¤ Comunidad:
reto_diario ¤ Número: 008/
012.
¤ Título: Una "pequeña" prueba (que no era tal).
¤ Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
¤ Claim: 26!Lambo/TYL!Squalo
¤ Extensión: 457 palabras.
¤ Advertencias: Yaoi, manoseo, sin mucha trama de por medio.
¤ Notas: Basado en
esta thread, así que es Mansión!verse. ¡CHICAS, CUMPLÍ! Más o menos. Así que estaré esperando que ustedes igual cumplan :3.
¤ Resumen:
No había prueba que no pudiera pasar, y sabía de antemano que a ese hombre le gustaba probar a los demás.
Se detuvo a la mitad del bosque, sintiendo que su acompañante hacía lo mismo unos pasos detrás de él. No tuvo que pensarlo mucho, había tomado esa decisión desde que notó que lo seguía sin siquiera dudarlo. Antes de que el Guardián del Rayo pudiera reaccionar, se giró con rapidez y acortó la distancia entre los dos, asegurándose de colocar su espada contra el cuello del otro, presionando lo suficiente para inmovilizarlo, pero sin llegar a cortar la carne.
Observó los ojos verdes del otro hombre, esperando encontrar en los mismos algún rastro de miedo o el pánico que solía caracterizarlo en su juventud. Pero no encontró nada. Lambo le miraba de fijamente, con una tranquilidad que debió llevarle años obtener, sin demostrar que tuviera la intención de moverse de aquella posición. Eso inevitablemente le hizo sonreír. El mocoso de mierda había adquirido agallas con los años. O se había vuelto aún más estúpido. Lo que fuera, le gustaba su nueva actitud.
Lambo sonrió, de una forma que parecía querer provocarlo. Presionó un poco más su espada, haciendo que un hilillo de color rojo apareciera a lo largo de su cuello, pero eso ni siquiera lo inmutó, al contrario, la sonrisa de Lambo se acentuó un poco más.
―¿Pase tu prueba? ―preguntó en un susurró, acercando su rostro más al del Varia, al grado de que sus narices se rozaron.
―¿Quién te dijo que eso era una maldita prueba?
Bajó su espada y Lambo tomó eso como una señal de que tenía pase libre. Se acercó lo suficiente para que sus labios rozaran con los suyos y al ver que Squalo no hacía ningún ademán de apartarlo, procedió a acortar toda distancia, besándolo de manera lenta. El Comandante de los Varia lo dejó hacer, colocando su mano derecha alrededor del cuello del guardián, enredando sus dedos en su cabello, el cual jalaba con algo de fuerza, como si así compensara la lentitud del beso.
Lambo no perdió el tiempo y rodeó su cintura con sus brazos, atrayéndolo aún más contra su cuerpo. Comenzó a jugar con el cabello plateado cuando Squalo le mordió el labio, aumentando el ritmo del beso, volviéndolo más voraz y hambriento. Así estuvieron jugando por un rato, hasta que Lambo sintió como el mayor se desprendía de su espada y colaba una de sus manos debajo de su ropa.
Sonrió al notar que el ex-mocoso de mierda había captado la indirecta y se ponía a desabrochar su chaqueta, sin tener intenciones de romper el beso.
Squalo pensó que, tal vez aquello sí podría considerarlo como una prueba. Posiblemente la más sencillas de las que tenía en mente. Y Lambo estaba dispuesto a pasarla, esa y todas las que le llegara a poner Squalo.