¤ Comunidad:
reto_diario ¤ Número: 009/
012.
¤ Título: Fuera de lo previsto.
¤ Fandoms: Las Crónicas de Narnia/Katekyo Hitman Reborn!
¤ Claim: Lucy Pevensie+Varia.
¤ Extensión: 1,106 palabras.
¤ Advertencias: Xover. Spoiler del Future Arc para Reborn (antes del 219) y ligerísimos que ni se notan de la Travesía del Viajero del Alba para Narnia.
¤ Notas: Mucho sentido no tiene y ni idea de si llegará a tener continuación.
¤ Resumen:
Se dio la vuelta y ocultó su rostro en la chaqueta negra de aquel que la protegía. El hombre la miró con ternura y la apretó un poco más contra él. Ninguno de los dos sabía quién era el otro, pero la joven supo que podía confiar en él.
Cuando el agua desapareció sintió un fuerte golpe que la atontó. Se llevó la mano a la cabeza y sintió que palpaba algo húmedo. Al observar sus dedos notó un líquido rojizo en los mismos. Estaba sangrando. Pero eso no le preocupó (mucho) en esos instantes.
Con dificultad se puso de pie y observó a su alrededor, intentando localizar a su hermano y a su primero. Estaba sola. Sola y en un bosque desconocido.
―¿Edmund? ―llamó pretendiendo sonar calmada, haciendo acopio de toda la valentía que pudo encontrar dentro de ella―, ¿Eustace? ¿Dónde están?
Un ruido a su espalda llamó su atención, pensando que se trataba de su hermano, pero al voltear se encontró con unos hombres desconocidos que vestían de negro.
―¿Quién es esa? ―Los cuatro hombres la miraron con fijeza. Lucy tenía muy frescos sus recuerdos de Narnia y no pudo evitar comparar esa mirada con la que a veces los calormenos les habían dirigido a Susan y a ella cuando iban de visita a su país.
―No lo sé, pero será mejor que nos la llevemos.
―Escuché que entre los Vongola había miembros muy jóvenes.
―Para estar tan pequeña está linda.
Ese comentario fue suficiente para asustarla. Giró y echó a correr con toda la fuerza que sus piernas le proporcionaban, pero estaba cansada y mareada. El golpe le había hecho más daño del que quería aceptar.
―¡Ja! Mírenla, piensa que así se nos va a escapar.
―Será un lindo regalo pa....
Fue una acción imprudente, pero cuando de un momento a otro dejó de escuchar esas voces se detuvo. ¿Qué había pasado? Estaba por voltearse a ver cuando sintió que alguien se colocaba detrás de ella y le cubría los ojos.
―Oh, no, no. Me temo que no es buena idea que una damita tan linda vea un espectáculo tan bárbaro ~ ―Medio canturreó el que le tapaba los ojos, en un tono amable que la tranquilizó de alguna forma.
―¿Qué está pasa...? ―Lucy calló de repente cuando una serie de gritos inundaron el lugar. Tembló y se pegó a aquel hombre, quién no dudó en abrazarla.
―Terrible, ¿verdad? ―suspiró el hombre, pero el tono en el que habló dio a entender que ese tipo de espectáculos eran muy comunes para él. En cambio, Lucy no supo cómo reaccionar. Parecía como si los hombres que la habían perseguido estuvieran siendo atacado por sus peores pesadillas, no había otra forma de explicar el por qué gritaban de forma tan horrorosa.
Se dio la vuelta y ocultó su rostro en la chaqueta negra de aquel que la protegía. El hombre la miró con ternura y la apretó un poco más contra él.
―Ya, ya ―dijo, mientras le daba unas palmaditas en la cabeza―. Pronto pasará... uh, eso no se ve nada bien― susurró al notar como su guante estaba manchado de sangre.
―No creí que le gustaran también las mujeres, Lussuria-senpai ―comentó un joven que apareció de la nada a un lado suyo.
―A pesar de lo linda que sea, no es de mi tipo ―El mayor suspiró y pasó a cargar a Lucy como si de una princesa se tratara (no que estuviera muy alejado de la realidad)―. Pobre, se ha desmayado. Se un buen chico y acércate, Fran.
El joven, que portaba un curioso sombrero de rana, se acercó a su superior, quién no dudó en pasarle a la inconsciente jovencita, así que antes de darse cuenta, Fran ya la estaba cargando.
―Senpai...
―Llévala por mi ~
Fran suspiró y se dedicó a ver a la joven, mientras Lussuria sacaba su animal box y comenzaba a curarla. Así los encontraron los otros dos hombres de su equipo, que habían ido a buscarlos.
―¡Voooooooooi! ¿Eliminaron a toda la basura del Black Spell que estaba rondando la zona?
―Comandante Squalo, esa rana tiene algo en las manos ―Bel señaló a Fran, haciendo que Squalo lo mirara.
―¡VOOOOOOOOOI! ¿QUIÉN MIERDA ES ESA? Y ¿QUÉ HACES CON ELLA?
Fran se encogió de hombros, sin darle importancia.
―Los de Black Spell la estaban persiguiendo y Lussuria-senpai la salvó. No parece ser de por aquí ―Miró a Lucy y luego regresó su mirada a Squalo―. Capitán, ¿puedo quedármela?
―¡NO LO DIGAS COMO SI SE TRATARA DE UN SIMPLE ANIMAL AL QUE PUEDES ADOPTAR COMO SI NADA, IDIOTA!
―Uhuhuhu, sabía que era de tu tipo ~~ ―Rió Lussuria, contento por no haber fallado.
―Y luego dices que todos los demás somos los pervertidos, ushishishi.
―Al contrario, Bel-senpai ―Fran miró a Bel, con su seriedad habitual―. Ella estará a salvo conmigo que si se queda con alguno de ustedes. Es demasiado linda para estar rodeada de pervertidos.
Bel no tardó en sacar sus cuchillos y Fran se movió un poco, asegurándose de que no fuera a lastimar a la joven que traía en brazos. Aunque Lussuria terminó poniéndose entre ambos antes de que Bel comenzar a usar de diana al ilusionista.
―Antes de decidir quién se queda o no con ella, será mejor regresar a la base ―miró a Squalo, esperando que tomara la última palabra.
El Comandante frunció el ceño. Desde que Fran había dicho esa tontería no había apartado la mirada de la niña. Sus ropas le resultaban llamativas, sin duda alguna no correspondían al estilo de la zona y se veía demasiado débil e inofensiva como para que fuera algún truco de Millefiore. Quién sabe, tal vez hasta podría llegar a ser de utilidad.
―¡Como sea! Necesitamos que esté despierta para saber quién rayos es. Así que la llevaremos con nosotros por ahora. Pero te advierto, Fran ―Apuntó su espada hacia el ilusionista del grupo, quien lo miró sin interés―. Ella queda bajo tu responsabilidad, así que evita que el Jefe imbécil se de cuenta de su presencia. Que Lussuria te ayude a cuidarla. Y tú, Bel, será mejor que no digas nada si no quieres que te mate.
―Tengo mejores cosas que hacer ―Squalo frunció el ceño, pues la sonrisa que tenía en ese momento Bel contradecía sus palabras.
Los cuatro se pusieron en marcha, yendo Fran en la parte de atrás, pues no podía ir igual de rápido que sus compañeros, además de que iba entretenido observando a Lucy. Sus rasgos le sonaban, aunque no tenía idea de dónde. No le dio mucha importancia, solo esperaba que ella fuera capaz de hacer más entretenidos los momentos de espera hasta que les permitieran atacar o de que, al menos, su presencia lograra alterar la rutina que los Varia habían adquirido en los últimos días.
Después de todo, la había visto aparecer de la nada en medio del bosque. Así que, mínimo, una chica normal no era.