Personajes: Kevin y Scotty
Motivo: Porque es San Valentin.
Rango: PG-13
Anterior. ‘Sé que esto puede parecer absurdo, pero... ¿quieres ser mi Valentin?’ Preguntó Kevin desde la cama. La sabana cubriéndole la mitad del cuerpo y Scotty en ropa interior trayendo el desayuno.
‘Ummm, no sé. Es que se lo había prometido a mi marido, y ya sabes lo celoso que se pone con esas cosas.’ Dijo con esa mirada pícara suya que volvía loco a Kevin mientras colocaba la bandeja entre los dos.
‘A lo mejor no se merece que seas su Valentin.’ Dijo siguiéndole el juego.
‘A lo mejor no le conoces como le conozco yo.’
‘Entonces dime -le preguntó cogiendo una tostada- ¿cómo es?’
‘Bueno, es guapo, con unos ojos azules preciosos y una boca que no dejaría de besar ni un segundo.’ Kevin le miró sobrecogido, pero a la vez sintiéndose profundamente amado y deseado. ‘Es cariñoso, divertido, una de esas persona de las que es muy difícil no enamorarse.’ Prosiguió mirándole a los ojos y dando un sorbo al té.
‘Parece que no tiene defectos.’
‘Umm -dijo dejando la taza de nuevo en la bandeja- claro que los tiene. Pero aunque ha veces pueda ser increíblemente estirado y bocazas no por ello le dejo de amar. He llegado a amar esas cosas que en un principio odiaba de él.’
Kevin apartó la mirada ante la sonrisa de su marido. Nunca nadie le había dicho algo así. Nunca había gustado a nadie por completo. Sabía que tenía muchos defectos, puede qe muchos más que algunas personas, y eso siempre había causado todas sus rupturas, hasta con Scotty. Por eso no se podía creer que Scotty le amase tanto, que amase incluso eso.
Scotty le cogió la cara para mirarle a los ojos. Temía haber hablado demasiado y haber hecho sentir incómodo a Kevin. ‘¿Qué sucede?’ Le preguntó preocupado.
‘Nada. Que creo que tienes una imagen demasiado buena de mi.’ Le dijo con eso ojos de cachorro que derretían a Scotty por dentro.
‘¿Tú crees? Yo creo que tu tienes una imagen muy baja de ti.’
Kevin sonrió amargamente. Lo dudaba, pero entonces le vino a la mente una frase que había dicho bastante tiempo atrás. Incluso amo en ti las cosas que yo odio. Si él sentía eso, por qué no su marido.
‘Te quiero.‘ Le dijo lleno de amor.
‘Yo también te quiero, Kevin.‘ Dijo besándole suavemente.
‘Prométeme una cosa.’
‘¿El qué?’
‘Que pase lo que pase entre nosotros, cualquier cosa, cualquier desacuerdo, lo solucionaremos. Prométeme que seguiremos juntos.’
‘Siempre, Kev. Te lo prometo.’ Dijo seriamente.
Kevin miró la promesa en sus ojos y dio gracias por tener a aquel hombre a su lado, pues no sabía cómo había podido vivir sin él toda su vida y cómo había sido tan idiota de haberle echado tantas veces de su cama. Pero ahora eso no importaba. Lo único que valía la pena era esa mano que le acariciaba la cara y ese corazón que latía junto al suyo.
FIN
P.D.: Yo no soy una gran fan del día de San Valentin, pero me apetecía escribiros algo. No sé si es lo que esperabais, sino es así, lo siento. :)