Sexto Reto, Sexto Periodo

Jul 18, 2008 18:22


Novio
Mi nombre es Clarisse, vivo en una casucha destartalada a la orilla de un viejo camino, abandonado por cierto. Me gusta el melón, las margaritas y sentarme en las escaleras del porche viendo la luna cuando amanece. Cuando solo es una sombra en el vasto cielo.

Mis sueños son muchos. Entre ellos volver a ver a mi madre, que mi hermana se disculpe conmigo y tener un novio.

A mis veintitrés años jamás eh conocido el calor de otra persona que no sea un pariente, pero ya no tengo parientes desde hace algunos años, no recuerdo cuantos exactamente. El tiempo y espacio no son algo relevante para mí. Los días pasan, el lugar cambia. Yo sigo aquí.

Pero no siempre fue así. Un día este camino fue transitado varias veces por una persona. Un hombre que no era mi pariente. Vagaba, meditaba en silencio y miraba la casa donde yo me escondía. Me recriminaba a mi misma por mi actitud. Siempre deseando que algo así ocurriera y cuando ocurría me escondía.

Hasta el día en que el llego en una carreta que no era jalada por nada. Despedía un olor a algo quemado y soltaba un ruido parecido al rugido de una bestia. Pero eso no fue lo que me asustó. Se detuvo frente a la casa, en el camino de tierra que conducía a la entrada de la casa, bajó con una caja en brazos y siguió caminando hacia la casucha.

Comprendí que no sabía de mi presencia en dicha casa. Pero creo que de cierta forma yo misma no quería que lo supiera.

Corrí lo más que pude y me escondí en la planta alta. Tanto tiempo sin ir ahí me trajo la sorpresa de que el lugar estaba por desplomarse, pero no me importó. Me quedaría ahí el tiempo que fuera necesario hasta que yo tuviera el valor de bajar y enfrentarlo.

No pude mirar varias lunas, se iba y llegaba y yo continuaba atrapada en la planta alta de la casucha aquella. Hasta que un día lo escuche gritar un nombre, no podía creerlo, pero probablemente el había gritado mi nombre. Era una idea loca, pero quería creerlo así.

Descendí las escaleras y llegue a donde estaba él. No podía verle la cara aunque era lo que más quería. De repente él hablo tan bajito que tuve que dar un par de pasos en su dirección.

- Te amo y quiero que seas mi novia.

- ¿Mande?

- Se que pertenecemos a mundos distintos-. Guardo silencio-. Está bien. Así esta bien.

- Perdón, yo no se si te amo. Ni siquiera te conozco.

Se dio la vuelta y camino hacia mí. Estábamos a centímetros de que nuestras bocas se encontrarán y eso sucedió.

Él pasó a través de mí, me atravesó y solo fui humo. Era un fantasma; algo que nunca supo lo que sucedió realmente y se quedo atrapado.

Y sigo aquí. Sentada, atrapada y sin poder salir del camino de tierra.

Previous post Next post
Up