Dec 21, 2007 23:33
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¡Loki! *Le sonríe cuándo lo ve. Fuera de pasar el día en casa o en Céfiro, definitivamente le gusta la idea de pasarlo con él.*
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*Realmente espera que no suceda nada extravagante por hoy, al menos*
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¡Ah, Loki, te tengo algo! *Pero cuando ve alrededor, nota que al parecer el regalo que tenía en su habitación no había hecho el viaje con ella. Da un largo suspiro para mantener la paciencia, viendo hacia el techo cómo si fuera F&F* Al _menos_ me podrías haber dejado tomar el presente.
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*No hay forma de entender qué está pasando. Es decir, NADA tiene sentido. Hace varios minutos tenía el cabello... DIFERENTE. Con ropas AZULES no ROJAS. Y sin recuerdos de algo que no tiene idea cómo hizo si no ha dejado el castillo desde hace MESES.
¿Cómo es que RECUERDA cosas que NO debería recordar? Es extraño. Muy, muy extraño. Y su opinión de F&F no ha mejorado en lo ABSOLUTO. Le habría encantado que no hubiese pasado justo cuando abrió la puerta del Gran Comedor, porque hizo toda la escena todavía más extraña y irreal.* GRACIAS, DE VERDAD NECESITABA QUE ME DIERAS CASI UN ATAQUE CARDIACO, ¿SABES?
*Termina de entrar a grandes zancadas y, de la nada, recuerda a Zuko.
............ Necesita encontrarlo.*
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... Y no ha estado. Ha estado fuera. Ha estado... En casa. Con Mai. Mai. Y Padre. Padre. Él...*
ATRÁS MALDITA SEA ATRÁS, ATRÁS
*Ataca a ciegas el enjambre de LAS HORRIBLES FLORES QUE NO LO QUIEREN DEJAR EN PAZ NO IMPORTA CUANTAS CONDENADAS VECES LAS QUEME O MALDIGA O SIGA PERDIENDO, AGNI, sin volverse a mirar, sin dejar de correr por cuanto es precioso en su miserable vida.
Gira (y tropieza) en una esquina. Las puertas del Gran Salón están ligeramente abiertas y puede ver a alguien ahí, entrando. Usando ropas.... Familiares*
... Oh no. No. No.Nononon-.
*Se detiene en seco. O al menos trata.
Con gran y aromatica pompa, Zuko -Principe Heredero de la Nación del Fuego-, cae de bruces sobre un muy desprevenido (muy desafortunado) moreno.
El muerdago se arroja sobre ambos.
... Y huele bien*
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*No es nada, nada bonito ni entretenido caer como saco de papas contra el suelo sin ningún tipo de superficie cómoda para aminorar lo ridícula de su caída. Tarda un par de segundos el registrar que tiene a alguien encima, a pesar que... se siente escalofriante y ridículamente familiar. Siente su propia espada, que había estado colgada como debía ser contra su espalda haciendo presión en los lugares equivocados.
Se saca de encima con bastantes exagerados gestos y nota que, casualmente, es Zuko. No sabe si pensar que es malo o bueno que no haya tardado nada en encontrarlo.
Alza una ceja, todavía en el suelo y de la nada está comenzando a acercarse, aunque está bien.* ¡TÚ! Dime que no soy el único que de pronto recordó cosas como si hubiéramos vuelto.
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(Un codo a fondo en sus costillas) Y dolorosa. Apoya una mano por inercia sobre el hombro izquierdo del moreno, mientras la otra atiende el area agredida.
Repara en las ropas, la espada. La tela se siente bien bajo sus dedos. Su cabello ha crecido. Frunce oh tan ligeramente el ceño* No sabría decir. Agni sabrá cómo funciona tu cabeza.
*Debería apartarse* Invadían la Ciudad Real. Enfrenté a mi padre, y salí... En busca del Avatar *Lo suelta. Ahora debería... Apartarse*
Tu cabello luce ridiculo.
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Al menos la comida olía bien.
Y ojalá que aquella pobre alma que le había tocado ser su ticket -aún no conseguía comprender de qué diablos se trataba esa cuestión- no anduviera cerca. Mínimo que uno de los dos se salvara del jueguito.*
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No. En serio. Qué. Estar arriba del techo y derrepente aparecer como si nada ahí NO ERA NORMAL. Y ok, sí, el lugar entero no era normal, pero esto pasaba una más de las líneas de anormalidad. O algo. No entendía como había gente acostumbrada a esto, actuando como si todo fuera normal.
... Y es cuando siente algo tocarle el hombro, obviamente se voltea y tiene un puto Mamut en un bikini atrás. En dos segundos tiene un regalo en la mano y en los mismos dos segundos el animal desaparece.
Todavía no asimila bien el cuento, pero mientras ve dicho regalo -que resultó ser un libro- choca con alguien. Y de forma ausente dice:* Uh. Disculpa.
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Se hubiera quedado tranquilo en su rincón -a lo mejor, yéndose a ver si la comida estaba tan buena como tenía la pinta- pero siente un tirón en la mano que le hace girarse en la dirección en que había desaparecido el otro. Qué mierda...?
Luego se acuerda del ticket, que apenas había mirado. Lo saca del bolsillo, busca la foto y... joder. Era él.* Hey.
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*Se queda mirando el libro unos segundos, leyéndolo con--- aslkdjsakld. Y agradece que sea pequeño el libro porque lo guarda de inmediato, ni siquiera molestándose en revisar el contenido.
Y cuando andas con A-Ts, el tirón definitivamente se siente. Intenta irse hacia el lado opuesto del otro, pero es inútil.* ¿Qué...? No me digas que esto es como lo que pasó en Halloween.
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Se rasca un pie con el otro y exhala. Su predisposición para participar de la fiesta estaba en un porcentaje aún menor que el acostumbrado. Sabia que llevaba más de un año en el castillo, pero sus condiciones habían sido distintas antes. Sólo quedaba Near, y la idea de encontrarse con él no le era una opción que estuviera del todo dispuesto a enfrentar. No desde que había recordado.
Busca con la vista a la otra mitad de su ticket. Mejor terminar luego con eso.*
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A decir verdad, se había reído bastante cuando los elfos aparecían y desaparecían por las paredes, admirando el trabajo que hacían para hacerlo parecer tan real. De hecho, era lo que se había quedado mirando mientras tomaba una galleta de la bandeja y esperaba Sora.*
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Entonces le parece ver a uno de los seres innombrables que los atacaron el la playa en el árbol y cambia de idea en el acto. Los regalos de Jack podían haber tenido dientes, pero por lo menos no eran. Eso. Tiene un escalofrío.*
¡Hey! *Dice más animado cuando ve al que cree es el chico que le tocó en el sorteo cerca de una...bandeja flotante.* ¿Takeshi? Yo soy Sora.
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Se que unos segundos observándolo con detenimiento. Y ahora que lo veía... Se parecía bastante a Tsuna, lo que no hace más que alegrarlo y recordarle cuanto los extrañaba.* Ha ha. ¡Hey, Sora! Es un gusto. ¿Llegaste aquí hace mucho?
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*Se acerca un poco coger una galleta y luego voltea para hacer un comentario. Y tiene que mirar hacia arriba para hablarle.* G-guh. *El chico de verdad es alto. Muy alto. Por el bien de su autoestima, espera que él no tenga catorce años como Hayato.*
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