Fic Damon/Sam] Love me until the sun goes down [3/4]

Dec 23, 2011 00:54




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Capitulo Tres Susurros del sol.

Tienen su primera discusión cuando Damon y Ruby se quedan en cama luego de su primera fiesta en la facultad, es complicado, pero no llegan a la clase de Harvelle, en que les toca entregar el proyecto de semestre, completa responsabilidad de Damon tenerlo impreso y organizado.

Sam no le perdona, y luego de empujarlo contra el pasillo del quinto piso de la facultad de leyes de Stanford, no se ven el uno al otro en las siguientes 24 horas.

- ¿Dónde crees que esta? - pregunto Ruby, eran las diez de la mañana del día siguiente, tenían clase con Alaric, que había preguntado de inmediato por su ausente estudiante favorito.

- Pasando la rabia, es un niño. - respondió, sabiendo luego de tres meses con certeza como Sam podía llegar a ser un jodido mimado, que cuando estaba muy enfadado, terminaba refugiándose en los brazos de su hermano mayor, que por mas que se quejara de Sam, siempre le recibía contento de tener a su pequeño Sammy de vuelta en casa.

Con el tiempo, Damon y Dean se habían llevado de maravilla, el mayor de los Winchester realmente era un magnifico anfitrión, siempre terminando con una copas demás cuando se reunían los cuatro, sentados a la barra o en una mesa del fondo. Pero en cuanto a Sam se trataba, Dean podía ser un feroz guardián.

Y como buen observador, el bartender fue el primero en darse cuenta de su actitud con Sam.

Solo una semana paso para que le tuviera acorralado en la parte trasera del bar, con su arma puesta amenazante en la cinturilla de su pantalón. Era un hombre de Kansas que pasaría por pacifico.

- No se que planeas con Sam, pero mejor que tengas cuidado. - esas habían sido sus palabras antes de que se retirara sin decir nada mas.

Damon no solo había captado el mensaje de que Dean protegía a su hermano Sam de que la oportunidad de ser mas que amigos con el sasquastch.

Pero tan rápido como Sam se enfadaba, se desenfadaba en todo, y a eso de las ocho de la noche del día siguiente, llega con un libro debajo de su brazo y expresión pensativa que se interrumpe al ver a Damon recostado en su lado de la habitación, debajo de sus sabanas y con uno de sus libros, ese que Dean le regalo para navidad el año pasado.

Sam le ve con una ceja alzada y una semi mueca de enfado, le sorprende verlo allí, pero mas le sorprende verlo tan relajado.

- Hey, Sammy, ¿Problema? - pregunta con una sonrisa suave sin moverse un centímetro de su sitio.

Le hace reír, bajito, soltando la maleta en el suelo y así de rápido esta subiéndose en la cama al lado del supuesto vampiro que le deja un beso mimoso en la nuca, por mas extraño que parezca, Sam no se aparta.

*

- ¿Qué el que? - es Ruby quien no lo cree, pero Damon es quien formula la pregunta al mayor de los Winchester.

- Lo que oyen, los vi besándose en el bar la otra noche, por eso pregunto. - Dean casi bufa como un gato enfurecido, pero es difícil de decir si lo esta de verdad, porque una sonrisa se extiende pos sus labios.

- ¿Seguro? Todo el mundo sabe que Madison es una zorra, ¿Por qué Sam, quiero decir Sam, Sam Winchester, querría salir con una zorra así? - Ruby no se contiene, y los dos hombres en la mesa están seguros de que Sam, quien se encuentra en el baño, pudo escucharle en su pataleta.

- Les digo lo que vi. - murmura Dean dándole un sorbo a su cerveza.

- Yo le preguntare. - anuncia Damon, poniéndose de pie con su característica altanería, cabeza en alto y sonrisa socarrona, a todos les sorprende la forma en la que danza alrededor de las mesas, filtreando con medio bar en el proceso.

- Dios, esta tan enamorado. - murmura Ruby negando con la cabeza cuando le ve entrar al baño. - ¿Y tu que? ¿Desde cuando te preocupas por…. - la rubia movió sus dedos imitando las tan obvias comillas que llevaba su siguiente palabra. - “advertirnos” de las relaciones de Sam?

- No lo hago. - respondió el de ojos verdes y tez pecosa, dejando la botella en la mesa antes de levantarse.

Sam estaba lavando sus manos cuando al levantar la mirada, vio a través del espejo la figura de Damon, sonriéndole, pero también analizándole. Se notaba en el ambiente la necesidad de preguntar algo por parte del de cabellos negros.

- ¿algo paso en mi ausencia? - cuestiona de inmediato Sam, secando sus manos en sus pantalones vaqueros.

- Nop. Entonces si. No me habías dicho que salías con Madison. - suelta, no anestesia de por medio, o consideración alguna de su parte.

Sam hace esa mueca de “por favor, dime que bromeas” y cuando Damon alza una ceja, es el turno del gigante de cambiar su táctica y hacer algo que se le da fatal.

Mentir.

- No estoy saliendo con ella. - replica, su voz algo aguda y sus ojos haciendo contacto visual.

“Dios, Sammy, cuando aprenderás…”

- Y yo estoy enamorado de tu hermano. - se burla, separándose de la pared y acercándose a Sam.

Su chaqueta de cuero se ajusta a sus bíceps y la camisa negra le da un toque rebelde del que quedan prendidas muchas y muchos. Al castaño siempre le sorprende como el atuendo es siempre el mismo, pero diferente de alguna manera, una que esta seguro es la misma que le hace suspirar cuando Damon coloca sus manos sobre sus caderas.

Es una posición comprometedora, Sam comienza a sentir el calorcillo de la vergüenza en sus pómulos, pero Damon no se aparta, ni desvía su mirada azul fría de los ojos avellana de Sam.

- ¿Q-Que? - tartamudea, no esta seguro de porque lo hace, pero Damon le hace sentir así, tembloroso y listo para huir.

- ¿Te he dicho cuan sexy te ves esta noche?

Esta enloqueciendo con el aroma a crema de afeitar que Sam desprende, y por eso esta diciendo sandeces, es un alivio que sea conocido por decirlas.

El atiendo de Sam en comparación con el suyo denota lo que es, un ratón de biblioteca, no tiene nada de especial, es sencillo, su eterna camisa a cuadros, esta vez azules, y su típico vaquero, camisa gris debajo de todo el atuendo.

Se esta volviendo demasiado gay.

Sam no puede responder porque las puertas del baño se abren, y de forma repentina, la noche se vuelve extraña.

Ambos vuelven juntos, sumidos en un raro silencio que les consume poco a poco. Incluso cuando están en sus camas debajo de las sabanas, las buenas noches que se dan suenan extrañas.

*

La verdad es que Madison es obviamente la zorra de la facultad de derecho, porque es una chica liberal, le gusta la aventura y el riesgo, pero es de las mejores estudiantes de su curso y muy consecuente con sus trabajos. Eso es lo que a Sam le gusta de ella.

La chica tiene varios ex-novios enfadados, y más de un enemigo declarado en el público masculino, así que es mayormente buscada por chicos que quieren una relación corta, y sin recompensas mayores. Sam no es ese tipo de de chico, su hermano lo sabe, Ruby lo sabe y Damon esta aprendiendo eso sobre el.

Por eso nadie, ni siquiera Alaric, se sorprende cuando en el pasillo del primer piso de la facultad, Damon empotra a Madison contra la toma de agua, se gana una advertencia de curso por eso y un puñetazo de Sam en la barbilla. Casi se arrepiente de lo que ha hecho.

Dean es quien paga los platos rotos - y los corazones también - Madison no se disculpa y Ruby se muerde la lengua para no decir “te lo dije” a un Sam que esta derrotado.

- Hombre, tienes que comer. - Dean esta de pie en la puerta de su habitación en la casa de los Winchester, allí donde Sam guarda los libros que no puede mantener en su dormitorio, allí donde puede refugiarse como un niño debajo de las sabanas por que sabe que Dean, su hermano mayor, le dejara ser.

No puede lidiar con la preocupación de Dean, porque lo ve, lo escucha y recuerda a Karla, su chica de la graduación y ve a Jess dejándose follar por su hermano, y luego los ojos verdes se transforman en azules, y Sam solo quiere dormir el resto de sus días.

Castiel, el proveedor de Dean, el novio no novio de su hermano, le dice que se le pasara tan rápido que no lo notara, Sam esta esperando eso una semana después a que se le pase.

*

Cuando Sam, regresa a Alfa Pi, su residencia, Damon esta estudiando en su lado de la habitación, levanta los ojos de una manera que expresa su fastidio por la interrupción y luego vuelve a lo suyo.

Es tarea de Sam romper el hielo, lo sabe, pero no le gusta disculparse, mucho menos con alguien como Damon, que el muy maldito esta sonriendo por la esquina de sus labios en una mueca clara de que sabe cual será su siguiente movimiento.

Carraspea, soltando sus cosas en la cama y estirándose como un gato, antes de girarse a Damon y ver como este finge no prestarle atención.

“Plan B será” se dice, retirando la chaqueta de sus hombros y quedando descalzo, antes de proceder.

Damon se queja, algo como un “ñah” mientras Sam lo aplasta contra la cama.

- Quita, Pie grande. - se queja empujándolo con una mano e intentando recuperar su tarea que ha quedado debajo del pecho de Sam y algún sitio de su cadera. - Ve a tu cama, puta, déjame solo. - pero Sam no le importa ni “meh” de lo que diga el idiota, ni siquiera le importa quedarse dormido allí, con su cabeza apoyada justo donde el corazón de Damon late mas fuerte.

*

Las cosas se revuelven un poco, porque Sam y Madison hacen las pases tan rápido como Damon y Sam. Es como una bofetada directa al vampiro que se ve afectado con el tonto dilema de estar feliz por el ser amado o tratarlo como una mierda.

Decide aplicarle ambos, por periodos cortos es arisco como un gato, y otros se comporta como si el corazón no le doliera. Pasan días sin encontrarse en el bar, Dean le arrincona dos semanas después.

- Haz algo, imbécil. - le gruñe, furioso y desesperado a partes iguales.

Damon suspira. - ¿Qué quieres que haga? Esta enamorado de la mujer. - murmura, sintiéndose expuesto ante el mayor.

- Pues hazlo antes de el baile de los enamorados.

Esas palabras son un balde de agua fría que le hace reaccionar.

- Sam, ¿quieres ir de acampada el sábado? - hasta Ruby le da una expresión incrédula cuando escucha la pregunta. - Ruby y yo lo planeamos la semana pasada, queríamos que vinieras.

Su plan no funciona tan ben como esperaba, y Sam se la corta de forma tan horrenda que le deja temblando por varias horas.

- Lo siento, chicos. Madison y yo iremos al baile de los enamorados de Alfa Pi.

*

No es sino hasta el sábado en la noche - el día del baile - que Sam nota que no ha visto a Damon en tres días. Le preocupa que su amigo no responda a sus mensajes o a sus llamadas y cuando le pregunta a Ruby por Damon, esta le da una mirada furiosa.

- Tu problema, hombre… - le dijo antes de irse con la bonita pelirroja con la que había venido, dándole la espalda a Sam.

Llama a Dean, dejando a Madison esperando en la fiesta por unos minutos, Dean le da su típico discurso de hermano mayor y le dice la verdad.

- Es una zorra, y solo te quiere por el sexo, solo ve por Damon, el hombre esta destrozado.

No entiende. Para ser uno de los más inteligentes de la facultad no puede relacionar a Madison con Damon de la forma en la que debería hacerlo, y aun le duele pensar que todo el mundo pensaba eso a sus espaldas. Necesita amigos más honestos a ser posible.

El camino por el largo pasillo de Alfa Pi es eterno; se siente pesado e inútil, pero Dean le ha dicho que con hablar todo se soluciona, como si su hermano fuera un gran hablador.

Cuando esta frente a su puerta, se toma dos minutos para prepararse para lo que encontrara al otro lado. Es estúpido, no como si Damon estuviera…. Ok, en realidad no sabe que pensar de el en estos momentos.

Damon esta con la almohada sobre el rostro, en su lado de la habitación, respetando el espacio de Sam, casi como si hubiera una pared solidad entre ambos lados del dormitorio.

- Hey, hombre. - le saluda sin recibir respuesta y eso es algo bastante malo. Con un suspiro, se acerca a Damon, sentándose en la orilla de la cama. - Damon. - susurra, colocando su mano sobre el hombro y zarandeándolo.

- ¿Qué? -le escucha preguntar a través de la almohada, su voz sonando ahogada. - estoy durmiendo.

- Vamos es día de de fiesta. - susurra, le llena de melancolía tratarlo con delicadeza.

- Necesito descansar. - susurra el de cabello negro, apartando la almohada y dejando en evidencia su molestia con su mirada dura.

- No, no lo necesitas. - le replica recostándose en su pecho, escuchando debajo de su oreja el corazón del hombre latir con rapidez. - vamos, divirtámonos.

No ve la mueca exagerada de Damon, que hace el gesto de querer arrancarle la cabeza con las manos.

- Sam, por favor… - murmura removiéndose incomodo en la cama, le asusta que Sam note cuanto le altera su presencia, aun mas después de lo sucedido.

- No.

- Hombre, necesito mi espacio.

Finalmente Sam se alza sobre sus codos, con un gruñido de frustración, mirándole acusadoramente.

- Deja de ser un imbécil, ¿sabes? Solo dime que te sucede, y no digas nada porque juro que acabare con tu rostro.

La amenaza es una de las cosas mas ridículas que Damon ha escuchado, pero lo deja pasar porque en esto momentos nada le causa gracia. De hecho, es tan no divertido que se levanta de un salto, tomando su chaqueta de la percha y alcanzando la puerta, en el exacto segundo que Sam le esta sujetando del brazo.

- Damon.

- No puedo. - dice cortando las palabras de Samuel. - no puedo, Winchester.

- Al menos dime si soy el culpable. - pude, suplica, herido por las palabras de Damon y al mismo tiempo enfadado, porque no sabe lo que esta pasando.

- Si… en parte, la otra parte soy yo.

*pareja: damon salvatore/sam winchester, +fandom: supernatural, +fandom: the vampires diaries, =fics

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