¡Por fin traigo capítulo de Revolution! Perdonad por la espera ;_; trataré de que el siguiente no tarde tanto. En este capítulo Luhan descubre algo... que obviamente sabréis cuando leáis el capítulo *_*
Así pues, ¡a leer!
*****
Mientras Kris llevaba a Luhan de vuelta a su área, éste notaba los dedos del doctor clavándose en sus hombros. Luhan quiere pedirle que deje de agarrarlo tan fuerte, pero la forma en la que tira de él le hace sentir que están huyendo de alguien, lo que le indica que tal vez sea buena idea quejarse más tarde.
El camino hacia su base le resulta muy largo, pero llegan pronto y, al entrar, Kris cierra la puerta tras ellos y mete a Luhan en una habitación vacía.
- ¡Ay! -Luhan se encoge y se frota el hombro-. No hacía falta que me empujases tan fuerte.
Kris se pasa la mano por la cara.
- Tenía que hacerlo. Tenía que sacarte de allí.
Kris recupera el aliento mientras Luhan lo mira fijamente. De pronto parece muy cansado y débil, y Luhan siente lástima por el una vez fuerte y estricto científico.
- ¿Quién era ese hombre? -pregunta Luhan, y Kris levanta la mirada.
- Es el que controla todo esto.
- ¿Tu jefe? -pregunta, y Kris asiente.
- En cierto modo, sí.
Se quedan en silencio y Luhan observa cómo Kris parece estar pensando en algo.
- Luhan... -comienza-. No quiero que uses tus poderes, no por el momento.
- ¿Qué? ¿Por qué? -pregunta.
Kris suspira.
- Tú simplemente haz caso de lo que te digo. No uses tus poderes. Y eso va para todos vosotros. Me encargaré de decirle a Suho que les diga lo mismo a sus experimentos.
- Experimentos... -murmura Luhan al escuchar ese término otra vez-. ¿Es así como aún nos ves?
Kris desvía la mirada de Luhan. Incluso después de todo, aún los considera experimentos.
Tras un rato, Kris se pone de pie y abre la puerta.
- Dile a Lay y a Xiumin que no usen sus poderes y tú quédate aquí a menos que te llamemos para hacer pruebas.
- Pero...
Kris cierra la puerta tras él, y Luhan suspira en medio de su recién hallada confusión.
* * *
Esto es estúpido, piensa Luhan, mientras termina de hacer sus pruebas con Xiumin.
Los habían llamado a ambos al mismo tiempo, y antes de empezar, Kris los llamó en privado y les dijo que se hicieran los tontos y no usaran sus poderes.
Y ellos hicieron exactamente lo que les había dicho. Siguieron adelante con las pruebas y desconcertaron a los ayudantes de Kris, quienes se extrañaron por lo mucho que habían empeorado en un solo día. Tuvieron que levantar enormes objetos, correr, y a Xiumin incluso le cayó encima un cubo lleno de hielo. Como si eso fuera a despertar las habilidades de Xiumin. Pero ambos mantuvieron la promesa que le habían hecho a Kris, y no usaron sus poderes.
Y no sólo ellos. Durante dos semanas, tampoco los que estaban bajo el cuidado de Suho pudieron usar sus habilidades. La situación hacía que todos se preguntaran por qué, y Luhan tuvo que mantener la boca cerrada, ya que Kris no les reveló la razón. Luhan tenía el presentimiento de que era porque no quería que el gran jefe supiera qué era lo que podían hacer. En cuanto a por qué se lo ocultaba también a él, Luhan no lo sabe.
En realidad, Luhan se da cuenta de que es un poco incómodo vivir cada día sin usar sus poderes. Mantiene toda su energía reprimida y al menor contacto, a veces lanza objetos por los aires a través de la habitación. Incluso había logrado romper el cristal de la ducha cuando inconscientemente hizo que se abriera con la mente; y había roto dos botes de ketchup mientras se los pasaba a Kyungsoo. No usar sus poderes hace que se sienta nervioso y, ahora, entiende por qué deben entrenar continuamente y usarlos siempre.
Es el turno de Luhan de hacer sus pruebas y, por una vez, desea que Kris le deje lanzar un coche contra el otro extremo de la habitación. Pero en cuanto entra y su mirada se cruza con la de Kris, sabe que todavía no puede hacerlo.
Luhan hace sus pruebas perezosamente, para satisfacción de Kris, y justo cuando están a punto de terminar, las puertas se abren y entra el hombre que Luhan había visto unas semanas atrás.
El presidente Kim.
Está flanqueado por dos hombres enormes que parecen sus guardaespaldas, y tiene el ceño fruncido, lo que pone a Luhan ansioso.
- ¿Qué es esto? -pregunta en un tono molesto, y Kris avanza hasta ponerse a la altura de Luhan.
- Presidente Kim, no sabía que vendría.
- Por supuesto que no lo sabías -espeta el hombre-. No informo a nadie sobre lo que hago.
Kris guarda silencio.
- He estado observando estas pruebas desde hace bastante tiempo -continúa, mientras se sienta en un taburete y mira a Luhan, de arriba a abajo-. Lo estaban haciendo muy bien hasta que llegué yo aquí, y ahora no me están dando los resultados que quiero ver.
- Todavía son muy novatos -explica Kris con calma-, no pueden hacer mucho aún.
- Vaya, pero es que resulta que no me creo eso -el hombre le dedica a Kris una de sus sonrisas, que a Luhan no le gustan en absoluto.
- Tú -Luhan lo ve apuntándole-, muéstrame lo que sabes hacer.
Luhan mira a Kris y éste le pide con la mirada que no lo haga. Luhan se queda quieto, pareciendo tan estúpido que el hombre se pone de pie rápidamente.
- Sígueme.
Kris le da un pequeño codazo a Luhan para que lo siga, y él así lo hace. Ambos caminan a través de varios pasillos hasta que llegan a una habitación enorme.
- Tú -le dice el hombre a Kris-, quédate conmigo.
Kris mira a Luhan durante un segundo, y éste piensa que el doctor no va moverse de su lado. Pero tras unos segundos, Kris asiente y le indica a Luhan que entre por una puerta mientras él y el hombre salen por otra.
Luhan entra en la habitación y se percata de que es amplia. También está vacía, y en el otro extremo, un cristal lo separa de otra habitación. Luhan ve a Kris, al hombre y a dos de sus guardaespaldas allí de pie.
- Experimento 4-2-0 -dice el hombre, y su voz resuena entre las cuatro paredes-, muéstrame lo que sabes hacer.
Luhan lo mira, sin saber si debería hacer algo o no, pero Kris le dirige una mirada y entonces comprende que no debe.
- Mu-és-tra-me-lo -dice el hombre con impaciencia, pero Luhan sigue sin mover un dedo.
De repente se escucha un disparo y Luhan siente que algo le roza el brazo. Jadea al sentir un escozor y se tambalea hacia atrás mientras se agarra el
brazo. Al mirarse la palma de la mano, ve que está sangrando.
- Señor... -Luhan escucha la voz sorprendida de Kris-. ¿Qué está haciendo?
El hombre sonríe.
- Conseguir que me muestre lo que quiero ver.
Luhan levanta la mirada, luchando contra las lágrimas que amenazan con caer de sus ojos, y ve que hay unos hombres apuntándole con armas. Podría deshacerse de ellos con un único intento. Podría hacerlos volar por los aires y desarmarlos. Pero para hacer eso, tendría que mostrar al hombre sus poderes, y no quiere darle esa satisfacción.
- Otra vez.
Luhan se abraza a sí mismo y siente que le disparan en el hombro y en una pierna. El joven se muerde el labio para no gritar de dolor y cae al suelo al sentir las balas rasgando su piel. No le dan por completo, y sabe que sus verdugos recibieron órdenes de no hacerlo, pero el dolor hace que su piel escueza y se queda allí, jadeando.
- ¡Señor! -grita Kris, pero el hombre se echa a reír.
- Tenemos un experimento muy impresionante aquí, Kris. Pero muy terco, también.
Luhan clava su mirada en él al escuchar eso.
- Muéstrame lo que sabes hacer -repite, pero Luhan se lo queda mirando, sin hacer nada. Está deseando deshacerse de él. Quiere destruir al monstruo que tiene delante ahora mismo. El hombre niega con la cabeza, decepcionado-. A lo que tengo que llegar...
El hombre presiona un pulsador y la puerta que hay en la parte de la habitación en la que está Luhan se abre. Unos hombres con batas de laboratorio empujan a alguien dentro, y al ver de quién se trata, Luhan juraría que sus pulmones dejan de funcionar.
Sehun.
Sehun parece sorprendido de haber sido arrastrado a esa habitación pero, en cuanto lo ve, Luhan percibe que un color intenso comienza a teñir sus mejillas. Su mirada se desliza lentamente hacia su brazo y su pierna. Ve a Luhan con sangre por todo el cuerpo y corre a su lado, pero tan pronto como se acerca, suena un estruendo y se cae al suelo.
- ¡Sehun! -grita Luhan.
Sehun da un traspié y se agarra la pierna, que ya sangra.
- Así que ésta es tu pareja... -dice el hombre y Luhan lo mira, incapaz de moverse para acercarse a Sehun-. Interesante.
De pronto agarran a Sehun, y Luhan observa cómo lo obligan a ponerse de rodillas frente al hombre. Luhan aprieta los dientes mientras los ve obligándolo a permanecer quieto a pesar de su pierna herida.
- Escucha, experimento 4-2-0... -dice el hombre-. Le voy a disparar justo en frente de ti si no me muestras lo que quiero ver.
- Señor... -dice Kris con voz temblorosa-. Son mis experimentos...
- Los cuales yo he financiado -espeta el hombre.
- Sí, así es. Pero no podrán mostrarle lo que quiere ver si los hiere de ésta forma.
El hombre se vuelve hacia Kris.
- Herirlos y amenazarlos es la única forma de que me muestren los resultados.
Kris baja la cabeza.
- Como ese otro experimento al que ordené que liberasen en la base un par de noches atrás -el hombre sonríe.
Luhan levanta la mirada al escuchar eso.
Así que había sido él. Él había soltado a esa criatura monstruosa dentro de su área.
Y le llamaba experimento.
- Aquel maravilloso espectáculo que presencié, en el que uno de ellos le congelaba la cabeza y este otro de aquí, este adorable adorable experimento, elevó la enorme criatura de tal forma que pudo salvar a su amigo de ser aplastado.
Baekhyun...
- Ya ves, amenazar a los de su especie me permite ver resultados.
Luhan quiere destruirlo por haberles hecho aquello. Baekhyun casi había muerto aplastado por culpa de lo que había hecho.
- Ahora, ¿por qué no empieza...?
- Señor...
- Ya basta, Kris -espeta el hombre-. Tú y Suho me habéis fallado en ciertos aspectos y todavía tengo que lidiar con vosotros.
Kris se queda callado y mira a Luhan y a Sehun, y él puede ver lo mucho que lamenta hacerles pasar por aquello.
- A la cuenta de tres, si ninguno de vosotros me muestra lo que es capaz de hacer, dispararé a uno hasta que esté muerto.
No.
- Uno.
Luhan mira a Sehun sin poder hacer nada y lo ve de rodillas, con la cabeza gacha.
- Dos.
Luhan mira a Kris, desesperado, y ve que le dirige una mirada que le indica que ya no importa. Como si le estuviese diciendo que haga lo que pueda para salvarse a sí mismo o a Sehun.
Pero Luhan no quiere mostrarle sus poderes. Le daría esa satisfacción, y no quiere eso.
- Tres.
Luhan cierra los ojos y aparta la mirada, quedándose quieto.
En la habitación no se oye nada salvo el corazón de Luhan latiendo fuertemente en sus oídos.
- ¿Nada? -pregunta el hombre-. Bueno, entonces supongo que uno de vosotros tendrá que pagar el precio.
Luhan abre los ojos.
- Además, siempre se puede encontrar un sustituto adecuado.
Luhan oye a los hombres levantar sus armas y apuntar a Sehun.
- ¡No!
Luhan se pone de pie al escuchar los disparos en toda la habitación y, corriendo hacia Sehun, lo cubre y siente las balas incrustándose en su espalda, sus piernas y todo su cuerpo.
- ¡¡Luhan!!
La voz de Sehun es lo único que escucha, y de repente una ráfaga de viento circula furiosa por toda la habitación. Luhan reúne toda su fuerza para observar lo que está pasando; Sehun tiene los brazos extendidos y ha hecho que los hombres y sus armas vuelen por toda la estancia.
- Sehun, no lo hagas... -gime al sentir el escozor en su espalda. También siente humedad, y sabe que está sangrando.
- Quédate quieto. Aguanta un poco más -le dice Sehun entre dientes-. Voy a matarlos. Te lo juro, acabaré con todos ellos.
- No lo hagas -Luhan trata de ponerse de pie de nuevo y abraza a Sehun, rodeándolo con sus brazos y tirando de él hacia abajo.
- Luhan...
- Ya basta -le
susurra al oído-. Esto es lo que quieren ver. Lo que él quiere ver. Basta, Sehun, por favor.
Sehun está jadeando y Luhan no tiene que girarse para ver que los ha lanzado contra las paredes, tratando de ahogarlos.
- Por favor.
Sehun baja los brazos y grita con frustración por renunciar. Luhan siente sus brazos rodeándolo, abrazándolo con fuerza, y nota que Sehun está temblando.
- Dios Santo, Luhan... -gime, y él odia escucharlo así-. Luhan, no sé qué hacer. Estás perdiendo mucha sangre.
Luhan cierra los ojos, deseando que el dolor desaparezca, y se aferra con fuerza a Sehun, como si fuese a perder la consciencia en cualquier momento.
- No pasa nada. Ssssh, no te pongas así.
Sehun lo acuna entre sus brazos y justo cuando Luhan le asegura que se pondrá bien, siente que le fallan las fuerzas.
- ¡Luhan!
Sehun lo sujeta, pero alguien pone un pie sobre su espalda, aplastándolo contra el suelo y apuntándole con algo a la cabeza.
Luhan mira con horror como más hombres entran y apuntan con sus armas a Sehun.
- ¡No! -grita-. ¡Por favor, no lo hagáis!
Una risa intensa inunda la habitación y Luhan mira al hombre. A su lado, Kris tiene una expresión de asombro en su rostro y el puño sobre la pared de cristal.
- Estúpido muchacho... -dice el hombre-. ¿Quién le manda usar sus poderes cuando no pedí ver los suyos?
El hombre se gira hacia Luhan.
- Mira lo que has hecho. Si me enseñas ahora lo que sabes hacer, puedo dejar que ambos volváis sanos y salvos.
Sanos... Es un poco tarde para eso, piensa.
Luhan mira a Sehun, quien sigue luchando por levantarse, pero el hombre lo empuja de nuevo hacia abajo, pisándolo en la espalda.
- ¿Nada? -el hombre se encoge de hombros y se vuelve hacia Sehun-. Entonces mira cómo muere.
Se escuchan disparos por segunda vez y Luhan siente la rabia explotando en su interior.
No.
Luhan no ha utilizado sus poderes durante mucho tiempo, pero toda su energía, toda su concentración sigue allí intacta, y la libera; con su poder, hace que las balas se detengan y no toquen a Sehun. Son muchas, y las controla todas, deteniéndolas en el aire. Concentrándose en cada bala, Luhan se asegura de que no avancen ni un milímetro más. Siente como si le estuvieran disparando a la cabeza, y se encoge pero se mantiene firme, sintiendo las balas y controlándolas para que no alcancen a Sehun.
Sehun sigue con los ojos cerrados, como si estuviese esperando el impacto de los disparos, pero los abre cuando ve que no siente nada. Mira a Luhan y éste le devuelve la mirada, con los ojos entrecerrados por el cansancio.
- ¡Impresionante! -exclama el hombre aplaudiendo; Luhan siente que le hierve la sangre-. ¡Muy impresionante! Esto es justo lo que quería ver.
Luhan desvía su mirada hacia el hombre y éste le sonríe, pero Luhan dirige todas las balas hacia él y se las lanza volando.
El hombre ni se inmuta, mientras las balas se estampan contra el cristal, pero son incapaces de penetrar el material y lo único que hacen es abollarlo. Luhan cae de rodillas al ver que lanzárselas no ha servido de nada. Derrotado, baja la cabeza y trata de recuperar el aliento, deseando que el dolor de cabeza disminuya.
- ¡Enhorabuena! -el hombre da una palmada a Kris en la espalda mientras éste permanece quieto, mirando horrorizado a Sehun y a Luhan-. Tú y Suho habéis hecho un trabajo maravilloso. El experimento 4-2-0 es perfecto.
El hombre sale de la habitación mientras Luhan se desploma en el suelo, con la poca fuerza que le queda abandonándolo. Lo último que recuerda antes de desmayarse es a Sehun corriendo hacia él.
* * *
Luhan se despierta mareado y desorientado. Ve borroso y escucha unos pitidos a su lado. Trata de ver de qué se trata, pero de repente de siente soñoliento de nuevo y se desmaya.
Durante un tiempo, la situación de repite. Se despierta y se queda dormido de nuevo; lo único que recuerda de cuando recupera la consciencia es el sonido de los pitidos y lo rígido que se siente. Cuando se despierta por completo más tarde, se da cuenta de que los pitidos proceden de las máquinas conectadas a su cuerpo.
La primera persona a la que ve es Lay, quien lo mira sonriendo.
- Me alegra ver que ya te has despertado -le dice-. Pero quédate quieto, ¿vale? No puedo curarte por completo si sigues tratando de moverte.
Luhan se relaja al escuchar su voz. Lay está aquí... Se queda mirando al techo mientras su compañero mueve las manos sobre su cuerpo.
- Te hemos extraído todas las balas de la espalda -dice Lay suspirando-. Y he logrado cerrarte las heridas, pero todavía necesitas descansar. Perder tanta sangre...
Lay niega con la cabeza y Luhan se siente de nuevo agradecido por sus poderes de curación.
- ¿Se...Sehun? -pregunta con voz ronca.
- Él está bien -le responde-. Le han disparado también en varias partes del cuerpo, pero no tanto como a ti. No te preocupes, está bien.
Luhan asiente con la cabeza y cierra los ojos para volver a dormirse.
Cuando se despierta, se da cuenta de que ya no se escuchan pitidos. Ya no está conectado a ninguna máquina y, haciendo acopio de toda su fuerza, logra sentarse.
Se estremece al sentir un dolor de cabeza y permanece sentado, esperando a que desparezca. Cuando lo hace, se pone las zapatillas y sale caminando lentamente de la habitación.
Se da cuenta de que se encuentra en la misma habitación en la que había estado Sehun cuando sucedió lo del incendio. Apoyándose en la pared para no caerse, Luhan avanza hacia el despacho de Kris para preguntarle si puede regresar ya a su base. Cada segundo que pasa solo en aquella habitación le hace sentir incómodo. Se siente más seguro con los demás que rodeado de la gente con batas y mascarillas quirúrgicas.
Luhan llega al despacho de Kris y ve que la puerta está entreabierta. Antes de que pueda entrar, ve a Sehun estampando a Kris contra la pared, rodeándole el cuello con ambas manos.
- ¿Qué cojones estás haciendo? -dice Sehun entre dientes-. ¿Eh? ¿A qué demonios estás esperando?
Kris no se defiende y Luhan se pregunta por qué, si es mucho más corpulento y alto que él. Por no hablar de que también es más fuerte. Sehun parece mucho más delgado comparado con él, y aún así la fuerza con la que tiene que empujar a Kris contra la pared es evidente.
- Es hora de seguir adelante -sisea Sehun-. Luhan está en peligro. Van a usarlo si no hacemos algo.
¿A mí?
Kris aparta la mirada, con los ojos perdidos y cansados.
- No es el momento adecuado.
Sehun empuja con fuerza a Kris contra la pared de nuevo.
- ¡Maldita sea! ¡¿Cómo va a ser el momento adecuado si el tiempo ni siquiera avanza?!
Kris no le responde durante un rato, y Sehun lo suelta al darse cuenta de que no va a decirle nada.
Sehun se pasa la mano por el pelo nerviosamente y se sienta en el sofá, con los hombros caídos.
- Tienes que hacer algo -le suplica Sehun en voz baja-. Tienes que hacerlo, Kris -mira a Kris con desesperación-. No podemos quedarnos quietos y esperar a que se lo lleven. Tú mejor que nadie deberías saber lo que se siente.
Kris asiente con la cabeza, con aspecto cansado.
- Espera un poco. Por favor -dice en un susurro.
Luhan se da la vuelta y camina lentamente hacia su habitación, olvidándose de volver a la base. Necesita pensar. Tan pronto como llega, se cae al suelo y apoya la cabeza contra la puerta.
Así que se lo van a llevar.
¿Por qué a mí?, piensa con frustración. Aunque eso no significa que quiera que se lleven a ninguno de los otros. Pensar en que usen a Lay, o a Kyungsoo, le pone enfermo. ¿Es que no los ven como seres humanos? ¿Es que sólo los ven como experimentos, como a los animales que tienen en jaulas?
Luhan quiere ser libre. Lo desea con una intensidad enfermiza, y golpea con el puño contra el suelo. Sin saber qué hacer con todo su odio, extiende las palmas y lanza la cama por los aires hasta el otro extremo de la habitación. El lanzamiento produce una enorme grieta en la pared, pero a Luhan no le importa. Ve las máquinas apartadas a un lado y mientras las lanza también por los aires, su dolor de cabeza regresa. Luhan se lleva las manos a la cabeza y comienza a llorar.
Quiere salir de allí. Quiere sacarlos a todos de allí. Ese hombre, ese monstruo, va a usarlos a todos. No sabe para qué, lo único que sabe es que un día todos serían utilizados y empezarían por él.
Tratando de incorporarse, Luhan abre la puerta y camina lentamente hacia su base. No puede quedarse más tiempo. No se siente seguro. Ya nada le hace sentirse a salvo.
Excepto Sehun.
Sehun.
Luhan llega a su propia área y arrastra los pies hasta la habitación que ambos comparten. Sehun no estará allí, lo sabe, pero lo esperará. Tal vez vaya a dormir esta noche. O mañana. O al día siguiente...
Luhan abre la puerta de su habitación y respira aliviado al ver allí a Sehun.
- ¡Luhan! -comienza a avanzar hacia él, pero se detiene.
No, piensa Luhan. Lo está haciendo otra vez. No quiere acercarse a mí.
- ¿Estás... estás bien? -pregunta Sehun en voz baja; parece frustrado. Como si quisiera abrazar a Luhan pero estuviese luchando consigo mismo para no hacerlo. Mantiene las manos cerradas en puños a ambos lados de su cuerpo y a Luhan le duele ver que sigue pensando si debe o no acercarse.
- Sí -asiente con la cabeza, allí de pie.
Se siente frío, y débil. Lo único que quiere es que Sehun lo abrace y le diga que todo estará bien, aunque sabe que no.
Sehun asiente.
- Deberías descansar un poco más.
Luhan ve que desvía la mirada. Ambos permanecen en silencio, y de pronto Sehun se aleja y se dirige hacia la puerta.
Luhan lo agarra por la espalda y lo abraza para quedar pegado a su cuerpo. Sabe que parece patético, persiguiéndolo todo el tiempo, pero se tiene que acabar. Sehun tiene que parar.
El cuerpo de Sehun se tensa mientras Luhan lo rodea con los brazos por la espalda.
- Ya basta -Luhan respira contra su espalda-. Sé lo que tratas de hacer; y ya basta.
Las manos de Sehun tiemblan a su lado.
- No sé de qué hablas -su voz se resquebraja al hablar; una clara señal de que está mintiendo.
- Deja de apartarme de ti -dice Luhan-. Sé lo que tratas de hacer; sé que estás tratando de protegerme. Pero ésta no es la forma correcta.
Sehun mantiene la cabeza baja, y sigue rígido.
- Tienes miedo -susurra Luhan-. Tienes miedo de hacerte daño, o de herirme a mí.
Luhan lo abraza con más fuerza.
- Quieres que me acostumbre a estar sin ti, y acostumbrarte a estar sin mí. Pero ya es demasiado tarde para eso, porque ambos nos necesitamos el uno al otro -Luhan aprieta con los puños los pliegues de la ropa de Sehun-. Tienes miedo de que un día ya no estemos juntos, porque nos hará sufrir a los dos.
Las lágrimas comienzan a formarse en los ojos de Luhan mientras lo dice.
- Pero, ¿no sería mejor empezar a pasar el resto del tiempo que nos queda juntos, en vez de estar alejándome de ti?
Sehun ahoga un sollozo y Luhan presiona su mejilla contra su espalda.
- No nos queda mucho tiempo, Sehun, así que ya basta -la voz de Luhan también tiembla-. Deja de luchar contra mí. Basta. Basta ya.
Sehun le agarra la mano con fuerza y lo separa de él. Luhan observa cómo se da la vuelta y lo mira en vez de salir huyendo; parece un niño pequeño perdido. Parece muy cansado, al igual que Luhan, y éste coge su rostro entre sus manos.
- Ya basta, Sehun.
Las lágrimas de Sehun comienzan a resbalar por sus mejillas y Luhan se las seca con las yemas de los dedos.
Este chico... Este chico ha sido el primer contacto de Luhan con la realidad. Verlo así le duele, y sabe que no puede dejarlo.
- El tiempo no se mueve, ¿me equivoco? -pregunta; Sehun cierra los ojos y asiente-. Cuando lo haga, tendremos que separarnos -dice, y Sehun asiente de nuevo, frustrado.
Luhan se traga la ansiedad de su voz. Tiene que ser fuerte por ambos.
- Entonces tómame -Sehun abre los ojos, sorprendido, y mira a Luhan con tristeza.
- Tómame -susurra-. Aunque sea sólo durante un ratito.
Sehun ahoga otro sollozo mientras tira de Luhan y éste se abandona a sus labios.
Todo es un caos. Las lágrimas descienden por las mejillas de ambos, y los dos mueven las manos por todas partes, desesperados, tratando de sentir más piel. Luhan nota el sabor de las lágrimas de Sehun y se las seca con besos mientras que el más joven lo conduce hasta la cama y se tira sobre él, arrancándole la ropa.
Luhan
arquea la cabeza hacia atrás mientras Sehun le lame el cuello y gime en voz alta al notar el reclamo del menor. Los sonidos de sus gemidos, mezclados con los jadeos de Sehun, encienden un fuego invisible en la boca de su estómago, y provocan una erección en Luhan. Sehun desciende la mano y le frota la húmeda punta, mientras el placer se acumula dentro de él.
Está duro y necesitado, y Sehun lo complace. Por fin siente que Sehun le está haciendo el amor, piensa Luhan mientras agarra con fuerza las sábanas, tratando de evitar llegar al orgasmo tan pronto.
Es una sensación maravillosa, piensa mientras Sehun lo embiste más fuerte que antes. Aunque duela. Mucho. Porque cada vez que lo hace, Luhan recuerda lo mucho que prefiere este dolor antes que el dolor de separarse de él.
Luhan permite que sus lágrimas caigan mientras Sehun entierra la cara en la curvatura de su cuello. No puede verlo, pero sabe que él también está llorando. Luhan lo abraza mientras se mueve más rápido dentro de él, penetrándolo cada vez más fuerte, y él envuelve sus piernas alrededor de su cintura para recibirlo mejor.
Por fin llega al orgasmo, apretando con fuerza a Sehun y clavando las uñas en su espalda, seguido poco después de él.
Y por primera vez, es Sehun quien se aferra a él, negándose a apartarse.
* * *
Despertarse en los brazos de Sehun hace que ésa sea la mañana más hermosa que Luhan ha tenido jamás. Y pensar que había renunciado a experimentar algo tan hermoso en su vida desde que había sido capturado...
Luhan no ve su espalda ni su cara seria en el momento en que abre los ojos, sino que lo ve durmiendo plácidamente, cerca de su cara y rodeándolo con sus brazos.
Se pregunta si ésa es la primera vez que Sehun duerme tan profundamente. Las ojeras que tenía casi han desaparecido y su piel tiene un aspecto mucho más saludable, no tan pálido. Respira con tranquilidad y Luhan lo observa dormido durante un rato, sin molestarse en despertarlo.
Pero Sehun se mueve como si supiera que alguien lo está mirando, y sus ojos se abren poco a poco entre pestañeos. Luhan lo mira y deposita cuidadosamente una mano sobre su mejilla, y él cierra los ojos, sintiendo el contacto de su pareja.
- Hola... -dice Luhan en voz baja, y Sehun abre los ojos por completo y le dedica una pequeña sonrisa. Luhan se queda sin aliento al verla.
Una sonrisa.
Es pequeña, pero le parece absolutamente preciosa. ¿Cuándo había sonreído Sehun para él?
- Hola... -responde Sehun, y Luhan se acerca a él. Sehun se pone rígido por un momento y Luhan se detiene, deseando que la hermosa mañana no se venga abajo. Pero poco a poco, Sehun lo abraza con más fuerza y Luhan suspira aliviado.
- Lo estás haciendo otra vez -murmura Luhan-. Estás luchando contra mí.
Sehun suspira también, respirando por encima de la cabeza de Luhan.
- Lo sé -responde-. No estoy muy acostumbrado a esto.
Luhan desea poder ayudar a Sehun con eso. Le duele ver que lucha contra sus propios impulsos, aunque sea sólo por un abrazo como éste.
- ¿Por qué?
Sehun suelta lentamente a Luhan mientras lo mira.
- No estoy acostumbrado a sentir esta felicidad.
Felicidad.
Él está feliz. El corazón de Luhan explota de sólo oírlo. Lo hago feliz.
Sehun cierra los ojos.
- Estoy aquí desde hace mucho tiempo y ya he olvidado lo que es sentirse feliz.
Luhan le planta un suave beso en la base de la garganta, y Sehun suspira.
- ¿Cómo se siente? -pregunta Luhan en un susurro-. ¿Ser feliz?
Sehun le acaricia la espalda.
- Bien. Muy bien. Y eso me asusta.
Luhan lo mira y frunce el ceño.
- Se supone que no debes tener miedo a la felicidad.
Sehun asiente.
- Lo sé. Pero lo tengo. Porque me da miedo que me la arrebaten.
Sehun entierra su rostro en el cabello de Luhan.
- Me da miedo que te lleven lejos de mí.
Luhan quiere mentir y decirle que todo va a estar bien; que estará siempre a su lado al igual que Sehun siempre estará con él. ¿Pero cómo podría decir eso cuando ambos saben lo que va a pasar?
Luhan se queda callado y le duele una vez más no poder ni siquiera consolar a Sehun.
Los separarán... Luhan cierra los ojos mientras asimila esas palabras.
- ¿Sehun? -pregunta, y Sehun le responde con un «¿um?» contra su oído para hacerle saber que lo está escuchando-. No vuelvas a apartarme de ti nunca más -eso es todo lo que Luhan puede decir por el momento. Es lo más sencillo que puede decir en ese momento.
- Lo intentaré -le responde Sehun; y ambos se quedan allí tumbados, preocupados por lo que el mañana pueda traerles.
* * *
Sus pruebas empiezan otra vez. Y ahora, Kris les dice que pueden usar sus poderes, aunque sólo en cierta medida. Kris todavía se comporta con cautela y se asegura de que sus entrenamientos sean privados.
Uno de sus entrenamientos comienza con batallas entre ellos de nuevo y, esta vez, Luhan se enfrenta a Chanyeol. El resto no está presente, ya que los entrenamientos se hacen por separado; así pues, Luhan no tiene la oportunidad de luchar con Baekhyun o el resto. Habría querido también luchar contra Sehun, para saber si podría vencerlo, pero él está en otra habitación enfrentándose a Xiumin.
Al principio, Chanyeol no utiliza sus poderes para nada, todavía asustado de lo que podría suceder, pero Luhan le asegura que podrá arreglárselas. Chanyeol comienza lanzando pequeñas bolas de fuego hacia él, y Luhan las detiene y se las tira de vuelta. En una ocasión, Luhan le lanza las bolas demasiado cerca del pelo y Chanyeol aúlla mientras los demás se ríen. Él se echa a reír también, y todos se relajan al ver que ya empieza a disfrutar.
El siguiente en enfrentarse a Luhan es Kyungsoo, y es la primera vez que ve en qué consiste su poder. Es poderoso y rápido, y Luhan no sabe cómo contrarrestarlo. No puede evitar que la tierra se mueva, así que se da por vencido y acepta que gane la ronda. Éste le da una palmada en la espalda, pero no antes de que Luhan bromee diciéndole que encontrará la forma de vencerlo. Kyungsoo se echa a reír mientras se queda con las palabras de Luhan.
El siguiente es Kai, y Luhan le sonríe con malicia.
- ¿Seguro que podrás vencerme? -se burla el más moreno, y Luhan le lanza rápidamente una silla. Kai abre los ojos,
sorprendido, y desaparece antes de que pueda golpearlo, teletransportándose a otro lado de la habitación.
- ¡Oye! -grita mientras Luhan se ríe-. ¡Eso no es justo! ¡No habíamos empezado!
Luhan sonríe y aprovecha la oportunidad para levantar la silla otra vez y lo apunta con ella de nuevo, pero Kai se desvanece con rapidez; Luhan se arriesga y lanza la silla hacia el extremo contrario. Cuando Kai se teletransporta cerca de donde cae la silla, chilla cuando ve que por poco lo alcanza.
Chanyeol se ríe tras ellos.
- Luhan le está cogiendo el truquito a esto, Kai. Te estás haciendo viejo.
Kai sonríe y desaparece. Luhan espera a ver lo que se trae entre manos y luego lo ve tras Chanyeol. Éste, ajeno a lo que está sucediendo, sigue sonriendo a Luhan, hasta que Kai lo abraza por detrás y desaparece con él.
- ¡Oye! -las últimas palabras de Chanyeol quedan suspendidas en el aire y Luhan mira a su alrededor, preguntándose dónde están. De pronto ambos aparecen en una de las plataformas en la parte más alta de la base. Luhan levanta la vista y ve con los ojos muy abiertos cómo Kai empuja a Chanyeol casi hasta el borde y éste grita.
- ¡Sálvalo, Luhan! -grita Kai, sonriendo, y Luhan estira los brazos y sostiene a Chanyeol cuando cae. Luhan sienta con cuidado a Chanyeol en el suelo, haciendo caso omiso de todas las maldiciones que le lanza a Kai.
Kris se enfadaría si supiera que están jugando en vez de entrenar, pero hacía tiempo que Luhan no se divertía tanto y el rostro de Chanyeol al caer no tenía precio.
Luhan sigue riéndose de él mientras Kai aparece, sin aliento, sonriendo frente a él.
- Buenos reflejos -dice, y Luhan aprovecha para sujetarlo. Kai se da cuenta y forcejea bajo su control, pero Luhan lo tiene justo donde quiere.
- Eso no va a funcionar -Kai sonríe y Luhan ve que se evapora y desaparece otra vez. Es muy veloz y lo ve aparecer y luego desaparecer cada vez más cerca de él, hasta que está tan próximo que no le da tiempo a bloquearlo, y se tropieza, cayendo hacia atrás mientras lo agarra.
Ambos se ríen mientras caen al suelo, agarrados, y Luhan está a punto de aceptar la derrota cuando de pronto recuerda.
Estas manos...
Su corazón comienza a martillear dentro de su pecho mientras siente a Kai sosteniéndolo para impedirle que caiga al suelo con fuerza. El rostro de Kai está cerca del cuello de Luhan y siente su respiración agitada.
Esta sensación...
Luhan siente el peso de Kai sobre él y cierra los ojos cuando el recuerdo lo golpea en la cara.
Es él. Luhan jadea cuando se da cuenta de quién es Kai.
Es él.
El hombre enmascarado.
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