De vuelta en la mansión, la hora de la comida había pasado hacía tiempo, y varios camiones estaba aparcando frente a la puerta principal.
- Qué diablos pasa aquí?- preguntó Keikei bajando la escalinata del hall. Por la barandilla le adelantaron su hija, la hija de su mujer y su sobrina, cada una con un cojín para deslizarse más rápido.
- Jo papá
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