Capítulo 4
Se despertó asustado, sudoroso y como siempre desde hacía unos días, desorientado. Odiaba aquella situación. Se levantó con cuidado de no despertar a Sehun que todavía dormía a su lado. Bajó de la cama con cuidado de no pisar a Luhan que descansaba a sus pies. Se sintió un poco mal; había dormido toda la noche en un colchón cómodo mientras que Luhan y Baekhyun se quedaron en el suelo. Buscó con la mirada el ovillo que sería Baekhyun en alguna esquina de la habitación, pero no lo encontró. Cuando se dio cuenta, escuchó el agua caer de la ducha y supuso que estaría ya despierto. Respiró hondo, se acercó a la puerta y llamó antes de entrar.
-Adelante, ya he terminado -le anunció desde dentro.
Jongdae entró y el calor del vapor le golpeó la cara. Soltó un suspiro y se quitó la camiseta. Antes no se hubiese quitado la camiseta delante de alguien tan poco conocido, pero ahora ya le daba igual. Seguramente no saldrían de ahí, Joonmyun ya no estaba con él y estaba perdido. La sensación de que las fuerzas se le iban, las malas pasadas que le jugaba su mente de vez en cuando a causa de la abstinencia y el mal estar general habían hecho mella en él. Sintió como Baekhyun lo analizaba, como intentaba imaginarse a qué se debía el tatuaje del hombro izquierdo o la herida en el pecho, sonrió y lo miró.
-¿Sucede algo?
Baekhyun apartó la cara avergonzado de ser tan poco discreto. Jongdae abrió el grifo de la ducha y esperó a que el agua corriese para desnudarse por completo y entrar a lavarse tanto el cuerpo como la mente. El humorista no se fue, se quedó sentado sobre la taza del váter, como si no quisiese salir a la habitación. Sintió entonces la necesidad de hablar, notaba como permanecía allí por algo, sentía la incomodidad en el ambiente.
-¿Me puedes pasar una toalla? -le pidió justo después de cerrar la llave del agua.
Baekhyun se levantó y le tendió la toalla para que se secara pero volvió de nuevo a sentarse. Jongdae salió, se secó el pelo agitando un poco la cabeza y se enroscó la toalla en la cintura; a pesar de ser algo corta tapaba lo que tenía que tapar.
-Te veo mala cara, incluso peor que la mía -bromeó- ¿Pasa algo?
Baekhyun suspiró y le miró a los ojos.
-Ayer por la noche, yo… -tragó saliva, tenía los ojos llorosos y parecía muy nervioso.
Jongdae se asustó, pasó un brazo por sus hombros y le sonrió como solo él sabía hacer, con esa sonrisa traviesa y dulce que llenaba a todos de alegría.
-¿Qué pasó ayer?
-Ayer Luhan y yo… -respiró hondo y comenzó a jugar con los dedos de las manos-. Ayer besé a Luhan, me dejé llevar. Estábamos hablando, me sinceré de nuevo con él. Me hace sentir tan bien que yo…
Le miró sorprendido, sonrió de nuevo y se encogió de hombros.
-¿Y qué? -se agachó delante de él y le levantó la cara por el mentón-. Creo que tenemos problemas mayores que un beso, Baekhyun. Además, sentir algo por alguien no es un delito -Baekhyun le miró fijamente y asintió, se levantó y tragó saliva mirando hacia la puerta.
-Luhan no va hacértelo pasar mal -rió-. Además si no quieres nada con él no tienes porque volver a mencionar el tema.
Baekhyun asintió, observó a Jongdae y luego a la puerta.
-Aún así, si no te importa, prefiero esperar a que salgas.
El cantante rió y asintió. Se secó y comenzó a vestirse. Baekhyun pudo comprobar que además del tatuaje en el brazo tenía una gota de agua en el omoplato izquierdo. Llevado por la curiosidad le preguntó por qué tenía aquellos tatuajes.
-Todo el mundo dice que es por moda, pero yo me los he hecho por algo -señaló la greca que tenía en el brazo-. Este símbolo tiene un significado, los antiguos mayas creían en los dioses, y bueno, he de confesar que yo también, creo que cuando morimos volvemos a la Tierra, no nos vamos al cielo ni nada por el estilo. Una noche, estuve a punto de morir y decidí tatuarme la puerta madre, el camino hacia Gea.
Baekhyun se quedó sorprendido, Jongdae parecía un chico lleno de anécdotas. Además de que por lo que le daba a entender era muy divertido. Ahora cansado y demacrado como estaba costaba creer que fuese así.
-¿Y la gota?
-La gota es por mi pareja -rió-. El agua limpia y purifica y eso es lo que ha hecho él conmigo.
Miró hacia el suelo, respiró hondo y tragó. Baekhyun se dio cuenta de que estaba reprimiendo las ganas de volverse a poner a llorar. Desde que lo encontró en la habitación, lo había descubierto llorando varias veces. El cantante era una persona débil que necesitaba compañía. En ese momento se dio cuenta de que ambos se parecían demasiado, ambos necesitaban a alguien que los cuidase y les limpiase el alma. Pensó que Luhan podía ser esa persona para él, que él podía ayudarle a dejar de tener miedo y vivir.
-¡Chicos!
La voz de Sehun les llamó desde fuera. Jongdae abrió la puerta y Baekhyun no pudo reprimir un grito de asombro cuando le contempló junto a Luhan, arrodillados en medio de la habitación con una caja de tamaño medio entre ellos.
-Cuando nos despertamos ya estaba aquí -explicó Luhan.
-Qué extraño, ¿por qué nos darían algo? -Jongdae se agachó y admiró la caja curioso pero alejado, como un gato desconfiado que está en alerta.
-No lo sé, pero quizás debamos abrirla -Baekhyun se adelantó y alcanzó la caja-. Puede que tenga alguna pista para que podamos salir de aquí -Luhan le miró y asintió. Sehun parecía algo más resentido ante la idea.
-¿Y si es algo malo? -el más joven de los cuatro parecía tener serias dudas de que les fuesen a regalar tan fácilmente la oportunidad de salir.
-¡Abrámosla! -insistió Jongdae-. Vamos a comernos la cabeza todo el rato en si hacerlo o no para que al final terminemos por hacerlo. Luhan, ábrela.
Luhan miró a los tres chicos y ambos asintieron, agarró la caja y levantó la tapa. Sehun se puso tenso, no sabía qué era lo que había pero por la cara de Luhan no parecía nada bueno. Baekhyun se asomó por encima de su hombro y miró a los otros dos extrañado.
-¿En serio? -rió-. No hace frio para que nos regalen un abrigo.
-¿Un abrigo? -Jongdae y Sehun lo repitieron a la vez.
Luhan dejó la tapa a un lado y levantó la prenda que estaba en el interior. Jongdae ahogó una palabra malsonante en su garganta, Sehun se quedó sin palabras y Baekhyun se apartó asustado. Antes de que pudieran decir nada, una voz habló detrás de ellos.
-Eso creo que nos pertenece -Kyungsoo y Tao aparecieron detrás de ellos.
El más bajo de los dos se acercó a Luhan y sonrió, éste guardó de nuevo la tela en la caja y negó con la cabeza. Baekhyun observó a los dos chicos y Jongdae miró con asombro a Kyungsoo.
-Eres tú -todos lo miraron sorprendido.
-¿Lo conoces? -preguntó Baekhyun.
-Sí, él fue quien estuvo conmigo los primeros días del encierro -se levantó y corrió a la cama todavía desecha para recoger el collar con la correa-. Fuiste tú, ¿verdad?
Kyungsoo le miró dulce, esa expresión era de desconcierto, entre miedo y desesperación. Tao se mantuvo alejado de la situación mientras se fijaba en como Sehun evitaba mirarle a los ojos. Pero Luhan y Baekhyun insistían en saber más.
-Habla -le insistió Luhan a Kyungsoo, él le miró con dureza antes de volverse hacia Jongdae.
-Sí, fui yo. Te entregué eso como recuerdo. Conozco de ti desde mucho antes de entrar aquí. Siempre quise conocerte, devolverte todo lo que tú me habías dado -se detuvo, el cantante miraba hacia el suelo apretando entre las manos el collar-. No pude volver a verte porque las habitaciones cambiaron de posición, pero me prometí que te buscaría, y cuando te encontrase, me juré a mi mismo que lograría hacerte feliz.
Nadie en la habitación habló, todos se mantenían aparte del diálogo, Kyungsoo estaba siendo totalmente sincero y parecía que esas palabras afectaban al cantante de una manera irracional.
-No sé tu nombre, no sé quién eres -la voz de Jongdae sonaba rota- ¿Cómo es que tú sabes tanto de mí? ¿Cómo puedes repetir sus palabras?
Kyungsoo negó y se acercó a él, éste se alejó como primer reflejo pero cuando el mayor levantó la mano para acariciar la suya se mantuvo quieto. Luhan y Baekhyun observaron la escena hasta que habló.
-A pesar de todo lo que me dices, a pesar de cómo me hablas no puedo verte más que como un extraño -le empujó suavemente y recibió una mirada incrédula.
-Jongdae… -Luhan intervino interponiéndose entre ambos.
-Necesitamos la camisa -Tao rompió la tensión del ambiente y caminó hasta Sehun-. Me debes una tenista, así que dame esa camisa.
Sehun sonrió y asintió. Caminó hasta la caja para abrirla. Los ojos de Kyungsoo se ensancharon llenos de emoción, Tao se lamió los labios. Sus compañeros le dijeron que no lo hiciera y entonces Baekhyun se interpuso.
-¡No! -gritó abalanzándose contra la caja.
Luhan iba a lanzarse por acto reflejo a protegerle pero ninguno de los chicos le atacó como esperaba.
-No es necesario entregar nada a nadie.
-¿Cómo? -Tao habló molesto-. Me lo debe, él me arrebató algo más que una caja.
-No, estamos todos en esto. ¿Por qué tenemos que arrebatarnos las cosas? -habló y todos los demás le observaron curiosos, preguntándose qué es lo que pretendía-. Quieres la camisa, está bien. Pero para tener la camisa tendréis que quedaros con nosotros.
Luhan miró incrédulo a Baekhyun, Jongdae asintió y Sehun protestó por lo bajo. Kyungsoo le hizo un gesto a Tao para que aceptase la propuesta. Tao suspiró, maldijo en voz baja, ya que nunca había imaginado que la próxima vez que se encontrase con Sehun sería así, rodeado de extraños, en una habitación cárcel y siendo observado como una rata de laboratorio.
Maldijo de nuevo y se acercó a Baekhyun, le tendió la mano y éste sonrió, se la estrechó y le entregó la caja. El chino regresó junto a Kyungsoo que estaba esperándole y la abrieron juntos. En el momento en el que ambos sujetaron la prenda y la alzaron, los demás chicos contemplaron con asombro de qué se trataba.
Lo que caía entre las manos del chico de ojos grandes era una camisa de fuerza. Los enganches colgaban de la espalda y tintineaban como campanas. El blanco estaba algo desgastado, como si ya hubiese sido usada varias veces. El humorista reprimió un grito y se puso pálido, Luhan se dio cuenta y le estrechó la mano para indicarle que no estaba solo, que estaba ahí.
Entonces un sonido musical dio paso a la voz femenina que les había hablado en el vídeo la vez anterior. Todos escucharon sin perder detalle de lo que los investigadores de Rubik tenían que decirles:
Kyungsoo y Zitao, ambos habéis fallado en la prueba. Como se había informado antes, recibiréis una penalización. Pasaréis tres días sin recibir alimento alguno. Con esto no decimos que tengáis prohibido alimentaros. Ante todo en Rubik buscamos la comunidad y ver como las relaciones humanas llegan a su completa sociabilización.
Vais por el camino correcto, el experimento está llegando a su fin. Todos los que terminen el experimento recibirán una compensación económica. Pronto nos pondremos en contacto con ustedes para la próxima prueba.
La voz se apagó y todo el grupo quedó unos segundos en silencio. Luhan miró hacia los demás y sonrió. Se levantó y caminó hasta el centro de la habitación, les hizo un gesto a los otros chicos para que se acercaran.
-Puede que hayáis perdido, pero ahora estamos juntos -miró hacia sus anteriores compañeros y sonrió-. Cuando nos traigan la comida, la compartiremos, todos.
Llegó la hora y las cuatro bandejas de comida aparecieron en la habitación. Luhan sujetó la suya y la colocó en el centro. Sehun, Jongdae y Baekhyun lo imitaron, Kyungsoo los miró atento y Tao sonrió agradecido. Juntos comenzaron a comer. El ambiente era tranquilo, había charlas bromas y juegos.
Baekhyun se sintió genial, tenía ganas de sonreír después de tanto tiempo, Jongdae parecía más enérgico y Kyungsoo se encargaba de que comiese. Tao consiguió olvidar el pasado por un instante y disfrutar de la compañía de Sehun, que al parecer estaba dándose cuenta de que había cometido un error muy grande con el chino. Y Luhan sonreía como nunca, siempre animado, hablando y consiguiendo que los demás siguiesen con la cena. Nunca hubiese creído hacía un par de días que estaría disfrutando de un momento como aquel.
Las horas pasaron y los muchachos se fueron retirando poco a poco. Sehun y Tao quedaron dormidos los primeros, Luhan y Baek se apartaron a hablar a una esquina de la habitación. Parecían estar solucionando la situación personal que tenían, y eso a Jongdae le alegró. Baekhyun era buena persona necesitaba que Luhan le cuidase, lo presentía.
Sintió como un brazo se deslizaba por sus hombros y la calidez de la mano de Kyungsoo le acarició la piel del brazo. Giró y Kyungsoo le regaló una mirada seria. Un escalofrío recorrió al cantante, esos ojos ocultaban algo. Jongdae sonrió y éste se relajó.
-Parece que nos hemos quedado solos -susurró y tan solo recibió un suave sonido por parte del otro-. Gracias por… bueno, por ayudarme los primeros días y -se señaló el cuello, había optado por colocarse el collar en el cuello para no perderlo-, por esto. Me has hecho recordar algunas cosas, algunas han sido malas pero gracias a ellas conocía a Joonmyun, el collar me hace sentir que él está cerca.
Kyungsoo suspiró y se relajó, separándose de él.
-Te di el collar porque alguien me lo dejó en mi habitación. Supe que era tuyo desde un principio -se paró unos segundos en los que miró fijamente al suelo y después continuó-. Todos vosotros entrasteis por un motivo, soy el único que abrió la puerta consciente y entró en Rubik por su propio pie.
Aquella noticia impactó a Jongdae que lo miró sin saber qué responder. ¿Quién en su sano juicio se encerraría en un edificio tan solo por puro interés social? El cantante se aclaró la garganta y Kyungsoo soltó una carcajada seca.
-Lo hice por ti -confesó-. Cuando leí las listas y vi tu nombre en ellas pensé en todo lo mal que lo pasarías y acepté entrar como moderador del experimento.
-¿Por mí? Pero, ¿por qué?
-Porque a pesar de no conocerte en persona, a pesar de que tú no supieras nada de mí… te quiero -la confesión cogió a Jongdae por sorpresa, ahogó un gemido en su garganta-. Seguramente no lo entiendas pero sé por todo lo que has pasado, conozco tu vida como si la hubiese vivido a tu lado.
-Kyungsoo, yo…
-Lo sé, no tienes que decírmelo -sonrió-. Joonmyun es lo más importante para ti -Jongdae bajó la cabeza y respiró hondo.
-¿Y si te dijera que sé dónde está Joonmyun? -hizo que le observase esperanzado, como si le hubiese dado la localización exacta de la fuente de la vida-. Joonmyun está aquí dentro, hace unos días pude hablar con él y le prometí que te protegería. Él aceptó, me dijo que esperaba que me tratases como a él.
Jongdae rió y murmuró algo por lo bajo, algo que sonó como un “típico del ángel Joonmyun”, Kyungsoo entonces tomó aire y volvió a pasarle un brazo por los hombros, esta vez no se tensó. Respiró hondo y disfrutó de la suave piel del cantante cerca de la suya. Le acarició el pelo hasta que se quedó profundamente dormido.
Jongdae respiró hondo y susurró el nombre de su amante mientras se relajaba bajo los atentos cuidados de Kyungsoo.
-Jongdae… si pudiera hacerte entender lo mucho que te quiero… -susurró mientras disfrutaba del calor que su compañía le ofrecía.
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