E Mare Libertas: Como papá
Título: E Mare Libertas
Título del capítulo: Como papá
Género: Familia
Clasificación: G / K
Prompt: #3 "Espalda"
Advertencias: -
Palabras: 207
Nota: De nuevo, muchas gracias a minddelirium por...todo.
Link a la tabla
Como su papá, Suecia. Así quería ser Sealand algún día.
Lo había decidido una vez que el mayor lo había cargado en su ancha espalda, de dónde Peter había podido ver todo desde otra perspectiva. Se había sentido poderoso, inexpresablemente capaz, increíblemente seguro.
Observar todo desde arriba hacía una gran diferencia. Poder alcanzar objetos que para él solo eran inalcanzables; ver cómo Hanatamago necesitaba levantar más la cabeza para encontrar miradas; tener que ser él quien se agachaba para poder darle un beso a su madre.
Luego, cuando sus pies de nuevo estaban sobre el suelo, se sentía algo impotente.
Las pequeñas hojas verdes y amarillentas volvían a ser copas inmensas y monótonas. Las flores del suelo, que al estar sobre los hombros de su papá se veían como minúsculas motas de colores, de repente mutaban al tamaño de sus pies. Frustrante.
Añoraba poseer la capacidad de hacerlos sentir fuertes. De dar aquella sensación tan cálida y envolvente, típica de Suecia, que él tan bien conocía.
Caminando sólo se sentía torpe; sobre los hombros de su padre, la gente se volteaba a mirar. Sabía que tomaría tiempo. Crecería, pero tomaría mucho tiempo.
Por suerte contaba con Berwald para hacerlo sentir así de bien de vez en cuando.
Título del capítulo: Como papá
Género: Familia
Clasificación: G / K
Prompt: #3 "Espalda"
Advertencias: -
Palabras: 207
Nota: De nuevo, muchas gracias a minddelirium por...todo.
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Como su papá, Suecia. Así quería ser Sealand algún día.
Lo había decidido una vez que el mayor lo había cargado en su ancha espalda, de dónde Peter había podido ver todo desde otra perspectiva. Se había sentido poderoso, inexpresablemente capaz, increíblemente seguro.
Observar todo desde arriba hacía una gran diferencia. Poder alcanzar objetos que para él solo eran inalcanzables; ver cómo Hanatamago necesitaba levantar más la cabeza para encontrar miradas; tener que ser él quien se agachaba para poder darle un beso a su madre.
Luego, cuando sus pies de nuevo estaban sobre el suelo, se sentía algo impotente.
Las pequeñas hojas verdes y amarillentas volvían a ser copas inmensas y monótonas. Las flores del suelo, que al estar sobre los hombros de su papá se veían como minúsculas motas de colores, de repente mutaban al tamaño de sus pies. Frustrante.
Añoraba poseer la capacidad de hacerlos sentir fuertes. De dar aquella sensación tan cálida y envolvente, típica de Suecia, que él tan bien conocía.
Caminando sólo se sentía torpe; sobre los hombros de su padre, la gente se volteaba a mirar. Sabía que tomaría tiempo. Crecería, pero tomaría mucho tiempo.
Por suerte contaba con Berwald para hacerlo sentir así de bien de vez en cuando.