Autor:
yvarlcris Título: Giro inesperado
Fandom: Hawaii 5.0
Pareja: Steve/Danny
Categoría: Angst,.
Advertencias/Spoilers: Slash/Ninguno… Bueno... salvo las muertes de algunos personajes secundarios
Resumen: Steve y Danny tienen que afrontar adversidades y parece que nunca podrán ser felices. ¿Lo conseguirán? SLASH
Notas: Después de tantos fics con algo de comedia, me apetecía hacer algo más trágico. Espero que
destielwinchi lo acepte como regalo mega atrasado de cumpleaños.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, si fuesen mío, esta serie dejaría de ser para todos los públicos y Steve y Danny serían incapaces de tener sus manos quietas… Seguro que hacían exámenes más que exhaustivos de las escenas del crimen (y los de la científica estarían hartos de encontrarse con su ADN por todas partes)
Betas: pues estos últimos capítulos están siendo sin beta, porque me ha abandonado... (bueno, más bien está muy liada)
Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 En los anteriores olvidé la imagen... qué desastre!!
-¿Me vas a ayudar, o no?
Jennifer miró al hombre que tenía frete a ella con desconfianza antes de acceder.
-Claro que te ayudaré, pero debes tener claro que lo haré solo por Danny.
El marine asintió satisfecho, y fue en ese momento cuando su teléfono sonó. Contestó un poco sorprendido ante el nombre que apareció en pantalla.
-¿Chin? ¿Ocurre algo?
-Es posible, Danny ha dado la señal, pero, al parecer, tanto Charles como Grace están a salvo. Quien sí parece haber desaparecido ha sido Charlotte. Los teléfonos de Danny y conocidos tienen todas las papeletas para estar pinchados. Íbamos a coger un vuelo a San Francisco, pero Grace nos dijo que estabas ahí. Por cierto, ¿qué haces en San Francisco?
-Tenía que arreglar unos asuntos- dijo Steve mientras el hecho de que Chin y Kono supiesen el nombre de aquella mujer daba vueltas en su cabeza. La relación debía ir más en serio de lo que él creía, si los primos conocían su existencia. A pesar del nudo que se formó en su pecho, decidió que la mejor manera de obtener el perdón del rubio era ayudarle a recuperar a su pareja- ¿Podéis localizar el teléfono de Danny e indicarme por dónde está?
Kono ya ha empezado.
Steve sonrió, lo cierto era que echaba de menos trabajar en el 5.0. Un grupo unido con los que trabajaba en perfecta sincronía. Había perdido muchas cosas por culpa de su estupidez.
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Danny luchó por mantener el control mientras aquel otro vehículo intentaba echarlo de la carretera. Nada de aquello era lógico, es decir, él estaba cumpliendo su parte del trato, se dirigía al conjunto de edificios abandonados que le había sido indicado y no había llamado a la policía. Kamekona no era policía y ellos no podían conocer la clave, ¿no?
A no ser que…
No, imposible. Danny sacudió la cabeza tratando de no dejarse distraer por sus pensamientos. Adivinando la intención del conductor del coche que ahora iba en paralelo al suyo, pisó el freno de golpe. Pudo ver cómo el coche, cuya intención era abordarlo por la izquierda, se estrellaba contra el guardarraíl. Arrancó antes de darle tiempo a reaccionar al conductor y se alejó a toda prisa.
Con una sonrisa de satisfacción, observó por el retrovisor cómo el hombre salía del choche y comenzaba a gesticular enfadado. Tanto se entretuvo con su pequeña victoria, que apenas tuvo tiempo de reaccionar al ver un coche salir de un cruce al mismo tiempo que él. Ambos frenaron de golpe. Cuando el conductor del coche que acababa de aparecer salió, Danny no supo reaccionar.
-¿Qué haces tú aquí?- dijo por fin.
-No hay tiempo, tenemos que irnos, estás en peligro.
-¿En serio? Pues no me había enterado. Estaba demasiado entretenido evitando que uno de los tuyos me echase de la carretera.
-Ahora no es el momento de discutir, Danny, tenemos que largarnos.
-¿Quién dice que puedo fiarme de ti?
En el rostro del marine se dibujó una expresión dolida.
-Yo nunca te haría daño, Danny.
-Supongo que te estás refiriendo al daño físico, porque, si hablamos del plano emocional, te sugeriría que te pensases dos veces tus palabras antes de decir nada.
-Danny… Por favor- suplicó el moreno-. Sube a mi coche.
-¿Estás de broma? ¡Aún no he terminado de pagar este!
Steve suspiró y se subió al Ford.
-Te indicaré el camino.
-Tienen a Charlotte, por muchos problemas que me dé, no voy a dejarla con ellos.- comentó Danny arrancando.
-Ya lo sé. Salvaremos a tu chica- el detective abrió la boca para protestar, pero el comandante lo silenció con un gesto de su mano- Pero no creerás que te van a dejar explicarte sin más, ¿verdad? Esta gente no suele dejar cabos sueltos.
-“¿Suele?” Querrás decir, soléis.
-¿Me vas a explicar qué ha pasado? Gira a la derecha en el próximo cruce
-Tú lo sabes mejor que yo. Uno de los tuyos ha asesinado a un policía.
-Los SEALS no somos asesinos.
-Uno sí. No necesité nada más que leer la palabra “CLASIFICADO” en el informe de la muerte de Pete Cooper para saber por dónde buscar. Luego, alguien me dio una descripción bastante buena del trabajo de los SEALS.
-Ha tenido que haber un error. Ahora métete a la izquierda.
-Cooper se identificó y la placa no aparece por ningún lado.
-¿Insinúas que se la llevó el asesino?
-No lo insinúo, estoy seguro.
-Tendrás que demostrar eso, y ningún SEAL te va a ayudar.
-¿Ninguno?- dijo Danny pisando de nuevo el freno- Entonces será mejor que te bajes ya de mi coche.
-No tenemos tiempo para esto.
-Oh, sí. Vaya si tenemos… Necesito saber de qué lado estás.
El marine meditó un momento. Los SEALS representaban todo en lo que él creía, obviamente no iba a permitir que los acusasen de ser unos mercenarios sin más. Sin embargo, ahora mismo sus compañeros estaban tratando de eliminar a Danny porque, supuestamente, estaba haciendo demasiadas preguntas. El detective investigaba una muerte, ¿qué tendrían ellos que ver al respecto? ¿Era en realidad un daño colateral o había algo más?
-Tienes que comprenderlo, me cuesta creer que un SEAL se dedique a eso, no somos así, creemos en lo que hacemos y lo defendemos con nuestras vidas.
-Pregúntale a Nick Taylor en qué creía él.
Ese había sido un golpe bajo, pero tenía razón.
-Ya discutiremos esto, Danny. Ahora mismo estoy de tu lado, no quiero que te encuentren. No tienes ni idea de lo que te harán, si lo hacen. Para aquí.
-¿Aquí?- El policía miró a su alrededor. Una pequeña plaza conducía a una compleja red de callejuelas. Una anciana les miró con curiosidad desde un banco.
-Al fondo hay unos almacenes abandonados. Allí podremos escondernos.
-Estás de broma, ¿no? ¿Escondernos? ¡Tengo que ir a por Charlotte! Además, no puedo abandonar a Charles y a Grace.
-Kono está en contacto con los niños.
-Da igual, soy su padre, no puedo quedarme de brazos cruzados.
Steve miró fijamente a su amigo.
-Para eso tienes que estar a salvo, primero. Por favor, ven conmigo.
Sacudiendo la cabeza, el rubio apagó el motor y siguió al SEAL, quien comenzó a meterse por las calles elaborando un camino imposible de seguir.
-Me he perdido.
-De eso se trata. Nadie que nos vea podrá determinar hacia dónde nos dirigimos.
-¿Por qué me siguen? Iba a hacer lo que ellos pidiesen.
-Ya te lo dije, no dejan cabos sueltos.
-¿Estás admitiendo que lo hicieron?
-Estoy admitiendo que algo ocurrió, pero no tengo claro el qué.
-Neanderthal obtuso…- masculló Danny. Steve no pudo evitar sonreír, porque, pese a lo apremiante de la situación, pese a que el detective estaba en peligro, no podía dejar de pensar que, desde que se había subido al Ford, las cosas habían sido como en los viejos tiempos. Con todas esas discusiones e intercambios ruidosos de opiniones.
El marine se dirigió a una zona donde había varios edificios abandonados, miró varias veces a su alrededor antes de apartar un tablón y meterse en el interior de uno de ellos y condujo a Danny hacia un rincón que le serviría de escondite.
-Prométeme que no te moverás de aquí.
-Como si pudiese ver por dónde piso- protestó el rubio intentando identificar lo que le rodeaba con la ayuda de la escasa luz que se filtraba entre los tablones que cubrían puertas y ventanas.- ¿A dónde vas?- quiso saber al ver que el SEAL se dirigía de nuevo a la salida.
-A sacar tu coche de ahí. Y a rescatar a tu novia.
De nuevo, el Comandante se fue antes de que el detective pudiese corregirle.