Tarde pero seguro (aunque debería haber publicado antes el otro) pero este ya lo tenía más a punto, y no quería seguir atrasándolo... que si no son dos capis que me pierdo Y ES MUCHO TIEMPO SIN SUPERNATURAL DE ESTA TEMPORADA!!!
Bueno, aquí va. Espero que les guste y como siempre pienso pero nunca digo, esta sin betear y si ves algo que consideres que requiera corrección, pon tu granito de arena.
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Lo malo de su situación no era el no sentir nada, ni pena, ni alegría, ni siquiera nostalgia por todo eso que recordaba y que relataba a su hermano como si lo que sale por su boca fueran los sucesos de alguna película vista hace poco y tratara de convencerlo de que era la película del año.
Y eso no era lo que verdaderamente le preocupaba; su hermano desde que se entero de su “falta de alma” le ha estado poniendo múltiples pautas de conducta y si bien la primera era la de contarle todas las cosas que se le pasaban por la cabeza (entre ellas la existencia de "PLAN B”) Sam sabía que había cosas que debía elaborar antes de comunicárselas a Dean. Pero como la situación nunca colabora con los tiempos que uno necesita y las continuas caras de disgusto por parte del cazador mayor hicieron que Sam decidiera blanquear algo más de sus nuevas forma de pensamiento.
Así que esa tarde, luego de casi conseguir un Alpha como moneda de cambio por su alma, le soltó el discurso a Dean, ya que todo lo que Sam podía ver ahora eran los pros y contras de la situación en la que se encontrara y todo se resumía a “si no me sirves te elimino, si todavía puedes serme útil para mis propósitos, haré lo que sea para conseguirlo” como línea de pensamiento.
Lo que se desprendía de aquella conversación era que Sam recordaba como había sido antes, y que ahora no sentía esa carga que estaba sobre él cada vez que debía debatir antes de proceder y llevar a cabo alguna tarea. La ausencia de su alma le quitó esa carga. Eso es lo que le quedó rondando en la cabeza a Dean, pero éste le hizo saber que harían lo que tenían que hacer para que ese Sam que él crió, regrese.
Sam acepto ese trato, si eso hacía que Dean se mantenga a su lado, y con un “estoy dispuesto a ayudarte por más que a mi no me interese. Por lo que alguna vez fuimos”, sellaron el acuerdo.
Puede que lo que a Sam le preocupe más, es en ¿donde estaría su alma? o ¿como sería tenerla de nuevo?; ¿acarrearía esto algún tipo de remordimiento por lo hecho durante la no tenencia de esta?; ¿en que se convertiría si seguía pasando el tiempo y no la recuperaría jamás?. ¿Terminaría por matar a Dean si en algún momento su hermano se cansara de estar al lado de un espejismo de lo que fue alguna vez?
Necesitaba respuestas de alguien que tenga casi su propia mentalidad en lo que se refiere a sentimientos, por esto no puede acudir ni a Bobby ni a Samuel, menos que menos a Dean. Quizás Castiel pueda resolverle alguna de las inquietudes que tenía. Rogaba que no estuviera tan ocupado con la guerra que azotaba el cielo, y pudiera “atenderlo” pese a no ser llamado para alguna situación del tipo apocalíptica ni provenir de Dean.
Aprovecharía la reciente finalización de una cacería y como no pintaba nada que se asemeje a algún caso de su tipo y se aventuraría durante la noche, para que en el caso de que responda, poder hablar largo y tendido con el ángel, sin interrupciones ni que su hermano se encuentre cerca.
Una vez caída la noche y asegurándose que Dean cayó en un sueño profundo, salió de la habitación y tomo rumbo hacía una zona alejada de transeúntes casuales, una vez que se hubo asegurado la total soledad comenzó a llamar a Castiel.
No quería utilizar la palabra clave (arma apocalíptica) para que el ángel no se alarme por nada y luego deje de tomar en serio su posible siguiente llamado. Sólo lo llamaría unas cuantas veces y que si no quisiera mostrarse ante él, le dé alguna clase de señal así por lo menos le indicaría de esta forma su presencia o que le está escuchando lo que tenga que decirle.
Las horas fueron pasando y Sam no percibía ninguna. Ya casi estaba amaneciendo, esto hizo que Sam decidiera volver al hotel cuando las luces callejeras que se encontraban a su espalda comenzaron a chisporrotear.
- Sam, fue el lacónico saludo del ángel, y con una voz que no denotaba ningún tipo de estado.
- Cas, dice Sam a modo de retribución del saludo pero acompañado de una leve inclinación de cabeza.
- Escuche tu llamado, pero como no era urgente sabrás que tengo prioridades ahora. Apenas tengo tiempo de estar aquí. Veo que sigues sin dormir…
- Si lo sé, no quiero robarte mucho tiempo, pero acordé con Dean que le ayudaría en lo que sea que haga falta para traer mi alma de regreso. Antes que nada quiero decirte que eso es algo que me tiene sin cuidado, el no tenerla me hizo mejor cazador… Tú no sabes nada de dónde se encuentra, ¿cierto?
- Aún sin novedad en su localización. Pero no está en mis prioridades, si de algo me entero se los diré.
- Bueno, nosotros nos enteramos que Crowley, aquel demonio de encrucijadas con el que Bobby pactó, bueno… él dice que ahora es el rey allí abajo. Y que tiene mi alma. Eso no es todo, que no nos la devolverá a menos que hagamos algunos trabajos para él. Si fuera por mí, que se la quede; pero Dean a pesar de la bronca que tiene hacía él por tener que obedecerle, aceptó el trato. Y en eso estamos, tenemos que llevarle un ALPHA y a cambio me devolverá el alma.
- Y lo que te preocupa no es estar “nuevamente” bajo los mandatos de un demonio, ¿No esa así Sam…? Hay otra coas, no tiene nada que ver con Crowley ni con Dean…
- Sabes Cas, es gracioso, como hasta hace poco convencía a mi hermano con relatos de cosas que he vivido y poniéndole caras para que me haga caso; de repente se enteran de que no tengo alma y es como si hubiera perdido mi encanto…
- No eres el Sam que conozco, si en este momento te ofrezco arrasar con un pueblo para acabar con una bruja, serías el que apriete el detonador. Eso es el efecto de carecer de alma Sam. ¿En verdad quieres seguir cazando sin esa guía? No sabes realmente si lo que haces es correcto o no. No puedes basarte en que es lo más practico; es por eso que debes mantenerte junto a Dean. Él es tu guía ahora.
Pese a que le cueste horrores convivir con este nuevo Sam, ten en cuenta que él te crió y quiere mantenerte a su lado. Ya no eres lo que él alguna vez conoció, es por eso que debes decirle todo.
- Si, bueno… a eso iba. Como ya te dije, vamos a hacer lo posible por recuperarla, pero…
- ¿Pero qué, Sam?
-¿ … Qué pasará cuando la tenga de nuevo? Primero que todo, no sé donde está; si en el infierno sufriendo los mil y un tormentos. Si es así, cuando me la regresen… no sé si podré soportar lo que traiga consigo.
¿Cómo quedaré?
No estoy dispuesto a que me devuelvan un alma torturada.
- Entiendo lo que dices. Pero eso es algo que veremos cuando lleguemos a ese momento. Y de ser ese el caso, buscaremos alguna solución antes de regresártela.
El silencio se hizo latente luego de las últimas palabras dichas por Castiel, Sam para procesar la idea que le dio el ángel. Mientras que el otro aguardaba un momento por si el Winchester tuviera alguna otra cosa para decirle.
Fue el ángel el que rompió el silencio.
- Si no tienes nada más que decirme… debo irme.
- Bueno, no es lo que se dice importante… pero, ¿como van las cosas con Dean? Digo, ¿hubo algún acercamiento? ¿Aprovechaste que ya no está con Lisa?
El ángel tardó en responder, porque no creía que fuera a preguntar por aquello.
- Bueno… va más para atrás que lo que pueda llegar a avanzar. El ángel le relato cada una de las cosas que hizo, desde lo de la pesca, pasando por lo del Gran Cañón hasta el arrebato que le invadió y lo llevó a besar a Dean, finalizando la historia con que a causa de ese acto ya casi no habla con él, sólo lo imprescindible y respondiendo la llamada de Dean por algún caso. Pero que de motus propio no volvió a acercarse.
- ¡¡¡Así que te le tiraste!!! Exclamó Sam. Ya decía yo que había vuelto peor de lo que se fue. ¿Y por qué le rehuyes? ¿Si aún no me disparó a mí por lo que soy ahora, te va a disparar a ti por robarle un beso? Tienes que hablar con él para saber que es lo que piensa al respecto… ¿Quién sabe, a lo mejor te sorprendes? ¡De última te resucitan y ya!
La cara del ángel ante esta última frase era la de total confusión
- Ahm… Sam, a esto es lo que Dean no se acostumbra, ¿cierto? Tu continuo desapego por la gente, por como al otro le llegue lo que dices ¿Me equivoco?
- Sip, eso mismo. Ayer por la tarde fue que le dije que jamás me importaron el bienestar de Lisa y Ben, que ni siquiera me importaba como se encontraba él, que sólo permanecía a su lado porque lo necesitaba para cazar; ya que ambos nos acoplamos y como sé que él jamás me ocultaría información ni me ofrecería como carnada sin antes preguntarme, le dije que eso era lo que me beneficiaba.
Está en su ADN cuidar mi integridad, y si puedo sacar ventaja de eso, lo tomo.
- En estos momentos compadezco a tu hermano.
- Eso es otro de los motivos por los que te llame. Antes de conocer la verdadera existencia de ustedes, los ángeles; los tenía como seres llenos de amor y misericordia. Cuando te conocí, entendí que no eran tan así, que obedecían órdenes de sus superiores, pero con el tiempo que trabajamos juntos, fuiste adquiriendo ciertos rasgos humanos, ciertos “sentimientos”. Hasta me llegaste a confesar el estar “enamorado” de mi hermano. Hasta hace poco, creía que ustedes no sentían nada, como yo ahora, pero me dices que sientes cosas por él. Bueno, la pregunta es: como llegaste a “sentir” eso, en saber que amas a alguien, en llegar a la conclusión de que es un sentimiento.
Si jamás recupero el alma, ¿podré llegar a tener un proceso como el que tuyo?
Convivir con alguien, como Dean, que me acepte como soy; ¿podrá crearme la necesidad de protegerlo como te sucedió a ti Cas?
- No lo sé con exactitud. Pero ten en cuenta que nosotros, los ángeles, somos obras de Dios, y en general siempre vivíamos en pleno estado de paz y tranquilidad, llenos de sentimientos positivos. Yo era un soldado que cumplía órdenes, no estaba hecho para discernir si lo que hacía era bueno o malo: eran las órdenes de arriba. Cuando bajé a la tierra es cuando comencé a vivir el otro lado, lo negativo. Y Dean me enseñó a reconocer y pensar por uno mismo. Tu caso es distinto Sam, tú has tenido toda una vida en la que has aprendido que es lo bueno y que es lo malo, has nadado continuamente entre sentimientos felices e infelices. Ahora te han quitado toda capacidad de discernir si determinado acto que a tu juicio está bien, provoca algún daño o perjudique a los que te rodean. Eliminas de tu camino lo que se te interponga, sin importar nada, y Dean está a tu lado para guiarte de nuevo hacia e l camino que antes recorrías.
- Ya es tarde Cas, imagino que Dean está por despertar. Gracias por acudir a mi llamado, pensaré eso que me dijiste. Y si sabes algo del tema, lo que sea, por breve que sea la visita, pásate.
- Adiós Sam, tarde o temprano, llegaremos a buen puerto. Y no temas por como puede encontrarse tu alma, haré lo que esté a mi alcance para que seas el Sam que conocí en aquel pueblo.
Dean observaba a través de la ventana del hotel la figura lejana de Sam volver de quien sabe donde, tranquilo, porque el no dormir no le afectaba en absoluto, pero sin imaginarse que su hermano mayor pese a caer rendido cada noche, realmente no descansaba.
Ni tantos años en el infierno, ni la ausencia de Sam por casi un año y que creía que sufría horrores con compañeros de celda como Lucifer, atormentaron los sueños de Dean como el tener de nuevo a su hermano, pero incompleto.
- Aunque deba transferirte parte de mi alma, te juro Sam; que haré que seas ese chico lleno de vida que alguna vez saque de Stanford. Eran las palabras de Dean para consigo mismo y poder así iniciar un nuevo día junto a su robocop particular.
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Lamento haber tardado tanto, pero esta semana la vida real se ensaño conmigo...!
Cualquier comentario me hará feliz y levantará mucho el ánimo