En realidad, esas son las que más duelen. Las grandes traiciones, los grandes palos, te dejan hecha polvo, son un mazazo moral que te hace replantearte la necesidad de relacionarte de nuevo con la Humanidad. Pero si son lo suficientemente fuertes, lo suficientemente crueles, es fácil sobrevivir, aunque sea a base de orgullo, por demostrar que te
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