guiarme en la dirección correcta? Estoy buscando el salón 103”
“Ahí es a donde voy.” Kyungsoo decide hablar libremente, incluso si suena demasiado ansioso. “Si quieres, puedes caminar conmigo.” Y al diablo con el mundo cuando el chico nuevo parpadea una brillante sonrisa. Kyungsoo no puede hacer otra cosa, sino sentir se maravillado de ser el primero en verlo así.
Ellos caminan juntos hasta la clase de Álgebra y atraviesan la puerta justo al momento que suena la campana. Esta vez, no se acobarda cuando Jongin toma asiento junto a él, porque tal vez, solo tal vez, este año sería mejor después de todo.
Jongin es presentado a Chanyeol y a Baekhyun unas pocas semanas después. Los dos amigos de Kyungsoo lo acosaban sin parar acerca de conocer al chico nuevo e incluso trataron de golpearlo si no les presentaba a su “futuro novio” (como a ellos generosamente les gusta llamarlo). Kyungsoo le da a Jongin un aviso anticipado.
“Mis amigos son… cómo debería decirlo… ¿retardados? No te sorprendas si empiezan a interrogarte o a invadir tu espacio personal. Tienen buenas intenciones, pero ni una onza de sentido común.” Le dice a Jongin, un tanto incómodo.
Cuando ellos llegan a las puertas del colegio, dichos idiotas prácticamente se echaron sobre su regazo.
“¡Hey tú, Jongin! ¡Kyungsoo no para de hablar sobre ti!” Exclama Baekhyun, ignorando la mirada enfurecida de Kyungsoo.
“¡Woah, realmente tienes labios gruesos!” Chanyeol se acerca para analizar sus labios. Jongin se inclina hacia atrás, tratando de salvar lo poco que le quedaba de espacio personal.
“¡Les dije que no lo sofocaran, chicos! ¡Déjenlo respirar!” Finalmente grita Kyungsoo, empujando a sus amigos.
Baekhyun y Chanyeol se paran uno al lado del otro, inspeccionando a los otros dos cómo si formularan una pregunta telepática. “Chanyeol… lo que tenemos aquí es una clara muestra de cómo se defiende lo que te pertenece. Kyungsoo está protegiendo lo que cree que por derecho es suyo. Éste puede ser un territorio peligroso. Necesitamos proceder con mucho cuidado si no queremos salir lastimados.” Chanyeol asiente aprobando la explicación de Baekhyun.
“Chicos, si no se detienen voy a…” Pero Kyungsoo fue cortado.
“Apostemos. Cincuenta dólares a que duran una semana.” Añade Chanyeol.
“Voto por dos,” dice Baekhyun.
“Trato hecho.”
“Dime que no están apostando sobre--” Kyungsoo siente su sangre empezando a hervir. “¿Saben qué? Olvídenlo. Andando Jongin, tenemos un proyecto en el cual trabajar.” Empuja a Jongin hacia la acera, dejando a los otros dos detrás sin más que un guiño regalado cuando voltea a verlos.
Jongin tropieza sobre la acera, sintiéndose algo conmocionado cuando escucha gritar a la distancia: “¡Usen protección!”
“¿Podrías decirme a qué se refería?”, pregunta Jongin con una tímida sonrisa tirando de la esquina de sus labios.
“¿Es enserio?” Kyungsoo inhala profundamente y suspira, “Es mejor no saberlo”.
Por las siguientes dos semanas, Jongin va en las tardes a la casa de Kyungsoo para trabajar en su último proyecto. Al principio, Kyungsoo estuvo nervioso por ser asignado como compañero de Jongin; pero rápidamente se deshizo de la idea desde que esto le daba una excusa para conocerlo mejor. El deducía que mientras más tiempo pasara con él, más fácil sería todo.
Gran error.
No solo destruye sus nervios estar en la misma habitación que Jongin; porque es casi imposible concentrarse en su asignatura escolar. Aunque es muy bueno el que Jongin sea inteligente y comprenda los conceptos difíciles con poco esfuerzo. Kyungsoo está celoso, pero más que eso, está intrigado. Tanto que de hecho, nota cosas divertidas- cómo la cara de póker que lleva Jongin; pareciendo un tonto de clase mundial cuando se ríe.
Poco después, termina descubriendo detalles de proporciones mayúsculas, rasgos corporales que iban desde adentro hacia afuera- clavículas prominentes a partir del cuello de su camisa o la fina línea de su mandíbula. Poco a poco, Kyungsoo empezaba a entender sus sentimientos.
“¿Estás bien? Últimamente has estado como un poco fuera de ti.” Dice Jongin desde el piso de la habitación, con su espalda frente a Kyungsoo. Él voltea su cabeza y observa a su amigo, quién está estirado y cruzado sobre la cama.
Kyungsoo no está preparado para estar en tal proximidad con Jongin. Su pulso se incrementa, sus pulmones se contraen y está casi seguro de que tiene fiebre: “Estoy umm… bien.” Replica. Su voz sonando más chirriante de lo que pensó.
“¿Crees que puedas hacer algo por mi?” Pregunta Jongin, un poco jadeante. Kyungsoo está mudo; pero de alguna forma de las arregla para dar un leve asentimiento. Jongin cambia su posición para quedar frente a él antes de hacer su propuesta. “Cierra tus ojos por un segundo. Hay algo en lo que he estado pensando y necesito saber.”
Kyungsoo cree que está al borde de un paro cardíaco. No hay manera de que Jongin esté pensando lo que él está pensando. Es solo una mera alucinación de su parte. Eso es todo. Y con ese tranquilizador pensamiento en mente, Kyungsoo cierra sus ojos y espera lo desconocido.
“Solo… será un momento. ¿De acuerdo?” La respiración de Jongin flamea hasta el rostro de Kyungsoo.
Kyungsoo siente su pulso pateando hasta elevarse tanto que puede oírlo tamborileando en sus oídos. Y antes de darse cuenta, los labios de Jongin están presionando los suyos, robando el aire de sus pulmones en cuestión de segundos.
Su primer beso es nervioso e inseguro. Es tan ligero que Kyungsoo hasta se pregunta si de verdad pasó. Sus dudas cesarían un par de días después.
La segunda vez que se besan, ocurre en un oscuro callejón de un día en que la lluvia empezaba a cesar. Sus acaloradas respiraciones junto a sus cálidos y danzarines labios, los protegían de la humedad plagada a través de sus ropas. No les tomó mucho tiempo tambalearse desde las afueras del callejón hasta la casa de Jongin. La espalda de Kyungsoo chocó contra la puerta de su dormitorio y el mundo volvió a girar sobre su eje a medida que tropezaban hasta el interior, rasgando y arañando las ropas del otro.
Sensuales melodías goteaban desde las paredes fundiéndose con algún gemido por aquí, un suspiro allí y numerosas cantidades de “te amo”. Kyungsoo se siente partido por la mitad. Le duele, le quema y le alivia a la vez que sus terminaciones nerviosas se incendian hasta no poder soportarlo más. Entonces hay destellos blancos, fuegos artificiales brillando y desesperadas súplicas repitiéndose vez tras vez - Jongin, Jongin, Jongin.
Esa tarde, se quedan juntos en la cama y observan la puesta de sol a través de los cristales de la ventana. Kyungsoo desea tener una cámara para así poder atrapar este momento en el tiempo y guardarlo para siempre. Hace su mejor intento y entonces levanta sus dedos hasta formar un cuadrado, capturando la puesta de sol y los oscuros planos del perfil de Jongin dentro del marco.
Click.
“¿Qué estás haciendo?” pregunta Jongin con una sonrisa sorprendida, al tiempo que le da un beso en la nuca, acercándolo a él.
“Tomo una foto imaginaria.”
“¿Por qué?”
“Porque una imagen vale más que mil palabras… pero a veces… mil no es suficiente.” Suena ilógico pero Kyungsoo cree cada palabra que dice.
“Me gusta. Voy a tener que recordarlo.”
Se acurrucan bajo las mantas y se deslizan hacia el mundo de los sueños en el preciso instante de los últimos rayos de sol escondiéndose tras el horizonte.
En el presente…
“¿Kyungsoo? ¿Kyungsoo? ¿Estás bien? ¡Hey!” Chanyeol está chasqueando sus dedos frente a la cara de Kyungsoo, sin saber que estaba devolviéndolo de los viejos recuerdos. “Te perdimos por un minuto.”
“Lo siento. Sólo estaba… pensando… sobre una que otra cosa.” Murmura mientras se limpia con una de las esquinas de su servilleta. Siempre le preocupa pensar acerca del pasado porque eso le hace darse cuenta de lo que solía ser. Últimamente, ha estado recordando mucho y en una inusitada muestra de desesperación, llamó a sus amigos con la esperanza de que ellos pudieran aclarar cosas de su situación.
Son brevemente interrumpidos por los mozos que toman sus órdenes. Baekhyun y Chanyeol optan por su cotidiana elección de cerveza, mientras que Kyungsoo se decide por un vaso de agua.
“¿Pasó algo con Jongin?” Pregunta Chanyeol, luciendo preocupado tomando un sorbo de su bebida espumosa.
“No lo sé.” Bebe su agua, aclarándose la rasposa garganta. Esto parece ser más difícil de lo que creyó. Pero bueno, a eso vino aquí, pensándolo bien, necesita calmarse, necesita una guía, un soporte. Necesita un empujón en la dirección correcta, o en cualquier dirección dado el caso.
“Tú siempre sabes a dónde estás yendo, Kyungsoo.” Baekhyun se inclina hacia delante, juntando sus manos sobre la mesa, “¿por qué no empiezas diciéndonos lo que sabes? Entonces podremos ayudarte a partir de ahí, ¿okey?”
“Eso… me parece justo.” Se forma un silencio entre ellos tres hasta que Kyungsoo encuentra el coraje para decir todo lo que ha estado escondiendo. “No estoy seguro de lo que está ocurriendo. Ustedes saben que Jongin y yo siempre nos hemos amado el uno al otro y nunca tuvimos algún problema. Pero últimamente, se siente como si nos hubiésemos estando alejando y apartando cada vez más. No sé si sea porque hemos estado juntos demasiado tiempo o si es algo más. Tal vez solo estoy exagerando.”
Chanyeol y Baekhyun captan la información. “Ahora que lo pienso… he notado una diferencia en la forma en que ustedes dos interactúan,” reflexiona Chanyeol en voz alta, observando el líquido naranja en su vaso.
“¿Crees que hay algo de malo con Jongin?” Pregunta Baekhyun.
“No creo que sea Jongin el del problema.”
“¿Hay algo sobre lo que no estés feliz? ¿Quizá hizo algo para molestarte?”
“No. No. Él nunca ha hecho nada de eso. Es solo… No lo sé… Supongo que ya no se siente más de la misma forma.
Sus dos amigos intercambian una rápida mirada. Lo suficiente como para revolver el estómago de Kyungsoo en nudos. Chanyeol toma un profundo suspiro y suelta la respiración: “¿Todavía lo amas?”
“P-por supuesto que sí, ¿por qué no habría de hacerlo?” La boca de Kyungsoo empieza a saber amargo y se obstruye su garganta. Esa es la única pregunta que ha estado evadiendo, demasiado sofocante como para negar que lo ha pensado y demasiado terrorífica como para cuestionársela.
Kyungsoo ama a Jongin, pero ha comenzado a preguntarse si es el mismo tipo de amor que sintió hace años atrás -en el oscuro callejón y agitadas puestas de sol.
“Chanyeol y yo no somos expertos en relaciones dado que solo hemos estado el uno con el otro,” comienza Baekhyun, sonriéndole a su compañero antes de continuar “pero creo que una relación de muchos años es muy trabajosa. Hay buenos años y también malos. Tienes que estar dispuesto a decir las cosa abiertamente y trabajar sobre ello.”
Chanyeol asiente. “Nosotros discutimos todo el tiempo, pero está bien… porque siempre hay sexo de reconciliación despu…”
Baekhyun lo codea en las costillas. “¡Hey! ¿Qué fue eso? ¡Yo solo estaba siendo honesto!”´
“Bien pero no tienes que divulgar nuestra vida personal a todo el maldito restaurante.” Refunfuña Baekhyun apretando los dientes. Chanyeol da una mirada al restaurante, y efectivamente, hay una pareja sentada en una mesa cercana, riéndose sobre las cartas del menú.
Kyungsoo no da mucha atención a su pequeña pelea. Está demasiado ocupado formulándose su siguiente pregunta “¿Y qué si ya no se hablan más el uno al otro? ¿Entonces qué hacen?”
“Eso no está bien. Sé que puede ser difícil demostrarse abiertamente, pero a veces solo tienes que entregarte a él, no importa la manera,” añade Baekhyun.
“Todavía tienen sexo, ¿verdad?”
“¡Chanyeol!” chasquea Baekhyun.
“¿Qué? El sexo es esencial en una buena relación. Solo estoy cubriendo todas las bases.” Toma un largo trago de su cerveza y se sienta tras la mesa con un “thunk”.
“B-Bueno… um… no.” Kyungsoo siente cómo se le eriza la piel cuando sus dos amigos intercambian miradas peligrosas. Esa no es definitivamente una buena señal. “Supongo que tienen razón. Voy a tratar de hablar con él cuando regrese. Tal vez solo estoy haciendo esto más complicado de lo que debería.”
“¡Ese es nuestro Kyungsoo!” Exclama Baekhyun con una carismática sonrisa. Su sonrisa siempre ha sido muy contagiosa. Y de pronto, se encuentra sonriendo también. Una vez que Jongin llegue a casa de su viaje de trabajo, Kyungsoo hablará con él y hablará todo abiertamente. Después de todos estos años, al menos le debe eso.
Por una fracción de segundo, la mente de Kyungsoo se dirige de Jongin, hacia el joven secretario. La preocupación se agita en su interior ante la idea del viaje de negocios. Es ridículo, lo sabe, pero el pensamiento se cierne sobre sus hombros como una sombra al acecho por el resto de la noche.
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Este capítulo fue dividido en 2 partes por su extensión. Gracias
Ale preciosa por tu traducción, lo hiciste excelente, bravo! n.n
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