Orgullo: Lily/Lysander [1/5]
¿Qué hacer?...esto ya no tiene más remedio. No puedo seguir llorando detrás de las gradas del campo de Quidditch, pero tampoco puedo afrontar las cosas que han pasado, no puedo mirar a sus padres a los ojos sabiendo que yo tengo la culpa de todo lo que pasó.
Lorcan me mira con odio. A diferencia de los señores Scamander… el sabe la verdad de todo esto, sabe que por mi culpa, su hermano termino siendo el objeto de las burlas de todos, quedó como el fenómeno del baile, y luego de eso…ya nadie volvió a reírse de Lysander Scamander.
Ahora mismo, entre cartas rotas, esquemas que a muchos parecieron ridículos, fotografías, en mi mar de lágrimas, me doy cuenta que nunca pude querer a nadie como me atreví a querer a Lysander. Por que Lysander era diferente, por que Lysander QUERÍA ser diferente al resto, y en vez de adorarlo delante de todos, como una vez le prometí, lo deje expuesto, lo dejé solo…si, soy una cobarde, nada que tengan que recordarme a cada momento. El dolor en mi pecho ahora es indescriptible, y no tengo ganas de dejar de sentirlo en fechas próximas.
Navidad se acerca y hace frío. Han pasado tres estaciones desde que Lysander ya no esta. ¿Y a mí que me queda? Recuerdos de mi vieja yo, recuerdos de la que era cuando estaba con Lysander. Debería preocuparme por cambiar, por ser la que era antes, pero el murió junto con mis esperanzas de un lugar mejor, de ese pedacito de cielo que el me entregaba cada vez que me decía que mi nombre estaba compuesto también por el suyo, sin el, estoy incompleta, por que no puedes deletrear Lily sin “Ly”
¿Qué pasó?, ¿Qué pasó por mi cabeza cuanto te vi tirandote al lago sin decir nada? ¿Qué fue lo que evitó que fuera detrás de ti cuando me dijiste que me amabas?, quiero pensar que nunca te amé, quiero creer que solo fuiste un juego, uno de los Lunáticos Scamander, pero para mi fuiste mucho más que eso, vivo con magia todos los días, pero para mi nunca hubo nada tan mágico como la paz de tus ojos, las caricias de tus manos y el calor de tu comprensión. Mi amor. MI Lysander.
Hugo y Rose están preocupados, James y Albus intentan buscar culpables donde no los hay. Mi orgullo es lo peor que nos pasó a todos. Lysander, quizá hayan dicho que los grindylows del lago terminaron por ahogarte, pero yo sé que tu ya estabas muerto cuando decidiste ahogarte. A lo mejor pienso de forma muy egoísta, a lo mejor quiero creer que es por mí que te fuiste, cuando quizá había mucho más detrás de tu dolor.
No, Lys, no. Yo tuve la culpa de todo. Una vez me dijiste que gracias a mi, tu vida aún tenía algo de luz. De haber entrado aquella noche de tu brazo, seguirías a mi lado. ¿Y que hago ahora?, ¿Qué puedo hacer? Nadie supo que lo nuestro era verdadero y no un invento tuyo. Por mi culpa, nuestros padres ya no son amigos, por mi culpa ¿Me escuchaste? Por mi culpa.
Tú mejor que nadie sabía lo que es vivir bajo la sombra de alguno de tus padres. Fuiste una de las primeras personas que me hizo sonreír aquí en el colegio, por que en el momento en que dijeron mi nombre a la hora de la selección, fuiste el único que aplaudió como estúpido aunque no estuve en tu mesa y el único que no aplaudió con ganas de ser un hipócrita.
Desde que te dejé plantado en aquel baile de invierno, mi vida no ha sido la misma. Desde ese segundo, solo he decaído, y cada vez, me he hundido más en mi misma. ¡No sabes la suerte que tuviste! El agua fue lo que te ahogo, pero yo me estoy ahogando en mis culpas, Lysander, culpas que tendré que purgar antes de llegar hasta ti cuando llegue mi momento de partir.
El invierno pasa lento, y yo tengo frío. Todos me ven como una muchachita dulce, amable, noble, de gran corazón… y mi padre me dice que he de parecerme a mi abuela, por la que llevo mi nombre… ¡Y pensar que llevo el nombre de la tuya!, me da tanta vergüenza, una Luna te dio la vida y otra te la quitó…vaya porquería.
Estos meses han sido como una eternidad bajo la nieve helada. Desde donde estoy puedo verla caer, y me pregunto si helarme hasta dormir sería suficiente, pero no quiero. Me aferro a lo que ya no tengo, me aferro a lo que te llevaste contigo.
Y aquí viene Hugo. Tengo que marcharme. Mi amor, te prometo que volveré pronto, todavía tengo cosas que contarte y disculpas por pedirte. Quizá esta caja de recuerdos y de tus ideas extrañas quede bajo tierra. Pero estoy segura que nunca morirás realmente, no mientras siga pensando en ti y en todo lo que no descubrimos juntos.
Tu familia ha sido muy amable conmigo, aún cuando no lo merezco, y aún cuando Lorcan solo finge. Piensan que solo hemos sido los mejores amigos…si supieran la verdad que mi orgullo tapó con todas sus fuerzas.
-¡Lily!, ¡Lily!, es hora de ir a casa. - Mi primo me recibe con un abrazo, frotando mi espalda, intentando calentarme, pero es algo inútil.
Suspiro y sonrío, por que no puedo hacer nada mejor.
Ver rostros felices no va a ayudarme. Quizá al año siguiente todo este mucho mejor. Pero supongo que por mucho que espere, tu ya no vas a regresar.
Lorcan me mira con odio. A diferencia de los señores Scamander… el sabe la verdad de todo esto, sabe que por mi culpa, su hermano termino siendo el objeto de las burlas de todos, quedó como el fenómeno del baile, y luego de eso…ya nadie volvió a reírse de Lysander Scamander.
Ahora mismo, entre cartas rotas, esquemas que a muchos parecieron ridículos, fotografías, en mi mar de lágrimas, me doy cuenta que nunca pude querer a nadie como me atreví a querer a Lysander. Por que Lysander era diferente, por que Lysander QUERÍA ser diferente al resto, y en vez de adorarlo delante de todos, como una vez le prometí, lo deje expuesto, lo dejé solo…si, soy una cobarde, nada que tengan que recordarme a cada momento. El dolor en mi pecho ahora es indescriptible, y no tengo ganas de dejar de sentirlo en fechas próximas.
Navidad se acerca y hace frío. Han pasado tres estaciones desde que Lysander ya no esta. ¿Y a mí que me queda? Recuerdos de mi vieja yo, recuerdos de la que era cuando estaba con Lysander. Debería preocuparme por cambiar, por ser la que era antes, pero el murió junto con mis esperanzas de un lugar mejor, de ese pedacito de cielo que el me entregaba cada vez que me decía que mi nombre estaba compuesto también por el suyo, sin el, estoy incompleta, por que no puedes deletrear Lily sin “Ly”
¿Qué pasó?, ¿Qué pasó por mi cabeza cuanto te vi tirandote al lago sin decir nada? ¿Qué fue lo que evitó que fuera detrás de ti cuando me dijiste que me amabas?, quiero pensar que nunca te amé, quiero creer que solo fuiste un juego, uno de los Lunáticos Scamander, pero para mi fuiste mucho más que eso, vivo con magia todos los días, pero para mi nunca hubo nada tan mágico como la paz de tus ojos, las caricias de tus manos y el calor de tu comprensión. Mi amor. MI Lysander.
Hugo y Rose están preocupados, James y Albus intentan buscar culpables donde no los hay. Mi orgullo es lo peor que nos pasó a todos. Lysander, quizá hayan dicho que los grindylows del lago terminaron por ahogarte, pero yo sé que tu ya estabas muerto cuando decidiste ahogarte. A lo mejor pienso de forma muy egoísta, a lo mejor quiero creer que es por mí que te fuiste, cuando quizá había mucho más detrás de tu dolor.
No, Lys, no. Yo tuve la culpa de todo. Una vez me dijiste que gracias a mi, tu vida aún tenía algo de luz. De haber entrado aquella noche de tu brazo, seguirías a mi lado. ¿Y que hago ahora?, ¿Qué puedo hacer? Nadie supo que lo nuestro era verdadero y no un invento tuyo. Por mi culpa, nuestros padres ya no son amigos, por mi culpa ¿Me escuchaste? Por mi culpa.
Tú mejor que nadie sabía lo que es vivir bajo la sombra de alguno de tus padres. Fuiste una de las primeras personas que me hizo sonreír aquí en el colegio, por que en el momento en que dijeron mi nombre a la hora de la selección, fuiste el único que aplaudió como estúpido aunque no estuve en tu mesa y el único que no aplaudió con ganas de ser un hipócrita.
Desde que te dejé plantado en aquel baile de invierno, mi vida no ha sido la misma. Desde ese segundo, solo he decaído, y cada vez, me he hundido más en mi misma. ¡No sabes la suerte que tuviste! El agua fue lo que te ahogo, pero yo me estoy ahogando en mis culpas, Lysander, culpas que tendré que purgar antes de llegar hasta ti cuando llegue mi momento de partir.
El invierno pasa lento, y yo tengo frío. Todos me ven como una muchachita dulce, amable, noble, de gran corazón… y mi padre me dice que he de parecerme a mi abuela, por la que llevo mi nombre… ¡Y pensar que llevo el nombre de la tuya!, me da tanta vergüenza, una Luna te dio la vida y otra te la quitó…vaya porquería.
Estos meses han sido como una eternidad bajo la nieve helada. Desde donde estoy puedo verla caer, y me pregunto si helarme hasta dormir sería suficiente, pero no quiero. Me aferro a lo que ya no tengo, me aferro a lo que te llevaste contigo.
Y aquí viene Hugo. Tengo que marcharme. Mi amor, te prometo que volveré pronto, todavía tengo cosas que contarte y disculpas por pedirte. Quizá esta caja de recuerdos y de tus ideas extrañas quede bajo tierra. Pero estoy segura que nunca morirás realmente, no mientras siga pensando en ti y en todo lo que no descubrimos juntos.
Tu familia ha sido muy amable conmigo, aún cuando no lo merezco, y aún cuando Lorcan solo finge. Piensan que solo hemos sido los mejores amigos…si supieran la verdad que mi orgullo tapó con todas sus fuerzas.
-¡Lily!, ¡Lily!, es hora de ir a casa. - Mi primo me recibe con un abrazo, frotando mi espalda, intentando calentarme, pero es algo inútil.
Suspiro y sonrío, por que no puedo hacer nada mejor.
Ver rostros felices no va a ayudarme. Quizá al año siguiente todo este mucho mejor. Pero supongo que por mucho que espere, tu ya no vas a regresar.