La Luna de Miel (4/19)

Oct 19, 2009 00:48


Título original: The Honeymoon
Autora: dracosoftie
Pairing: Draco/Harry
Género: Romance
Clasificiación:NC-17
Disclaimer: La autora y la traductora aman a los personajes pero no son nuestros.
Resumen: Ginny abandona a Harry en el altar, dejándolo miserable y confundido. Entra un Draco Malfoy, abogado, quien se las arregla para enturbiar la situación aún más cuando Harry y él quedan atrapados en una isla.
Advertencias: Slash, lenguaje y sexo explícitos.



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***

7 de Agosto

Harry se sentó en la playa, movió ausentemente su varita hacia el agua y observó a su brillante Patronus cobrar forma y huir hacia el horizonte, sólo para desaparecer a unos cuantos cientos de metros. Había tratado todo lo que pudo imaginar en los últimos días, para hacerle llegar un mensaje a alguien -cualquiera- que pudiera contactar a la agencia en la que Ginny había reservado la luna de miel. Seguramente alguien de ahí podría deshacer las protecciones.

Incluso había tratado con una idea que sacó de uno de los libros Muggles de la biblioteca de la casa, metió una nota en una botella vacía de cerveza de mantequilla y la dejó irse flotando con la marea. Eso tampoco había funcionado.

Harry se sobresaltó cuando un Patronus desconocido se reunió con el suyo, empujando al ciervo de manera juguetona mientras se precipitaban sobre las olas.

- ¿Un mapache, Malfoy? -preguntó Harry, sin molestarse en voltear para ver quien lo había acompañado. Después de todo eran solamente ellos dos en esa maldita isla. ¿Quién más podría ser?

No es como si hubieran pasado mucho tiempo juntos. Harry pasaba casi todo el tiempo afuera, su piel se estaba quemando por las largas horas bajo el sol. El cobertizo para botes estaba equipado con todo lo que pudieran querer (acuamotos, tablas de surf, kayaks, equipo para bucear, incluso un bote diseñado para navegarse solo por el arrecife mientras los ocupantes tomaban el sol en su gran cubierta). Otro cobertizo, tras la casa, estaba equipado similarmente pero con cosas para entretenerse en tierra. Pasó la mayoría del segundo día absorto en explorar la isla en un vehículo todo terreno, aunque prefería las escobas las cuales también habían sido provistas.

Draco, por otro lado, se había recluido adentro, raramente se aventuraba más allá de la terraza. Nunca le había gustado el clima cálido y el de la isla era húmedo. Hechizos para refrescar y los ventiladores mantenían la casa soportable, pero no tenía intención de lanzarse a actividades físicas como Harry. Prefería explorar la pequeña biblioteca, la cual tenía una mezcla sorprendente diversidad de libros, tanto Muggles como mágicos.

Harry volteó para ver a Draco cuando el hombre no respondió, se cubrió los ojos del sol para poder ver mejor. El hombre rubio prácticamente brillaba a la luz del sol de la tarde; los rayos formaban un halo brillante alrededor de su cabello y le daban a su piel pálida un color resplandeciente. El efecto era angelical, lo que hizo a Harry bufar divertido. Draco Malfoy era muchas cosas, pero angelical definitivamente no era una de ellas.

- Es un Patronus completamente respetable -Draco resopló simulándose ofendido, cayó en la arena con una elegancia que Harry envidió.

Harry alzó una ceja, casi dejó pasar el comentario. Además, tenía razón. Era un Patronus completamente responsable; sólo estaba sorprendido de que Malfoy tuviera un Patronus. No era un hechizo que muchas brujas o magos dominaran y, desde que los dementores habían sido exterminados después de la guerra, no había razón para hacerlo.

-Claro -dijo Harry, inclinándose hacia Draco -El noble y honorable mapache, rey de los carroñeros.

Draco sonrió y el pecho de Harry se estrujó con la expresión despreocupada. Los últimos días había, meticulosamente, evitado pensamientos sobre Malfoy, pero de vez en cuando (más frecuentemente que eso, si Harry era honesto consigo mismo) sufría un desliz y se encontraba soñando despierto con la sensación de los labios de Malfoy sobre los suyos o con lo bien formado que estaba su trasero.

-Los mapaches son animales muy inteligentes, debo decirte -dijo Draco.

Harry tragó fuerte cuando se dio cuenta que el hombre rubio por culpa del calor estaba doblando sus mangas, exponiendo sus antebrazos musculosos. Algo en el acto era insoportablemente íntimo, aunque Harry sabía que era ridículo pensarlo. Sus propios brazos estaban desnudos y había visto a Malfoy en camisetas de manga corta en los últimos días. Pero esa exposición lenta de piel pálida era provocadora y, el pulso de Harry se disparó con el pensamiento de ver a Malfoy quitarse la playera de manera similar en lugar de sólo doblar sus mangas. Sacudiéndose de la mente, todas esas inapropiadas fantasías, Harry miró hacia otro lado abruptamente, alejándose un poco del rubio.

Draco notó la repentina incomodidad de Harry, asumió que Potter se volteó para no ver algo que no quería. Extendió los brazos, de manera que se viera la parte interna de sus muñecas.

-Potter, observa -dijo, el tono de broma de hacía unos momentos se había ido de su voz -Sin Marca Oscura. Eso era de lo que tenías miedo ¿cierto? ¿Probar que de verdad apoyaba a ese imbécil fanático?

La cabeza de Harry giró rápidamente, tenía una mirada de sorpresa. Sabía que el otro hombre no tenía la marca (era una de las razones por las cuales, al terminar la guerra, el castigo del joven Malfoy había sido mucho más indulgente que el de sus padres). El matrimonio Malfoy había sido sentenciado a 20 años en Azcaban, pero su condena se había convertido en arresto domiciliario por el sobrepoblamiento y la falta de guardias en la prisión mágica. En contraste, a Draco le habían dado un año de arresto domiciliario y dos de libertad condicional.

- Malfoy, yo no…

Con furia, Draco negó con la cabeza, moviendo sus brazos para que estuvieran a la altura de la vista de Harry. El hombre moreno no tenía otra opción que examinar la perfecta e inmaculada piel.

-Sin Marca Oscura -dijo de Nuevo, tenía en sus ojos grises una mirada dura - ¿No quieres convocar hechizos para revelarla? ¿Asegurarte que no la escondí todo este tiempo?

Harry parecía horrorizado. Tragó fuerte, se hizo hacia atrás lo más que pudo, pero Draco lo siguió, clavando sus muñecas en él.

- Siéntela -dijo Draco, sujetando una mano de Harry y jalándolo hacia adelante, forzándolo a tocar con su palma callosa la piel cremosa.

Harry apretó los dientes cuando, por el contacto, una ola de deseo lo atravesó. La piel del de cabellos rubios era suave y aterciopelada, pero los músculos y nervios debajo eran atractivamente duros. Se encontró con la mirada del hombre, su corazón palpitaba frenético por la combinación de la proximidad de Malfoy y la forma en cómo el aire a su alrededor parecía crujir con magia cuando estaba enojado. Harry casi podía verla en la piel de Malfoy, lo que hizo preguntarse si al lamer la muñeca que sostenía sabría a magia.

Harry soltó la mano de Draco como si fuera aceite hirviendo, antes de que hiciera algo estúpido por esa ridícula impresión, como lamerla. El hombre de cabellos oscuros sintió su cara enrojecer con vergüenza; no sabía que estaba mal con él. Desde el baile de gala del Ministerio el año pasado, había tenido pensamientos inapropiados sobre el otro hombre y ahora estaba atrapado con él alojados en un lugar muy pequeño, en un avenir previsible. Era un desastre.

-Lo sé -dijo en voz baja, forzándose a sostenerle la mirada firme del rubio. Necesitaba hacer algo para dominar su atracción por Malfoy (el hombre haciendo algo tan inofensivo como doblar las mangas de su camisa no debería causarle tanta incomodidad) -. Mi mente estaba en otro lugar, lo siento.

Draco no parecía convencido, pero dejó que sus brazos descansaran a sus costados y su postura ya no era agresiva.

-Malfoy, en serio -dijo Harry, desesperado regresar a una conversación más amena. Es cierto que no pasaban mucho tiempo juntos, pero no tenía deseos de hacer miserable el tiempo que sí pasaban juntos.

Draco lo estudió por un largo rato, aparentemente para juzgar si era sincero. Asintió fríamente, dejando que su mirada se perdiera en las olas. Había exagerado, y mucho, con eso. Por supuesto que Potter estaría distante e incómodo a veces (obviamente se había anticipado). La vida entera del pobre hombre se destrozaba y en lo único que podía pensar era en probar que no era el mismo canalla ruin que era hace unos años. Aunque prácticamente atacar a Potter para probarle que no tenía la Marca Tenebrosa no era la forma correcta de hacerlo.

-Me disculpo -dijo forzadamente, evitando el contacto visual -Es un tema delicado para mí.

Harry respiró profundamente, observando a una gaviota volar sobre el agua en busca de comida. Se veía majestuosa, volando apenas alejada de la superficie con sus alas extendidas, metió su cabeza en las olas para emerger segundos después triunfalmente, con un pez pequeño atrapado en su pico. Se imaginó que el pez se sentía justo como él unos momentos antes… confundido y emboscado.

-No necesitas disculparte -dijo Harry, no quería nada más que dejar zanjado el tema-

Hubo silencio por largos minutos, cada uno perdido en sus pensamientos. Harry se sorprendió y a Malfoy cuando finalmente habló, su voz estaba infundida de una alegría que en definitiva no sentía.

- ¿Te gustaría un paseo en acuamoto? Nunca había conducido una hasta ayer, es fantástico. Como una escoba que surca el agua.

Harry se arrepintió de las palabras tan rápido como salieron de su boca. Malfoy lo había dejado claro al evitar todas las actividades al aire libre desde su llegada; su presencia en la playa era una anomalía. Usualmente se pasaba la parte más calurosa del día adentro, con un libro, aventurándose afuera hasta que el sol empezaba a ocultarse y la temperatura bajaba un poco.

Draco estuvo a punto de declinar, pero una mirada a la cara de Potter le hizo cambiar de opinión. El otro hombre esperaba claramente decir que no, lo cual era una razón fabulosa para decir que sí.

- ¿Por qué no? -dijo, sonrió cuando los ojos del hombre se abrieron con sorpresa - ¿Vamos así?

Señaló sus ropas, de las que se había apropiado del closet de Harry. Las dividieron el segundo día y Draco había aplicado los hechizos necesarios para que le quedaran, pues era un poco más alto y menos ancho que Harry.

Harry mordió su labio, apenas conteniendo un suspiro resignado. Se habían metido en ese lío porque se había impresionado al ver a Malfoy doblar las mangas de su camisa y ahora sugería una actividad en la que tendría menos ropa. Perfecto.

- ¿Puedes transformar tus bóxers en traje de baño? -preguntó Harry, quitándose la camisa y tirándola a la arena. Se quitó los pantalones también, por lo que se quedó parado en la orilla con nada más que unos bóxers muy pequeños, que dejaban muy poco a la imaginación.

Draco se quedó como idiota, mirando a Harry desvestirse. Casi se pierde de escuchar el hechizo que el otro usó para transformar su ropa interior en traje de baño, pues había estado muy atento al pecho moreno, extenso y liso de Harry y a sus esculturales pectorales. La carrera de Auror era definitivamente buena para mantener a uno en forma, decidió, dispuesto a alejar el comienzo de una erección mientras se concentraba en desvestirse y transformar su ropa interior en ropa apropiada para el agua.

- ¿Una carrera al cobertizo? -gritó Potter alejado ya varios metros y corriendo hacia el edificio blanco.

- ¡Tramposo! -gritó Draco, asegurándose que el nudo de su traje estuviera bien atado antes de correr tras él, riendo a pesar de todo.

***

La casa estaba tranquila a excepción del silbido del ventilador en el techo. Draco cruzó sus brazos bajo su cabeza, observando las hojas girar mientras trataba de dormir. Estaba exhausto por pasar la tarde nadando y corriendo con Potter, pero sorprendentemente había sido muy divertido. Sólo le había tomado unos intentos para manejar el acuamoto y tan pronto como lo hizo, ambos se enfrascaron en una carrera alrededor de la isla, tratando de tirar al otro a las olas.

Suspiró, estirándose con dolor. Había estado tan enfrascado jugando con Potter que se le había olvidado renovar el hechizo bloqueador de sol y como resultado su espalda y hombros se habían quemado. Había estado muy incómodo para usar pijama, así que se metió a la cama sólo con sus bóxers.

Cristo, sus bóxers. Draco trató de alejar sus pensamientos lejos de los bóxers suaves que estaba usando, pero su mente no estaba cooperando. Ver a Potter con vestido igual esa tarde fue una prueba para su voluntad, aunque se sintió agradecido que no se avergonzó a sí mismo con una erección que no deseaba que viera. Pero Merlin bendito, Potter estaba casi desnudo. El traje de baño se había pegado a cada parte de él y el miembro de Draco se sacudió con la memoria de ver el perfil de Potter.

Su mano tembló ligeramente cuando sus dedos rozaron el material de sus propios calzoncillos, la sensación al tocarlos le recordó que nada en la isla era suyo. Nunca había usado bóxers cortos y ciertamente eran diferentes a los ligeros bóxers de seda que prefería. De pronto estaba muy consciente del toque cálido del algodón sobre sus testículos, el conocimiento de que esos eran los calzoncillos de Potter mandó una oleada de sangre a su miembro. Era completamente ridículo, por supuesto, pero una vez que lo había pensado no podía quitárselo de su mente.

Draco le dio una ojeada al corredor. Había ganado la batalla de dormir en el sofá, aunque eso era algo de lo que nunca estaría orgulloso decir. Aún así, éstas eran las vacaciones de Potter… se merecía tener un lugar para relajarse y estar solo, el único lugar lógico para hacerlo era la única habitación de la casa. Aunque ahora Draco se estaba pateando por su insistencia pues su miembro demandaba atención. Maldito Potter, tenía su propia habitación y podía masturbarse cuando quisiera…

Draco siseó, sus ojos se cerraron con el pensamiento de que Potter estaba tras la puerta al final del corredor, con el pene duro en la mano mientras se acariciaba. Por supuesto, había visto a Potter en las duchas de los vestidores de quidditch. Sabía que el hombre no tenía nada de qué avergonzarse, al menos eso decía lo que había visto de él con miradas furtivas. Era sólo una cosa más de lo que estaba celoso cuando estaba en la escuela… aunque el pene de Draco era más que respetable. Aún así, había visto el equipo de Potter como una ilustración más de cómo el Perfecto Potter tenía todo a su favor.

Mordió su labio, dejándose llevar por la tentación y que sus dedos rozaran su erección por encima de su ropa de algodón. Perfecto Potter. Rió suavemente, preguntándose por qué había sido tan estúpido. Idolatraba a su padre y se tragaba todo lo que le decía sin dudarlo. Draco apretó los dientes, alejando de su mente los recuerdos de sus errores de adolescente. Pasaría el resto de su vida expiando por lo que había hecho, pero estaba determinado a hacerlo.

Sus pensamientos melodramáticos no habían afectado su erección, que aún rogaba por atención. Draco suspiró, apoyándose en sus codos para tener una mejor mirada al corredor. El sofá que había sido transformado en cama estaba en medio de la sala, la cual daba a la cocina y al corredor que llevaba a la habitación de Potter. Aunque la puerta estaba firmemente cerrada y no podía ver mucho más que un haz de luz bajo ella. Consideró lanzar un hechizo de silencio alrededor de la cama, pero no podría escuchar si Potter se levantaba e iba hacia el corredor… sólo tenía que ser discreto.

Apretó la mandíbula, rodando los ojos por su propia idiotez. No se había preocupado en años por ser escuchado al masturbarse, no desde sus días en los dormitorios de Slytherin. Empezó a bajarse los bóxers, dudando cuando llegaron a la punta de su miembro. No había punto en pretender que no iba a pensar en Potter mientras se masturbaba, así que ¿Por qué no hacerlo de una vez? Adentro por un knut, adentro por un galeón, pensó. En lugar de quitárselos, con una mano acarició la tela, rozándose con el suave algodón. Usar un par de calzoncillos de Potter mientras se masturbaba sería lo más cerca que iba a tener a Potter así, por lo que debía aprovecharlo.

Draco suprimió un gemido, rodeando con sus dedos su pene cubierto por los bóxers mientras se acariciaba. El material subía y bajaba por él, apretando sus bolas mientras se movía. Podía escuchar su respiración entrecortada, se notaba aún con el silbido del ventilador. Sus ojos se abrieron, observando en la oscuridad como si esperara que Potter entrara en la habitación en cualquier momento. La sumada excitación de la posibilidad de ser atrapado por el hombre con el que estaba fantaseando lo puso al límite, Draco mordió su labio fuertemente, reprimiendo sus gemidos mientras se corría por lo que parecía una eternidad.

Cayó en las almohadas, tratando de regular su respiración acelerada a una más moderada. Los bóxers estaban pegajosos con semen y Draco sonrió mientras se volteaba para tomar su varita. Los limpió con un hechizo, preguntándose si había sido mala idea satisfacerse. Después de todo, le quedaban más de tres semanas con Potter en la isla. Fervientemente deseada poder quitarse de la mente lo que había hecho, a menos que pasara esas tres semanas caminando por ahí con una erección perpetua por culpa de los calzoncillos que estaba usando. Tal vez debía empezar a salir sin ellos.

TBC
*~*~

N/T: Este capi me ha costado las de caín XD perdón por el retraso. Todo es culpa de nande :P Si no le entienden a algo, por favor indíquenlo, está traducido con prisa

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