A veces me siento como una ciudad (que sueña que es el monte)

[mullu]

Siempre he tenido relaciones complejas. Amor-odio con matices psiquiátricos. Dependencias al punto del absurdo... Hoy he estado pensando, honestamente, que la relación más tortuosa de todas la tengo con la ciudad. Todas las cosas terribles (que odio de ella) son las que permiten las cosas maravillosas (que amo profundamente). Todas las cosas

Comments

[lupus_errabunda]

Es que en toda relación co-dependiente (porque Lima es parte tuya y tú eres parte de ella, aunque una de las dos se enterque en decir lo contrario), aprendes a amar esos detallitos que alguna vez condenaste, empiezas a perdonar pecadillos que te carcomían el alma. Te enamoras de aberraciones porque en el fondo sabes que también eres culpable -aunque no lo quieras- de lo que pasa.

Lima es bella y es horrible porque es ella, porque te grita misterios y te esconde verdades. Es una droga que no puedes dejar aún desde antes de probarla, es esa piedra que siempre vas a cargar en la espalda y que no va doblegarte ni hacerte bajar la cabeza.

¿Y sabes qué es lo peor de Lima? Que a pesar todo no puedes dejar de quererla.

Espero no te moleste que haya andado curioseando por aquí.

[mullu]

Insisto... ¿dónde has estado todo este tiempo?

Lima es un poco (bastante) como yo. Más caótica de lo que le conviene, y más exagerada de lo que quisiera. Pero también propia y secreta, impresionante cuando se ilumina, silenciosa junto al mar...

Es bueno saber que no puedo dejar de quererla (aunque la mitad del tiempo me vuelva loca).

Otra limeña en Fandomium ^^ *se emociona terriblemente*.

[deraka]

Jo, vaya... no sé que decir salvo que te echaba de menos un puñao y que me alegra saber de ti. No conozco Lima, por descontado, pero sí puedo entender que si es tu hogar es dificil dejarlo; por muchos palos que dé y esas cosas, hay ciertos lugares que provocan esa sensación.
Perdona que no esté muy elocuente (culpa del catarrazo que llevo arrastrando toda la semana) pero tenía que postear igulamente because you know I love you ^__^. Espero que pronto sientas las ideas más claras y, tengo que decirlo, da igual que estés escribiendo sobre Remus y Sirius que de tus viajes en el laberinto o de cualquier episodio fangirl en tu vida... me ENCANTA como escribes, como te expresas. Esta entrada es una buena prueba de ello ^^.

Bsitos

[mullu]

¡D-chan! *yay* (Y yo, honey. Cómo te echaba de menos...)

Ya contaré la historia del mes bizarro que me ha llevado a reflexiones de este calibre... Muy bizarro, indeed. Fanfiction en toda regla.

Y habrá producción literaria en cuánto tenga tiempo (que ideas nunca faltan... y emociones sobran por estos días...).

Un beso inmenso (and you know I love you).

[mullu]

Lo olvidaba, lo olvidaba... En una de mis noches más bizarras, "love me do" empezó a sonar en la disco. (Ya ves, cariño... sin siquiera estar, me acompañas en los momentos más indispensables.)

(((deraka)))

[anonymous]

Cada vez que escribís se me ponen los pelos de punta. Ponés en palabras sentimientos cuando yo no puedo hacerlo.
No conozco Lima (no conozco Perú), pero también tengo esa relación de amor-odio con la ciudad en que crecí. Contiene mis mejores y peores recuerdos. Mi alma se ha quedado pegada en sus baldosas, en sus parques, en mi escuela, etc. Por eso a veces quiero huir, para que deje de robármela, pero después recuerdo que, si me voy, es muy probable que no la recupere.

[mullu]

Muchísimas gracias (aunque no sé quién eres).

No hace falta conocer Lima para entender esto, supongo. Sólo hace falta querer desesperadamente un lugar lleno de problemas. O a una persona. O algo. Algo monstruoso y mágico... como mi Lima.

Las grandes ciudades nos quitan el alma y nos la devuelven a trozos

[purple_nice]

Es como yo con Santiago de Chile

[alastor_black]

Te entiendo... Todo lo que te puedo entender, dado que yo no he estado en Lima. Pero, a veces, siento que me sucede lo mismo con mi ciudad. (Mi pueblo). Es caótico y gris y huele a asfalto la mayor parte del tiempo. (La otra parte, huele a asfalto mojado, a la humedad de los árboles, al ir y venir de la gente). Todo en él es contradictorio. Tiene dos partes, una (en la que vivo), que es verde, que tiene campo, en la que se oye a los árboles susurrar de noche. Y otra (en la que vivía) que es enérgica, viva, en la que las aceras cuentan una historia distinta cada madrugada.

Y la odio porque es injusta muchas veces, demasiado gris otras e impersonal en ocasiones. Pero no puedo dejar de quererla. Vine a ella cuando tenía ocho años y, desde un primer momento, decidí odiarla. Pero, ¿cómo hacerlo si ella me ha dado mis amigos, mis lugares preferidos, una vida llena de matices...?

Es difícil. Pero supongo que es parte de lo que llevamos a cuestas, que es parte de nosotros. De todo lo que significamos.