Jun 11, 2008 19:01
Se despierta cuando nota bruscamente un peso sobre sí. Un peso pequeño, pero un peso al fin y al cabo.
Abre los ojos, asustado, y por inercia lleva una mano debajo de la almohada, donde siempre guarda una navaja por si acaso. Sin embargo, sus dedos no alcanzan el arma que siente una mano presionándole con fuerza la boca e impidiéndole hablar.
─Como se te ocurra decir cualquier cosa te mato.
Keith abre los ojos desmesuradamente, no por las palabras, sino por la voz. Porque conoce esa voz, ese tono ronco y grabe y, sobretodo esa agresividad sin límites.
─¿Sam? ─murmura ahogadamente contra la piel de la palma de su mano.
Un azote de viento sacude las cortinas del dormitorio y un destello escurridizo de luz lunar se cuela en la habitación. En una fracción de segundo la ve. Es ella la que está ahí, justo encima de él. Con las rodillas hincadas en el edredón, a ambos lados de las caderas del chico, aprisionándolas. Encorvada hacia delante con postura felina, como un gato preparado para saltar al mínimo ataque. La pequeña diferencia que en esta ocasión no hay ningún ataque a la vista.
Sam es la depredadora. Él, la presa.
─Sam, ¿qué coño…?
Su voz queda sepultada bajo los ardientes y duros labios de ella. Keith tarda unos instantes en reaccionar, y cuando lo hace, la información le colapsa los sentidos.
Sam le está… besando.
Sam. Sam, la enana antipática, la asocial, la callejera, la…
Joder.
La cosa no acaba ahí. La chica se inclina aún más sobre él hasta que su pecho entra en contacto con el torso desnudo de Keith y deja caer parte de su peso en una malsana tortura. Las manos, que hasta el momento se apoyaban en la almohada, vuelan hasta la cabeza de Keith y atrapan un manojo de mechones largos con violencia. Sam no besa. Sam muerde, devora, mata sin remordimiento alguno. Le mata y se regocija viendo la confusión congelada en las pupilas de él.
Maldita diablesa.
Keith despierta en mitad de un jadeo que roza el pánico y el estupor aún latente. Tiene la espalda mojada y el sudor se le adhiere a la piel. Las sábanas están frías. Y, sin duda, ya no hay ninguna fiera encima suyo ni en ningún lado.
A Keith le falta tiempo para suspirar y llevarse una mano a la frente empapada.
Malditos e incomprensibles sueños…
+ + +
Claim: Keith Lawson/May Sato(cannon!pairing)
Prompt: "Philia" y "Demasiado"
Es que es simplemente perfecta. Por mucho que se empeñe en buscarle defectos -oh, y lo intenta, por supuesto que lo intenta-, no es capaz de encontrarle ninguno.
No hay absolutamente nada en ella que le desagrade. Ni su cabello castaño oscuro, largo, lacio. Ni sus ojos negros. Ni su dichosa sonrisa de travesura o prepotencia, según el caso.
Y Keith piensa… ¿es normal que alguien sea tan tremendamente perfecto? ¿No debería estar prohibido o algo? Por Dios, le está llevando a la locura.
Por culpa de May y su perfección se descubre a sí mismo con los ojos fijos a su cabeza morena que destaca en el aula durante todo el santo día.
Por culpa de May y su perfección tiene que acordarse de respirar cuando ella se acerca más de lo debido, cuando le pregunta cualquier cosa, cuando tan solo respira.
No es normal. No es, para nada, normal.
May es una droga. May es un diablo. May es… es simplemente, demasiado May para él.
+ + +
Claim: Keith Lawson/Naike Sato -ojo al apellido de ella-. (semi-cannon!pairing [?]).
Prompt: "Ágape" y "Corazón"
Inconscientemente aprieta más el abrazo en que la tiene atrapada. Ella solo llora. Se aferra con las manitas a la chaqueta de Keith, murmurando lamentos y sollozando.
Una sola palabra la ha llevado al borde del abismo; una palabra que ha seguido una confesión que jamás tenía que haber visto la luz.
Leo.
Keith le posa una mano en la cabeza delicadamente, como a una niña pequeña, y se limita a musitarle al oído que no pasa nada, que todo está bien, que no se preocupe. Miente, miente y miente.
─Yo… yo no…
─Tranquila. Estoy aquí, contigo, Naike. No me iré. Tranquila...
Puede verlo en cada gesto nervioso, en cada lágrima, en cada parpadeo de desesperación. En su voz trémula y en las sacudidas heladas que le recorren la espalda.
Ella le ama. Ama a Leo. Una sola mirada al formular la pregunta se lo ha confirmado.
Así que Keith esconde el rostro el pequeño hombro de Naike y sonríe, lleno de amargura.
La portadora de esos ojos negros acaba de arrebatarle el corazón. Una vez más.
+ + +
Y... terminé =DU.
claim: keith/naike,
comu: fanfic100,
tabla: 100prompts,
comu: crack and roll,
tabla: griega,
fandom: vidas paralelas,
claim: keith/may,
claim: keith/sam,
tema: het