Autor:
yvarlcrisTítulo: Giro inesperado
Fandom: Hawaii 5.0
Pareja: Steve/Danny
Categoría: Angst,
Advertencias/Spoilers: Slash/Ninguno… Bueno... salvo las muertes de algunos personajes secundarios
Resumen: Steve y Danny tienen que afrontar adversidades y parece que nunca podrán ser felices. ¿Lo conseguirán? SLASH
Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Antes de nada, perdón por la tardanza, es que no se puede escribir en medio de una mudanza... en breve os enseñaré algo de mi nueva casita, para que veáis un poco la culpable de mi lentitud a la hora de actualizar
En el puerto no había mucha actividad, ya que era bastante tarde. Simplemente estaban los trabajadores de los barcos de mercancías y los transportistas que se encargaban de trasladar las cargas de los mismos.
-Se supone que ese es el barco- informó Danny señalando un crucero que permanecía atracado. Steve le miraba, atónito-. Tuve que investigar a un par de personas por aquí y me fijé en que este barco paraba aquí a menudo- informó-. Investigué y averigüé que, efectivamente, cada quince días organizan excursiones para gente mayor y aquí es el fin de trayecto.
Ambos se ocultaban tras un almacén, Steve consultó su móvil en busca de las coordenadas que Catherine le había enviado.
-Según esto, deberían estar ahí- comentó señalando a uno de los edificios.
-Vamos.
Se acercaron en silencio y, con sumo cuidado, se asomaron a una de las ventanas. Charlotte estaba atada a una silla y tres hombres la vigilaban… “Como si ella pudiese hacer algo a parte de darles un fuerte dolor de cabeza”, se dijo Danny.
-¿Te vas a descolgar del techo como si fueses Tom Cruise?- murmuró el rubio haciendo sonreír a Steve.
-Solo si tú quieres, pero yo soy más alto que él… y más guapo.
-Me abstendré de hacer ningún comentario sobre tu enorme ego.
-Esos tres no son SEALS.
-Imagino que no soy tan importante como para que toda la unidad esté pendiente de mí- comentó el detective con falsa indignación.
Steve le hizo un gesto para que guardase silencio antes de adelantarse para echar una ojeada en la entrada del lugar. Allí, dos hombres más montaban guardia. Tampoco pertenecían a la unidad SEAL, pero el Comandante estaba seguro de haberlos visto entre los marines. Hizo otro gesto a su amigo para que se acercase.
-Dos están montando guardia fuera.
-Bueno- dijo Danny-. Supongo que lo mejor es seguir con lo que ellos querían, además, te tengo a ti para ayudarme. Yo los distraigo mientras tú te conviertes en Superman y buscas la forma de sacar a Charlotte, ¿sí? Sólo procura no sorprenderme demasiado, o te quedarás solo.
La mirada de Steve siguió al rubio mientras éste corría por una de las calles mientras intentaba comprender lo que Danny pretendía hacer hasta que, con horror, vio como su amigo reaparecía caminando tranquilamente frente a los dos vigilantes.
-¡Hola! Lamento haberos hecho esperar, no tenéis ni idea de cómo está el tráfico. ¿Llego a tiempo?
-¿Daniel Williams?
Steve vio cómo el rubio asentía con el corazón en un puño.
-¿Estoy en la lista de invitados? ¿Hay aparcacoches?
-No se haga el gracioso. Entre- dijo un hombre alto dándole un empujón. Desde su punto de observación, Steve apretó los puños sabiendo que aquella era una mala idea.
Charlotte abrió los ojos sorprendida al ver entrar al detective, sabía que, con ella fuera, nada se interpondría entre el hombre y los niños, así que no le hubiese extrañado que éste hubiese aprovechado su suerte. Sin embargo, Danny no era así, y ella lo sabía. Él jamás abandonaba a los suyos.
-¿Lo has registrado?- dijo un hombre corpulento. El alto que empujaba a Danny lo puso contra la pared y comenzó a inspeccionarlo con rudeza.
-Eh… eh…- se quejaba el rubio- Sin flores, ni bombones… no soy de ese tipo de chicos.
-Cállate.- gruñó el matón apretando a Danny contra la pared con fuerza.
El detective suspiró y rezó mentalmente para que el ninja loco que observaba desde fuera no reaccionase a esa escena de forma demasiado irracional. De acuerdo, era un SEAL, inteligente y fiero, pero, cuando se trataba de su familia, el hombre no conocía límites. Y, a pesar de todo, Danny sabía que Steve lo consideraba familia, simplemente le costaba entender por qué, después de aquella noche, había sentido la necesidad de huir de él… y, definitivamente, ese no era el lugar ni el momento para ponerse a pensar en todo aquello.
El comandante volvía a hacer gala de su autocontrol pues sabía que aquellos hombres no dudarían un solo instante en aniquilar a su amigo, y, encima, no podía evitar que la furia se apoderase de él al ver cómo ese imbécil estaba toqueteando a su Danno. Sabía que era absurdo, que la situación era apremiante y debería estar buscando una forma de ayudar en vez de consumirse por unos celos irracionales, ya que ese hombre solo registraba al recién llegado, pero así son los celos y no podía hacer nada para evitarlo.
-Está limpio.
-Perfecto. Ahora… detective Williams, debo decirle que ha tardado usted mucho.
-Bueno, ya se lo he dicho aquí al pulpo, el tráfico estaba imposible. Quería contarme algo, ¿no? ¿Va a soltar a Charlotte? No tiene nada que ver con esto.
-El jefe no está, así que tendremos que esperar órdenes.
-Pues lamento comunicarle que no puedo esperar demasiado, verá, tengo que hacer muchas cosas en casa…
-Creo que no lo está entendiendo.
-Sí, sí, claro que lo entiendo- por el rabillo del ojo, pudo ver a Steve subiéndose al tejado. “Fantástico, Mcgarrett. ¿Qué demonios vas a hacer ahora?”
Éste, había encontrado un cargamento de pelotas de tenis y decidió usar sus habilidades de Macgiver, como diría Danny, para fabricar bombas de humo caseras. No es que fuesen una maravilla pero servirían para provocar algo de jaleo. Sólo esperaba que Danny fuese lo suficientemente rápido como para sacar a su novia de ahí mientras durase la distracción.
El rubio, mientras tanto, se preguntaba con qué le sorprendería el comandante.
-Pues mientras esperáis a que os digan lo que tenéis que hacer, podríais soltarla a ella- insistió.
-Ni hablar.
-Pues dejadme comprobar que está bien.
Los matones se miraron, el que parecía estar al mando se encogió de hombros. Apuntó con su pistola a la cabeza del rubio mientras hacía un gesto de asentimiento.
-No intentes ninguna tontería.
-Parece que no me conoces. Yo no hago tonterías- dijo Danny añadiendo mentalmente que el que las hacía era el ninja que estaba ahora saltando por los tejados como si fuese Mario Bross.
Y entonces fue cuando la primera de las pelotitas cayó, los hombres se miraron desconcertados y el resto de las bombas caseras cayeron sobre ellos. Danny intentó desatar a Charlotte mientras los ojos le lloraban a consecuencia del humo, por supuesto que Steve iba a hacer una de las suyas. Pero al menos podía haber tenido la amabilidad de avisarle de que llevase una máscara.
-Tendrás que arreglártelas así- dijo entre toses tras haberle desatado las piernas y los brazos de la silla. Charlotte medio siguió, medio tropezó detrás del detective, que tiraba de la cuerda que mantenía sus manos atadas.
Como era de esperar, Steve ya les estaba esperando en la puerta con el coche. Se metieron dentro y el SEAL pisó el acelerador sin que, por una vez, Danny tuviese objeción alguna.
-Tenéis agua ahí detrás. ¿Estás bien? ¿Has respirado mucho humo?
-Ya hablaremos de eso luego, Mcgarrett- dijo el rubio entre toses.