{trad. español} Default State Of Being - Capitulo 6.

Feb 03, 2014 02:16



Numero de palabras: 2,771
Gracias a yue_kissys por betearlo y a lay-me-kris por ayudar con la traducción<3 también como siempre gracias a todos los que leen y comentan :) disfruten la lectura /o/

seis;

―Mierda, eso está helado.

Un comentario sarcástico estaba en la punta de la lengua de Kyungsoo, pero no lo sacó porque un Kris quejumbroso era todavía intimidante. Especialmente si dicho hombre, estaba parado en medio de la cocina empujando una toalla llena de hielo debajo de su camiseta. ―¿Voy a tener una explicación de por qué vaciaste mi congelador o ésta es sólo una razón para enseñarme tu pecho?

Kris hizo una mueca conforme cambiaba el paquete de hielo improvisado. ―Zitao ―prácticamente gruñó.

―¿Zitao…?

―¿Mesero candente? ―oh, ese Zitao. ―Sí, bueno, me pateó.

Kyungsoo resopló y trato de hacerlo pasar como tos, pero vio los ojos de Wufan entrecerrándose porque él no era realmente tan sigiloso. Con una disculpa balbuceada que sonó casi genuina, sostuvo una botella de aspirinas que Kris tomó.

―Tampoco es como que yo fui tan prepotente. Apenas expliqué que si él era tan heterosexual, una cita no sería problema.

―¿Explicaste? ―Kyungsoo sabía que detrás de eso había algo más...

―Bien, lo acorralé en una esquina primero, así no podría huir.

―Qué delicado.

―¡Usualmente eso funciona!

―Así que, ¿Realmente vas a dejarlo ir?

Esta vez, fue el turno de Kris en resoplar ―¿Bromeas? ¡Es totalmente sexy!

―Te pateó. En el pecho.

―Puedo y voy a aprovecharlo.

―No identificaré tu cuerpo cuando él te golpeé hasta la muerte, y te bote por algún callejón.

―Estoy herido. Un poco de consideración, ¿por favor?

―Pobre bebé ―Kyungsoo arrulló en tono de burla. ―¿Necesitas que te bese para mejorarlo? ―una sonrisa reemplazó el ceño fruncido de Kris y Kyungsoo se dio cuenta muy tarde del desliz que cometió. Mierda.

―Pues sí, eso sería maravilloso.

Kyungsoo se encontró a sí mismo inmovilizado por una mirada que conocía muy bien. Era depredadora y enviaba un escalofrío de emoción a través de él, a pesar de su mejor esfuerzo por no ser afectado.

―Juro que tú y Jongin son la misma persona.

Kris resopló burlón. ―Soy mucho más sexy.

―Y usado ―tal vez esa era una cosa que no debía decir -de nuevo- porque Wufan estaba moviéndose hacia él con esa mirada en su rostro.

―Prometo que soy completamente funcional.

―Estoy seguro que lo eres. Ahora retrocede antes de que asustes a mi cachorro.

Kris cogía diferente que Jongin, sus embestidas eran poderosas pero lentas, casi provocando, si no fuese por la fuerza brutal de cada uno. Las piernas de Kyungsoo estaban envueltas alrededor de su cintura, espalda presionada completamente contra la pared mientras gemía con cada desliz. Había un moretón purpureando el pecho de Kris y Kyungsoo pasó la mano sobre él antes de presionar sus dedos en la piel manchada. Esto hizo que el otro hombre siseara de dolor y golpeara dentro de él más fuerte, la cabeza de Kyungsoo cayendo hacia a tras mientras un gemido escandaloso desgarraba su garganta.

Enterró sus dedos sobre el moretón un tanto más profundo, forzando que Kris acelerara sus embestidas mientras sus manos apretaban los muslos de Kyungsoo dolorosamente fuerte. Sabía que iba a estar cubierto de marcas más tarde, pero no importaba porque se sentía condenadamente bien.

Si éste fuese Jongin, no habría tenido que tocar su propio pene hasta venirse de lleno sobre el estómago y el pecho de Kris. Si éste fuese Jongin, habría intentado aferrarse a él un poco más en vez de deslizarse por la pared con piernas temblorosas. Si éste fuese Jongin, una culpa pesada no se habría asentado en su pecho, devorando su felicidad post-orgásmica. Pero éste no era Jongin, y mientras quería declarar que no le importaba, su mente lo hacía. Le importaba, jodidamente le importaba.

Estaba oscuro afuera cuando Jongin le preguntó sobre los moretones en la parte trasera de los muslos de Kyungsoo. Ellos estaban acurrucados en la cama juntos, el edredón tirado en el piso y las sábanas enredadas alrededor de sus piernas. Jongin se inclinó hacia abajo para obtener una mejor vista de las marcas cuando el otro hombre se movió para esconderlas.

―Kris vino temprano.

Hubieron mil cosas que no fueron mencionadas, pero con esa declaración, Jongin pareció entenderlas todas. Había un ceño fruncido estropeando su rostro e hizo que Kyungsoo sintiera la culpa formándose de nuevo, tomando residencia en su estómago mientras se revolvía. Casi dejó escapar un sollozo cuando Jongin le forzó a moverse y le dio un beso en la piel sensible. No podía soportar a este Jongin.

En vez de salir corriendo, como cada terminación nerviosa de su cuerpo le gritaba que lo hiciera, Kyungsoo jaló a Jongin y hundió su cara en su cuello. Tomó mucho tiempo, pero con el brazo del otro hombre envuelto firmemente alrededor de él, Kyungsoo finalmente se quedó dormido.

Fue un alivio ver a Jongin actuando como él mismo de nuevo a la mañana siguiente, su sonrisa contagiosa y su implacable burla. Kyungsoo tuvo que agacharse para evitar recibir un codazo en la cara cuando Jongin bailaba en la ducha a pesar del espacio reducido que claramente no era lo suficientemente grande para que lo hiciera con ambos ahí. Sin embargo, no le impidió intentarlo.

―Hay algunas cosas que simplemente no usas como lubricante ―Jongin informó mientras él se enjabonaba el cabello. ―Como el shampoo. No estás tratando de lavar, enjuagar, y repetir tu polla ―Kyungsoo tarareó y se dio la vuelta, empujando a Jongin bajo el chorro para que pudiera retroceder y lavar su propio cabello.

Kyungsoo seguía sonriendo de oreja a oreja después de que se secara, tenía la toalla envuelta alrededor de su cintura mientras permanecía de pie frente al espejo. Jongin se sentó en la repisa, poniéndose directamente entre el hombre mayor y el espejo, piernas ajustadas a su cintura y tirándole hacia delante. Kyungsoo estaba a punto de protestar, pero entonces fue besado. Era suave y lento, los dedos de Jongin peinaban su cabello aún húmedo mientras el momento le quitaba el aliento. Incluso después de que sus labios se separaron, Jongin continuó haciéndole mimos, arrullando a Kyungsoo en un estado de alegría, con una sonrisa perezosa en su boca y sus ojos cerrados mientras disfrutaba de la sensación.

―¿Estás cansado de mi?

Kyungsoo entreabrió sus ojos para mirar a Jongin con un “sí” en la punta de su lengua, pero cuando vio la mirada sincera en su cara, se encontró a sí mismo diciendo lo contrario. Fue recompensado con una sonrisa radiante.

―¿Puedo ir contigo?

La petición le hizo detener y voltearse, mirando al hombre todavía sentado en la repisa, con una emoción poco familiar en su rostro. Kyungsoo no pudo más que asentir.

Sólo eran compras en el supermercado y debió haber sido relativamente fácil, pero nada con Jongin era fácil. Lo que comenzó como un viaje corto, se había convertido en el propio infierno privado de Kyungsoo, mientras Jongin seguía encontrando más y más artículos para echar en el carro mientras saltaba alrededor como un niño. Había un ceño permanente grabado en la cara del hombre mayor y de pronto, no podía esperar hasta que todo terminara y pudiese tirar a Jongin de vuelta a su propia casa. Es como si Jongin estuviese intentando hacerle arrepentirse de su respuesta anterior.

Kyungsoo estaba de pie frente a su carro, mirando la lista en sus manos mientras rayaba otro artículo fuera. Vio un par de brazos alcanzando y agarrando el mango del carro y se dio la vuelta. Jongin tiró el mango del carro hacia atrás, forzando a que Kyungsoo cayera adelante, a su pecho. Kyungsoo miró a Jongin con fastidio que se disipó en el momento que Jongin se inclinó y presionó sus labios juntos. En cuanto a besos, éste era muy manso, pero no menos potente. Un río de furiosas emociones estaba a punto de desbordar en Kyungsoo, pero estuvo agradecido de que Jongin caminara otra vez, incluso si eso significara que estaría gastando más en comida de lo que había hecho antes.

Pensó que su corazón se calmaría y que la sangre finalmente dejaría de golpear sus oídos cuando Jongin se fue a casa, pero nada cambió. Todavía era un completo desastre, lágrimas brotando de sus ojos mientras difícilmente trataba de solamente empujar todo por la borda. Este convenio estaba comenzando a doler. Nunca creyó que se enamoraría de Jongin, sin embargo, aquí estaba, siendo un completo idiota. Jongin no era el tipo del que te enamoras si deseas un “felices para siempre”. Jongin era el prólogo, la iniciativa para encontrar al indicado. Nunca el acto principal.

Kyungsoo hundió el rostro en su almohada, incapaz de dormir y todo era culpa de Jongin. Pateó sus cobijas sólo para darse la vuelta y volverlas a poner otra vez, a lo largo de sí mismo, un minuto después. Se quedó mirando el techo, abusando de su labio inferior con sus dientes, un hábito que recogió de Jongin. Estuvo a punto de rodar fuera de la cama cuando escuchó su teléfono celular sonar tomándolo por sorpresa, haciendo eco en el silencio de su habitación. El nombre de Jongin apareció como la persona que llamaba y él tenía casi decidido presionar ignorar. Pero no lo hizo.

Cinco minutos después, Kyungsoo yacía en su auto, dirigiéndose a recoger a un Jongin que sonaba miserable en el estudio de danza, solamente porque se había lastimado a sí mismo y no podía conducir. Jongin era un desastre, su rostro cubierto de sudor sólo por el esfuerzo de estar erguido contra la puerta mientras esperaba. Kyungsoo lo habría regañado por no encontrar un lugar más cómodo para descansar, pero en ese momento, no tenía corazón para hacerlo. Ni siquiera se quejó cuando tuvo que cargar a Jongin hasta su apartamento, los ruidos de dolor del joven haciendo a Kyungsoo apenarse y a su corazón romperse sólo un poco, vez tras vez.

Miles de emociones diferentes invadieron la mente de Kyungsoo mientras estaba recostado en la cama con Jongin, el otro hombre envuelto alrededor de él y su rostro enterrado en su cuello. Kyungsoo acariciaba su brazo para reconfortarle, tratando de arrullarlo para que durmiera por su dolor. A pesar del estado turbulento de su mente, no pasó mucho tiempo para que se durmiera, presionando un beso en la frente de Jongin, justo antes de dormirse.

Jongin pasó los siguientes dos días tendido en la cama o en el sofá, usualmente con un cachorro inquieto sobre él, así que Kyungsoo terminó mimándolos a ambos con afección frustrada. El hombre lastimado nunca dejó de escribirle mientras estaba afuera en un paseo callejero con BP, pidiendo un aperitivo o una revista. Era jodidamente frustrante, pero Kyungsoo lo hizo de todos modos, pensando que era mejor acabar de una vez en lugar de tener que escuchar a Jongin quejarse. Siempre valía la pena, porque Jongin lo tiraría y se acurrucaría en su cuello, agradeciéndole con pequeños besos y una pierna columpiando sobre su cadera.

Las pequeñas cosas comenzaron a importar más - una cálida sonrisa, una breve caricia, elogios murmurados cuando Jongin estaba medio dormido y no sabía lo que decía porque Kyungsoo estaba seguro de que no tenía intención de decirle que su rostro le recordaba a un pastel.

―Soo? ―la voz de Jongin era ahogada por estar colocado encima de Kyungsoo, rostro enterrado en su cuello y un muslo situado entre las piernas del hombre mayor. Es respondido con un ligero zumbido que obviamente no es tanta atención como él quería, moviéndose lo suficiente, para presionar besos a lo largo del cuello de Kyungsoo.

―¿Qué sucede Jongin? ―había irritación en la voz de Kyungsoo, pero se quebró al final así que no estaba seguro de si el otro se daría cuenta de cuál era su punto.

―Me siento mucho mejor.

Bueno, eso suena perfecto y bueno, pero - oh. Jongin se apoyó hacia arriba lo suficiente para besar a Kyungsoo apropiadamente, labios encajando entre sí en toda las formas correctas. Lo suficiente para robar el aliento de Kyungsoo y el cuaderno en su mano cayó al suelo, olvidado mientras regresaba el beso. Con este Jongin no necesitaba ejercer resistencia porque, éste era el Jongin al que está acostumbrado, el Jongin que puede manejar.

No hubieron más pensamientos molestos corriendo por su cabeza cuando una mano cálida se deslizo en sus pantalones para acariciar su miembro. La misma idea de balance se volcó, mientras la boca de Jongin reemplazó su mano, lengua presionada contra su piel acalorada tan pecaminosamente buena que sólo pudo aferrarse del sofá para apoyarse cuando sus muslos temblaron. Sus gemidos eran ruidosos, pero los de Jongin eran más fuertes, enviando temblores a través de su cuerpo ya sensible con cada sacudida de su cabeza, y los inmorales movimientos de su lengua. Su clímax estaba acercándose más rápido de lo que quería, haciendo a Kyungsoo empuñar sus dedos en el cabello de Jongin y apartarle con fuerza.

Sus labios se encontraron en un beso muy húmedo y descuidado mientras Jongin se apoyaba a un lado lo suficiente para deslizarse fuera de sus propios pantalones con un poco de asistencia del hombre debajo de él. Kyungsoo estiró su brazo debajo del cojín para sacar el lubricante y un condón, destapando la tapa y casi exprimiendo todo sobre sus dedos. Jongin se alzó sobre él, suficiente para que Kyungsoo lo alcanzara y lo jodiera un buen momento, antes de deslizar un dedo dentro del culo del joven.

No tuvo que hacer gran parte del trabajo porque Jongin estaba empujándose hacia abajo, sus caderas rodando contra sus dedos resbaladizos mientras se movían en su interior, estirando y acariciando.

―Te necesito ―Jongin susurró, sus labios rozando en conjunto. ―Ahora.

Kyungsoo apenas tenía el condón puesto, y el lubricante casi no untado en su longitud, lo suficientemente antes de que Jongin se empujara a sí mismo hacia abajo. Su boca se abrió y sus manos agarraron la camisa de Kyungsoo, empuñándola en sus dedos mientras se hundía hasta el fondo de la polla del otro hombre, músculos firmemente apretados alrededor de él.

Cuando Jongin trató de moverse hacia arriba, Kyungsoo agarró sus caderas y clavó sus dedos en ellas. ―Espera. ―por mucho que quería moverse, haciendo que Jongin rebotara en su miembro duro, no iba a lastimarlo tampoco. Jongin dejó escapar un gemido y le disparó una mirada sucia, pero él se sostuvo con fuerza, hundiendo sus uñas aún más para que no pudiera moverse. Fue difícil obligarse a sí mismo y a Jongin a permanecer inmóvil y no pasó mucho tiempo, antes de que él no pudiera retenerlo más. Su agarre del otro hombre fue liberado antes de que Jongin se levantara y dejara a la gravedad traerle de vuelta hacia abajo en un fluido movimiento.

A medida que continuaba montando a Jongin, Kyungsoo hizo un intento de extender sus piernas, pero los pantalones alrededor de sus muslos restringieron su movimiento y dejó escapar un gruñido de frustración que fue pronto interrumpido por la boca de Jongin presionándose contra la suya. El joven estaba abusando de su labio inferior con sus dientes, tirando y mordiendo conforme Kyungsoo gemía en su boca, una mano moviéndose hacia arriba para empuñarse en su cabello mientras la otra se envolvía alrededor de su cintura para acercarlo más. Cada estocada hacía los músculos de Kyungsoo tensarse, la deliciosa fricción enviando corrientes de calor a través de su cuerpo.

No tomó mucho tiempo para que el ritmo de Jongin concluyera su orgasmo, sus ojos rodando hacia atrás de su cabeza, mientras Jongin mordía su hombro descubierto. Jongin debería considerarse a sí mismo afortunado de que el otro hombre tuviera suficiente capacidad mental, para mover su mano hacia su todavía duro miembro, para tirarlo y apretarlo hasta que se corriera sobre su camisa. Kyungsoo sintió sus labios suaves presionando besos en su hombro, donde sus dientes habían estado previamente y una sonrisa estiró sus labios. Volvió su cabeza para besar la mejilla de Jongin y apretó un poco su brazo, alrededor de su cintura.

Lo normal era que Jongin se levantara, o más bien, se pondría de pie separando la unión, porque ellos estaban sobre el sofá y sacarlo ahora, de algún modo podría traer lesiones en la parte de la cabeza, aunque intente limpiarlo. Pero no lo hizo. Permaneció acurrucado en los brazos del otro, como muchas veces habían estado luego de tener sexo, excepto por la falta de ropa y el desastre y, tú sabes, el pene de Kyungsoo todavía dentro de su culo. Y Kyungsoo trataba de odiar esa nueva interacción, pero era tan agradable y cálida, que Jongin todavía tenía su corazón martillando en su pecho, incluso después de que su respiración era normal.

Probablemente era una mala señal. Pero se preocuparía de eso después. Siempre había un después.



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