EXO [Reminiscencia, Parte 1: Luz (de mi vida) (10/17) {Parte 1/2}]

Feb 04, 2015 01:33

Título: Reminiscencia
Parte: Primera, Luz (de mi vida)
AU: Reminiscencia!AU
Fandom: EXO
Pairing: Chanyeol/Baekhyun, Kai/D.O, Suho/Chen
Rating: R
Palabras: 9.430
Summary: Baekhyun soñó. Soñó con las sirenas de las ambulancias, con el calor asfixiante sobre la piel. Soñó con un chico hecho de fuego, con un grito sobre el silencio; con otro hombre, de rostro muy joven y ojos muy cansados, leyendo la etiqueta que alguien le había colocado en el pie.
Y de repente, todo seguía pareciendo un sueño, pero él había abierto los ojos y estaba quieto, de pie, en el lugar en el que había empezado todo.
[Reminiscencia (del latín: reminiscentia)
-Acción de representarse u ofrecerse a la memoria el recuerdo de algo que pasó.
-Recuerdo vago e impreciso]


Las cicatrices poseen el poder de recordarnos que nuestro pasado fue real alguna vez.



Parte Primera - Capítulo 10

-¿Cómo se os ha ocurrido hacer algo así? ¿Cómo? ¿Es que no os dais cuenta de lo que podía haber pasado?

A Baekhyun le hubiera gustado poder justificarse, pero todo lo que pudo hacer fue asentir en silencio, con los labios curvados hacia abajo en una mueca culpable y los puños apretados sobre las rodillas.

Como era de esperar, Luhan había dado la alerta tan pronto como Chanyeol y él habían entrado en el radio de alcance de sus poderes y, tan pronto como habían llegado al hotel, Kyungsoo, que estaba aguardando en la puerta con cara de bastantes pocos amigos, los había guiado ante Suho en el Salón de Cristal.

Baekhyun había esperado gritos, amenazas, prohibiciones. Había estado dispuesto a asumir cualquier castigo, pero no había estado preaparado para la decepción en los ojos de su líder, ni para el modo en el que Chanyeol lo había seguido, en silencio y con la vista clavada en el suelo, durante todo el camino de vuelta a casa.

-Yo sólo quería ayudar -acabó murmurando, sabiendo de sobra que aquella respuesta no valía nada, y observando al otro chico por el rabillo del ojo. Los dos habían acabado sentados en uno de los sofás de la habitación, el uno al lado del otro, pero Chanyeol seguía sin mirarlo. Parecía muy niño así, con los párpados entornados y restos de sangre seca y ceniza en la mejilla, y a Baekhyun le habría gustado limpiarle las manchas de la piel con el pulgar, rogarle que lo perdonara por haberlo metido en todo aquello, pero aquel no era el momento ni el lugar.

-¿A quién querías ayudar? ¿A nosotros o a ellos? -intervino Kyungsoo, y Baekhyun se mordió el labio, dolido como si acabaran de abofetearlo.

-¡Yo no quería que pasara esto! -protestó, pero otra voz lo interrumpió en tono monótono.

-No seas injusto, Kyungsoo. A Baekhyun lo han traicionado tanto como al resto de nosotros. Tú no estabas allí; no has visto cómo ha sido.

El interpelado frunció el ceño.

-Por dios, Chanyeol.

Era la primera vez que éste hablaba, y lo último que había esperado Baekhyun fuera que lo hiciese para defenderlo, pero el otro Reminiscente bajó la cabeza tan pronto como pronunció la última de sus palabras y Baekhyun se encontró mirando su perfil recortado contra los ventanales tras él, con una garra invisible de culpa atenazándole la garganta.

-El que os hayan traicionado o no es irrelevante -Suho, de pie ante ellos, cruzó los brazos sobre el pecho, perforándolos con aquellos ojos suyos que parecían mucho más ancianos que el resto de su cuerpo-. Baekhyun, te dije claramente que no quería que salieras de aquí sin habernos dado parte y sin escolta, y te lo dije ayer. Me pareció duro darte una orden tan pronto, pero no me estás dejando otro remedio, así que te lo voy a dejar claro: no quiero que salgas solo hasta que estés preparado para defenderte. ¿Te ha quedado claro? -el chico asintió, rogando a la Rueda y a todos los dioses del cielo para que Suho se detuviera ahí, pero el líder de los Reminiscentes suspiró y se giró hacia Chanyeol, que seguía inmóvil y ausente-. Y tú. Tú. Baekhyun es un recién llegado, así que en parte puedo entender que actúe de modo irresponsable, pero tú llevas aquí años y sabes lo que está bien y lo que no. ¿Te había contado Baekhyun todo esto? ¿Sabías que podía ver y oír a Oh Sehun a pesar de que todo eso era anormal?

Chanyeol asintió.

-¿Y sabías que tenías que haberlo reportado?

-Sí.

-Entonces, ¿por qué no lo hiciste?

El chico se mordió el labio, miró a Baekhyun directamente por primera vez, sólo un momento, por el rabillo del ojo. Y éste volvió a ser consciente de que él se lo había pedido. Le había pedido un poco más de tiempo, una noche más.

-Quería… Quería estar seguro -terminó diciendo, y el chico apretó los dientes porque sabía que Chanyeol estaba mintiendo-. Tal y como estamos, todos nosotros tenemos muchas cosas de las que preocuparnos. Todo el asunto podía ser una falsa alarma. Quería cerciorarme y me equivoqué. Me confié demasiado.

-Kris podía haberte matado, Chanyeol -intervino Suho, con una suavidad que no había empleado en ningún momento con ninguno de ellos desde que se habían sentado a contarle todo lo que había pasado, y, aún así, Baekhyun pudo sentir al otro chico tensarse y temblar gracias a la proximidad de ambos en el sofá-. Podía haberos matado a los dos.

-Lo sé.

-Baekhyun todavía no tiene capacidad para defenderse solo, y ellos están entrenados como un ejército.

-Lo siento mucho.

Suho se apartó el pelo de la frente con una mano y suspiró.

-¿Qué es lo que voy a hacer con vosotros? -murmuró-. Con vosotros dos y con Luhan. Uno se ha escapado, el otro no ha reportado cuando tendría que haberlo hecho, y el tercero le ha abierto la puerta. ¿Cómo queréis que nos organicemos así, cuando los unos se dedican a actuar a las espaldas de otros? ¿Cómo pretendéis que tengamos algo que hacer contra ellos?

En la mente de Baekhyun se formó algo parecido a un quejido, y el chico se habría compadecido de Luhan (que probablemente recibiría su propia reprimenda personal más adelante) si no fuera porque Chanyeol seguía teniendo los hombros hundidos y la vista baja, desinflado y ausente. Se recordó a sí mismo, tratando de blandir un poder inútil contra unos enemigos mucho más fuertes que él, que le habían tendido una emboscada, y, tras dudar un momento, tomó aire.

-De verdad, lamento mucho todo esto -comenzó, sintiendo a Chanyeol moverse levemente a su lado, ajustando su postura con los hombros aún caídos-. Pero llevo aquí más de un mes y ni siquiera sé lo que está pasando. Sé que… Puede que haya actuado a vuestras espaldas, pero a mí nadie me ha contado qué es lo que está ocurriendo. Todos repetís que soy especial, e incluso vuestros enemigos me han engañado y atacado para ver si soy útil, pero sigo sin saber por qué soy diferente, ni para qué me quieren el tal Kris y sus amigos. Estoy aquí, sí, pero no sé absolutamente nada.

-Eres un Reminiscente de Luz. La energía que eres capaz de generar está hecha del mismo material exacto que la Rueda luminosa que hay en el cielo. De entre todos los poderes que existen, el tuyo es el más puro, y ha habido muy pocos Reminiscentes a lo largo de la historia bendecidos con ese don -explicó Suho tras observarlo durante un momento, dejando de parecer enfadado y frunciendo los labios en una expresión pensativa, como si aquel fuera uno de aquellos discursos que había repetido muchas veces. Tras acabar de hablar, no obstante, hizo una pausa y pareció meditar sus palabras durante uno, dos, tres segundos que se extendieron durante una eternidad-. No sé… cuál es la utilidad exacta que pretende darte el bando de los Caídos, pero si han llegado a esos límites para emboscarte, no creo quieran usarte para algo muy bueno. Tienes que tener cuidado.

-Sí.

“¿Cómo es que tienen a Sehun?” intervino Luhan entonces, formando los pensamientos en sus cabezas con cuidado, con algo parecido a una timidez que no era natural en él. Era la primera vez que formulaba más de dos palabras seguidas desde que Chanyeol y él habían sido convocados al Salón de cristal, y Baekhyun se sintió mal por haberlo involucrado también a él. “Nos habríamos enterado si hubiera Caído, o si hubiera muerto.”

-Está vivo -murmuró Chanyeol con rapidez-. Estaba vivo. Podía ver nuestro plano, pero no interactuar con él.

“¿Y entonces?”

-Vivo o no, está aliado con los Caídos -esta vez fue Kyungsoo quien habló, de pie junto a Suho y con el ceño muy fruncido-. No sé cómo está haciendo lo que está haciendo, pero lo que es casi seguro es que les haya prometido unirse a ellos en cuanto esté muerto.

Era cierto que Sehun se había ido con los Caídos, y Baekhyun tragó saliva al recordarlo marchándose con ellos, totalmente inexpresivo incluso después de guiarlo con total tranquilidad hacia una trampa. Había pensado que se sentiría más traicionado al respecto, pero todo lo que tenía dentro era una especie de vacío, como si su cerebro estuviera entumecido y no pudiera procesar la información del todo. Había creído que dolería, pero estaba sorprendentemente tranquilo al respecto.

-¿Por qué haría alguien algo así? -murmuró, formulando en alto la pregunta que se había hecho a sí mismo en bucle desde que había vuelto al hotel-. ¿Por qué alguien que está todavía vivo se aliaría con seres que viven de la energía humana?

-Puede que los Caídos lo necesiten para algo -fue Chanyeol quien respondió de un modo casi automático, saliendo de su estado de decaimiento y sonando muy, muy serio, casi desafiante-. Tienen que haber sido ellos los que han contactado con Sehun primero, sea del modo que sea. Puede que lo hayan engañado, que le hayan lavado el cerebro de alguna forma. Nadie escogería convertirse en un monstruo si tiene otras opciones; nadie a quien le quede una pizca de humanidad haría algo así.

Había un rastro de algo en aquellas palabras, y esta vez Baekhyun sí que sintió un nudo en el estómago, una sensación similar a la de estar cayendo de un sitio muy alto, sin manera posible de detenerse hasta llegar abajo.

-Chanyeol, yo… -comenzó a decir, pero la voz de Kyungsoo lo interrumpió con suavidad. Minutos atrás había estado lívido de ira, pero ahora parecía más resignado que otra cosa.

-Es tentador para cierta gente. Caer -murmuró.

-No para mí.

-Ya lo sé -Baekhyun habría jurado que Kyungsoo había sonreído, una sonrisa apenas perceptible que se borró de sus labios tan pronto como había llegado, porque al instante siguiente el joven se había girado hacia Suho, que seguía de pie ante ellos con el ceño fruncido-. ¿Qué vamos a hacer al respecto de todo esto? ¿Investigación de campo? Nada de esto es normal, tal vez en el entorno de ese chico haya algo que…

El líder de los Reminiscentes enlazó las manos a la espalda y clavó los ojos en la ciudad más allá de la ventana.

-Quiero consultar datos en nuestra biblioteca antes. Tal vez haya habido algún caso similar en generaciones anteriores de los nuestros, no lo sé. Habrá que terminar saliendo a investigar de todas formas, pero me gustaría saber si ha habido antecedentes antes de algo parecido a esto antes.

-Es lógico.

-Vamos a tener que empezar a movernos pronto, así que os recomendaría a todos que os preparéis a conciencia  -añadió Suho tras una pausa, paseando los ojos oscuros desde Chanyeol a Kyungsoo, y clavándolos después en Baekhyun-. Hemos estado más o menos tranquilos durante las últimas semanas, pero no podemos permitirnos quedarnos dormidos cuando los Caídos ya están moviendo ficha. Cuento con todos vosotros.

No sabía si se estaban dirigiendo a él de modo específico, pero Baekhyun asintió de todas formas. Iba a decir algo - a preguntar qué iba a ocurrir ahora con sus horarios de entrenamiento, a ofrecerse para ayudar - cuando volvió a sentir a Chanyeol moverse a su lado y, para cuando quiso darse cuenta, el otro chico ya se había levantado.

-¿Eso es todo por hoy, Líder? -preguntó, introduciendo las manos en los bolsillos de su sudadera-. ¿No hay más puntos que discutir? ¿Puedo irme?

-Es todo, Chanyeol.

-Bien -el chico suspiró y, tras despedirse de todos con un movimiento de cabeza, se volvió hacia la puerta de madera cerrada, dispuesto a abandonar la habitación. Baekhyun suponía que, después de todo lo que había ocurrido a lo largo de aquella mañana, tendría que haberlo dejado marchar sin más, pero algo dentro de él se rebelaba contra la mera idea de Chanyeol solo en su cuarto, mirando las estrellas fosforescentes en las paredes y el techo con la misma expresión vacía con la que había mirado al frente cuando los Caídos habían abandonado el descampado horas atrás.

-Espera -lo llamó, levantándose casi de un brinco y acercándose a paso rápido a él. Sus dedos se cerraron en torno a la manga de su sudadera, y parecían muy pálidos y muy pequeños, casi como los de un niño, sobre el algodón rojo vivo. Todo habría sido mejor si hubiera sabido cómo justificarse o qué decir para hacer que Chanyeol se sintiera mejor, pero no pudo evitar que se le trabara la voz, sólo un poco-. Puedo… Quieres que… ¿Voy contigo?

-¿Conmigo? -el otro chico inclinó la cabeza para mirarlo. Aún parecía algo perdido, en aquel mismo mundo del que no había salido desde que había terminado la pelea de aquella mañana, pero sus labios se curvaron en la primera sonrisa sincera que Baekhyun veía desde todo aquel fiasco al ver los dedos prácticamente clavados como garras en su sudadera-. No creo que te entretuviese lo que tengo planeado hacer, Baek. Ahora mismo estoy lleno de ceniza y apesto; pensaba ir a ducharme.

-Oh -Baekhyun habría jurado que había escuchado a Luhan reírse en su cabeza, y habría empezado a plantearse si había maneras de darle a alguien un puñetazo mental si no fuera porque, al menos, la tensión que había saturado la habitación desde los comienzos de la reunión se había disipado un tanto, aunque fuera a su costa-. Oh.

-Puedes venir conmigo si quieres, pero no creo que te apetezca.

Baekhyun decidió dedicar toda su concentración al proceso de tomar aire.

-No -replicó, súbitamente consciente de su entorno, de cómo a duras penas le llegaba a Chanyeol por la nariz y de lo sofocante que se había vuelto el aire de pronto. Gracias al cielo, su voz sonó perfectamente normal, divertida incluso-. Yo sólo acepto ofertas de baños de espuma.

-Lástima -si su respuesta había sido estúpida, Chanyeol no mostró el más mínimo signo de haberse dado cuenta, porque todo lo que hizo fue reírse-. Aunque con espuma o no, a ti tampoco te vendría mal darte un baño.

-¿Eh?

-Creo que no soy el único que tiene la cara llena de ceniza -Chanyeol extendió la mano hacia él y, antes de que Baekhyun pudiera darse cuenta de lo que pasaba, le había rozado con el pulgar el espacio entre su labio inferior y la barbilla-. ¿Ves? -indicó, mostrándole la yema de un dedo que se había teñido de polvo gris-. Hay alguien más que necesita una limpieza intensiva, ¿no crees?

Después de todo lo que había pasado, lo último que esperaba Baekhyun era que su cerebro entrara en cortocircuito por algo como aquello, pero algo en su cabeza se negó a funcionar de todas formas. Había algo inocentemente burlón en la postura del otro Reminiscente, como si estuviera esperando que él continuara con la broma, pero todo lo que la mente del chico pudo llegar a procesar fue cómo las yemas de los dedos de su interlocutor habían estado cálidas y ásperas, y el mero pensamiento bastó para trabarle la respiración en los labios.

Estaba a punto de responder con algo estúpidamente similar a un “ah” cuando la voz de Suho lo devolvió de golpe a la realidad.

-Chanyeol -dijo sin más, y el tono había sido suave, pero hubo algo en el modo en el que pronunció la palabra que sonó a llamada de atención.

Fue entonces cuando Baekhyun cayó en la cuenta de que se había olvidado de que no estaban solos, y de que tanto Suho como Kyungsoo los estaban mirando. Sobresaltado, soltó la manga de la sudadera de Chanyeol, que todavía aferraba, al mismo tiempo que el otro chico retrocedía un paso y se retiraba el flequillo de la frente con los dedos, con la sonrisa desvaneciéndosele de los labios de nuevo y los ojos muy, muy negros.

-Ya lo sé, ya lo sé. Yo sólo… -comenzó a decir, suspirando con algo bastante parecido a la exasperación-. Es sólo que todo esto, todo, es demasiado para mí a veces.

-Lo siento.

-También lo sé. ¿Tengo el resto del día libre?

-Ya te he dicho que hemos acabado aquí.

-De acuerdo -tras despedirse de todos ellos con una inclinación de cabeza, Chanyeol escondió las manos en el bolsillo frontal de su sudadera y, tras abrir la puerta de madera, salió de la habitación. Baekhyun se había permitido olvidar durante unos segundos (igual que había olvidado que los estaban observando, casi sin quererlo) que el otro Reminiscente seguía siendo aquel chico que se había enfrentado a su antiguo amigo en una pelea que no había acabado bien, y el familiar peso en su estómago volvió a aposentarse allí, reclamando un lugar en su interior del que prácticamente se había apropiado en los últimos días.

“Me ha dado esquinazo, ¿eh? A pesar de todo se ha marchado a estar triste a solas.”

Baekhyun estaba planteándose seriamente qué hacer cuando sintió a Suho pasar a su lado, en dirección, también, a la salida.

-Voy a ir a hablar con Luhan. Personalmente -dijo, dirigiéndose obviamente a Kyungsoo, y Baekhyun volvió a sentirse culpable, porque si había algo malo que Luhan hubiera hecho, eso había sido abrirle la puerta a él-. Después empezaré a buscar en los archivos de la biblioteca. Tú si quieres también puedes tomarte la tarde libre. Los dos podéis -añadió, mirando a Baekhyun sin sonreír antes de salir.

“Supongo que es lógico que se enfade conmigo.”

Las nubes cubrían el cielo al otro lado de los cristales, y la ciudad más allá, diminuta y cambiante a sus pies, parecía incluso más gris de lo habitual. Hacía lo que parecía una eternidad, Baekhyun se había quejado por no tener el suficiente tiempo libre - las jornadas de entrenamiento habían sido largas, y todo lo que él había querido había sido tener una hora o dos disponibles para poder fugarse del hotel - pero ahora que, por fin, disponía de una tarde entera para él, no sabía qué hacer. Había algo que parecía vibrarle bajo la piel, frustración, culpabilidad, preocupación y rabia, convertidas en energía pura, obligándolo a actuar, a moverse, a hacer algo.

Se recordaba a sí mismo, ahogándose, indefenso, bajo el ataque de los monstruos de arena, y aún podía sentir las garras de las criaturas clavándosele en la piel, dominándolo por completo.

Podría estar muerto ahora mismo, si Chanyeol no hubiera ido a salvarlo.

-Kyungsoo -llamó, y el sonido de su voz casi logró sorprenderlo-. Kyungsoo. ¿Tienes un momento?

Suho y Chanyeol ya no estaban, y la presencia invisible de Luhan se había retirado de sus mentes, así que los dos se habían quedado solos. Y aquello resultaba curioso, porque aunque Kyungsoo y él entrenaban juntos, a solas y a diario, ninguno había hecho el esfuerzo por comenzar una conversación que no tuviera que ver con los poderes de Baekhyun, o de los distintos modos - infructuosos - que existían para canalizarlos. Kyungsoo siempre había sido demasiado distante, y Baekhyun había estado demasiado centrado en sus propios problemas como para tratar de acercarse a él.

-¿Qué ocurre? -el otro Reminiscente había estado ordenando los documentos que habían estado desperdigados encima de la mesa (probablemente relacionados con alguna de las reuniones que Suho y él mantenían de manera regular) y se detuvo casi con impaciencia, como si esperara que Baekhyun dejase de hablar pronto y se largara de allí sin más. Desgraciadamente, no iba a tener suerte, porque el chico necesitaba mantener aquella conversación, allí y entonces.

-Tengo que pedirte algo.

-¿Qué quieres?

-Entréname.

Fuera lo que fuera lo que Kyungsoo estaba esperando, obviamente no había sido aquello, porque sus dedos se crisparon sobre la pila de folios que sujetaba durante el segundo eterno que tardó el comenzar a ordenarlos de nuevo, ojeándolos uno a uno antes de clasificarlos en distintos montones, separados y distribuidos sobre la mesa con una precisión que rozaba lo obsesivo.

-Ya te entreno, Baekhyun -murmuró con aire distraído, ignorando al chico cuando se detuvo a su lado-. Te entreno todos los días en los que no decides darme esquinazo.

-Ya lo sé, y… y siento mucho todo esto, pero no es eso lo que necesito. Es decir, no solamente eso. Necesito que me entrenes de verdad.

Para Baekhyun, Kyungsoo siempre había resultado, en cierto sentido, amenazante. No era caprichoso como Jongdae, ni intimidante como Kris, ni siquiera tenía un poder incontrolable como el de Chanyeol, ni era especialmente grande o fuerte, pero había algo en el modo en el que lo miraba que hacía que el chico se sintiera completamente juzgado - y, casi siempre, imperfecto e insuficiente. Chanyeol, Luhan e incluso Suho siempre habían tratado de mostrarse amables con él, pero Kyungsoo, con su ropa negra y su expresión seria, parecía no tener tiempo para sus tonterías.

-Siempre te he entrenado de verdad -respondió sin más, parando, por fin, de ordenar sus documentos y mirándolo con los ojos entornados, y Baekhyun supo que estaba recibiendo una oportunidad para hablar, pero que no obtendría nada más si no lograba explicarse.

-Puede que… no haya estado poniendo todo el empeño que hubiera debido en mis clases -murmuró-, y quiero remediar eso, pero no creo que esforzarme mucho en canalizar mi fuerza sea suficiente. Puedo generar luz, eso es verdad, pero tal y como está mi poder ahora no vale para nada. Hoy me han atacado, y si Chanyeol no hubiera venido a por mí, tal vez los Caídos me habrían llevado con ellos, o tal vez estaría muerto.

Kyungsoo tardó un rato en responder. Su voz fue suave, pero la tensión en su postura en sí era un mensaje, un claro “ya te lo advertí y no me hiciste caso”.

-Chanyeol no tenía que haber estado allí -acabó diciendo-. Y, por descontado, Baekhyun, tú tampoco.

El chico negó con la cabeza. Se mordió el labio.

-Ese no es lo importante -replicó-. Lo importante es que Chanyeol vino a buscarme esta mañana, pero no puede venir a buscarme siempre. Y no, no voy a escaparme solo otra vez, pero Kyungsoo, los Caídos vienen a por mí, y además en este mundo hay monstruos. ¿Qué pasa si, por mucho que me esfuerce en comportarme a partir de ahora, alguien me ataca de todas formas? Incluso aunque aprendiera a canalizar mi poder, no tendría nada que hacer si no supiera defenderme. Necesito aprender a pelear.

-¿Y quieres que yo te enseñe?

-Te he visto utilizar un arco. Sé que sabes usar armas, que tú y todos los demás sabéis luchar. No me importa lo que tenga que hacer, ni cuántas horas quieras que entrene, pero necesito aprender.

-Eres un idiota -murmuró Kyungsoo. Y Baekhyun jamás habría pensado que haría algo así, no en aquel mundo, pero tomó aire e inclinó la cabeza en una reverencia.

-No puedo seguir haciendo daño a la gente -declaró, y pensó en los Reminiscentes y en los Caídos, en Sehun y en Luhan y en Chanyeol-. Por favor, ayúdame. Ayúdame.

El silencio era tan intenso que lo único que podía escuchar Baekhyun eran los latidos de su propio corazón. Creyó que Kyungsoo no hablaría, que daría media vuelta y lo dejaría allí, pero después de unos segundos interminables, en los que esperó con la cabeza gacha y el pulso martilleándole en las sienes, el otro Reminiscente suspiró.

-Muy bien, tú ganas. Pero más te vale ir acostumbrándote a levantarte antes de que salga el sol, porque no pienso tener ni un poco de piedad contigo. Así que ya sabes. A partir de mañana.
.
[Capítulo 9] [Capítulo 10, parte 2]

!multi-chaptered, pairing: chanyeol/baekhyun, rating: r, pairing: suho/chen, au: reminiscencia, pairing: kai/kyungsoo, fandom: exo, fic: reminiscencia

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