Un par de viñetas para
drabbles_30min. La primera es de la semana pasada, que al final no la subí, que me dio pereza xD Y oh, la última cuenta para el
quinesob de este abril <3
Fandom: Harry Potter
Pareja: Harry/Ginny
Reto #118: Albus Severus, Lily Luna, Scorpius... ¿Cómo se les ocurrieron estos nombres a los flamantes papás?
Rating: PG
Género: Parodia
Título:
ENTINTADO
XVIII. LA LARGUÍSIMA LISTA
Harry entró en la habitación silbando, con las manos en los bolsillos, y se quedó bajo el umbral. Dentro de la habitación, Ginny acostaba a a su primer hijo en la cuna, de apenas tres meses.
Para los planes del hombre, era una suerte que James Sirius durmiese como si le dieran poción del sueño.
-Ginnyyy -canturreó, esbozando una sonrisita maliciosa.
La joven se giró lentamente, enarcando las cejas. Pareció sospechar inmediatamente qué se proponía su marido.
-¡Otro no! -protestó Ginny, cruzándose de brazos.
-Pero, cariño, ¡mira la lista! -insistió Harry, señalándole un larguísimo pergamino que había colgado en la pared. Apenas tenía un par de tachones-. ¡Tantos muertos! ¡Tenemos que honrarlos!
-¡Te digo que no!
-Venga, Ginny, si quieres le pondremos como a tu hermano... Fred Colin, ¿qué te parece? ¿No es bonito? -preguntó Harry, poniendo ojos de cordero degollado-. Si es una niña había pensado que podríamos llamarla Nymphadora Parvati...
-¡Ni de broma!
-¡Está bien, está bien! -aceptó, levantando las manos en posición de derrota-. ¡La llamaremos como tu quieras!
N/A: He supuesto que a Parvati se la cargan, que creo que la dejan para el arrastre en la batalla xD
Fandom: Harry Potter
Reto #124: A Xenophilus Lovegood le chantajearon los mortífagos... ¿cómo fue esa visita de los mortífagos a su casa?
Género: PG
Título:
ENTINTADO
XIX. DE BUENA FE
El señor Lovegood volvió a casa con la compra de la semana flotando alrededor de su cabeza. No era mucha comida, porque Luna se había marchado el día anterior a Hogwarts, así que ahora sólo estaba él viviendo allí. Lo cierto es que la casa se quedaba muy silenciosa cuando su hija no estaba.
Pasó entre los dos manzanos silvestres y abrió la puerta, entrando a la cocina circular. Dejó las bolsas sobre la encimera más cercana, colgando el abrigo en el perchero. Iba silbando una canción alegre mientras subía la escalera de caracol cuando se detuvo de pronto.
Había dos hombres esperándole.
-¿Quienes sois? -consiguió decir en un hilo de voz.
Se echaron los dos a reír, cosa que sólo consiguió poner a Xenophilius más nervioso.
-Quiénes somos dice -se burló el más alto, tirándole un ejemplar de El Quisquilloso a los pies-. Para escribir esta mierda de revista no estás muy enterado.
Lovegood no se atrevió ni a agacharse a recogerla. Se limitaba a mirarlos, empezando a sudar, incapaz de moverse.
-Selwyn tiene razón, Lovegood -asintió el otro hombre. Vestía completamente de negro, lo que le daba un tono de piel más enfermizo y una cara más chupada-. Era cuestión de tiempo que te hiciéramos una visita, ¿no crees?
-Yo no he hecho nada, yo no...
-¿En serio crees que me voy a tragar que no has publicado tú está basura? -siguió Selwyn, avanzando hacia Lovegood hasta que éste retrocedió tanto que quedó acorralado contra la escalera.
-No, no, nunca...
-El Señor Oscuro no está satisfecho con... el enfoque de tu revista -le cortó Travers, perdiendo la paciencia-. Últimamente no está visto con buenos ojos que alguien hable bien de Harry Potter, y por tus artículos cualquiera diría que...
-Queremos creer que no te has enterado -siguió Selwyn con voz casual, a pesar de que la amenaza seguía allí, bien perceptible-. Así que vamos a darte otra oportunidad.
-¡Esto es...! ¡No pienso...! -exclamó con voz chillona el señor Lovegood. Seguía tremendamente asustado, pero no iba a permitir que alguien le dijera qué publicaba o dejaba de publicar en su revista.
Selwyn se rió, mientras Travers rebuscaba algo en los bolsillos de la túnica.
-Oh, es que contamos con que lo hagas -continuó sin perder la calma-. Verás, tenemos buena fe, pero no somos idiotas.
Por fin Travers pareció encontrar lo que buscaba, y tiró algo a los pies de Lovegood. Al reconocer los objetos, esta vez sí se agachó a recogerlos, los ojos muy abiertos, la barbilla temblándole. Cerró el puño, clavándose los pendientes con forma de rábano naranja en la palma de la mano.
-Más vale que te portes bien, o la próxima vez lo que traeremos serán las orejas de tu hija.