Y cuento los días que me faltan para volver a verte y me jode porque sé que no haces lo mismo. Que mi nombre ya no significa nada. O sí. Quise congelar aquella noche y ahora temo el verte y que me digas que no significó nada... al menos no para ti.
Me dijiste que me querías. Y yo no lo quise creer... Ahora resulta que hasta en sueños digo tu nombre
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