CHROMA - Tao/Sehun (Trad. en Español) Parte 2 (FINAL)

Sep 03, 2014 15:33


๑2๑

Melodía para leer: AQUÍ.

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Zitao sentía que algo estaba pasando, Sehun lo reflejaba. Era cauteloso alrededor suyo asegurándose de no decir más que una breve charla para luego, dejarlo a solas.

Curiosamente, Sehun estaba sintiendo lo mismo que sentía hacia Luhan cuando comenzó a enamorarse de él. Claramente no quería estar solo. Quería estar con Zitao.

Una tarde que Sehun había pintado un pequeño arroyo, Zitao decidió hablar.

“Que es lo que pasa, Sehun?” finalmente preguntó. “Pareciera que estás de mal humor, te noto así hace una semana”.

Sehun se mordió su labio apartando la vista. ¿Cómo podría decir lo que siente por Zitao, si es probable que él no sienta lo mismo?

“¿Sehun?” insistió, avanzando lentamente a su lado. “¿Tienes miedo de que vaya a dejarte? ¿Acaso no fui claro cuando dije que no?”

“No es eso.” Respondió finalmente.

“Entonces, ¿Qué es?” Preguntó amablemente. “Sehun, dímelo por favor”

“No puedo,” respondió leve. “No te lo puedo decir.”

“¿No - no es algo malo, verdad?” volvió a preguntar pareciendo nervioso. “¿Alguien se dio cuenta de la flor naranja? ¿O el cielo al anochecer?.”

"No," suspiró tenso, "Tampoco es eso. Nada que tenga que ver. Solo estoy que actúo como un tonto, no te preocupes." Zitao se inclina, tratando de capturar el iris verde de Sehun en su propia mirada.

Sehun cometió el error de hacer contacto visual. Incluso después de una fracción de segundo, Zitao podría leer las emociones en los ojos de Sehun.
“Soy yo, ¿no? "Preguntó. "Hice algo que te hizo sentir incómodo."

“¡No!” Sehun exclamó. “No… no, no incómodo. Sólo - ah, no sé. No me  hagas caso.” Sumergió  sus dedos  en el agua, esperando que el azul se extendiera.

En respuesta, Zitao sonrió y abrazo a Sehun, agarrándole con la guardia baja. “Eres tan tonto, Sehun. Y yo aquí pensando que-”

“Suéltame,” Dijo todo irritado. No podía dejar que él confundiera sus emociones, sin embargo otra vez, había mostrado su molestia.

"Estás enojado conmigo" dijo, como si fuera un hecho perfectamente obvio.

Sehun dio un  suspiro dificultoso. "No estoy enojado, simplemente estoy cansado, eso es todo." Zitao lo miró con incredulidad, una pizca del ceño empezando a aparecer en sus labios. Esos bellos labios en forma de arco.

.“Sehun... si quieres que me vaya, eso es otra cosa y lo sabes…"

“¿Por qué dices que te irás en reiteradas ocasiones? ¿Es que sólo esperas que suelte las palabras adecuadas para que te vayas y te alejes de mí? ” Sehun exigió, con un nudo en la garganta.

“Nunca dije semejante cosa” Respondió molesto. "Voy a estar contigo hasta que ya no me quieras más a tu lado".

“¡Pero siempre quiero que estés a mi lado!” Sehun se rompió, y necesitó un momento más para comprender la profundidad de lo que acababa de decir. Zitao pareció desconcertado también, y Sehun podría haber jurado que había color en sus pálidas mejillas.

“¿Qué?” Preguntó finalmente, después lo que parecían largos minutos de contemplar la belleza de Sehun junto con la incredulidad. El cielo ya comenzaba a descolorarse.

“No, quiero decir - me gusta tenerte aquí porque así no estoy solo y no me estreso tan rápido, por lo tanto, solo…  solo no te vayas. De todos modos tú también te aburrirías estando sin mí,” dijo con vergüenza. Dirigió una mano para cubrir su boca y suspiró todo inquietado.

“¿Dices que yo te gusto?” Zitao se atrevió a decir, con una bonita sonrisa en su cara. “Porque  tú  realmente me gustas, y pienso que es justo lo que estás pensando.”

Sehun lo miró sorprendido. “Pero-la otra noche cuando estábamos bailando-me alejaste con tus palabras, aún cuando dije que quería quedarme.”

“Estaba cansado,” Zitao se encogió de hombros. “Bailamos durante más de una hora, ¿No es así? Y de todos modos, si no me gustaras te lo diría; no tienes que asumir cosas sin que yo las diga.”

"Entonces, siendo así puedo decir que... esto significa que tú...Es decir, Zitao, sí, enserio me gustas. Me gustas mucho. Y  siendo sincero… creo que quiero besarte".

Zitao rió y se inclinó, presionando sus labios con los de Sehun, sin miedo. El beso fue rápido y casto pero cuando Zitao se alejó, Sehun no podía dejar de sonreír. Desbordando en felicidad, se echó encima de él abrazándole con fuerza y besando su mejilla. Las mejillas de Zitao estaban calientes y suaves, y Sehun quiso quedarse en sus brazos para siempre. Zitao correspondía cuando podía, sus labios rozaban las mejillas de Sehun de vez en cuando, cuando este lo cubría con afecto. Por fin.

"Sehun-Sehun" Zitao rió. "¡Mira!" Señaló en dirección al cielo. Sehun se apartó de mala gana para ver lo que estaba señalando, y se horrorizó al descubrir que el cielo estaba mezclado en tonos de rosa brillante y naranja.

“¡No puede ser!” Gritó. “¡Rayos! ¡Tengo que arreglar esto! ” Se movió para cambiar el cielo otra vez al tono azul, pero Zitao agarró su mano.

"Es bonito", Le dijo. "Deberías echar un vistazo antes de ir borrando las cosas, por lo menos un minuto".

Era precioso. Era probablemente una de las cosas más bellas que Sehun nunca había pintado, y sentía como si estuviera creando algo más que simplemente llenar espacios de color.

"Me gusta, en verdad me gusta," dijo Sehun.

“¡Ah!” Zitao exclamó. “¿No sería hermoso verlo reflejado en el océano? Cuando pintes el océano - y luego se refleje el tono azul mezclado con el anaranjado y rosado, parecerá tan romántico.” Miró embelesado en dirección al cielo coloreado de una manera rara y Sehun rió.

"El azul  no se ve bien cuando se mezcla con el naranja y el rosa, tonto," Le respondió y Zitao volvió a observarlo con una sonrisa.

“Vamos al Océano” Le dijo y de pronto, Sehun nunca antes se había sentido tan entusiasmado por algo.

“Okey” respondió, ambos enlazando sus manos.

Era un paseo de tres días para llegar dicho lugar - eso fue lo que Zitao dijo, de todos modos, Sehun no tuvo ni idea de dónde quedaba el océano - pero era agradable saber que Zitao conocía el camino además de sentirse de la misma forma que él.

A veces pensaba que ZiTao lo dejaría, porque Luhan también lo había amado, pero también se alejó de él.

El detalle era que Zitao - Zitao era diferente, lo había sabido  desde el principio. Él amó a Sehun de un modo diferente que Luhan. La forma en que actuaba alrededor suyo le hacía sentir tranquilo y feliz. Nada que ver con aventuras acompañadas de soledad. Con esos puntos, Sehun apreciaba la compañía que ahora tenía.

“¡Píntalo de amarillo!” Sugirió entusiasmado, señalando un hongo silvestre que estaba en la tierra. “¿No crees que se vería genial?”

“Quiero pintarlo de rojo,” discrepó Sehun. “Rojo con puntos blancos.” Zitao sonrió.

“Todo tuyo, Sehunnie,” sonrió cuando Sehun alcanzó la seta para pintarla. Se hacía más audaz debido a la molestia constante y juguetona de Zitao. Alzó la vista una vez que terminó de pintar para ver los ojos orgullosos de quien lo miraba. Aunque el semblante de Zitao todavía parecía algo apagado e incoloro, Sehun vio más colores en él de los que había visto alguna vez en sí mismo. Era sólo un claro ejemplo de cómo Zitao era diferente de Luhan. Luhan no había mostrado la personalidad vibrante que Zitao tenía - su interior combinaba con su exterior. Zitao y Sehun se complementaban en un modo que Luhan y Sehun nunca pudieron, como hubiese querido.

"Eres maravilloso", dijo Sehun, y  Zitao lo miró sorprendido.

"H-Hey, no digas cosas sin sentido," Sus mejillas cambiaron de color. Sehun se puso de pie contemplando su lado tímido que nunca  antes había visto.

"No lo hago," Le sonrió. "Realmente eres una gran persona. Me ayudaste a darme cuenta de que colorear el mundo puede ser divertido”.

Zitao giró atrás con una sonrisa auto suficiente. “Genial, eso es todo que se necesita para ser una gran persona. Acabas de elevar mi ego por los cielos por que fue gracias a mí.” Golpeó el hombro de Sehun como jugando. “Me alegro de que finalmente lo hayas entendido.”

"Yo también", Sehun rió, tomando la mano de Zitao.

"No te atrevas a colorearme por accidente", Zitao bromeó.

"No lo haré, no soy tan descuidado."

"Oh, ¿Quieres decir que no coloreaste el cielo accidentalmente sólo porque eras feliz de que te haya besado?" bromeó y Sehun lo apartó con una sonrisa.

"Algo así", respondió, "Quizá soy un poco descuidado. Pero es difícil dar color a un ser humano." Zitao vaciló por un momento y lo miró con el ceño fruncido.

“¿Coloreaste a  Luhan?” preguntó, y Sehun sintió que su voz sonó firme.

"No", contestó del mismo modo. “No lo hice. No me lo permiten Zitao, y en cualquier caso, no creo que quisiera pintarse.” Frente a la respuesta, Zitao se relajó visiblemente.

“Ya veo, lo siento”, se disculpó. “me estaba sintiendo celoso”.

"No tienes por qué estar celoso de Luhan," Sehun sonrió apretando su mano. Zitao tiró de él para darle un beso y esta vez, Sehun no iba a dejar que sea rápido y casto como el último. No supo que fue lo que se apoderó de él porque-nunca fue tan atrevido-pero luego, entrelazó los dedos alrededor del cuello de Zitao y apretó sus labios. Zitao se sorprendió por la forma en que Sehun lamió la boca de su compañero, y aunque se sentía abrumado, no dejó que se detenga. Luego, la otra mano de Sehun encontró su camino a la cintura de Zitao y él envolvió sus propios brazos alrededor del torso de Sehun. Sus labios eran cálidos y suaves, de una manera que nunca había sentido en los de Luhan y eso le gustaba. Él no era Luhan, no tenía nada que asemejar y estaba contento por tenerlo claro.

Cuando finalmente se apartaron el uno del otro, Sehun estaba seguro de que Zitao habría enrojecido si hubiera sido pintado. Su rostro era un tono más intenso de lo que normalmente era, y la tímida sonrisa que le dio a Sehun, hizo que el pintor quiera besarlo de nuevo.

“Wow", dijo después de unos segundos, mirándolo con una expresión de incredulidad y admiración. "Nunca nadie me ha besado así."

"Pues vas a tener que acostumbrarte", dijo Sehun tranquilamente antes de darle una sonrisa socarrona. Zitao rió leve mientras el otro pitaba el césped de un verde brillante conciso, aunque a decir verdad, por dentro estaba temblando.

Jamás había sido tan valiente, siempre dejó que Luhan tome la iniciativa hasta que se cansó de querer hacer algo en absoluto. Se sintió asombroso. Se sintió audaz. Zitao había respondido tan favorablemente y por primera vez, Sehun podría recordar que se sintió confiado consigo mismo.

Se sentía hermoso.

Al segundo día de caminata, vieron un pueblo en el horizonte.

No muy a menudo Sehun encontraba un pueblo. Había nacido en uno por supuesto, y había visitado cuatro o cinco en todos sus años pintando. Zitao dijo haberse quedado a vivir en uno, por un periodo corto o de visita, alguna que otra vez. Ambos estaban entusiasmados porque los pueblos eran el pico de civilización en un mundo escasamente poblado.

Pero los pueblos eran complicados para la mente de Sehun, porque pintarlos era un tema difícil. Decidieron que Sehun no pintaría el pueblo hasta que estuvieran lejos y a cambio, comprarían algunas cosas mientras pudieron. Sehun no se molestó en cubrir sus dedos pintores y fácilmente pudo ocultarlos al percatarse que la gente se sentiría menos sorprendida cuando su aldea empezara a cambiar de tonalidad cuando ya tenían un propio color.

Tan pronto como entraron al lugar, la gente comenzó a susurrar como era de esperar. Los niños se acercaron furtivamente y entusiasmados al lado de Sehun y le preguntaron toda clase de cosas, desde elogios por su asombrosa belleza, hasta palabras sin sentido, las cuales Sehun ignoró por completo. Zitao soltó risas de lo lindos que eran los niños y se mantuvo cerca a Sehun, como queriendo  decir ‘esta belleza me pertenece.’ Cosa que a Sehun le encantaba.

Terminaron en una tienda relacionada a la venta de accesorios para ir al océano, tenía provisiones de playa que Sehun jamás vio.

“¿Se dirigen hacia la playa?” la anciana preguntó a Zitao, ignorando a Sehun. Sehun obtenía esa reacción a menudo, porque a la gente no le gusta actuar como si la presencia de Sehun les sorprendiera por más de que fuera cierta. Reconoció ese hecho y dejó a Zitao mantener la conversación.

"Sí", contestó cortésmente. “Ninguno de nosotros lo visitó anteriormente. ¿Qué nos puede sugerir para llevar?.”

La anciana sonrió, tomando el brazo de Zitao y conduciéndolo a través de la tienda, Sehun los siguió. "Necesitará este paquete de playa todo incluido para dos personas," dijo ella, mostrándoles una cesta. "Tiene una manta para mantener la arena fuera del cuerpo, y las mantas más pequeñas sirven para mantenerse calientes. Hay un bálsamo para mantener la piel sana e hidratada. Una pala y una cubeta por si usted está interesado en construir castillos de arena, también deberían llevar un bloqueador para mantener al sol lejos de ti. Todo esto por cincuenta monedas."

Zitao estaba listo para aceptar la oferta, pero  Sehun se le adelantó y con una sonrisa. “Lo siento señora, realmente no tenemos tanto para gastar. ¿Lo podríamos obtener por  treinta y cinco monedas? ” La mujer mordió su labio y suspiró.

“Cuarenta” dijo ella, y Sehun sonrió.

"Trato. Muchas gracias.” Zitao lo miró cambiar las monedas por la cesta, y dio un codazo cuando abandonaron la tienda.

"¿Cómo hiciste eso?" Preguntó Zitao.

"Luhan me enseñó:" Se encogió de hombros. "Nunca te dije que lo encontré en un pueblo, ¿verdad?"

"Oh," respondió sorprendido. "Ahora ya no me extraña porqué se volvió loco."

"Mm" Sehun asintió. "De todas formas, ya estamos preparados para ir a la playa." Zitao le sonrió y le dio un beso fugaz en la mejilla.

"Será muy divertido, ¿no crees?", le preguntó, y Sehun asintió vigorosamente. "Hey, deberíamos conseguir algo de comida. Los pueblos tienen comida deliciosa."

"¡Queso!" Gritó Sehun lleno de emoción. "Podríamos conseguir queso, pan y jamón salado. ¡Incluso podríamos comprar dulces!" Zitao se veía aturdido ya que se aventuraron a la esquina de la aldea donde vendían comida y en poco tiempo, habían llenado otra canasta con delicioso alimento para consumir en la playa. Sehun le contó sobre los sándwiches, un tipo de comida que había probado una vez y que podían hacer al llegar al océano. Zitao no podía contener su emoción.

Ambos no querían abandonar el pueblo pero, como el paseo era por poco tiempo, tendrían que disfrutarlo al máximo. El día iluminó sus espíritus significativamente.

Cuando llegaron a la playa, lo primero que hizo Sehun empujó a  Zitao en el agua con una risa estridente.

"¿Cómo te sientes?", le preguntó, mirándolo tropezar con las olas.

"En realidad no está mal", respondió alegre. "¡Tu turno!" Sehun sacó  su camisa, dejándola en la arena cuando se aventuró después de él. La temperatura del agua no estaba mal, no tan frio, felizmente. Tan pronto como el agua le llegó a la cintura, metió los dedos dentro y el azul profundo del océano se propagó más rápido de lo que nunca antes lo había hecho.

"¡Guau!" Gritó Zitao, viendo como las olas se volvieron azules a su alrededor. "Sehun, ¡Esto es increíble!”

"¡Por aquí!", dijo Sehun, y echó un poco de agua en Zitao. Zitao farfulló y sacudió el agua de su rostro antes de sonreír con picardía y salpicando un poco de vuelta en Sehun.

Jugaron en el agua durante toda la tarde, hasta que lo único que podían ver era el océano infinito. El cielo comenzaba a desvanecerse, y Sehun mantuvo su palabra de pintar el cielo de un color naranja cálido. Era hermoso, al igual que Zitao dijo que sería.

Comieron su cena bajo la luz anaranjada de la noche, y los bocadillos que hicieron, fueron mejores de los que Sehun recordaba. Una vez que terminaron, se sentaron en la manta que habían comprado y observaron las olas en la orilla del mar.

"Zitao" Dijo Sehun en voz baja, al ver el cambio de color del hermoso cielo hecho por su propia voluntad, "Creo que…Te amo."

"¿Q-qué dijiste?" Respondió sorprendido y nervioso. "Sehun...”

“Puedo verme desesperado o tal vez piensas que esto es demasiado rápido pero realmente, creo que le amo,” Sehun continuó dibujando patrones en la arena recién pintado-. Sehun no estaba nervioso. Confiaba en que Zitao lo entendería y, finalmente, se sentiría de la misma manera, incluso si no lo hacía en ese momento.

Pero Zitao respondió en voz baja. "Yo quería ser el primero en decirlo", dijo suavemente, "pero tenía miedo de que tal vez no sintieras lo mismo."

Sehun lo miró y sonrió, subiendo a su regazo y empujándolo en la arena. Se inclinó para presionar sus labios y luego, en su mandíbula. "¿Cómo puedes pensar eso?", Murmuró al oído de Zitao. "Eres lo mejor que me ha pasado."

"Eres muy pegajoso", dijo Zitao débilmente. Sehun lo besó de nuevo, siendo dulce al principio pero luego de un momento, sus breves besos rápidamente se volvieron más calientes y tenía la boca abierta hasta que Sehun notó que la parte inferior de Zitao, había crecido notoriamente por debajo de él. Se echó hacia atrás, mirándolo con asombro, y Zitao se dio cuenta de que Sehun había notado su excitación. "¡Lo siento!" Gritó Zitao, cubriéndose los ojos con vergüenza. "No debería estar reaccionando así-no ahora-lo siento; No puedo controlarme contigo”.

Sehun rió entre dientes bastante bajo, para que Zitao no le escuchara. Volvió a subir en sus caderas y presionó un beso al medio de su pecho. Zitao abrió sus ojos totalmente sorprendido.

"Sehun-" empezó a decir, pero fue interrumpido.

"Quieres esto, ¿verdad?  Y yo también lo quiero.” Dijo Sehun y Zitao  asintió lentamente.

“¿Estás seguro?”, Zitao preguntó.

“¿Tú lo estás?”

"Sí," respondió y Sehun besó su pecho una vez más.

"Entonces yo tambien" dijo, y Zitao se permitió ser consumido en el placer.

Sehun había hecho el amor con Luhan, una sola vez, y no había sido particularmente agradable para Sehun. En cambio ahora, Sehun quería a Zitao más de lo que nunca había querido a Luhan.

Esa noche, hicieron el amor lentamente, sus cuerpos encajaban perfectamente y sus movimientos iban en sintonía con sus latidos. En los ojos de Zitao, Sehun veía colores que jamás había notado. Podía percibir de qué color eran los gemidos entrecortados que escaparon de los labios de Zitao. Sintió la electricidad recorriendo por sus nervios y la adrenalina a toda prisa por sus venas, haciéndolo sentir más vivo que nunca.

Cuando ambos alcanzaron su punto máximo, Zitao se desplomó contra Sehun, sin molestarse en moverse, o limpiarse.

"Te amo," susurró, con la voz temblorosa de placer. Sehun besó la mejilla de su amante.

"Yo también te amo", respondió Sehun. Minutos después, se acomodaron y Zitao le entregó una pequeña manta que había en la canasta, se limpiaron a sí mismos. Luego lo envolvió entre sus brazos mientras durmieron uno al lado del otro, Sehun finalmente decidió que tal vez Zitao no lo abandonaría, después de todo.

Sehun despertó sobresaltado en medio de la noche. Estaba sudando y su corazón estaba acelerado, no estaba seguro de por qué.

Se relajó cuando miró hacia arriba en el cielo de la noche a ver las estrellas brillando frente a él, comentándose a sí mismo que no habían salido en los últimos días. Estaba contento de verlas, encabezaban la velada perfecta.

"Zitao", dijo, "hay estrellas." Extendió la mano para acariciar a su amante y despertarlo cuando se dio cuenta de que él no estaba allí.

Sehun se puso de pie, mirando a su alrededor. Estaba empezando a entrar en pánico. "Zitao?", le llamó. "¿Zitao?" Su voz ni siquiera hacía eco, y no podía decir a dónde había ido. No quería llorar, pero las lágrimas empezaron a caer. Confió en Zitao; Zitao no habría dejado a Sehun después de lo que acababan de hacer.

¿Cierto?

"Zitao?", Gritó más fuerte. "¡Zitao!" Su voz se estaba volviendo débil como tratando de mantener el llanto. Debió haberlo sabido. Se sentó en el suelo, el dibujo en sí mismo. "Es un sueño", susurró frenéticamente. "Es un sueño, es un sueño, es un sueño."

Pero por supuesto, Zitao no estaba por ningún lado, porque no era sólo un sueño. Era realidad.

Se puso de pie de nuevo y comenzó a empacar sus cosas. Zitao había dejado todo, desde la ropa que habían ensuciado, el paraguas y los dulces restantes.

“No lo necesito,” Sehun se dijo, tratando de ser despreocupado aunque nadie mirara. “No necesito a nadie. Le superaré y listo.”

Tiró el trapo manchado en el océano antes de recoger la canasta y el acecho de las estrellas titilantes todavía se mantenía por encima de él.

Había estado caminando durante veinte minutos, cuando vio la forma inconfundible de Zitao. Estaba de pie con otra persona, y Sehun no podía decir si estaba viendo bien las cosas. Supuso que era un aldeano el que estaba a su lado.

En cualquier caso, la sensación de alivio que sintió, nunca había sido tan intensa como en ese momento.

"¡Zitao!" Gritó Sehun, corriendo hacia él. Zitao se dio vuelta mirándolo sorprendido, y cuando Sehun se acercó, disminuyó la velocidad.

La persona con Zitao era Luhan.

"Sehun, ¿qué estás haciendo?" Preguntó, mirando a la canasta en manos de Sehun.

"¿Qué, qué estoy haciendo?" Contrarrestó, mirando a  Luhan y Luhan lo  miró enojado.

"Sehun, ¿sabes quién es al menos?" Luhan exigió. "¿Sabes lo que es?"

Sehun parpadeó. "No te entiendo. ¿De qué estás hablando?."

"Sehun, ¡él es un Astromaker!" (Creador de estrellas) Luhan gritó, señalando a Zitao. "¡Ha estado jugando contigo todo este tiempo!"

Zitao giró hacia Luhan diciendo "¿Jugando con él? ¿Me estás tomando el pelo? ¿Qué estabas haciendo tú, entonces? ", Exigió. "¿Acaso lo cuidaste? Acaso lo amaste?"

"Al menos no le escondí quién era," Luhan escupió y Sehun dio un paso adelante.

"Luhan... ¿cómo nos encontraste?" Preguntó calmado y nada irritado. Luhan lo miró con una expresión poco culpable en la cara.

"Yo... yo vivo en el pueblo con... con mi novio," Respondió en voz baja, y Sehun intentó no verse herido. No debería sentirse herido de que Luhan tenga un nuevo compañero, porque él también lo hizo. Pero por alguna razón, todavía estaba ese impacto. "De todos modos," Añadió rápidamente, "alguien del pueblo dijo haber visto una persona extraña que parecía diferente. Sabía que eras tú, me di cuenta de inmediato. Sentí curiosidad y he venido a buscarte, y luego lo vi a él ", señaló a Zitao groseramente,"¡Poniendo estrellas en el cielo!"

Zitao lo fulminó con la mirada. “Y qué si soy un Astromaker, ¿¡eh!?” preguntó.

"¡Sabes perfectamente que tanto los creadores como Sehun y tú no pueden ser compañeros! Eso va contra las reglas."

"¡Es por eso que no le dije que era uno!" Zitao gritó, y finalmente Sehun tuvo que intervenir.

"Paren", dijo, mirando a Luhan. "Esto es molesto."

"Sehun, ¿te das cuenta que estás rompiendo una regla, ¿no?", Dijo Luhan. "Tú no se rompes reglas. Te conozco. Tú no rompes ninguna regla”.

"Tal vez he cambiado, Luhan, al igual que lo has hecho tú," Sehun espetó. Miró a Zitao con una sonrisa. "Entonces, ¿Fuiste tú quien ha puesto las estrellas en el cielo todo este tiempo?."

"Sí," dijo, con preocupación.

"Son hermosas," Le dijo y Zitao también sonrió, aliviado mientras que Luhan lucía molesto e impaciente.

"Sehun, la gente pronto descubrirá que has estado rompiendo las reglas", dijo Luhan. "Tú también, Zitao. Ellos descubrirán todo esto y se meterán  en problemas”.

"¿Por qué te preocupas tanto?" Preguntó Sehun y Luhan pareció ofendido.

"El hecho de que te dejara, no significaba que no te amaba", dijo Luhan, mirando Zitao con cautela. "Quiero asegurarme de que no te atrapen.”

"No lo harán," Sehun aseguró, pero Luhan sacudió la cabeza con exasperación.

"No quería decírtelo pero... mi novio-su nombre es Yixing, él es un cultivador- y su padre vive en el pueblo también, es un gobernador. Sabe que estás por aquí, y vio las estrellas. No es difícil de pensar que esto es por ustedes. Luego... luego alcanzó a ver el cielo antes de los colores que tuvo. Ese no es el color que se supone que debe tener Sehun, y eso lo sabes perfectamente.”

Sehun palideció, y Zitao también parecía un poco preocupado. Sehun no culpó a Zitao-no quería decirle que también fue su responsabilidad. El punto importante, es que ambos habían sido descubiertos.

"Estarán buscándonos", dijo Zitao en voz baja, asustado y mirando al suelo. Sehun no había pintado nada desde temprano esa noche. Todo era blanco y negro, y por primera vez, odiaba no ver color.

"Si los encuentran juntos..." Luhan fue bajando la voz, pero Sehun y Zitao  sabían lo que estaba pensando. Si los encontraban, recibirían castigos indescriptibles. Ninguno de ellos sabía lo que era, pero habían oído historias de niños que rompieron las reglas y nunca fueron vistos de nuevo.

"He roto otras reglas además de tener Zitao como mi compañero," Sehun tragó saliva. "Pero Zitao-"

"Rompí  reglas también" Admitió. "Las estrellas deben estar en una cuadrícula, pero yo... yo las hice en patrones y los usé como un mapa para encontrar el camino de vuelta. Hice trampa al sistema. Lo siento, Sehun, fui  yo quien te presionó en todo esto..."

"No, Zitao, lo entiendo," Sehun aseguró. "Tendremos... podemos simplemente correr. Puedes correr lejos y yo puedo correr… lejos también.”

"¿Quieres decir que vas a ir en una dirección y yo iré en otra?", dijo Zitao malhumorado, y Sehun no quería decir que sí, pero eso era lo que había querido decir. "Entiendo. Supongo... Supongo que esto es un adiós, ¿no? "

Luhan se dio la vuelta para darles un poco de espacio.

"Gracias, Luhan," susurró Sehun. "Gracias por todo."

"Lo siento," Le respondió, con la mirada baja. Caminó unos pasos para darles más intimidad, y Sehun sintió una oleada de agradecimiento a su antiguo compañero. Se volvió hacia Zitao y miró profundamente a sus ojos apagados.

"Te amo, Zitao", Las lágrimas formándose en sus ojos. "No me olvides, y que no te atrapen. Te amo tanto…" Lo abrazó con fuerza, obligándose a no llorar en el hombro cómodo de su amado.

"Lo sé, Sehun," Zitao suspiro. "Yo también te amo. Te amo más que a nada. No me vas a olvidar, ¿verdad?."

Sehun negó con la cabeza y le otorgó una sonrisa llorosa. "No creo que pueda." Juntó sus labios contra los de Zitao, acercándolo más. Trató de memorizar la sensación de su cuerpo presionado contra el suyo, la sensación de los besos moviéndose lentamente.

Cuando se separaron, Zitao echó a llorar.

“No quiero abandonarte,” sollozó.

"Shh…", balbuceó Sehun, acariciando el suave cabello de su amado. "Nos volveremos a ver algún día, ¿de acuerdo?"

"Sehun, tú y yo sabemos que eso no pasará", exclamó Zitao. "Nunca nos volveremos a ver."

"Entonces no me olvides", Respondió, sintiendo las lágrimas brotando. "Voy a ver las estrellas, y... y tú puedes  llevar esto". Sehun tiró la toalla en la que habían dormido desde  la cesta y rápidamente lo pintó de color melocotón. Se lo entregó a Zitao. "Recuerda esto, ¿de acuerdo?" Las lágrimas corrían por sus mejillas, era doloroso y no las pudo contener, no importa cuán duro intentó ser fuerte y no llorar, pero el sentimiento lo aplastó, estaba sucediendo, su corazón estaba roto.

Lo besó otra vez, con amor, con la esperanza de que pudiera grabar todos sus sentimientos en la hermosa boca de Zitao.

“Te amo,” Zitao respiró, y Sehun se tuvo que apartar porque no podía dejar de llorar.

"Yo también te amo", se atragantó. Dio su primer paso alejándose de Zitao, y murmuró a sí mismo, que no hay peor castigo por parte de los Gobernadores, que prohibirles amar, que todo sea tan doloroso e incomparable…

Las estrellas aparecieron por cuatro noches más, luego no hubo rastro. Sehun pensó que Zitao había sido capturado después de tres noches debido a que el cielo era negro.

Pasó una semana y no estaba seguro de sí valió la pena dejar a Zitao, por que en cualquier caso, Sehun tuvo la sensación de que iba a ser capturado.

En la octava noche, Sehun decidió hacerse cargo. Si Zitao iba a ser castigado, Sehun también. Extendió una verde fosforescente en el cielo, llenándolo hasta cierta parte de dicho color solo para dejar que la tonalidad, baile en medio de la oscuridad.

A Zitao le encantaría ver esto, pensó con una sonrisa, mirando cómo el verde parecía no saber qué hacer, cambiando la forma poco a poco a medida que flotaba en el cielo. El degradado era hermoso, Zitao siempre había tratado de mostrarle a Sehun, cuán magnífico era que los colores se mezclen entre sí. No iba a dejar que él solo tomase el castigo, lo que significó que por primera vez en su vida, iba a permitirse ser un poco imprudente.

No pintó el cielo de la mañana, dejó que se tornara blanco. Pintó el césped de un azul verdoso en lugar del color esmeralda que se suponía que era. Se recostó en torno a un campo de lavanda, y puso rojo en los brotes de las flores color púrpura.

A los Ejecutores, les tomó dos días encontrarlo, Sehun se sorprendió porque los  estaba esperando aburrido, debieron ser más rápidos.

Había cuatro de ellos, Sehun se preguntó si habían pensado que estaba armado o era peligroso. Pero no, simplemente estaba enojado. Tal vez eso era suficiente.

"Eres una desgracia para formar parte de los pintores", el ejecutor más pequeño le dijo a sus acompañantes que el castigo sería severo por tal comportamiento. Sehun frunció el ceño.

"Las reglas son ridículas", argumentó, pero el ejecutor  sólo lo miró.

"Vamos a ver cuán ridículas piensas que son cuando recibas tu castigo. Se ha registrado que también fuiste el compañero de un Creador de Astros. ¿Sabes qué tipo de castigo debes merecer?"

"No," respondió Sehun. En su intento de ser valiente, no pudo negar el temor arremolinándose en la boca de su estómago. Le había parecido una buena idea ser castigado con Zitao pero la forma en que el ejecutor se reía, hacia que se arrepienta de sus acciones.

"Ya lo veras," el ejecutor escupió.

Sehun se preguntaba si la psicología era parte del castigo, porque tenía los nervios de punta, como jamás imaginó estar.

Lo llevaron a la ciudad, la cual era impresionante. Sehun todavía tenía miedo. La infraestructura era preciosa, el color en cada cosa era sorprendente, había más personas de las que vio en toda su vida.

Sehun esperaba un trato duro como todo prisionero detrás de una celda.

Pero él no estaba en una celda, en absoluto. Se encontraba en una habitación. Era  espléndido, hermoso, y para su sorpresa, de colores brillantes también. Le daban  tres comidas al día, había carne en cada comida. Ellos habían congelado leche dulce, que Sehun sólo probó cuando era niño. Tenía una cama cómoda y suave, con tantas almohadas como él podría desear.

El aislamiento era la única incomodidad. Más que nada, la preocupación. La preocupación le consumía; no podía terminar de comer, no podía dormir en la cama tan maravillosa que le habían proporcionado. Preguntaba donde estaba pero las hermosas damas que le servían la comida y los niños que venían por la mañana para esponjar las almohadas, nunca le contestaban. Eso lo angustiaba.

No tenía idea de dónde estaba Zitao, si estaba en la misma ciudad. No tenía ni idea de cuándo sería su castigo o de qué manera, y eso lo estaba consumiendo.

Después de dos semanas, Sehun comenzó a volverse loco, y fue entonces cuando un gobernador le hizo una visita.

"Tú eres el niño que se atrevió  romper las reglas de los Pintores, ¿no es así?", Preguntó el gobernador. Sehun lo miró con los ojos vidriosos. Sus colores parecían aburridos y horribles.

"Zitao," se ahogó. Fue una de las únicas palabras que podía recordar.

"Ah, sí", Respondió, como si estuviera recordando un hecho largamente olvidado. "El Creador de Astros”. Ha causado problemas; mucho más que tú en realidad. Será castigado por sus actos." El gobernador se sentó en la cómoda cama de Sehun, y él lo miró una vez más.

"¿Qué pasa?", Dijo Sehun, a pesar de que el gobernador no había dicho nada en absoluto. Simplemente lo ignoró.

"Así que, Sehun, ¿cómo quieres que sea tu castigo?"

"Por favor," Sehun comenzó a llorar, "por favor, esto es suficiente." El Gobernador lo miró desinteresado.

"Por desgracia, pidas lo que pidas. No tienes derecho a reclamar," el gobernador suspiró. "¿Sabes cuál es el regalo más grande en este mundo, Sehun?"

Sehun meditó. Pensó en El Amor. La Vida. La Felicidad.

"La capacidad de crear", Respondió por él. "Para ti ha sido otorgado el regalo más fantástico que la Tierra puede dar. Y usted, ha abusado de ese regalo. Su amigo el Creador de Astros ha hecho lo mismo. Por lo tanto, como creadores, los dos serán desechados de sus regalos”.

La frase fue tan contundente que Sehun no tuvo tiempo para reaccionar; sólo parpadeó mientras el gobernador se puso de pie y salió de la habitación.

Así que la muerte era el castigo, entonces. La muerte era el castigo de Zitao. De alguna manera no parecía justo que debían ser asesinados solo por amarse mutuamente, pero por otra parte, ese era el castigo de los Creadores.

Poco después de varios días de agonía, la puerta de Sehun se abrió para revelar una belleza pelirroja vestida en exquisitas ropas blancas e inmaculadas.

"Soy  Minseok," el hombre sonrió, "y estoy aquí para hacer efectiva la sentencia."

Sehun se paró hacia  él, con los ojos abiertos. Retrocedió cuando  Minseok entró en la habitación, esta persona llevaba una extraña sonrisa.

"No, por favor," dijo Sehun. No le importaba si la gente lo llamaba cobarde; no quería morir. "Por favor, no lo hagas."

"Tengo que hacerlo", Suspiró mirándolo genuinamente con clara melancolía. "Es mi trabajo, al igual que pintar era la tuya."

Era

"Z-Zitao, está..." Sehun tartamudeó.

"Su castigo fue el mismo que el tuyo y ya se ha llevado a cabo", dijo Minseok. "Lamento mucho que haya tenido que suceder. Realmente lo siento. Pero por favor, coopera. Sólo tomará un momento. Es indoloro, lo prometo”.

Sehun comenzó a llorar, el miedo de repente lo agarró  tirando de él hacia la locura. Zitao estaba muerto y su vida iba a ser demolida en cuestión de segundos.

"Sehun, no llores por favor. Eso hace que sea mucho más difícil ", dijo Minseok, poniendo una mano sobre el hombro de Sehun. "Sólo aceptalo. No hay nada más que puedas hacer al respecto. Todo terminará en un momento y comenzarás una nueva existencia. No hay nada de qué preocuparse”.

Las lágrimas y temblores de Sehun cesaron, pero el miedo no lo hizo. Minseok puso una mano sobre los ojos de Sehun y tomó la muñeca de la otra mano, presionando dos dedos justo sobre su pulso.

La sensación era tremenda; se sentía como si se levantaba-una gran carga, la carga de la vida, Sehun suponía-y de pronto el miedo comenzó a desaparecer. Se relajó lentamente, y era casi como si no le importaba morir. Tenía sueño, una sensación de ir a la deriva sin importar qué.

Y luego Minseok apartó sus manos.

"¿Ves? No fue tan horrible, ¿verdad?", Le dijo Minseok y Sehun parpadeó, mirando hacia abajo a sus manos, que todavía estaban perfectamente sólidas y perfectamente intactas.

"Pero... pero sigo vivo", dijo lentamente, y Minseok se echó a reír.

"Por favor no me digas que pensabas que te mataría," Soltó otra carcajada y Sehun seguía confundido.

"Yo-pero, usted me iba a matar -usted..." dijo Sehun tentativamente, mirando a quien se reía tanto que las lágrimas salían de sus ojos.

"¿La muerte? ¿Quién te dijo que la muerte iba a ser su castigo?", Se burlo, limpiándose las lágrimas. "Realmente, ¿crees que nos gustaría matarte? Ni siquiera tienes los rasgos de un asesino en serie, Sehun”.

"Pero... entonces, ¿Cuál  era mi castigo? Solo me sentí... somnoliento ", preguntó y Minseok lo miró sorprendido.

"¿Quieres decir que te dijeron que ibas a morir?" Le preguntó. "Tengo que hablar con los gobernadores, Santo Dios. Sehun, tu don ha sido eliminado.  Nunca será capaz de pintar de nuevo. Ya no eres un pintor, nunca más un Creador. Tampoco es que voy a ir tan lejos como para decir que ya no eres nada, pero... "

Sehun inhaló profundamente. "¿Quieres decir... quieres decir que soy libre?"

Minseok frunció el ceño. "Bueno, eso mismo..."

Sehun sentía que iba a estallar. No estaba seguro si reír o llorar o bailar o hacer una voltereta. era libre.

"Mi cabello", dijo emocionado, tirando las vestiduras inmaculadas de Minseok. "Mi cabello-

"Eres rubio," Respondió con calma, sujetando a Sehun. “estoy sintiendo que esto no es como un castigo para ti."

Sehun se calmó un poco, aunque no pudo evitar sonreír mientras negaba con la cabeza. "Por favor, no le digas a nadie."

"No lo hare," Respondió, "pero como mínimo, debes aparentar que estás devastado. Por tu propio bien”.

Sehun suspiró, volviendo a sentarse en el suelo con una sonrisa. "¿Y ahora que sigue?"

Minseok lucía cansado mientras sacaba un pergamino de su túnica. "Usted se alojará en un edificio con otros como tú... vas a ser escoltado allí. Y  tienes que permanecer en esta ciudad por el resto de tu vida, solo puedes salir en condiciones muy especiales."

"¿Qué pasa con Zitao?" Preguntó Sehun.

Minseok sonrió a Sehun. "Ha recibido el mismo castigo que tú, ¿no te lo he dicho antes? Ha estado instalado en el edificio desde hace una semana ".

Sehun  estaba vertiginoso por el entusiasmo. "¿Cuándo me voy?"

"Ahora," Respondió sin evitar sonreír cuando Sehun se mordió el labio por la felicidad.

Los Ejecutores llegaron a escoltar Sehun a su nuevo alojamiento, y al igual que Minseok había aconsejado, Sehun hizo su mejor esfuerzo para parecer devastado.

Era un  edificio hermoso, con colores normales y muebles cómodos. Sehun no podía entender cómo alguien puede considerar esto como castigo.

"Tu  apartamento  es el 331", uno de los Ejecutores dijo. "Usted ha sido marcado por lo cual será castigado si es que  intenta escapar de esta ciudad."

"Entiendo", respondió y en realidad, tenía muy poco respeto por los castigos de los Creadores. El ejecutor le entregó dos llaves y un pequeño pergamino, que Sehun escondido lejos para leer más tarde. Tenía otras cosas consigo.

Lo dejaron, y tan pronto como se fueron, tocaron a la puerta de Sehun.

"¡Zitao!" Sehun sonrió, volviéndose para mirar los ojos marrones de su amado. "¡Ellos te pintaron!", Gritó, corriendo hacia él pasándose los dedos por su pelo color miel.

"Tus colores son diferentes también," Zitao sonrió. "Pero tus ojos todavía están verdes. Y eso me gusta”.

"Y a mí  me gustan tus ojos marrones. Pensé que iba a morir, Zitao", se burló un poco. "Pensé que me iban a matar."

Zitao le sonrió. "Gracias a Dios no lo hicieron", dijo. "Pero Sehun... Estoy triste porque no puedo crear las estrellas nunca más. Nunca podremos volver al mar o al bosque, y- "

"¿Y cuál es el problema?" Respondió arrastrando las palabras perezosamente, tirando de su amante cerca a su cuerpo. "Cuando nos tenemos el uno al otro, ¿realmente importa lo demás?"

Zitao exhaló un suspiro de alivio y se inclinó hacia Sehun. "Tienes razón," contestó. "Te extrañé."

"Lo último que pinté fue un campo de lavanda," Sehun susurró. "Pinté flores color púrpura. Pinté la hierba verde azulado. Incluso puse verde fosforescente en el cielo".

"Estoy orgulloso de ti," Zitao sonrió.

"Estoy orgulloso de mí mismo también", respondió Sehun. "Gracias."

"De nada," Fue lo último que dijo antes de ver a Sehun inclinarse para darle un beso de bienvenida.

Hay un dicho entre los creadores que suele decirse en ciertas ocasiones, "Cuando pierdes la capacidad de crear, pierdes la mitad de ti mismo."

Y también, hay un dicho entre los humanos que dice "el amor de tu vida, es tu otra mitad."

Fuera como fuera, ambos refranes podrían ser verdad. Lo cierto era que Sehun se sintió completo cada que despertaba por la mañana y veía a Zitao durmiendo junto a él, y para ser honestos, Sehun no podía pedir más.

FIN.


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Hermoso, ¿verdad? :3♥

Gracias por darse  tiempo para leer este fanfic. Se darán cuenta que no necesariamente tiene que ser de una pareja normal para que el escrito sea precioso. Fue grato corregirlo. Nos leemos en otro fic y porsupuesto, en la página. :3

¡Gracias por comentar!

-Admin Kissys.

chroma, español, taohun, sehun, exo, tao, fanfiction

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