Autor: Zheneik
Título: Hear Maker
Pareja: Yixing x Jongdae (ChenLay)
Género:Romance, fluff, middle angst
Clasificación: PG
Resumen: Las sensaciones y sentimientos son cosas del ser humano, unas se rigen por el cuerpo y otras por el corazón pero ¿qué pasaría si uno pudiera elegir su corazón?
Jongdae no era mala persona, el único problema es que él no tenía corazón.
No. De Palabras: 6637
Nota: Esta vez es un fic de Lay y Chen escrito para la 11va gala de
exo_12eyes tuve algunos problemas con el fanfic pero gracias a la ayuda de Kumi y de Nimsshi pude realizarlo. Gracias :)
Las sensaciones y los sentimientos son cosas del ser humano, unas se rigen por el cuerpo y otras por el corazón.
“Abrir la puerta de tu corazón” Tenía un significado literal, donde cualquiera podía abrir su pecho y ver su corazón, algunos estaban hechos de acero, otros de madera, algunos eran frágiles de azúcar y otros suaves de algodón. Tener un corazón significaba ser capaz de sentir, aquellos de materiales resistentes, eran como robots y usualmente las personas evitaban a los de algodón pues eran una maraña de sentimientos.
Luego estaban los forjadores de corazones, aquellos que habían nacido sin corazón, no sentían ni tenían emociones, pero tampoco necesitaban uno, habían renunciado a tal vida y en su lugar se dedicaban a forjar corazones para los demás. Un corazón podía ser hecho de cualquier material, a pedido del cliente pero siempre estaban aquellos que lo dejaban a decisión del artesano. Muchos buscaban cambiar de corazón, hacerse más fuertes, otros buscaban enamorarse pero al final la mayoría de aquellos que reemplazaban su corazón eran personas tristes que daban como resultado más forjadores de corazones.
Uno de aquellos forjadores era Yixing, conocido como una leyenda entre aquellos que se dedicaban al oficio pues él no era como los demás, Yixing era un forjador que sí tenía corazón. ¿Por qué una persona con un corazón funcionando se convertiría en forjador? La respuesta era simple, él creía que su corazón no funcionaba, creía fielmente que podría donar parte de el a las personas que lo necesitaran porque él mismo no lo necesitaba. Famoso por sus creaciones, aquellos que podían darse el lujo, lo buscaban, pedían los corazones más refinados, más extravagantes y funcionales que el dinero pudiera comprar, porque gracias al secreto de Yixing, aquellos portadores de sus creaciones no morían de tristeza ni desesperación. Yixing era en pocas palabras, un genio.
Pero el joven no estaba satisfecho, aunque a ojos de los demás su trabajo fuera perfecto, él sabía que no lo era, después de años, los corazones se echaban a perder, perdían funcionalidad y se desmoronaban, por lo que buscaba arduamente el trabajo perfecto, combinando todos los ingredientes que encontrara, incluyendo partes de su propio corazón a su trabajo, buscando al receptor perfecto pero jamás había podido hacerlo.
Fue una tarde de verano cuando conoció al que pudo haber sido su máxima inspiración. Todo empezó en el momento que escuchó las campanillas de su taller sonar, esperando que fuera otro cliente como cualquiera, atendió.
-Bienvenido a “Heart Maker”, ¿En que puedo ayudarle?- Preguntó al acercarse y ver a un chico bajo mirar con atención los cuadros de su taller, cada uno representando un corazón diferente.
-Hola, vengo a pedir un corazón- Dijo en voz baja, con temor.
-Puedo hacer lo que gustes, si puedes pagarlo- En ese momento el chico sacó de su mochila una enorme bolsa con monedas y la puso en el mostrador, Yixing se sorprendió por la cantidad de dinero.
-He escuchado que eres el mejor, quiero un corazón- Dijo el chico con firmeza, Yixing asintió.
-Dime, ¿cómo quieres tu corazón?- Preguntó, tomando su pluma y su libreta para anotar cada detalle
-Quiero un corazón para amar- Yixing rió para si mismo, todos pedían eso, un corazón para amar, anotó en su libreta 3 ingredientes “Algodón, plumas y tela”
-Para entregárselo a la persona que amo- Corrigió el chico, Yixing soltó la pluma y lo miró consternado, parpadeó un par de veces y el chico repitió su petición.
-Para entregárselo a la persona que amo
Los ojos del forjador se iluminaron, nunca había recibido una petición así, “Un corazón para la persona que amo” así que asintió entusiasmado.
-Puedo hacerlo, lo haré- Dijo con determinación, el chico se levantó de la silla y tomó las manos del forjador.
-¿En verdad puedes hacerlo? Es todo lo que deseo, en verdad- Su voz sonaba un poco lineal pero cargada de cierta emoción.
-Por supuesto- Respondió, devolviendo el gesto al muchacho que esbozó una sonrisa, Yixing pensó que era una sonrisa sincera, que había llegado hasta él, el mejor forjador de todos porque buscaba algo sincero y sin egoísmos.
-Haré tu corazón…emmm-
-Jongdae, Kim Jongdae- Respondió el chico
-Jongdae, tenlo por seguro y regresa mañana
El chico río, casi abrazando a Yixing y corrió a la entrada, donde pudo ver claramente cómo Jongdae abrazaba a un chico de su misma estatura que estaba en la entrada.
Yixing era obsesivo, sí, una vez que encontraba un objetivo , no descansaba hasta lograrlo y hacer un corazón para el chico era su objetivo actual, dejó todo el trabajo que pudiera tener en esos momentos y comenzó a hacer experimentos.
Azúcar, sal, algodón, hierro, mercurio, plata, harina, madera, roble, pino, ¿cuál sería la combinación perfecta?
Al siguiente día el chico regresó, parecía más entusiasmado y sonrió en cuanto entró a la tienda. Yixing le pidió que tomara asiento y nuevamente tomó su libreta para hacer anotaciones
-Cuéntame sobre ti- Pidió -Cuéntame porqué quieres un corazón, de esa persona, todo lo que puedas.
Jongdae dudó por un momento, contarle toda su vida a un extraño no era normal pero confiaba en que con esa información, Yixing pudiera crear el mejor corazón para él.
Al parecer Jongdae no tenía la vida más fácil sin embargo se esforzaba con sonreír. Quería un corazón para su novio, un chico más joven que él que había nacido sólo con medio corazón. Se rehusaba a comprar otro que reemplazara a ese medio y disfuncional corazón, por lo que él quería darle uno, uno con el que fuera capaz de amar y olvidar todo lo malo, y si no amaba sólo a Jongdae, que pudiera amar el resto de su vida a cualquier persona, porque al final Jongdae sí lo amaba a él.
Yixing estaba boquiabierto con la historia de Jongdae, cada momento se convencía más a si mismo que haría el corazón perfecto, por él y por Jongdae, por la persona que buscaba.
Esa noche Yixing no durmió, experimentó con todo lo que tenía a la mano, un poco de oro quizá ayudaría pero era demasiado egocéntrico, la madera, demasiado humilde, fórmulas y fórmulas eran anotadas en su libreta, todo tenía que ser perfecto, Yixing era demasiado perfeccionista.
La siguiente vez que Jongdae volvió, llevó un pay para Yixing.
-Es para ti- Dijo al entregárselo
-¿Por qué?- Jamás alguien le había regalado algo a Yixing, y ahora un chico que llevaba 3 días de conocer le estaba dando pay y casualmente de manzana, su favorito.
-Por tu trabajo- Dijo sonriendo
Yixing sonrió y tomó el pay entre sus manos, dejando que el olor invadiera sus sentidos. Entonces ocurrió algo que Yixing no había sentido en mucho, mucho tiempo, cómo el corazón dentro de su pecho daba ligeros brincos, en realidad no estaba brincando si no que latía. Un corazón sólo late cuando siente, Yixing estaba sintiendo algo en esos momentos, no sabía lo que era, si era el pay o el gesto del chico pero se asustó por un momento cuando sintió ese pequeño brinco dentro de su pecho.
-¿Estás bien?- Le preguntó el chico, Yixing asintió en señal de que lo estaba.
-Sí, no te preocupes, debemos trabajar en tu corazón, necesito ver tu pecho, por favor- A la mención de lo que necesitaba Yixing, Chen negó con la cabeza fuertemente, abrazando su pecho.
-No puedes
-Pero no puedo hacer un corazón si no veo tu pecho
-El corazón no es para mí, no necesitas ver mi pecho
-Necesito hacerlo, saber de qué está hecho tu corazón para poder darle el que quieres a esa persona- Insistió Yixing, pero Jongdae negaba y negaba, sin decir nada más y con gesto serio salió de la tienda. Yixing lo siguió pero el chico era demasiado rápido y para cuando alcanzó la puerta ya había dado la vuelta.
¿Por qué no dejaba que viera su corazón? Se preguntó mil veces aquella noche, mientras, con los pocos datos que tenía, realizaba una y otra vez pruebas.
Jongdae no volvió hasta la próxima semana, arrepentido le entregó a Yixing una canasta con manzanas, él le sonrió diciendo que no se preocupara.
-Puedes ver mi pecho- Le dijo mientras comían un par de aquellos deliciosos frutos verdes.
-¿Estás seguro?- Preguntó con cautela, creía que tocar el tema era peligroso.
-Pero prométeme que no me juzgarás por lo que encuentres- Yixing sonrió al chico y acarició su mejilla, gesto que hizo que su corazón volviera a latir y retiró su mano rápidamente.
-No lo haré, anda, muéstrame
El torso desnudo de Jongdae era pequeño y delgado, perfecto a decir verdad, unos pocos músculos se notaban y la compuerta que abría el compartimiento donde se encontraba su corazón tenía una cicatriz. Miró a Jongdae unos segundos antes de que éste asintiera, Yixing podría ver su pecho.
Tocó con cuidado su pecho y Jongdae se estremeció, recorrió sus dedos hasta la compuerta, la tocó un par de veces inseguro, imaginando qué sería lo que encontraría ahí, de qué estaría hecho su corazón. La abrió con cuidado y dentro de aquél pecho fino y tembloroso encontró…
NADA.
No había nada ahí, era un cuenco vacío.
Yixing miró atónito a Jongdae
-No tienes…- dijo en voz baja
-Corazón, no, no tengo- completó Jongdae la frase y miró con tristeza a Yixing.
-Disculpa-
-Nunca he tenido corazón, no sé lo que es tener uno- Explicó el chico, cerrando su compuerta y poniéndose su camisa.
-No quiero un corazón para mí, lo quiero para él porque sufre más que yo-
¿Cómo podía sufrir más una persona que tenía medio corazón que aquella que no tenía? Sin corazón no se puede sentir, no se puede amar o vivir, sin embargo, Jongdae vivía sin uno, Yixing no sabía cómo eso era posible pero quizá Jongdae era el receptor indicado para un corazón eterno, uno que durara toda su vida pues nunca ha sentido lo que es tener un corazón real ni artificial.
Crear un corazón para Jongdae era más difícil de lo que pensaba, no sabía por donde empezar, tenía que hacer uno con el que Jongdae pudiera sentir y amar, pensó que podría vivir con medio corazón, si tenía uno completo, podría dar la mitad a aquél que amaba y vivir con la otra.
Habló con Jongdae repetidas ocasiones después de descubrir que no tenía corazón, Jongdae era curioso, siempre traía los mejores postres para él, supo entonces que Jongdae era repostero, cocinaba en una pastelería cercana. Siempre que se encontraban no paraba de sonreír, descubrió que Jongdae había aprendido a sonreír observando a los demás, imitando en cómo los demás sonreían, cómo los demás amaban e incliso creía que él mismo podría reproducir todas esas emociones pero Yixing sabía que ninguna era real, sólo eran una imitación de la realidad.
Sin embargo había algo en él que se iluminaba cada vez que hablaba de Kyungsoo, su novio. Sus mejillas se enrojecían y sus pupilas brillaban, como si en verdad Jongdae amara, como si fuera más que un humano sin corazón.
Una persona sin corazón era fácilmente clasificada como un forjador pero al contrario de todo, Yixing era el forjador, aquél que sí tenía corazón pero carecía de sentimientos y Jongdae era el que no poseía nada en su pecho pero que emanaba más emociones que el mismo Yixing.
Hacer un corazón, dolía. Eso era lo que le pasaba a Yixing cada vez que ponía su mente en hacer un corazón perfecto. Por alguna razón su pecho dolía y su corazón brincaba con fuerza en aquél pequeño compartimiento, Yixing estaba sintiendo algo pero no lograba descifrar qué y terminaba llorando sin saber lo que lo provocaba.
Se encerró varios días en su estudio, a pesar de que doliera, probó una y otra vez todos los ingredientes que poseía, todas las combinaciones que conocía pero al final, fallaba, sabía que lo que fuese que hubiera creado fallaría en el momento en el que lo tomaba entre sus manos y sentía como el corazón se quedaba inmóvil.
-¡ESTO NO FUNCIONA!- Gritó en frustración una vez, justo en el momento en que Junmyeon, su mejor amigo, entraba a la tienda.
-Yixing ¿estás bien?- Preguntó al ver el desastre que había dejado su amigo en su estudio
-No, no lo estoy- Dijo, sentándose un segundo en su silla -No puedo hacerlo Junmyeon.
-¿Hacer el qué?
-Un maldito corazón- Recargó su cabeza en sus manos, aún más frustrado.
-Eres el mejor en eso, seguramente lo lograrás- Intentó animar su amigo pero Yixing no estaba con ánimos de escuchar a nadie en esos momentos.
-No puedo, Junmyeon y mejor si no vas a ayudar, sal de mi estudio- Junmyeon suspiró, dejó un poco de comida en el escritorio y salió de la habitación.
-Creo que sólo necesitas un respiro- Dijo antes de abandonar el lugar.
Yixing sabía que su amigo tenía la razón y citó a Jongdae en una cafetería cercana para poder hablar. Aunque quizá sólo era una excusa para encontrarse con el menor.
-Gracias por aceptar
-No, está bien, si es para tu trabajo puedo venir cuando quieras- Yixing sonrió, aunque esa no fuera la razón, sabía que necesitaba ver al chico, en ese momento la sensación de su corazón, aunque “brincara” con fuerza, era agradable y no dolía, sonrió pacíficamente al chico mientras revolvía su café.
No hablaron acerca del trabajo si no de cosas normales, Jongdae le contó más sobre Kyungsoo y Yixing sobre su mejor amigo, se estaban conociendo un poco más.
Fue entonces que Yixing puso atención en algo que jamás pensó ver en una persona, miró fijamente los labios de Jongdae y por un momento su corazón latió tan fuerte que tuvo que agarrar su pecho para soportar las contracciones de su corazón.
-¿Estás bien?- Preguntó alarmado el chico
-Sí, sólo me dolió el corazón- Dijo como si fuera lo más normal, olvidando por un segundo que Jongdae no tenía.
-¿Qué se siente que te duela?- Preguntó curioso, mirando fijamente el pecho de Yixing, cubierto por su mano aún.
-No es agradable, se siente como si te pegaran
-Eso sí sé lo que es, duele- Jongdae comprendió esa sensación, al fin y al cabo las sensaciones no necesitaban de un corazón y Yixing estaba seguro que Jongdae podía entender las sensaciones humanas como el sueño, o el dolor físico, tal vez incluso el cuerpo cortado cuando se enfermaba, eso no se imitaba, simplemente existía.
La cara de curiosidad de Jongdae ante el dolor emocional, y la forma en la que tocaba su pecho como si así fuera a sentir el mismo dolor que Yixing, hizo que se hiciera un nudo en su garganta y que de nuevo su corazón latiera con desesperación. Quería hacer algo por él, quería darle una parte de su corazón, porque si él podía sentir así, seguro que Jongdae también podría.
-¡Ya lo tengo!- Dijo, como si la respuesta fuera lo más obvio del mundo.
-Ya sé cómo hacer el corazón!- Abrazó a Jongdae y besó su mejilla, emocionado. El chico se quedó congelado un par de segundos y río, Yixing pensó que era muy bonita su sonrisa.
-Me gusta….- No pudo completar aquella frase cuando sintió un jalón de la ropa y se desbalanceó.
-¿Qué te sucede?- Le gritó un pequeño chico que lo miraba furioso y tomaba del cuello de la camisa a Lay.
-¿Kyungsoo?- Preguntó Jongdae en un tono lineal y sin sentimiento alguno. Quizá estaba asustado por la reacción de Kyungsoo pero Jongdae no sabía sentir miedo, quizá podía fingir alegría incluso amor pero el temor era algo tan repentino que Jongdae no podía expresarlo pero Yixing sentía cómo su pecho quería explotar del miedo que sentía en esos momentos.
-¿Por qué abrazas a mi novio?- Preguntó el menor aún tomando con fuerza a Lay
-No, espera. Estoy trabajando con él, sólo me emocioné demasiado, disculpa- El joven lo soltó, miró a Jongdae y lo puso su mano sobre él.
-No sé exactamente a qué te refieres pero te pido te mantengas alejado de mi novio- Dijo en un tono meramente posesivo, Yixing se disculpó e hizo una reverencia, sabía que estaba mal pero por alguna razón se compadeció de ambos chicos, uno de ellos no podía comprender las emociones humanas porque no las sentía y el otro sólo podía entender la mitad porque su corazón fallaba.
Yixing pasó otros 3 días en su estudio sin salir, comía poco de lo que dejaba Junmyeon en su escritorio, pues había decidido visitarlo y cuidarlo porque Yixing estaba tan obsesionado con crear un corazón para Jongdae que no pensaba en otra cosa, experimentaba cada día, dormía unas pocas horas y continuaba.
“Un corazón necesita de 3 ingredientes: El núcleo, capaz de contener todas las emociones, la coraza, resistente y el receptor, adecuado” Era una regla que cualquier forjador debía seguir pero era algo que por lo general todos olvidaban, ellos querían ganar dinero sin importar de qué estuviera hecho el corazón o quién lo recibiera, era un negocio sucio pues sabían que ningún portador duraba más de 1 año con un corazón artificial.
Se repetía así mismo que tenía el receptor indicado, Jongdae sería capaz de resistir su corazón, sólo le faltaban los ingredientes perfectos.
El primer ingrediente fue arena, la más fina que pudiera encontrar, le daría consistencia y a la vez sería suave el corazón. Sería el núcleo, capaz de sentir, pero no sería suficiente, sabía que le faltaba algo y esa fue la respuesta que había encontrado el día que tuvo el desagradable encuentro con Kyungsoo. Tomó su propio corazón y quitó un pedazo, el suyo mismo tenía fragmentos de diamante, eran resistentes, brillantes y perfectos para el corazón de Jongdae. Arena y diamante, sabía que había encontrado la combinación perfecta, sabía que si le daba un pedazo de su corazón a Jongdae, éste sería capaz de sentir y que aquella mitad que le diera a Kyungsoo complementaría de lo que fuera que estuviera hecho su corazón.
Ahora faltaba la coraza, no podía hacerla de madera, era demasiado áspera, de metal lo haría muy frío, así que optó por moldearla él mismo. Consiguió cera, la más fina y duradera.
Tardó aproximadamente otros 3 días en terminar la coraza, moldeó la forma adecuada, y aunque sus manos terminaron callosas y adoloridas, cuando terminó aquel perfecto caparazón y lo rellenó del tan preciado núcleo, pudo sentir cómo vibraba de vida. Quizá era porque compartía el mismo núcleo que él o simplemente era la imaginación de Yixing pero el corazón radiaba vitalidad.
Ahora sólo faltaba el receptor, su pequeño amigo sin corazón. Guardó el corazón en una caja de cristal, esperando por su dueño mientras latía suavemente como respirando.
Aquella tarde podría haber sido la perfecta para entregarle el corazón a Jongdae, pues sin que Yixing se comunicara con él, llegó a la tienda con su típico aire de curiosidad.
-Bienvenido-
-Yixing…-
-¿Sucede algo?- Preguntó al ver las expresiones de Jongdae, no sonreía, sólo estaba ahí parado sin moverse ni hablar
-Yixing, ¿puedo preguntar algo?- El forjador asintió
-¿Qué se siente que te rompan el corazón?- El mayor abrió y cerró la boca varias veces intentando comprender la pregunta del chico.
-Duele- Tampoco Yixing sabía lo que se sentía que “te rompieran el corazón” pero estaba seguro de que podría ser similar al dolor.
-¿Cómo cuando te golpeas?- Preguntó en un tono casi similar a lo que podría llamarse tristeza.
-Posiblemente-
Quedaron en silencio un par de minutos, Jongdae miraba al piso como distraído, quizá pensaba o estaba triste pero fuese lo que fuese para Yixing era indescifrable su expresión.
-Kyungsoo terminó conmigo- Dijo como en un suspiro -Dijo que yo no podía entender sus sentimientos y simplemente se fue
Yixing apretó los dientes con frustración, la voz del chico sonaba triste y aunque realmente no lo estuviera sintiendo, creía que él podía sentir más de lo que cualquier persona sin corazón haría. ¿Cómo podía dejarlo Kyungsoo de esa manera? No era culpa del chico no tener corazón y él siempre daba lo mejor de si para expresar sus sentimientos.
El chico seguía ahí, sin moverse y mirando como despistado a la ventana.
-Ven conmigo- Dijo con determinación Yixing, tomando al despistado muchacho del brazo y tirándolo hasta la parte trasera de la tienda, el chico lo siguió sin protesta alguna.
-Esto es para ti- Yixing tomó la caja de cristal donde había guardado el corazón hecho para Jongdae, que reposaba tranquilamente entre las paredes transparentes
-Es el corazón que te pedí- Dijo en un tono asombrado -Pero ya no lo necesito, Kyungsoo ya no…-
-Este corazón no es para Kyungsoo, es para ti- Interrumpió con firmeza Yixing, sosteniendo aún la caja.
-¿Por qué?-
-Pagaste por este corazón, aunque fuera para Kyungsoo creo que eres el único que realmente puede ocuparlo, Jongdae- Sacó el corazón de la caja y lo sostuvo entre sus manos, mostrándoselo al menor, sintiendo la calidez de un corazón bien realizado.
El corazón mismo de Yixing latía con desesperación, su expresión era firme y sus manos sostenían el corazón como si de una piedra preciosa se tratara.
-Con este corazón serás capaz de amar, si Kyungsoo decía que no podías entenderlo, ahora lo harás, este es el mejor corazón que he hecho en toda mi vida y creo que eres el único receptor apto para él, eres bondadoso, Jongdae, no te rechazara -
Colocó el corazón en las manos de Jongdae, el chico lo observó 1, 2 quizá 5 minutos antes de hablar.
-Lo probaré- Dijo al esbozar una sonrisa -Quiero saber qué se siente amar de verdad, pero tengo miedo-
-Yo estaré contigo- Yixing sonrío para el chico y posó sus manos arriba de las suyas, donde estaba el corazón.
-¿Por qué?-
-Porque yo te amo-
Si Yixing hubiera podido elegir mejor esas palabras en ese momento habría pensado decirle otra cosa pero dijo lo que en ese momento sentía, amor por Jongdae, un amor que no podía negar cuando su corazón se excitaba de tal manera que sentía que saldría de su pecho, de una manera tan dedicada que había fabricado un corazón perfecto por la simple razón de que estaba enamorado de Jongdae.
-Gracias- Sonrió Jongdae y le dio el corazón un momento al forjador para poder abrir la compuerta vacía de su pecho
-¿Por favor?- Pidió al forjador que estaba dispuesto a ser quien colocase el corazón en ese vacío espacio.
Colocó la pieza con suavidad viendo cómo reposaba y de inmediato comenzó a latir, sonrió satisfecho.
-Está caliente- comentó el chico
-Sí, es normal- cerró la compuerta y casi derramó un par de lágrimas al ver la sonrisa de Jongdae y sus ojos de sorpresa
-Hace ‘pum pum’-
-Está latiendo, ¿qué sientes?- Respondió divertido ante la situación, Jongdae lucía como un niño pequeño que tocaba su pecho intentando descifrar algo
-Feliz, como si quisiera salir y bailar, ¡quizá también comprar unas flores! ¡O comer pay! - río, Yixing jamás había oído esa clase de risa, era sonora y rítmica, mostró sus dientes y dio pequeños saltos de alegría
-Así se siente la felicidad- Dijo Yixing, emocionándose con el chico.
Yixing le enseñó por varias horas diferentes emociones y Jongdae reaccionaba ante ellas, el miedo gracias a una araña que se le ocurrió subir al escritorio del mayor, Jongdae gritó pidiendo a Yixing que la matara lo más pronto posible, la risa contándole la ocasión en la que Junmyeon entró a su tienda y lo encerró por varias horas teniendo al Yixing al borde del colapso, Jongdae río por 10 minutos, al punto que lágrimas salieron de sus ojos y el otro moría de vergüenza.
Pero había un sentimiento que ninguno de los dos se había decidido por explorar, la razón principal del corazón nuevo de Jongdae.
-¿Y qué se siente enamorarse?- Preguntó con una mezcla de temor y curiosidad el más joven.
Yixing lo miró por unos segundos, no sabía explicar ese sentimiento, él mismo no sabía lo que era pero quizá se asemejaba a la forma acelerada en que su corazón palpitaba y sus manos se movían nerviosas pero de una manera hasta cierto punto ¿agradable? Probablemente era lo que sentía con Jongdae en esos momentos.
Lo que hizo después fue algo que el antiguo Yixing, dedicado solamente a la forjadura de nuevo corazones, jamás hubiera hecho o quizá sí pero hubiera preguntado, pedido permiso al otro chico del que tomaba su barbilla y besaba la comisura de sus labios, una, dos veces para luego besarlos con completo al ver la nula reacción del otro.
-Lo siento- dijo al separarse del chico en algo que pareció durar unos cuantos segundos.
Jongdae negó con la cabeza y sonrió
-Está bien, gracias- Dijo, tomando el rostro de Yixing y acariciándolo, Yixing deseó por un momento que el corazón de Jongdae latiera con la misma fuerza que el suyo, de alguna forma estaban hechos de lo mismo.
Sin embargo, la respuesta de Jongdae no le dio la razón a él si no todo lo contrario
-Ya lo sé.
Y sin más, abandono la tienda, rozando las manos de Yixing, dejando al chico con la intriga y a la vez una ligera esperanza.
Esa fue quizá la última vez que Yixing supo algo de Jongdae.
Pero una carta llegó a su destino justo cuando el joven forjador había decidido dar vuelta a la página. La carta olía a manzana y estaba escrita con cuidado, como si cada palabra hubiera sido pensada antes de plasmarla. Sentado en una silla y con las manos aún sucias de aserrín, abrió y leyó la carta.
Conforme iba avanzando sintió como su corazón lentamente dejaba de latir y las lágrimas que recorrían sus mejillas lo hicieron dudar si eran por felicidad, tristeza o una combinación de ambas.
“Para el forjador de mi corazón” decía al principio, la carta expresaba muchas cosas, agradecimiento al forjador por haber hecho un corazón que funcionara para él pero también arrepentimiento “Lamento si nunca podré corresponderte, pero gracias por enseñarme qué es amor, al fin lo sé” esas palabras se clavaron en pecho de Yixing como amenazando a su corazón a detenerse pero después de unas palabras hirientes siempre le agradecía .
“Gracias, por haberme dado un corazón” Decía una y otra vez al final de carta y el nombre escrito al final con tanta fineza que podía confundirse por la escritura de un calígrafo logró que el corazón de Yixing se detuviera definitivamente “Kim Jongdae~”
Yixing sabía el porqué era forjador, hasta ese momento hubiera dudado de la funcionalidad de su corazón pero no era esa la razón, era más simple que eso, su corazón funcionaba pero Yixing no podía amar. Amó a Jongdae durante el tiempo que creó su corazón, lo amó con tanta fuerza y pasión que dedicó todos esos meses en crear algo que funcionara sólo para Jongdae pero al final él había encontrado el significado de lo que originalmente había ido a buscar, amor y ese no era para Yixing.
Él era un forjador de corazones que poseía un corazón que no amaba pero Yixing era bondadoso, no buscó jamás a Jongdae, no tuvo ningún rencor hacia él, ni siquiera se arrepintió de forjar aquél corazón. Al final, Yixing era feliz con el hecho de saber que la persona que alguna vez hizo latir su corazón, fuera feliz, la manera en la que fuese para él era suficiente.
Optó por dedicar su vida a crear nuevos y mejores corazones, forjarlos con la misma dedicación que el de Jongdae, aunque estaba seguro que ninguno le haría sentir lo mismo que aquél corazón de arena y diamantes, forjado de cera.
Todo lo que debía hacer era atender al sonido de las campanillas, que anunciaban la entrada de un nuevo cliente a Heart Maker.