Autor:
saki_riddleTítulo: Como soñar.
Tabla: Tabla civil (10. Miseria)
Fandom: Historia Original.
Claim: Morgan -de Mil Trescientos Trece- (Y una pequeña aparición de Alue al final).
Advertencias: Nop, ninguna. Excepto que es un poco extraño.
Notas de autora: Tal vez no tenga sentido. Nada tiene sentido si se trata de un sueño -y a la vez todo lo tiene-.
Como soñar
¿Sabes? Anoche tuve un sueño muy extraño.
Soñé que estaba muerta. Sé que dicen que es imposible soñar con nuestra muerte, que siempre despertamos antes, pero yo estaba muerta. Estaba muerta, y a la vez viva.
Soñé con un desierto. En realidad era una ciudad destruida, totalmente desolada, que me miraba con sus ojos vacíos y grises, abiertos de par en par por el terror (aún si una ciudad no tiene ojos). Sin embargo, era fácil pensar que los escombros y los cuerpos humanos eran la arena que alimentaban a un amplio desierto, y que los edificios que duras penas se mantenían de pie eran enormes cactus verdes y espinosos, como los de aquellos dibujos animados que solía ver de pequeña.
Era un desierto rojo. Un desierto sin oasis.
Pero tú estabas allí, todos estábamos allí. Nuestros amigos del orfanato, los vecinos, la gente que ocasionalmente pasa en frente de nuestro “hogar”, y montones de personas más que no supe reconocer. El término “todos” es más literal de lo que crees.
Éramos uno con el viento, que nos llevaba a todas partes. Aún si no podíamos vernos, sabíamos que estábamos allí, sabíamos que todos estaban allí.
Yo deseaba permanecer en ese desierto sin oasis por siempre. Aún si pensar que estaba muerta me producía una inmensa tristeza, aún si ver tanta sangre, tantas expresiones de horror, tantos cuerpos sin vida (inclusive el mío propio) me causaba nauseas, aún si aquel desierto gris me hacía sentir melancólica, yo quería estar allí por toda la eternidad. Porque a pesar del dolor que sentía, me invadía una felicidad inexplicable, un sentimiento de calma, de equilibrio perpetuo. Éramos uno, sin dejar de ser todos, y aquella sensación de estar conectada con el mundo era simplemente hermosa.
Dime, ¿tú también lo viste? ¿Tú realmente estabas allí, conmigo, con todos? ¿O fue todo un simple sueño, tremendamente bello y real, pero sueño al fin?
Porque esta mañana cuando desperté, con los ojos bañados en lágrimas y una sensación de debilidad infinita, realmente sentí que había muerto un poco.
-Todo sucede demasiado rápido - Murmuró la joven castaña mientras observaba con tristeza el paisaje desolado que se extendía a su alrededor -. Hacía mucho tiempo que no moría un mundo entero.