Título: Un puñado de recuerdos.
Fandom: Skins.
Pareja: Cook/Effy.
Notas: escrito para
san_drabbletin. Para
trivialidades,
cloe2gs y
carreteraymanta, porque todas pidieron esta pareja. Juraría que es la primera vez que escribo de este fandom, así que en fin... Espero que os guste :)
SPOILERS del 4x03.
Cuando el guardia de seguridad le dice que tiene visita, Cook se repantiga en su camastro, estirándose como un gato, y se rasca la barriga con indolencia. Puede contar con los dedos de una mano el número de personas que querría ir a verle en prisión y todavía le sobrarían cuatro dedos. A día de hoy, su hermano es el único que se muere de ganas de visitarle, piensa. Y su hermano no puede ser. Así que eso le deja la opción del abogado.
Sus ojos recorren las mesas de la sala de visitas en busca del tipo en cuestión, pero no lo encuentra. En su lugar, su mirada se tropieza con una coleta alta, una frente clara y despejada, unos ojos azules y unos labios apretados formando una fina línea blanca. Ella.
- Effy -dice dejándose caer en la silla frente a ella. La fina línea blanca se distiende ligeramente dando lugar a lo que puede que sea una leve sonrisa.
- ¿Qué tal estás, Cook?
Mal, le gustaría decirle. Muriéndome de ganas de salir de estas cuatro paredes. Queriendo pegar hostias a Freddie hasta matarlo. Queriendo…
- Como siempre -contesta en vez de eso. Effy asiente con la cabeza-. ¿Qué haces aquí?
- Quería decirte una cosa -Effy, tan directa como siempre. No da vueltas estúpidamente alrededor de las cosas intentando llenarse de valor. Dispara a quemarropa y que les jodan a los del bando contrario.
- No estamos casados, pero seguro que puedo convencer a los guardias para que nos dejen una de las salas de vis-à-vis -replica Cook con una media sonrisa canalla. Pero la mirada de hielo de Effy lo hace arrepentirse de su pequeña broma, y espera.
- Le quiero a él -suelta de pronto, a bocajarro-. A Freddie. ¿Entiendes, Cook? Eso es lo que vine a decirte.
Cook sigue esperando. A que continúe, a que suavice su declaración con un “Pero a ti te quiero más. Por eso voy a quedarme contigo”. Y sigue esperando, hasta que se da cuenta de que ella no va a añadir nada más.
- Entiendo -dice finalmente, y la voz le sale ronca y más débil de lo que pretendía.
Effy asiente una vez más y se levanta. Sus pulseras tintinean al hacerlo y su bolso de flecos negros roza la rodilla de Cook cuando pasa a su lado. Cook cree que va a dirigirse directamente hacia la puerta, pero parece cambiar de opinión y se vuelve.
- A ti también te quise. A mi manera. Tal vez de otra manera. En otro tiempo y en otro lugar -susurra, tan bajo que puede que sea un sueño o una alucinación-. Pero te iba a destruir. Y ya estás bastante jodido como para que yo hurgue en la herida. ¿Entiendes, Cook?
No, quiere decir, no entiendo nada. Me cago en la puta, Effy, ¿no puedes hablar claro por una vez en tu vida?
- Sí. Entiendo.
- Bien -se dobla por la cintura para ponerse a su altura y sus labios rozan los de Cook por un breve y eléctrico instante. Luego se aparta-. Nos veremos por ahí. Intenta no pudrirte aquí dentro, ¿vale?
- Vale.
Effy se marcha, pero su olor y el recuerdo de su beso se quedan con Cook. De nuevo en su celda, comienza a entender. Y sonríe.
Effy escogió a Freddie para no romperle el corazón a él, a Cook. Pero lo hizo de todas formas. ¿Con qué le deja eso? Con un viaje interminable en coche, un millar de polvos salvajes, una visita a la casa flotante de su padre. Un puñado de recuerdos.
Pero un puñado de recuerdos es mejor que nada.