Si alguien se pone a leer esta entrada creyendo que se va a encontar con una anécdota divertida de mis hijos, le advierto desde ahora que
1. esto es totalmente cierto,
2. tengo testigos por si dudáis y
3. si luego salís reconvertidas al integrismo religioso, yo os advertí.
Veréis, anteayer número dos se levantó de la cama negándose a posar los pies
(
Read more... )