Ayer estuve por primera vez en las cabinas de mi escuela de música.
Bueno, no exactamente por primera; vez, porque también me pasé la semana pasada, con unas compañeras, pero era distinto. No me di cuenta de lo siniestras que eran hasta ayer, que fui sola.
Son básicamente una celda con dos sillas y un atril (la mesa se vende aparte), y una puerta
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