Gracias a
este promp random, Keisung (
locadelocura ) y yo nos hemos aventurado en un reto mutuo que consiste en hacer los promps que la otra le diga, así que estos son 3 de los 5 que ella me pidió:
Donghae | Heechul ⇒ Eunhyuk (está situado en la época del Full House, osea, 2006. No sé si Eunhyuk ya dormía solo por ese entonces, pero supongamos que sí).
Es una noche cualquiera y al día siguiente tienen que madrugar, pero no les importa porque ya se han acostumbrado a dormir poco y, además, son jóvenes y alguno -no recuerdan quien- ha comprado cerveza.
Normalmente, Heechul no bebe con nadie que no sea Hankyung y alguna que otra excepción, porque él no es cercano a mucha gente y considera un privilegio el permitir que alguien beba con él; Heechul y sus aires de grandeza, como suelen decir todos.
Nadie sabe por qué o cómo ha ocurrido, pero Heechul lleva un rato bebiendo con los chicos del departamento de abajo. Donghae y él bajaron para pasar el rato antes de acostarse y de buenas a primeras sacaron las cervezas y el desmadre no ha ido más que aumentando gradualmente.
Han decidido jugar al nunca, nunca y están descubriendo muchas cosas de los miembros que antes ni siquiera habían podido imaginar.
-Nunca he visto porno en el coche camino a la discográfica con miembros delante -dice Shindong, mirando deliberadamente a Eunhyuk.
Leeteuk, Donghae y Heechul estallan en carcajadas al unísono porque van muy bebidos. Yesung por su parte tapa los oídos de Ryeowook, aunque la palabra porno ya fue dicha. Kyuhyun sonríe y mira también a Eunhyuk, quien sonríe de esa forma boba producto del excesivo alcohol, mientras mantiene su mirada baja.
Finalmente bebe.
-¡Lo sabía! -grita Shindong, acusándole con el dedo mientras las estruendosas risas de Heechul y Leeteuk vuelven a estallar.
-¡Eres un jodido pervertido, Eunhyuk! ¡Nunca más volveré a ir en coche contigo a ningún sitio! -grita Heechul, después de recuperar la respiración.
-¡Pero no hago nada hyung, sólo lo veo! -dice en su defensa Eunhyuk.
-Ya decía yo que era raro que fueras tantas veces al baño -comenta como quien no quiere la cosa Kyuhyun, y eso sólo provoca más risas.
-¡Oh, pero vamos! ¡No puedo ser el único! -vuelve a elevar la voz Eunhyuk, intentando levantarse sin mucho equilibrio.
Donghae, que está sentado a su lado, le agarra de la camiseta y tira de él para que se siente de nuevo sin poder parar de reír ni de balancearse, por lo que acaba apoyado en su brazo riendo.
-Nunca me he sentido orgulloso de que las fans me pongan de pareja de otro miembro -dice Ryeowook, que es su turno.
Todos se quedan un momento en silencio, menos Leeteuk, que parece que le ha dado un ataque de risa y no puede parar.
-Tengo que admitirlo -dice riendo-, ¡me encanta el KangTeuk! -grita, alzando su cerveza de forma brusca, manchando a Heechul, sentado a su derecha.
-¡Oh, hyung! -exclaman Eunhyuk y Shindong a la vez, poniendo caras de desagrado.
-¡Yah! -grita a la vez Heechul, empujándolo para el otro lado para que no le vuelva a manchar.
Con el espectáculo de Leeteuk, nadie se da cuenta de que Ryeowook ha bebido de su lata, nadie excepto Yesung, con quien comparte una mirada cómplice. En ese momento, Sungmin vuelve del baño y se deja caer entre Shindong y Kyuhyun, pero pierde el poco equilibrio que tiene y Kyuhyun le sujeta antes de que se le caiga encima.
-Ops, creo que he bebido demasiado -dice a modo de disculpa.
-Yo también lo creo -le sonríe Kyuhyun, todavía sosteniéndole.
-¿Qué me he perdido? -le pregunta, mientras los demás hacen ruido y dice incoherencias.
-A Leeteuk hyung diciendo que le gusta el KangTeuk.
Sungmin estalla en carcajadas cuando lo escucha.
-Venga, reconocedlo -decía a su vez Donghae, con una voz que a ninguno les gustó.
-Reconozco que el HanChul es un éxito, por algo somos el combo definitivo de Super Junior -sonríe con altanería Heechul.
-Sí, pero el que hace todo el trabajo en ese combo es Hankyung hyung -dice intencionadamente Kyuhyun, quien además es uno de los que menos haa bebido. Ha mentido diciendo que nunca había hecho algunas de las cosas que realmente sí había hecho porque prefiere ver la borrachera de sus compañeros a unirse a ella.
-¡¿Cómo?! ¡Repítelo si te atreves! -grita Heechul, haciendo ademán de lanzarse a por Kyuhyun, quien se esconde detrás de Eunhyuk de inmediato. Shindong y Leeteuk, sentados cada uno al lado de Heechul, le sostuvieron para que no tuviesen que acabar la noche en el hospital.
-Vamos, vamos, lo dice para picarte, ya lo sabes -le intenta calmar Leeteuk, pero se está riendo y eso hace que sea poco convincente.
-¡¿Y vosotros qué?! ¿Por qué no bebéis? -les grita Heechul a Donghae y Eunhyuk, a quienes tiene enfrente.
Por el grito, Donghae se incorpora de súbito.
-¿Eh? -alcanza a preguntar Eunhyuk.
-¡EunHae, EunHae! ¡Vamos, no os hagáis los tontos! -los señalacon el dedo.
Donghae y Eunhyuk se miran y luego estallaron en carcajadas, que les son contagiadas a Leeteuk y Sungmin, pero aún así, el resto de los presentes seguen mirándoles y eso les hace sentirse un poco incómodos.
-Son cosas de las fans, hyung -trata de desentenderse del tema Donghae, haciendo aspavientos con la mano.
-Pero la pregunta es si os habéis sentido orgullosos o no -puntualiza Yesung.
-¿Ah? ¿Y qué hay de vosotros? -intenta pasarles el muerto Eunhyuk.
-Ya hemos bebido -le dice totalmente impasible Yesung.
-¡Mentira, no lo he visto! -exclama Eunhyuk.
-Yo bebo por ti, hyung -le dice Donghae, echándose hacia él para arrebatarle su lata.
-Tú estás muy borracho ya -le aparta Yesung.
-¡Venga ya, joder! ¡Dejo de jugar si no lo admitís de una vez! -se impacienta Heechul.
-Pero es que no hay nada que admitir -insiste Eunhyuk.
-¡Argh! ¡Iros a la mierda! -estalla Heechul, que se levanta molesto y se aleja del salón.
-¡Hyung! -exclama Eunhyuk, que no quiere que se vaya molesto.
-Creo que por hoy ya hemos bebido suficiente -dice Shindong, levantándose con esfuerzo también.
-¡Noooo! ¡Todavía no! -exclama Donghae, haciendo pucheros como un niño pequeño.
-Tú precisamente deberías haber parado hace un rato -le regaña Leeteuk.
-Creo que no eres el más indicado para hablar, hyung -le dice Shindong y Leeteuk no puede evitar reír de nuevo.
Se levantan con dificultad, unos más que otros, y ayudan a los más borrachos a llegar a las habitaciones. Donghae, que no quiere irse, se cuela en la habitación de Eunhyuk y se tira en su cama. Cuando éste vuelve del baño, le sorprende verle, pero le sorprende aún más verle despierto.
-¿Qué haces aquí? -le sonríe, mientras se sienta en el borde de la cama.
-Voy a dormir aquí -le dice, con la cara casi oculta en la almohada.
-¿Y dónde voy a dormir yo? -le pregunta alzando una ceja.
Donghae se echa hacia la pared y palmea el sitio libre que deja en su costado derecho.
-Venga Donghae, vete a tu cuarto -le zarandea Eunhyuk, a quien le gusta dormir a pierna suelta en su cama.
Donghae gruñe pero al final se incorpora, aunque sigue ocupando su lugar en la cama.
-Hyukjae -le dice serio, y Eunhyuk trata de no reírse de su cara-, ¿realmente no te gusta el EunHae? -pregunta de forma inocente, con cierto reproche en la voz, una voz algo distorsionada por el alcohol que tiene en el cuerpo.
-¿A qué viene esa pregunta ahora? -se ríe Eunhyuk, pero Donghae no se ríe, sino que baja la mirada y se muerde el labio inferior-. Claro que sí, tonto -le dice, y Donghae le mira con la sonrisa sincera de un niño de cinco años.
-¡JÁ! -exclama Heechul, entrando de repente en la habitación, sobresaltándolos-. ¡Lo sabía! -y los señala con un dedo, en una pose bastante ridícula.
-¡Hyung! -exclaman a la vez los dos menores, sobresaltados-, ¿no te habías ido? -añade Eunhyuk.
-Pero volví a por Donghae -le responde, y luego sonríe de una forma que a ninguno de los dos les gusta-, pero ya veo dónde pasará esta noche~.
-¡No digas eso, hyung! ¡Y menos en ese tono! -le dice Eunhyuk, que se levanta y tira del brazo de Donghae-. Vamos, llévatelo.
-¡Ah! ¡No tires! -se queja Donghae.
-¡El EunHae existe! ¡El EunHae existe! -comienza a canturrear Heechul por los pasillos a pleno pulmón, para avisar al resto de los miembros que están en ese piso.
-¡No, hyung! ¡No inventes cosas! -grita Eunhyuk, que sale corriendo tras él.
Donghae se queda solo y lo prefiere así, porque de repente tiene ganas de llorar y sabe que borracho como está, no le costará hacerlo.
Cuando diez minutos después, Heechul y Donghae están en el ascensor para subir a su piso, el silencio reina entre ellos y Donghae tiene la mirada puesta en el suelo. Heechul se da cuenta de lo que ha provocado esa noche, porque a pesar de ser un alborotador y de hacer como que es el ser más egoísta de la tierra, eso no es verdad y realmente se preocupa por sus amigos.
-Aún es pronto para él -le dice Heechul.
Y eso es como la palanca de apertura de las lágrimas de Donghae, que se cubre la cara con una mano.
-Ven aquí -le dice Heechul, y le obliga a enterrar su cabeza en su pecho.
Las puertas del ascensor se abren pero no salen. A esas horas nadie va a descubrirles y Heechul le deja llorar todo lo que quiera.
Al día siguiente, Donghae acude a él y se excusa diciendo que fue cosa del alcohol, que no sabe por qué lloraba; Heechul bromea y Donghae le hace prometer que no se lo contará a nadie. No obstante, Heechul no es tonto y sabe que el EunHae realmente existe, sólo que ninguno de los dos quiere admitirlo.
Hankyung | Siwon ⇒ get out. (Es muy, muy, muuuuuy deprimente, lo aviso).
A veces es demasiado y no compensa.
Simplemente es así. A veces el estar con los doce no es suficiente, el cantar y bailar junto a vosotros, el comer, dormir y compartir cada minuto de mi vida junto a vosotros no es suficiente.
No es suficiente porque no compensa el sentirte producto de una industria que controla cada resquicio de tu vida; cada segundo del día está programado, cada comida incluso cada siesta. Tu imagen, tu presencia, tus sentimientos, todo les pertenece a ellos, a los peces gordos, y a ellas, a las fans que no te conocen. Y tú no puedes ni mantener tu nombre.
Y cuando esto pasa por más de cinco años, simplemente llega el momento en el que dices basta, en el que tienes que decir basta porque no lo aguantas más, porque te ha ido consumiendo lentamente hasta llegar a lo más profundo de ti.
Pero lo vuelves a intentar, vuelves a decirte venga, aguanta, hazlo por ellos, y sigues luchando, porque no te sientes mal todo el tiempo, sólo a menudo. Y aunque no quieres que nadie se dé cuenta, también te duele que no lo hagan, y eso se suma a la montaña de cosas que te afectan y te van hundiendo un poquito más.
Quieres que pare, quieres volver a sentirte ilusionado, volver a ser aquel niño ingenuo que esclavizó su vida por seguir su sueño, que no se daba cuenta de dónde se estaba metiendo, que sólo quería hacerlo bien, hacer bien lo que amaba. Pero ya no eres más ese niño e incluso te asquea pensar en cuan idiota fuiste al vender tu vida de esa manera.
Así que empiezas a quejarte, a sacar un carácter que has ocultado como muchas otras cosas; plantas cara pero no te toman en serio porque están acostumbrados a pisotearte, a no tenerte en cuenta, a no verte como un ser humano sino como una máquina de hacer dinero. Pero insistes, insistes porque ya no te queda otra más que luchar por ti mismo, por cambiar las cosas antes de que todo acabe contigo.
¿Y sabes qué hacen? Inventan un nuevo proyecto, una nueva forma de sacar dinero a tu costa disfrazando su codicia de buenas intenciones. Te embarcan en un proyecto que creen que aceptarás con alegría, con el que podrán silenciarte y tenerte de nuevo a sus faldas. Te mandan a casa sin mandarte a casa. Te hacen actuar en tu país natal, te dan el mando de algunos de tus compañeros, te hacen todos esos regalos para que dejes de luchar y dentro de unos meses, cuando regreses a Corea, poder vapulearte como quieran de nuevo.
Pero no va a ser así. Porque precisamente cuando regresas a casa te das cuenta de muchas cosas, de que no los necesitas, no necesitas que esa gente inhumana controle tu vida; te das cuenta de que hay más opciones, de que no tienes que renunciar ni a tu sueño ni a ser feliz.
Y entonces llega el verdadero dilema, el dar o no dar el paso definitivo, porque no es a ti sólo a quien le afecta todo esto, están tus compañeros, está el equipo y toda esa gente que han estado luchando contigo desde que empezasteis. Esa familia que has construido sin darte cuenta, de la que formas parte y a la que no quieres renunciar.
Pero tienes que elegir, y es posiblemente la elección más difícil de tu vida. Va a marcar un antes y un después, como lo hizo el día que audicionaste, como lo hizo el día que debutaste. Sabes que nunca volverá a ser lo mismo, sabes que habrá momentos en los que te arrepentirás, cuando les eches de menos, cuando te sientas solo, vacío sin ellos. Y también sabes que tienes, necesitas irte. Salir de todo esto, alejarte, empezar de nuevo siendo tú mismo. Siendo Hangeng.
Continuar con tu vida.
Porque a veces es demasiado y no compensa. Porque llegas a un punto en el que la idea de quitarte la vida no te parece tan disparatada, en la que, como el momento antes de que entraras, caminas hasta el baño y te encierras en él. Te miras al espejo y no te gusta lo que ves. Te sientes terriblemente mal, tan mal que incluso dejas de pensar, dejas de sentir.
Y lo buscas.
Busca la salida, la forma de acabar con todo de una vez por todas.
Y no eres consciente hasta que no ves la sangre correr, pero es como un espejismo... no eres consciente de que te estás matando y sigues y sigues...
-Basta ya hyung, por favor -le suplica Siwon, con un hilo de voz nacido de lo más profundo de su interior.
Hangeng se calla y le mira. Están en el baño, él continúa en la bañera recostado y Siwon está en el suelo de rodillas, llorando desconsolado, mientras le sostiene la mano. El cúter está tirado en el suelo, lejos gracias al impacto de Siwon. Hay sangre derramada, pero no es de Hangeng sino de Siwon, que se ha cortado al quitarle de forma apresurada el objeto con el que iba a arrebatarse la vida.
La cerradura de la puerta está destrozada, Siwon se la ha cargado para lograr entrar. No hay nadie en el piso, sólo ellos y por una casualidad en sus respectivas agendas.
Siwon ha preguntado por qué, le ha gritado, le ha abrazado, le ha zarandeado, pero la mirada de Hangeng no recuperaba el brillo ni su rostro la expresión de vida.
Hasta que ha comenzado a hablar, en su lengua materna además, y le ha contado todo. Todo lo que no le ha dicho a nadie, todo lo que ha sentido este tiempo se lo ha contado, y Hangeng ha descubierto que no se siente mejor por ello.
Lo que no hace más que confirmar que necesita salir de esto.
-¿Qué crees que haremos sin ti, hyung? ¿Qué crees que haré sin ti? -le susurra Siwon, que no es capaz de parar de llorar, ni de levantar la mirada.
-Seguir adelante -contesta fríamente-, continuar con Super Junior hasta que toméis la misma decisión que yo.
-¡Hyung! -hace una exclamación de reproche, pero no es capaz de decir nada más y continúa llorando, sin soltarle de la mano, temiendo que al hacerlo se vaya de verdad.
-Se acabó Siwon, se acabó esta vida para mí. Si no puedo matarme, mataré al menos a Hankyung.
Siwon no dice nada, no puede, llora amargamente. Hangeng desvía sus ojos hasta su cabellera apoyada en el filo de la bañera y se incorpora para pasar su otro brazo por sus hombros y apoyar su cabeza sobre la suya.
-Siento que hayas tenido que presenciar esto -le dice en coreano-, de verdad que lo siento Siwon, perdóname.
-No vuelvas... no vuelvas a hacerlo nunca -le pide Siwon, llorando e hipando como un niño pequeño.
Y Hangeng parece reaccionar de una vez porque le agarra con fuerza con sus dos brazos como quien se agarra a la vida.
-Oh, dios mío, ¿en qué estaba pensando? -murmura para sí Hangeng-, lo siento Siwon, lo siento, lo siento mucho... -comienza a llorar también, recuperando sus emociones perdidas-. No volveré a hacer algo tan estúpido, no volveré... joder, tú no tenías que ver esto, tú no tenías...
Le abraza y le deposita besos en los cabellos, hasta que consigue calmarle. Luego le cura la herida en silencio y tiran el cúter a la basura.
Cuando Heechul llega al apartamento y los ve sentados en el sofá, en silencio y con ese aura tan deprimente, les pregunta qué pasa y Siwon no es capaz de retener las lágrimas, así que se cubre la cara y se marcha a su habitación.
Heechul se queda impactado porque nunca ha visto a Siwon de esa manera, así que le pregunta a Hangeng qué le ocurre, pero éste está más raro todavía y las alarmas de Heechul terminan por dispararse.
-Siéntate Heechul, tengo que decirte algo... -le pide Hangeng, de forma solemne.
Heechul camina despacio y se sienta en donde antes estaba Siwon, mirándole con desconfianza y comenzando a sudar frío de miedo. Hangeng le mira a los ojos y en ese momento sabe que va a salir de sus vidas.
Porque de otro modo, Siwon no estaría llorando como si Hankyung hubiera muerto.
*
Nota: encima en este momento estoy escuchando So I de Super Junior, que bajona tengo en el cuerpo por favor.
Vale, acaba de cambiar a So fresh, so cool de Big Bang, maldito reproductor xD.
Eunhyuk | Donghae ⇒ the physics of falling (Creo que el promp no tiene nada que ver con lo que he escrito, pero bueno)
Cuando te enrollas con tu mejor amigo, las cosas definitivamente cambian. Pueden cambiar a mejor o pueden cambiar a peor, pero no puede volver a ser lo mismo, porque ninguno de los dos son tan buenos actores. Porque los dos han sentido algo y ahora ese algo o debe crecer o debe extinguirse.
Optan por dejarlo crecer. Al principio es todo muy impulsivo, muy alocado, y sí, da mucho miedo, porque ese con el que compartes miradas cómplices y roces provocadores a escondidas es tu mejor amigo, porque ese con el que te pierdes en alguna sala vacía de la SM Entretaiment es tu mejor amigo, porque ese al que besas, al que tocas, y al que provocas todas esas emociones y gemidos es tu mejor amigo.
Es fácil dejarse llevar, cerrar los ojos y dejarse llevar, lo difícil es abrirlos y descubrir que no es una chica la persona con la que te has estado dando el lote la última media hora, ni son las manos de una chica las que se han colado en tus pantalones, y por supuesto, no es el cuerpo de una chica el que tú has estado tocando todo el tiempo. Y da mucho miedo.
El sentimiento crece pero el miedo también lo hace, el miedo que te impide devolver los te quiero, el miedo que te impide estar cerca de él en público porque piensas que alguien se va a dar cuenta y lo va a sacar a la luz, y eso os va a separar.
El miedo de que nadie os acepte, de que os rechacen, de que os hieran. El miedo de que nadie te acepte, de que te rechacen, de que te hieran.
Te arrepientes y te alejas, te arrepientes por miedo y no eres capaz de pensar con claridad, de dejar de darle importancia a cosas que no la tienen, sin darte cuenta de que lo que estás descuidando es lo realmente importante. Pero es tu mejor amigo, y un mejor amigo no se pierde tan fácilmente; con ese consuelo en tu subconsciente, actúas de esa forma cobarde que no te deja ver más allá de tus narices.
Porque Donghae ya no es más tu mejor amigo, él ya no quiere conformarse con eso y tú en realidad tampoco, pero no estás preparado para enfrentar a una sociedad de mentalidad cerrada, a unos jefes que controlan tu vida, a unos compañeros que estimas y admiras y, por supuesto, te importa lo que piensen de ti. No estás preparado, pero Donghae sí lo está.
Para ti empezó siendo un juego más entre vosotros, el permitiros caer en una tentación que existe desde hace mucho tiempo, el morbo de poder ser descubiertos, la diversión que todo eso conlleva. Pero los principios dejan de ser principios cuando pasan un tiempo y hay que avanzar, más si se trata de una relación -ni siquiera eres capaz de llamarlo así- amorosa con una persona. Si no se avanza se atasca, y si se atasca se condena al fracaso.
Como no haces nada por evitarlo, sólo evadir el tema y dejar todo correr, Donghae acaba hartándose y vuelve a dar él el paso, el paso de empezar y el paso de terminar.
Tú no te lo crees al principio, evades y evades; no es sino hasta que le buscas que te estampas contra la realidad, pero vuelves a negarte a aceptarlo y te enfadas, le culpas y te lavas las manos. No es justo para ninguno de los dos tu actitud y todo cambia inevitablemente.
El público se da cuenta, el staff se da cuenta, los miembros se dan cuenta. Todo el mundo cuchichea sobre vosotros a vuestro alrededor y eso te está matando. Todo el mundo se pregunta qué os ha pasado; ves a Donghae manejar muy bien el tema, le ves sonreír y actuar normal con la gente, cuando tú no puedes. No te concentras, no te salen las coreografías, no recuerdas las letras de las canciones, no sabes qué tienes que hacer hoy a pesar de que el manager te ha dicho hace media hora.
No eres capaz de hacer nada bien porque algo te concome, algo te falta para que todo esté bien y sabes perfectamente que es Donghae, que te revienta que él lo esté llevando tan bien cuando a ti te está matando, que te revienta que no te extrañe y no luche por ti cuando no paraba de decirte lo mucho que te quería.
Y no te das cuenta, no te das cuenta de que no te ha perdido él a ti, sino tú a él. Que eres tú con tu miedo, con tu inseguridad, con tu preocupación por el qué dirán el que lo ha jodido todo, y el que debe arreglarlo. No te das cuenta de que Donghae está igual o más destrozado que tú, porque él te quiere de verdad, porque él ha luchado todo lo que ha podido por vosotros y aún así ha fracasado, y que no puede hacer nada porque las cosas mejoren entre vosotros porque no está en su mano. Que sólo puede esperar a que te des cuenta mientras se va consumiendo por dentro.
Un día, en un show, el presentador se atreve a preguntarle a Donghae qué os pasa, y él se ríe y dice que nada, se dirige a ti y te habla como si de verdad no pasara nada. Hace una broma respecto a que os peleásteis por una tontería y eso te enfurece, pero mantienes la compostura. Donghae ha estado haciendo eso desde que cortasteis, actuando como si nada ocurriese delante de todos y luchando por mantener la imagen unida de Super Junior por los dos, haciendo suya tu parte del trabajo.
Habéis caído en algo muy hipócrita, en una vida llena de falsas apariencias. Estás perdido, no le encuentras sentido a nada, y ni siquiera sabes por qué eres tan estúpido y por qué no hablas con él y afrontas el problema de una vez por todas. Por qué no eres capaz de hacerlo, no lo sabes, pero has caído, has tocado fondo.
-Realmente vas a dejar que esto siga así, ¿no es cierto?
Eunhyuk se queda estático pero su corazón empieza a latir muy rápido. Donghae le ha hablado, se ha dirigido a él en mitad del camerino, con los demás miembros, staff e incluso gente de otros grupos delante. Él simplemente le mira con los ojos muy abiertos, incapaz de decir nada.
-Han pasado meses, ¿tan difícil es de aceptar?
Está subiendo el tono o quizás es que la gente a vuestro alrededor se ha callado y os presta atención.
-¿Te gusta esta situación? ¿Te sientes bien así? ¡Respóndeme Hyukjae, porque estoy cansado de tu silencio!
La gente se revuelve incómoda pero nadie hace nada por intervenir o por hacerse notar. Para Donghae simplemente están ellos dos, pero para Eunhyuk no es el mismo caso. Ni siquiera en ese momento es capaz de desconectar y centrarse en él exclusivamente.
-No vamos a hablar esto aquí -dice al fin, y Donghae se cruza de brazos y frunce el ceño.
-Eres un puto cobarde -le dice, con desprecio, con odio en la voz, y Eunhyuk deja de mirar a la gente para mirarle a él.
Ha habido exclamaciones de sorpresa, tal vez por el lenguaje empleado tan poco usual en Donghae o tal vez porque le ha dicho eso precisamente a Eunhyuk.
-Y tú estás montando una escenita -contesta furioso.
-Sí, lo estoy haciendo. Pero no te preocupes que seré breve: para mí estás muerto, Lee Hyukjae.
La gente vuelve a exclamar y Leeteuk y los otros intervienen al fin. Intentan llevarse a Donghae, hacerle entrar en razón y de paso enterarse de una vez por todas qué es lo que ha ocurrido entre vosotros para que lleguéis a ese extremo. También le hablan a Eunhyuk, pero él no les escucha, por fin no ve a nadie, sólo a Donghae, a Donghae alejándose furioso, alejándose de él para siempre. Porque si le deja ir ahora, nunca volverá a tenerlo cerca aunque le vea todos los días.
Así que corre. Algo nace dentro de él que le hace correr. Se abre paso a empujones de gente que sólo quiere ayudar o cotillear. Se abre paso entre sus miedos y sale detrás de él. Porque el miedo más grande ha sido, es y será siempre el perderle. Porque lo que le ha mantenido tan mal, lo que ha hecho que dude tanto, era la posibilidad de perderle, sin darse cuenta que la única forma que puede hacer perder a Donghae es por su propia causa.
Le coge del brazo y le encierra consigo en la primera sala vacía que encuentra. Donghae se suelta bruscamente y trata de hacerle a un lado para marcharse. Eunhyuk se interpone entre la puerta y él, que le empieza a gritar y forcejea.
-¡Quítate! ¡No quiero saber más de ti! ¡Apártate!
-¡Lo siento! ¡Lo siento, Donghae! ¡De verdad, lo siento! -empieza a suplicar; sus ojos se vuelven acuosos, y lo repite una y mil veces.
-¡Que me da igual ya! ¡Llegas muy tarde! ¡Suéltame!
Forcejea y forcejea, y Eunhyuk llora y llora pero no le deja ir, no esta vez, no ahora que se ha dado cuenta de sus errores.
Al ver que no va a conseguir que se aparte, Donghae se aleja de él hasta la otra punta de la sala, con una mano en el costado y otra en la cara.
-¡Esto es ridículo!
-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento... -sigue repitiendo, como si fuera un disco que se ha quedado cogido en la misma parte.
-¡Argh, cállate! -le grita-. ¡Cállate! ¡No quiero escucharte más!
-Lo siento, lo siento, lo siento... -continúa repitiendo, llorando, cabizbajo, viendo borroso.
Donghae ruge enfurecido y cruza la habitación casi corriendo, le coge de la camiseta y le estampa contra la puerta. Le grita que se calles pero él sigue repitiendo esa frase una y otra vez, hasta que Donghae se pone a llorar también, pero de la furia y la impotencia.
-¡Dos meses! ¡Dos putos meses esperando oírte decir eso! ¡¿Sabes cuánto he sufrido por tu culpa?! ¡¿Eh?! ¡¿Lo sabes?!
-¡Lo siento! ¡Lo siento, Donghae! ¡Perdóname, por favor!
-¡No! -le grita Donghae, que vuelve a estamparle contra la puerta, haciéndole daño-. ¡No quiero! ¡No quiero! -llora desesperado, y Eunhyuk se agarra a su camiseta y tira hacia él.
Le necesita, le ha necesitado todo este tiempo, y no es hasta ahora que se da cuenta de cuánto le necesita.
Le besa y Donghae intenta resistirse, intenta apartarse pero Eunhyuk le agarra bien fuerte y al final se rinde ante sus besos, comparten desesperación y descargan todos sus sentimientos. Se tocan, pegan sus cuerpos y se devoran hasta el alma malherida. Lo expulsan todo.
-Te odio... -murmura Donghae contra su boca, todavía llorando-, te odio, joder...
-Lo siento... -repite, entre esos huecos que aprovecha para coger aire, que no dura mucho porque enseguida vuelve a su boca.
-Te odio por hacerme eso... -Donghae se separa y le aparta la cara, pero no le suelta ni quita su cuerpo, y Eunhyuk le mira sin soltarle tampoco-, te odio por no aceptarme, te odio por no quererme lo suficiente...
-Te quiero -dice de inmediato, en un susurro que nace desde lo más profundo de su ser-, te quiero.
-No, no me quieres, nunca me has querido -Donghae le mira y a él se le parte el alma porque ve todo el dolor que le ha provocado-, porque a una persona que quieres no le haces eso. No le haces sufrir hasta el punto de pensar que hay algo mal con él, que ha jodido la amistad que teníais con sus sentimientos, que todo era culpa suya...
-¡La culpa es mía! ¡Es conmigo con quien hay algo mal! ¡No eres tú, no eres tú Donghae! -dice atropelladamente, cogiéndole por el rostro para que le mire y le crea-. Tenía miedo, la presión es muy fuerte y todo había cambiado entre nosotros... tenía miedo de que no saliese bien y de que te perdiese, porque no sé hacer nada sin ti, no he dormido bien ni una sola noche desde que nos distanciamos; no puedo cantar ni bailar, no puedo vivir sin ti... te quiero... perdóname...
Eunhyuk le acerca hasta enterrar su cabeza en su hombro y le abraza con fuerza para que llore todo lo que tiene que llorar, del mismo modo que él lo estaba haciendo. Están un rato así hasta que Donghae se calma y se separa, pero Eunhyuk tarda un poco más en hacerlo.
-Es increíble lo que puedes llegar a llorar, estoy empapado -intenta bromear Donghae, para hacerle sonreír, y lo consigue.
-Cállate, que yo también estoy mojado -le dice, mientras se pasa las manos por la cara.
-Se te ha estropeado el maquillaje -se burla Donghae.
-No te has visto tu cara -sonríe Eunhyuk.
Donghae ríe y se limpia los rastros de las lágrimas. Se miran entonces con infinito cariño, pero sin saber qué hacer también.
-¿Y ahora qué? -pregunta Eunhyuk.
-Ahora voy a patear a Leeteuk hyung por habernos espiado -le dice, y Eunhyuk no puede evitar reír de felicidad y abrazarle, porque ha recuperado a su Donghae, su mejor amigo, la persona que más quiere en este mundo. Y no va a ser tan idiota como para volver a caer en lo mismo.
La física dice que todo lo que sube, baja. Pero también se dice que cuando tocas fondo, sólo puedes subir.
*
Notas: dioooooooooooos, que asco, que puto asco, más telenovelero imposible, pero bueno, ahí está, y como sé que no escribiré nada mejor de ellos, pues a tomar por culo.