No vuelvo a casa
para encontrame la ventana rota.
Mi corazón se alborota,
mientras tanto, el tiempo pasa.
Llena de mugre la escalera
me recibe. Mi vista se empaña
y una lágrima me araña
la cara. Esta no es manera
de recibirme. No gusto
de ver el suelo inundado
de agua. Me creo olvidado,
y no me siento agusto.
Por ello, no quiero volver
a casa, si el polvo
(
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