Selección de casas
En nuestra noble academia se alzan colosales cuatro casas, tres torres y en cada una, una sala donde los alumnos se reúnen con sus compañeros.
Estas son las casas donde enviamos a nuestros alumnos. Creemos en la elección responsable y la selección la realizan los alumnos mismos, en función con lo que ellos creen conveniente, con el carácter que desea forjar o que ya tienen, y sus gustos más personales. Olympe se reserva, por supuesto, el derecho a discrepar y enviar a un alumno un poco despistado a otra casa; no todos saben elegir adecuadamente cuando llegan. Pero todos son enviados primeramente al destino que elijan.
A la noble casa de Aruge, hogar de los impulsivos, de los más simpáticos, los que tienen más temas de conversación; podrás forjar así pues, amistades que te hagan echar el zumo de calabaza por la nariz de tanto reír, y que sobrevivirán en buen estado a todas las pequeñas discusiones de la vida, a pesar de la conocida cabezonería de los de esta casa. Nuestra acogedora casa se caracteriza con el color morado y nuestro equipo de Quidditch juega los mejores partidos -no gana ni a tiros, pero es que con la agresividad se le da mucha emoción al asunto-.
O a la no tan loable casa de los que viven ambicionando. Los Seitrè alcanzan siempre su fin por medio de su enorme pericia y es que el fin sí justifica, para ellos, los -sucios- medios. Son personas difíciles -que no calladas- y de poco trato, que contrastan enormemente con los Aruge -menuda saña se tienen, si se miran se matan-. Nunca les verás dados de la mano a pesar de la cabezona idea Aruge de ser amigos de todos; en gran parte porque los Seitrè les dan esquinazo como a la peste. Personas discretas por naturaleza, son el blanco favorito de Émilie y su Coeur Rouge. Si tienes una meta fija, te esperamos en nuestro remanso de amarilla paz crando al fuego nuevos planes.
Si eres un poco listo sabrás elegir Lejeau, el lugar de calma rosácea y primaveral, donde moran las gentes más delicadas, reservadas, aquellas de mayor indecisión incluso, un poco Aruge. Un poco Seitrè. Decididamente mejores. El lugar donde se educan los galanes y caballeros, y las deliciosas señoritas, Lejeau es sin duda la única casa libre de discusiones.
Dime tu nombre, tu curso y algo curioso, sobre lo que quieras, dame una razón de peso -si puede ser y si es muy pesada, que me la mande una grúa- para entrar a cualquiera de nuestras tres casas, y le iré con el chisme a Olympe. Prometo decirte en qué carta te has quedado prontísimo de la muerte.
Estas son las casas donde enviamos a nuestros alumnos. Creemos en la elección responsable y la selección la realizan los alumnos mismos, en función con lo que ellos creen conveniente, con el carácter que desea forjar o que ya tienen, y sus gustos más personales. Olympe se reserva, por supuesto, el derecho a discrepar y enviar a un alumno un poco despistado a otra casa; no todos saben elegir adecuadamente cuando llegan. Pero todos son enviados primeramente al destino que elijan.
A la noble casa de Aruge, hogar de los impulsivos, de los más simpáticos, los que tienen más temas de conversación; podrás forjar así pues, amistades que te hagan echar el zumo de calabaza por la nariz de tanto reír, y que sobrevivirán en buen estado a todas las pequeñas discusiones de la vida, a pesar de la conocida cabezonería de los de esta casa. Nuestra acogedora casa se caracteriza con el color morado y nuestro equipo de Quidditch juega los mejores partidos -no gana ni a tiros, pero es que con la agresividad se le da mucha emoción al asunto-.
O a la no tan loable casa de los que viven ambicionando. Los Seitrè alcanzan siempre su fin por medio de su enorme pericia y es que el fin sí justifica, para ellos, los -sucios- medios. Son personas difíciles -que no calladas- y de poco trato, que contrastan enormemente con los Aruge -menuda saña se tienen, si se miran se matan-. Nunca les verás dados de la mano a pesar de la cabezona idea Aruge de ser amigos de todos; en gran parte porque los Seitrè les dan esquinazo como a la peste. Personas discretas por naturaleza, son el blanco favorito de Émilie y su Coeur Rouge. Si tienes una meta fija, te esperamos en nuestro remanso de amarilla paz crando al fuego nuevos planes.
Si eres un poco listo sabrás elegir Lejeau, el lugar de calma rosácea y primaveral, donde moran las gentes más delicadas, reservadas, aquellas de mayor indecisión incluso, un poco Aruge. Un poco Seitrè. Decididamente mejores. El lugar donde se educan los galanes y caballeros, y las deliciosas señoritas, Lejeau es sin duda la única casa libre de discusiones.
Dime tu nombre, tu curso y algo curioso, sobre lo que quieras, dame una razón de peso -si puede ser y si es muy pesada, que me la mande una grúa- para entrar a cualquiera de nuestras tres casas, y le iré con el chisme a Olympe. Prometo decirte en qué carta te has quedado prontísimo de la muerte.