A veces me siento como una ciudad (que sueña que es el monte)

Mar 11, 2008 20:15


Siempre he tenido relaciones complejas. Amor-odio con matices psiquiátricos. Dependencias al punto del absurdo... Hoy he estado pensando, honestamente, que la relación más tortuosa de todas la tengo con la ciudad. Todas las cosas terribles (que odio de ella) son las que permiten las cosas maravillosas (que amo profundamente). Todas las cosas maravillosas, se sustentan en cosas terribles.

¿Por qué, Lima, no puedo pensar seriamente en dejarte? (En el camino he ido dejando a todos los otros. El camino es largo y la subida cuesta... pero siempre es posible dejarles, siempre es posible el olvido. ¿Por qué, Lima, no puedo dejarte?)

Fuera de la ciudad, no hay tiempo. Nada es para hace 10 minutos. Nadie se muere por esperar un poco. Todo queda 'aquicito nomás', porque las distancias no se miden en el tiempo que pierdes caminando. No pierdes tiempo caminando, el camino es parte de la vida (y tal vez la vida es el camino, y lo importante es que sea largo).

Estoy un poco cansada de la vía rápida.

A lo mejor es un poco como todo (como todas las otras relaciones, como todas las otras decisiones), cuestión de dar un paso al frente... y luego otro (y luego otro, y otro... hasta que estás tan lejos que no recuerdas cómo llegaste). A lo mejor, Lima terrible, tú también eres producto de mis traumas pre-adolescentes. O a lo mejor, yo soy producto de los tuyos. A lo mejor tú también te escondes, también te entregas a medias... a lo mejor te han hecho daño y ya no sabes confiar.

Cuando te veo así, Lima linda (intimidante e insegura, eufórica y confusa), me cuesta más pensar en dejarte.

¿Cómo se te ayuda, Lima? (¿Cómo se me ayuda?)

¿Quieres siquiera convertirte en una ciudad diferente? ¿Quieres siquiera ser una ciudad? (Ya estás aquí, Lima... ya no hay marcha atrás.)

Quiero creer que me quieres, porque te quiero. Quiero creer que me quieres, porque te entiendo. Pero ya no sé si sabes cómo querer, Lima (y no sé si tengo fuerzas para aprender contigo).

de los viajes por el laberinto

Previous post Next post
Up