Fandom: QaF
Pairing: Brian/Justin
Advertencias: AU situado en la S4.
Género: Angst (aunque ey, soy yo, no he sido tan mala como para dejaros con la parte 7 como final)
Notas: Incluido en el Reto #59 Realidades Alternativas, juega con la premisa de qué hubiera sucedido si Brian no se hubiera cruzado en la vida de Justin Taylor y no hubiera estado en la prom para salvarle.
Prompt: #023 Amantes
Tabla de fanfic100 Se besan con desesperación, aferrándose el uno al otro sin querer separarse durante demasiado tiempo, ignorando al resto de la humanidad, nadie va a interrumpirles porque por fin las piezas encajan y se han reencontrado. Brian está muriendo y Justin lleva años sintiéndose como si hubiera muerto en ese suelo de cemento, pero por unas horas pueden fingir que todo es tal como debería haber sido.
- Oh, dios… -- Justin echa la cabeza hacia atrás, gimiendo cuando los labios de Brian bajan desde el lóbulo de su oreja hasta su garganta, dejando restos de saliva por el camino, lamiendo y chupando su piel, haciéndole estremecerse de placer. Están excitados, balanceándose el uno contra el otro, acariciando sus erecciones para lograr esa fricción tan deliciosa, ese deseo en el filo que les urge a seguir, desnudándose y dejando caer las prendas al suelo.
Brian se arrodilla a sus pies, hundiendo la cabeza entre sus piernas, aspirando su aroma, besando sus muslos y manchándolos con sus lágrimas, estremeciéndose, tomando la erección de Justin entre sus labios, succionando y lamiendo como sabe que le vuelve loco, impidiéndole correrse con una mano en la base, apretando con suavidad, hasta que Justin no hace más que suplicarle, enterrando los dedos en su pelo, exigiéndole con esa decisión que este Justin mantiene oculta, fóllame de una vez, Brian, y no se han presentado formalmente pero sus cuerpos siguen recordando.
De modo que se levanta y le da la vuelta, riendo entre dientes cuando Justin lanza todo el contenido del escritorio al suelo con el brazo, despejando la superficie para ellos, para Brian a sus espaldas, masajeando sus nalgas, abriéndose paso con los dedos que ha humedecido con su propia saliva, rescatando su último abismo de cordura para ponerse un condón, evitando ponerle en peligro más de lo que ya ha hecho, gimiendo cuando empieza a hundirse en su cuerpo, tan estrecho, tan perfecto…
La mano de Justin se aferra a su muslo, anclándole a él, moviéndose al unísono, sin molestarse en masturbarse a pesar de que su polla gotea líquido preseminal y está a pocos segundos de estallar. Le basta con el cuerpo de Brian, el placer de tenerle rodeándolo, de su solidez haciéndole sentir vivo, rozando su próstata hasta que su mundo se vuelve de colores, y estalla, gritando.
Brian se corre casi en el mismo instante, lamentando las elecciones realizadas, pero jamás esto, a Justin entre sus brazos, saciado y satisfecho, sonriéndole con el gesto que le ganó ese apodo.