Sonó el despertador.
Como todos los días, Cris se levantó somnolienta de la cama a las 8:02 de la mañana y se puso a prepararle el desayuno a su hijo, Mateo.
Estaba en la cocina cuando sintió cómo las manos de Gabriel rodeaban su cintura a la vez que un escalofrío de placer recorría su columna mientras sentía sus besos en el cuello...
¿Te has
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