[BDT: Admiral Cain] #091 - Cumpleaños

Dec 28, 2008 19:13

Título: Lección 1: Teoría
Autor: arkady_
Universo: Battlestar Galactica
Pareja: Cain/Kara
Spoilers: 3x01
Rating: PG (por abuso del alcohol)
Palabras: 2.239
Notas: No tiene toda la fuerza que me gustaría, pero al menos está la idea. No estaba muy inspirada para este fic estos días.
Resumen: Es el cumpleaños de Shark y los pilotos lo celebran con una partida de cartas y mucho alcohol.
Tabla (BDT): Quiero más Cain.


El calendario marcaba el 21 de enero pero las hojas volaban por las improvisadas calles como empujadas por un viento otoñal. 21 de enero. Shark nunca había celebrado un cumpleaños como este. El paisaje fuera de la tienda tenía un aspecto desolador, con el cielo cubierto de nubes amenazando con romperse y una meseta grisácea hasta donde alcanzaba la vista.

Pero dentro de la tienda que servía como sala de recreo todo eran voces y alcohol corriendo por gargantas y venas, pasando de unas manos a otras junto con los cúbits. Las cartas se repartían con agilidad sobre la mesa y alguien gritaba desde el fondo una broma sobre el chico del cumpleaños.

En esto una ráfaga de viento separó la tela que servía de puerta y vieron pasar a la almirante Cain por delante de la tienda.

- ¡Eh, almirante! - Shark ya se había tomado alguna copa de más y el rubor en sus mejillas empezaba a delatarle. - ¿Quiere unirse? ¡Es mi cumpleaños!

La mesa se quedó en silencio, expectante a lo que haría o diría Cain. Ésta se adentró en la tienda y, tras echar un vistazo al panorama, comentó sarcásticamente:

- Veo que se lo están pasando bien. - Fijó la mirada en el joven piloto y le preguntó. - ¿Cuántas copas se ha bebido, teniente? - No estaba de servicio, no volvería hasta dentro de un par de días y ella lo sabía pero le gustaba recordarles a sus hombres que debían mantener cierto control y disciplina en todo momento.

- Oh, venga, almirante, no sea tan dura con él. - La voz de Starbuck destacó entre los murmullos que se habían vuelto a oír a su alrededor. Cain volvió su mirada hacia la CAG sin pestañear. - Coja una silla, ¿o es que tiene miedo de acabar regalándome sus chapas? - Dijo señalando con la cabeza los bolsillos de la almirante.

Cain mantuvo la mirada fija, la mandíbula tensa, sin que se moviera en ella más que el flequillo. Tras unos segundos interminables en los que la piloto conservó su característica sonrisa, sin apartar los ojos desafiantes de la oficial, se oyeron unos pasos y una silla arrastrándose. La comandante en jefe de Pegasus y almirante de la flota colonial se sentó en la mesa con ellos.

Empezaron una nueva mano, se repartieron las cartas y Shark, que había estado conteniendo una sonrisa hasta entonces, le ofreció un trago a su salud. 24 años no se cumplían todos los días. La almirante alzó el vaso en su dirección con un gesto de cabeza deferente y se lo llevó a los labios, probando el licor antes de posarlo para volver la vista hacia Starbuck, que no le había quitado los ojos de encima y sonreía divertida sin que supiera muy bien por qué.

Pasaron un par de manos sin mayores incidencias; en la primera Kara se retiró nada más ver las cartas y en la siguiente fue Cain la que se retiró después de la apuesta inicial. Le tocaba repartir a la almirante, que dio las cartas con rapidez y seriedad. Todos tiraron una ficha al centro de la mesa y empezaron a descartarse y apostar.

- Subo 20. - Kara frunció el ceño en un gesto travieso. - Venga, pececito, ¿ya te vas a rajar?

- Nah, todo sea por ti, Starbuck - Shark echó dos piezas de metal sonriendo y lanzando un beso con los labios hacia el otro lado de la mesa.

La almirante le miró, apenas girando la cabeza hacia su izquierda, y se volvió hacia sus cartas antes de lanzar una mirada a la piloto que volvía a picarla para que apostara. Echó tres piezas de metal al centro de la mesa, anunciando la subida en la apuesta, y alzó la vista confiada.

El piloto de su derecha pasó y Starbuck se emocionó cuando le llegó el turno:

- ¡Wo-ho-ho! Esto se pone interesante. - Sonrió, mirando sus cartas y llevándose a la boca la piruleta que le había robado a Helo. - Veo sus diez y subo...

Cain vio la mano de Kara relucir de la que dejaba caer los cúbits. Sólo quedaban ellas dos y un piloto de Galáctica que se retiró en ese momento. Subió otras dos piezas, Kara igualó y enseñaron las cartas.

- ¡¡Joder!! - Cain recogió las fichas que había ganado con una sonrisa contenida en los labios. - ¿Cree que esta es forma de motivar a sus pilotos, señor? - Estaba a punto de mascullar otro comentario pero sabía que sería pasarse de la raya. Agarró la botella que había en la mesa y se echó un chupito. - ¿Alguien quiere golpes?

En seguida tuvo varios vasos delante de ella y al ver por el rabillo del ojo que aún faltaba uno se acercó a coger otro vaso del armario y lo llenó, poniéndoselo a Cain delante de las narices con agresividad.

- ¡Por nuestro pequeño polluelo! - Dijo señalando con el vaso a Shark. Los cristales chocaron en el aire y el primer golpe y el más fuerte fue el de su vaso chocando casi con violencia contra la mesa. Cuando vio a la oficial beberse el alcohol y posar el vaso de una forma más comedida, se le escapó el comentario sin pensar. - ¿Miedo de hacer daño al vaso, señor?

Cain le lanzó una mirada menos fría de lo habitual.

- ¿Le apetece quedarse en tierra un par de semanas, capitán?

Kara la miró sopesándola, pensando rápido antes de hablar.

- No puede hacer eso. No estoy de servicio. - Cain alzó una ceja. - Señor.

- Se sorprendería de lo que puedo hacer, capitán. Su turno. - Había pasado otra ronda y ahora le tocaba dar a Starbuck, que apenas le había prestado atención al juego durante los últimos segundos.

Cogió la botella que había dejado a su lado y bebió un trago largo sin apartar los ojos de su oficial superior. Siguieron jugando unas manos más y Kara recuperó todo el dinero que había perdido con intereses, haciendo que dos de los pilotos que se sentaban a la mesa se fueran antes de lo esperado a sus tiendas.

Shark seguía jugando, casi alcanzando a Starbuck en la cantidad y velocidad de sus tragos y con lo que parecía una fuente inagotable de calderilla. Al otro lado de la mesa estaba ese piloto del que nunca recordaba el nombre y que siempre la miraba e intentaba sentarse cerca de ella. Won-algo.

Estaban repartiendo las cartas cuando Shark se dobló hacia un lado y soltó un sonido gutural antes de empezar a esparcir por las cercanías buena parte del alcohol que había bebido esa noche.

Con una expresión de disgusto, Cain pidió que alguien se lo llevara a los barracones. Se iba a levantar, dando por finalizada la fiesta, cuando vio a la CAG todavía sentada, toda modosita mirando sus cartas como si no hubiera pasado nada.

- ¿Asumo que quiere acabar la ronda, Starbuck?

- Está en lo cierto, almirante. - La miró desde su sitio sin moverse, con las cartas en la mano y una expresión inmutable en la que Cain no sabía si leer un desafío, atracción, curiosidad o miedo. Lentamente se fue dibujando una media sonrisa en el rostro de la piloto. - Su turno.

Kara estaba inusualmente tranquila y relajada en su silla. Cain la observó esta vez con curiosidad y siguió jugando sin una palabra de más. Al irse el resto de jugadores parecía que se le había bajado el alcohol en sangre. Mientras la almirante examinaba sus cartas, alzó la vista, mirándola, decidiendo que no era buena idea dejar que se les pasara el efecto y debía animarla a beber más rápido. Cogió de nuevo la botella casi vacía que había quedado a un lado y rellenó los vasos bajo la atenta mirada de Cain. Ésta no dijo nada. Normalmente le habría llamado la atención pero era diferente estar en una sala rodeada de sus hombres a estar en un mano a mano con su oficial predilecta.

- Por el chico del cumpleaños - Kara alzó el vaso ceremoniosa. Cain apartó la vista fugazmente hacia la entrada.

- ¿No es un poco tarde para eso?

Starbuck se encogió de hombros.

- Na, en algún sitio estará y nos agradecerá que brindemos por él. - Y con esto le guiñó un ojo y se bebió media copa de un trago. Cain la acompañó con un trago largo, lo que la hizo sonreír. - Veo que ha recuperado la sed, almirante.

Cain saboreó los restos del licor en su boca y subió su mirada sin prisa desde el vaso hasta los ojos castaños de Starbuck.

- Se va haciendo tarde, en Tauron se estaría acercando la hora de empezar a beber. - Comentó tranquilamente.

- Por las Colonias, entonces - comentó Starbuck en voz baja sirviéndoles otra copa.

Ambas cogieron sus respectivos vasos y se miraron un segundo antes de llevarse el líquido a los labios. Esta vez fue la almirante la que posó el suyo antes que nadie, vacío, en la mesa. Thrace siguió bebiendo hasta acabarse el suyo y lo dejó caer sobre la tabla.

- ¿Está perdiendo agilidad, capitán?

- Ya llevaba unas cuantas copas antes de que apareciera usted, señor.

- Tonterías. - Cain movió la cabeza de un lado a otro. - ¿Voy a tener que enseñarle a beber, Thrace?

Kara habría contestado de mala manera de no ser por ese tono al que se estaba acostumbrando cada vez más, esa provocación oculta tras palabras formales, esa media sonrisa que no era habitual en la almirante durante las reuniones.

- No lo sé, señor, ¿va a tener que hacerlo? - Y con eso dejó sus labios entreabiertos con un movimiento lento que la obligó a fijarse en ellos. Su mirada se había fijado en sus ojos, sin pestañear, y la quietud de sus mejillas transmitían todo lo que se le pasaba por la cabeza en ese momento.

Se habían quedado solas en la tienda, era el momento de hacer algo, pero no sería ella la que diera el primer paso. No con Cain. Aunque se atreviera, estaba convencida de que a ella no le gustaría su insolencia.

La almirante apenas movió una ceja antes de estirarse a por la botella y levantarse al sentir un tirón en la espalda, vertiendo el contenido en su vaso ya de pie. Starbuck vio un reflejo de dolor pasar por su rostro pero no dijo nada, conociendo de hace tiempo su vieja lesión. No quedaba licor en la botella pero sus ojos hacía tiempo que habían dejado de prestarle caso al alcohol. Cain la instó a mirar y se fue acercando el vaso a los labios lentamente, con movimientos deliberadamente sugerentes, hasta que los rozó con el cristal y lo inclinó para que las primeras gotas de licor tocaran y mojaran sus labios, cayendo sobre su lengua y dejándole saborear la bebida antes de volver a poner el vaso vertical, en una pregunta muda, inmóvil, que le ofrecía a Starbuck probar. Ella apenas movió la cabeza en negación, levantándose y acercándose un par de pasos para ver la siguiente fase de la lección más de cerca.

- Primero pruebas el licor - dijo pasándose la lengua por el labio inferior, recogiendo el líquido que le pudiera quedar, - luego - bebió medio vaso de un trago antes de seguir hablando - tomas un trago. Y, luego - en este momento su mirada se volvió más predadora, girándose completamente hacia la CAG y dejando el vaso en la mesa sin mirar para él, - te aseguras de no hacer ninguna tontería.

Se había ido acercando hasta situarse a escasos centímetros del rostro de Starbuck.

- ¿Como…? - Su voz apenas fue un susurro comparada con la de la almirante.

Ésta volvió a relamerse antes de acercarse más a su oficial y pasar con los labios muy cerca de su cara hasta respirar en su oído y susurrarle:

- Esa es la parte que tendrás que descubrir tú. - Su aliento le hacía vibrar el cuello, de repente tenso por la cercanía.

Y, cuando pensó que por fin sabría lo que iba a pasar entre ellas, la almirante se separó como repelida hasta una distancia más que prudencial.

- ¿Ha quedado claro, Starbuck? - Dijo en el tono normal de siempre, apenas dejando lugar a una media sonrisa formal mientras cogía el vaso y esperaba su reacción para vaciarlo.

- Sí, señor. - Kara no podía pensar en nada más que decir, ¿había estado jugando con ella? ¿Habían sido todo imaginaciones suyas?

La almirante posó el vaso vacío de nuevo en la mesa y se volvía, dispuesta a salir de allí, cuando Kara reaccionó agarrándole la muñeca. No podía ser, nunca se equivocaba en esos temas. Nunca. Ni siquiera con la almirante de la flota.

Ésta la miró entre sorprendida e incrédula.

- ¿Pasa algo, Thrace?

¿Iba a dejar escapar esta oportunidad?

- Yo... - Tragó saliva, aún mantenía la muñeca de la almirante cogida. - Me gustaría saber si sería posible otra lección, señor. Práctica.

Cain sonrió al oír esto, sinceramente esta vez. Su mano cayó libre hacia su costado.

- Ya veremos.

Y con eso se fue, sin una despedida oficial ni unas buenas noches, dejando todo el jaleo de la fiesta allí para que lo recogiera ella. Y una mierda que lo iba a hacer. Tras unos segundos, la rubia se atrevió a acercarse a la entrada de la tienda y mirar a los lados en busca de la figura alta y erguida de la almirante pero no la vio por ningún lado.

bsg: cain/kara, bdt: cain, longitud: más de 1.000

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